PORTADA: J. Porter, Robin Chapel y Curtis Meyham miran un enorme cráter en perspectiva de forma que parezca que están mirando al lector.
Chacksiville, Texas...
El insoportable calor no era tortura comparable con los pequeños remolinos
de viento que levantaban la arena y la estrellaba en la cara del Sheriff del
condado y su ayudante. Él primero era un tipo que luchaba contra la física
al meter sus 120 kilos de peso en aquel pantalón oficial. El segundo era
alabado por ser el hijo de la señora Roserby y mofado por el hecho de que
aún la vieja anciana le hacía la cama.
Pero nada de eso importaba al conductor de aquel coche de ciudad que llegó
con su brillante matricula y su radio cd a un volumen considerable. El hecho
de que sonara el "black" de Metallica contrastó con la persona que se bajó
del vehículo, presentándose frente al Sheriff y su ayudante. Una explosiva
rubia en un traje ejecutivo, oculta tras unas gafas de sol y una cara de
jugadora de poker.
- Mrs. Chapel, control de daños. Estuvimos esta mañana hablando con usted.
- Así es señorita... pero esperaba...
- ¿Qué esperaba? ¿Mulder y Scully? Mire Sheriff, tengo la regla, no soporto
este calor y no debería estar haciendo este trabajo. Así que intentemos
llevarnos lo mejor posible y acabemos de una vez. Con suerte en menos de una
hora usted estará disfrutando de la Superbowl y yo habré encontrado un hotel
de mala muerte donde beber hasta caer rendida.
El Sheriff no dijo nada, aún menos su atónito acompañante. Ambos se
limitaron a caminar hacia una explanada enorme en la cual había un inmenso
cráter. Robin advirtió varios pueblerinos rondando la zona, pero no mostró
interés alguno ya que según la ficha que le había pasado Mrs Hoagy, aquel
trabajo no tenia riesgo...previsto.
Los tres llegaron al cráter. Robin pudo apreciar un profundo socavón que
acababa con lo que lo había producido. Una especie de cápsula redonda de
color grisáceo.
- Vaya... ¿Qué tenemos aquí?
- No lo se señorita - respondió el Sheriff firmemente. El caso es que esa
cosa ha arrasado nuestro ayuntamiento, más concretamente la sala de juntas.
Cruzó todo el pueblo, le quemó las vacas al viejo Bill y llegó aquí.
Robin no medió palabra alguna. Miro fijamente la cápsula y acto seguido se
dirigió de nuevo al coche.
- ¿ Qué sucede señorita?
- En principio parece una cápsula de salvamento alienígena. Podría
aventurarme a decir que es Shi' ar pero no estoy segura. Si me disculpa
tengo que hacer una llamada.
Control de Daños. Aseos
Como cada día Curtis Mayhem utilizaba el aseo para escaparse de la primera
revisión laboral. Se introdujo en uno de los habitáculos y comenzó a leer la
revista Soldier of Fortune. La cara del Castigador y su increíble captura
llenaba toda la portada, por lo que el articulo de las páginas centrales
prometía.
No obstante la lectura hubo de ser interrumpida. Notó que había otra persona
en el habitáculo contiguo.
- ¿Phil? - preguntó Curtis
- ¿Curtis? - respondió Phil
- Buenos días Phil. - respondió Curtis retomando la lectura.
Pero no era su destino el leer aquella bélica publicación.
- Oye Curtis... - dijo Phil
- ¿Si?
- Tengo una teoría...
- Sorpréndeme Phil
- Creo que sé las identidades de Spiderman y Daredevil
- Vaya... - masculló Curtis - Te harías rico y saldrías en la tele.
- En serio Curtis... lo he descubierto todo.
- Ilústrame Phil. - respondió resignado mientras ojeaba la revista.
Tras varios ruidos de papeles Phil tosió para aclararse la voz, como si
fuera a dar una conferencia. Curtis pensó que un enfrentamiento directo con
Mrs. Hoagy era más relajante.
- Veras Curtis... resulta que Daredevil en ocasiones ha defendido la postura
de Spiderman no? Sobre todo con toda esa basura que le metía Jameson. Por
otra parte... Peter Parker no hace más que sacar fotos de Spiderman...
- ¿Y todo eso lleva a...?
- ¡Está claro! ¡Peter Parker es Daredevil! Y como son colegas pues le hace
publicidad a Spiderman con fotos y tal...
- Así que Peter Parker es Daredevil...
- ¡Claro! ¡A que es genial!
- Pues sabes... - dice Curtis - Yo sé quien es el Dr. Muerte
- ¡Qué me dices!
- Le vi sin la mascara cuando tuve que ir a revisar las facturas (1)
Phil no cabía en su cuerpo. La emoción de saber quien era el Dr. Muerte le
hizo perder el control de sus gases.
- Phil por dios...
- Lo siento Curtis. ¡Dime quien es el Dr. Muerte!
- Ronald Reagan
- ¿!Qué?! - exclamó asustado - mmm..tiene su explicación...
En ese momento el móvil de Curtis suena descontroladamente. El Aserejé
inunda todo el aseo.
