Jessica despertó con los primeros rayos de sol, como de costumbre. Había
decidido ir hoy a hacerle una visita a Luiggi Spinelli, el jefe de Mike
Moran, el tipo al que asesinaron la noche anterior.
La verdad es que tampoco sabía por qué se molestaba. No iba a sacar nada por
investigar la muerte de ese pobre tipo, y ya estaba bastante liada con los
Defensores... aunque quizás fuera precisamente por eso por lo que se había
puesto a investigar. Para alejarse un poco de los pijamas.
Encendió su ordenador y se metió en la página web del Daily Bugle, a ver si
encontraba alguna información nueva. La portada la típica, Spider-Man
peleándose con algún idiota, y el típico editorial de Jameson acusándole de
ser una amenaza. ¿No se daría cuenta que quedaba en ridículo muchas veces?
No había ninguna mención al asesinato en la página principal, así que
seleccionó la sección de local y allí estaba, un pequeño texto con el
suceso.
"Anoche fue asesinado Mike Moran, economista, por dos desconocidos, que
resultaron muertos en un enfrentamiento posterior con la policia. Su viuda,
Agnes Moran, no quiso hacer declaraciones tras conocer la noticia."
"Genial", pensó Jessica, "ni siquiera me nombran."
Siguió leyendo, decía el lugar, y que la policia aun no había identificado
los cadáveres de los asesinos. No decía nada del signo que tenía en la mano
Moran, ni...
"¡Un momento!", gritó Jessica. "¿¡¿Agnes?!? Anoche aquella mujer me dijo que
se llamaba Grace."
Cogió la chaqueta, se bebió de un sorbo el café, enfundó su pistola y se
dirigió a la casa del fallecido.
El taxi la dejó en el 1253 de Oak Forest, en el barrio de Queens. Era una
casa de dos pisos, con un pequeño jardín en la entrada, y un garaje lateral.
Llamó a la puerta. Le abrió una niña rubia de unos cinco años.
"Buenos días, preciosa. ¿Está tu mamá en casa? Necesito hablar con ella."
En ese momento apareció una mujer detrás de la niña. Tendría unos cuarenta
años, pelo rubio teñido, recogido en un moño. Las ojeras de su cara
indicaban que no había dormido apenas... y, desde luego, no era la mujer que
anoche había conocido Jessica.
"¿Señora Moran? Me llamo Jessica Drew. Yo encontré anoche a su marido.
Lamento mucho su pérdida."
"Gracias, señorita Drew. ¿Qué quiere?"
"Sólo hacerle un par de preguntas, si no le importa. Sé que habrá sido muy
duro para usted, pero soy detective privado, y quisiera llevar a los
asesinos de su marido ante la justicia."
"¿Llevarlos ante la justicia? La policia me dijo que murieron... que se
suicidaron."
"Sí, antes de que pudiera detenerlos. Pero normalmente la gente no mata a
alguien y luego se suicida. Es... extraño. Y quisiera investigarlo, si a
usted no le importa."
"No puedo pagarle. Mike apenas nos ha dejado dinero en el banco... y el
seguro por su muerte no se hará efectivo hasta dentro de dos años."
"No se preocupe por el dinero, señora Moran. No tengo intención de
cobrarles."
La señora Moran hizo una pausa. Segundos después, contestó.
"De acuerdo. Si quiere, investíguelo. Y espero que descubra algo, y que los
asesinos de Mike se pudran en el infierno."
"Gracias, señora. ¿Puedo preguntarle un par de cosas? Me sería muy útil
conocer ciertos datos para seguir adelante con la investigación."
"*Sigh* Claro. Pregunte."
"Gracias. Su marido era contable, ¿no?"
"Sí, así es."
"¿Y para quien trabajaba?"
"Para varios clientes, trabajaba por cuenta propia."
"¿Luiggi Spinelli quizás era uno de ellos?"
"No... no... estoy segura que nunca he oído ese nombre."
"De acuerdo, no importa. ¿Sabe el nombre de alguno? ¿Alguno para el que
tuviera más trabajo que para el resto?"
"No... En general trabajaba para pequeñas tiendas de Manhattan, y alguno de
nuestros vecinos, haciéndoles la declaración y demás. No tenía clientes
importantes."
"¿Se le ocurre algún motivo por el que quisieran matarle?"
"..."
"¿Señora Moran?"
"No... no... Mike era un buen hombre. Nunca se metía en peleas ni cosas
raras... al menos, que yo supiera."
"Gracias, señora. Seguro que era un buen hombre. Por cierto, su marido tenía
un tatuaje en la mano izquierda. ¿Sabía qué era?"
"Era una letra china. Lo tenía de su época en el ejército. Estuvo en Asia,
en Vietnam."
"¿No sabrá qué significaba?"
"Creo que me dijo que era el nombre de un dragón. Pero no recuerdo el
nombre."
"No importa. Gracias por todo, señora Moran."
"De nada. Espero que averigüe quién está detrás de la muerte de Mike."
"Y yo, señora". De repente, Jessica recordó algo. "Una última pregunta.
¿Conoce usted a alguna Grace, o sabe si su marido conocía a alguna mujer con
ese nombre? De unos cincuenta años, morena, metro cincuenta, delgada..."
"No. No me suena. Lo siento."
"De acuerdo. Muchas gracias por su ayuda. Le informaré si averiguo algo."
La señora Moran cerró la puerta, y Jessica decidió volver andando a
Manhattan. Tenía mucho que pensar. Primero, quién era la mujer que vió ayer,
y por qué le había mentido. ¿Una amante? ¿Alguién que trabajaba para el
asesino y quería despistarlo? ¿Quién era Luiggi Spinelli? Tenía un poco
olvidada la lista de mafiosos de Nueva York, pero desde luego no era uno de
los conocidos... si es que lo era, claro. ¿Y qué significaba la extraña
letra china? Tenía que ir a ver a Wong... bueno, no recordaba de dónde era
exactamente Wong, pero a lo mejor reconocía el símbolo. A ella desde luego
le era familiar, le recordaba a algo de Madripur... Quizás fuera mejor
llamar a Logan...
Mucho que pensar. Pero lo primero era lo primero. Hacer una visita a la
policia de anoche, esa tal Charlotte Jones, por si podía sacarle algo.
CONTINUARÁ...
Próximo número: ¡la investigación continúa!
TELARAÑAS
¡Holitas!
Bueno, por fin nos hemos puesto Charlie y yo y hemos sacado otro numerito.
¡A ver que os parece! Sí, ya sé que es muy chico, pero... ¡¡es que estoy muy
ocupada!! De todas formas, intentaré escribirlos más a menudo, y así se
notará menos ^_^U
Ah, y he leido lo que Vichen, Reilly y Fordcopp dijeron del primer numero.
Gracias a los tres :X
Byebye!
-- Gwen13