PORTADA: Estela Plateada de frente, con las manos cruzadas a la espalda. Su rostro refleja fría indiferencia. Al fondo, una gran explosión.
Prólogo
¿Qué ocurriría si a un ser dotado del poder
cósmico se le arrebatan las emociones? ¿Y si este ser
fuese llamado por Tribunal Viviente para actuar de ejecutor? ¿Y
si de pronto, se estrellase con sus sentimientos, TODOS
A LA VEZ Y DE FRENTE?
"De nuevo cabalga por el espacio sobre su tabla, contemplando las
maravillas que le ofrece el Universo, pero esta vez, las contempla con
fría indiferencia... Zenn-la resultó ser un engaño,
una falacia producto de una visión... Tantos años, tantos
siglos creyendo que su hogar estaba a salvo... Tantos sacrificios...
Para nada. Y se pregunta porqué. ¿Por que motivo alguien
se preocuparía de mantener tanto tiempo el engaño...?
Inmerso en sus cavilaciones, indiferente a todo, Estela Plateada vaga
por el espacio, sin rumbo fijo... "
"Sobre su tabla, pronto descubre que su subsconsciente le ha guiado a un
planeta azul que enseguida reconoce... La Tierra. Allí
empezó todo, se dice. Y evoca los sentimientos que
despertó de su letargo Alicia Masters. Y los recuerdos de esos
sentimientos es cuanto le queda."
"En ese planeta despertó de nuevo su parte más
"humana", y por ello desafió a Galactus, que le dejó
prisionero en su atmósfera. Recuerda a los que llamó sus
amigos, y se pregunta qué es lo que le movió a hacerlo...
Tiene la vaga sensación de que algo en su interior se remueve,
mas pronto desaparece... Lentamente, al menos para él, surca
el cielo terrestre, dejándose llevar por las corrientes de aire.
Hubo una época en que le producía una sensación
de libertad que hoy está lejos de sentir. New York, recuerda
al ver de lejos los enormes rascacielos que se agolpan los unos contra
los otros en la Bahía... Maquinalmente, realiza un amplio giro,
para dirigirse a donde se halla aquella que despertara en él
los sentimientos por primera vez..."
"Desde una ventana, Estela plateada contempla como la muchacha ciega
trabaja con arcilla, y sin saber realmente porqué, decide dar
media vuelta y alejarse..."
"Alicia está trabajando la arcilla tal y como le enseñara
su padre adoptivo, Phillip Masters, el que fuera amo de las marionetas,
cuando siente una presencia conocida. Con una sensación de júbilo
en su corazón, se dirige a la ventana y la abre... -¿Estela?-
Allí siente su presencia, que se disipa paulatinamente, y se
pregunta por qué Estela Plateada ha venido a la Tierra..."
"No sabe que está haciendo, pero vuela en dirección este a
gran velocidad, preguntándose tantas cosas... Tan rápido
que apenas se ha dado cuenta, ha llegado de nuevo a un continente...
Majestuosamente, se posa sobre una hermosa playa, para reflexionar...
Sus emociones desaparecidas le han convertido en una carcasa de metal
vacío, sin sentimientos. Si pudiese, se preocuparía.
¿Qué ocurriría si mataba a alguien? Sabía
que no tendría remordimientos... Pero, por propia experiencia,
sabe que éstos se acumulan en el subconsciente, esperando su
oportunidad para aflorar, y que entonces es peor, infinitamente peor."
"De pronto, mientras sigue meditando, su percepción
cósmica le advierte... No sabe realmente qué la causa,
pero sí sabe de donde procede... -¡Zenn-La!"
"A toda la velocidad que le es permitido alcanzar, surca el
espacio que le separa de su desaparecido planeta natal, preguntándose
qué es lo que está ocurriendo..."
"Su sorpresa no tiene límites cuando al llegar
al lugar donde él mismo, en compañía de Legado,
vio desaparecer Zenn-la, encuentra... ¡Zenn-La!"
-¿Qué ha ocurrido? ¿Es esto de nuevo una
visión? Sin pensarlo, se lanza a buscar a su amada Shalla-Ball.
Pero una voz le detiene con su tono Imperioso:
-Aún no ha llegado el momento, Norrin Radd.
-¿Quién..?
-La Entidad Cósmica Tribunal Viviente...- Por un instante, Norrin
se queda perplejo, y observa los tres rostros de la justicia
Cósmica, rememorando el momento de éxtasis que
experimentó al ocupar, por breves instantes, el espacio del
cuarto rostro..."