- Curtis Meyham, Control de Daños. ¿Puedo ayudarle en algo?
- Soy Robin Chapel. Estoy en medio de la nada con un cacharro alienígena, un
Sheriff sacado del casting del Equipo A y un tipo que apostaría a que es
primo del de Psicosis... quiero que vengas cagando leches, con Lenny.
- ¿Qué hace Control de Daños jugando a Expediente X? - preguntó Curtis.
¿Quieres que llame a Reed y le diga que se quede el cacharro? ¿O quizás el
gobierno de los Estados Unidos?
- Este cacharro es una prueba del desastre que se ha causado. Nos lo
quedaremos hasta estudiar la póliza de seguro del condado de Texas - dijo
Robin muy segura de si misma - Así que muévete hasta aquí, AHORA.
- Está bien, prepara los puertos de llegada.
Curtis se levantó y salió del aseo. Phil aún seguía dentro.
- Lo siento Phil, tendremos que seguir otro día.
- ¡Ronald Reagan! - exclamó Phil - ¡Cuantas cosas encajan ahora!
- ... adiós Phil - dijo Curtis saliendo del Aseo.
De vuelta a Texas...
El Bar de Heather era el centro social de aquel pueblecito. La tarta de
manzana, la cerveza y la música country era el alma de aquel reducido lugar
donde sus gentes se refugiaban en este sitio en su escaso tiempo de ocio.
Robin Chapel disfrutaba de una botellita de agua mineral junto al Sheriff y
su ayudante.
- ¿Nos pagarán entonces los daños que ha hecho esa cosa? - preguntó el
Sheriff mientras degustaba dos huevos fritos con bacon.
- Depende de la situación de la póliza de seguros de Texas, ya sabe. Sin
embargo desde el marrón ese de la Patrulla X ...creo que se han cubierto las
espaldas en cuanto a posibles desastres sobrenaturales. Nunca se sabe.
- ¿Cómo es que una mujer sabe tanto de estas cosas? - preguntó el Sheriff
Robin le miró asombrada de semejante pregunta.
- ¿Cómo...observando su minúsculo paquete, se le puede llamar a usted
técnicamente hombre? - respondió ella
El sheriff se atragantó y su ayudante no pudo evitar la risa, consiguiendo
un fuerte puñetazo por parte de su superior. Miró a Robin y está desvió la
mirada observando su coche, aparcado en el exterior.
- ¿Siempre hace tanto calor?
- Si señorita - respondió el ayudante reponiéndose del puñetazo - Nuestro
pueblo tiene un record de temperatura alcanzada, se hizo una fiesta y todo.
- Que tierno - dijo ella en un tono frío. - Esperemos que esto vaya sobre
ruedas y podamos irnos ya.
15 minutos más tarde la joven y sus acompañantes estaban de nuevo en el
cráter. Robin observaba una serie de parámetros en su ordenador portátil,
bajo la atenta y atónita mirada del ayudante del Sheriff. Tras configurar
una serie de cosas, dejó el portátil y se dirigió al cráter.
- Mis compañeros están a punto de llegar. En cuanto Lenny vea todo esto será
coser y cantar. ¿Tienen grúa remolcadora?
- Si señorita... Joshua Boldbin tiene una...
- Pues tráigala - dijo Robin contemplando como en una zona se producía un
pequeño estallido de energía.
El estallido se repitió otras dos veces, hasta convertirse en una mediana
explosión de energía que trajo consigo a Curtis Meyham y Lenny, el jefe de
los obreros. Curtis se sacudió el polvo de su chaqueta mientras buscaba las
gafas de sol. Lenny mordisqueó con fuerza el puro y se dirigió hacia el
socavón.
- No me gusta nada esta tecnología... - dijo Lenny - El día menos pensado me
envía a tomar por culo... o peor aun... me envía al cuartel de los
Vengadores.
- Es el futuro amigo - dijo Curtis - ¿Cuánto hubiéramos tardado en venir en
avión? Además con lo que está de moda sabotear aviones... esto es más
seguro.
Robin se metió en la conversación sin ánimo de continuarla.
- Dejando aparte la manera de venir, creo que deberían ponerse a trabajar
cuanto antes. No soporto este clima y no me apetece estar ningún minuto mas,
así que me marcho.
- ¡tranquila! - exclamó Curtis jocosamente. Mrs Hoagy nos ha dado
instrucciones para que te quedes con nosotros y supervises todo este jaleo.
Al parecer estamos intentando ponernos en contacto con las razas alienígenas
conocidas a ver si se les ha perdido esta canica cósmica...
- mierda... - masculló Robin mientras volvía a mirar al cráter.
- Así que es esto.... - dijo Lenny mordisqueando el puro - Creí que sería
algo más grande... no se... una pierna de centinela o algo por el estilo.
- Sin duda es de algún ser verde gris de ahí fuera - dijo Curtis comenzando
a bajar por el cráter.
- ¿Dónde vas capullo? - exclamó Robin - No sabemos si es peligro biológico o
no...