- ¿Qué haces aquí?- Una curiosidad intelectual le
aborda. Hacía mucho que no se encontraba con Tribunal Viviente.
- Se ha roto el equilibrio cósmico, Estela, y debe ser
restaurado.
- ¿No sueles hacerlo por tí mismo?
- Esta vez, me ha sido vedado.
- ¿Vedado? ¿Quién puede vedar a Tribunal Viviente?
- Estela, no has sido convocado para discutir sobre ello. Nada has de
saber, por el buen fin de la misión. El Equilibrio, la propia
Eternidad, está en juego.
- Corrígeme si me equivoco, pero creí que tu misión
no era reponer el equilibrio, sino impedir que se produjera una ruptura
del mismo.- A pesar de que sabe que terminará aceptando, Estela
no puede dejar de obtener respuestas...- y por cierto...
¿Qué ha ocurrido con Zenn-La? Yo mismo comprobé que
era una visión, un engaño producto de Galactus.
- Esto,- Tribunal Viviente se gira, mostrando con un grácil
ademán el planeta por el que Norrin Raad sacrificó su
humanidad.- es una de las imprevisibles alteraciones consecuencia del
desequilibrio. - La pausa entre sus palabras pone de relieve la
dimensión del problema. La Eternidad en peligro...
- Estela, cuanto más tiempo se pierda, mayores y más
graves serán las alteraciones.
- ¿Pero donde está el principal interesado? ¿Donde
están las entidades cósmicas Eternidad, u Orden y Caos?
- Luchando por su propia existencia, Estela. Ahora, parte.- Y la Entidad
Tribunal Viviente comienza a desvanecerse ante los fríos e
indiferentes ojos de Estela Plateada.
- ¿Pero por donde empiezo?- Con su tabla, trata de alcanzar la
figura de Tribunal Viviente, mas resulta ser demasiado tarde, pues ya ha
desaparecido.
Quizá para nosotros, simples humanos, no hayan transcurrido
más de unos segundos, pero por la cabeza de Estela Plateada,
miles de pensamientos, información que tardaríamos horas
en registrar u ordenar, se suceden a la misma velocidad que surca el
vacío infinito sobre su inseparable tablero. No sabe por donde
comenzar la búsqueda, ni qué debe buscar. Desconoce el
propósito de su misión. Su frío rostro permanece
impasible, y se dice que de nuevo, se ve manipulado, utilizado como
peón de otros seres que juegan a mantener el Equilibrio. Y por
primera vez desde que comenzara su vida libre del servicio a Galactus,
duda.
Porque, ¿Quién puede decir cual debe ser el verdadero
orden del Universo, la verdadera esencia de la Eternidad? ¿Acaso
las Entidades Cósmicas no son presa también del mismo
juego en el que él se ve envuelto? ¿Acaso no deben
someterse a las reglas, al cambio? Se da cuenta de que apenas son
mejores que él. También ellas deben luchar por su
supervivencia. Y con ello, ¿no alteraban el cauce natural de las
cosas para asegurarse su propia existencia ? Y por vez primera, detenido
ante un sol moribundo, se detiene a pensar. Y toma su propia
decisión...
No es su problema...
Mientras se aleja, le acompaña el estallido de una estrella, que
le baña con su energía. Y se dice que así debe ser.
Para asegurar la existencia de una estrella, otra debe sucumbir.
¿Por qué iba a ser diferente con la realidad?
¿Acaso, y durante eones, los más fuertes no han subsistido
a base de eliminar a los más débiles? No sería
él quién volviera a interferir en ese tipo de asuntos...
CARTAS ASTRALES
He de confesaros que soy un ferviente admirador de Estela
Plateada, al que sigo desde hace años, dentro de mis posibilidades
económicas (Y hay que reconocer, de distribución de
material de este tipo en España, bastante deficiente). Quizá
por eso precisamente me haga tanta ilusión encargarme de esta
serie, y quizá también por eso me de tanto miedo. Miedo
a defraudar las expectativas de aquellos que siguen con frecuencia a
Estela Plateada, que a buen seguro serán los más duros
críticos de esta serie, que si no me indican lo contrario los
editores, seguirá por mucho tiempo. He de confesar que sólo
puedo poner un reparo a mi felicidad, por otra parte casi completa:
Falta un dibujante. pero bueno, quien sabe si con el tiempo...