- ¿Qué va a contener? ¿Las sobras y la basura del Enano Rojo?, este caso
está cerrado en un abrir de ojos.
Curtis llegó hasta la cápsula. Se apoyó en ella para no tropezar y pudo
sentir el calor que emanaba de su interior. Intentó encontrar algún signo o
alguna palanca para abrir aquel extraño artefacto, pero parecía no haber
nada. Decidido, pegó la oreja a ver que podía escuchar. Con asombró la
retiró y se dirigió a sus compañeros.
- Hey...¡aquí hay alguien metido! ¡Se oyen latidos!
- Dios mío... - dijo Robin - Más papeleo...
- Siempre podemos decir que intentó atacarnos, lo matamos y solo tendrás que
rellenar la cláusula 2.12 de hostilidad alienígena. - dijo Lenny
- Cierto...
El Sheriff y el ayudante llegaron con la grúa. Los tres se acercaron al
cráter a ver que estaba sucediendo. Con miedo y asombro descubrieron que
Curtis estaba subiendo al exterior.
- ¡Tranquilos amigos! ¡No soy E.T.!
- Déjate de tonterías - dijo Robin - Tenemos que remolcar eso y llevarlo al
cuartel general
- Esta bien amigo - dijo Lenny dirigiéndose al dueño de la grúa - ¿Cuántos
metros de cable tiene eso?
- Los suficientes señor.
Lenny se dirigió a la grúa y comenzó a tirar del cable. Joshua encendió el
motor y comenzó a soltar y soltar cable mientras Lenny iba descendiendo por
el cráter. No había dificultad alguna en la bajada, pero se hacía con
cuidado para evitar quedar en ridículo. Curtis acompañó a Lenny. Al final
ambos rodearon la cápsula intentando encontrar un sitio donde enganchar el
garfio.
- Esta claro que los alienígenas hacen sus naves a prueba de ganchos - dijo
Curtis.
- Es lo de menos - murmuró Lenny mientras ojeaba el aparato. - Podemos
utilizar una red para sacar esa bola fuera de aquí.
En ese momento Lenny se apoyó en la cápsula para comenzar a subir, cuando
sintió como accionaba algo que hizo que ésta comenzara a expulsar vapor.
Curtis se tiró al suelo para evitar ser quemado por el vapor mientras que a
Lenny le alcanzó en el brazo. En el exterior todos se volvieron histéricos
al ver la escena.
- ¿Estás bien? - gritó Curtis
- Si hombre si - dijo Lenny serenamente - solo me he quemado el brazo
- Ah bueno...
Curtis se puso en pie y miró la cápsula. Había dejado de expulsar vapor y
ahora estaba iluminando levemente una serie de surcos que tenia por todas
partes.
- Espero que esto no sea un detonador termal... - dijo Curtis
- Vamos arriba... - dijo Lenny - y busquemos una red de metal.
Cuando sendos hombres fueron a subir, vieron como los surcos se unían en
diferentes puntos y la luz se hacía mas fuerte. La cápsula produjo un
estallido de luz que hizo que Curtis y Lenny cayeran al suelo. Arriba la
histeria crecía por momentos.
- ¿Estás bien? - gritó Lenny
- Si hombre si - gritó Curtis
Cuando la luz se disipó, ambos pudieron contemplar como la capsula se había
abierto, deslizando una especie de puerta hacía un lateral y mostrando el
interior. En éste había un pequeño ser de apariencia humana y rabo de mono.
El retoño estaba adormilado, chupándose el dedo.
- Madre de dios... - dijo Lenny - ¡Es un bebe!
- Eso mismo pensaron en Smallville y fíjate en lo que acabó.
- ¿Qué pasaaaaaa? - gritó Robin
- ¡Somos papas! - gritó Curtis acompañando al grito una carcajada.
Media hora mas tarde...
John Porter se había personado en aquel lugar junto con un equipo de
contención alienígena. Curtis y Robin estaban sentados en el coche,
disfrutando del aire acondicionado mientras que Lenny supervisaba la
extracción de la cápsula. El Sheriff estaba con Porter.
- ¿Le ha quedado claro señor?
- Por supuesto - dijo el Sheriff muy serio.
- Esto no puede difundirse. Podría crear un caos en todo el condado. Déjenos
que nos encarguemos de esto y tranquilo, su bello pueblo será reconstruido.
- Gracias señor.
Porter dejó al Sheriff, que aún estaba asombrado de lo que estaba
sucediendo, y se acercó al coche de Robin.
- ¿Se está bien ahí dentro?
- Harían falta dos buenas surferas de Vence City, pero me conformo con Robin
- ¡Capullo! - exclamó la joven - Dime Porter... ¿Qué vamos a hacer con el
niño?
- En principio lo vamos a tener nosotros a la espera de que sea reclamado
por algún padre, al cual haremos correr con los gastos del destrozo
ocasionado y de la manutención de su hijo.
- Genial...Control de Daños, cuidamos de su hijo - dijo Curtis a tono
burlón.
- He hablado con Richards y con McCoy, para que se den una vuelta por
nuestra base y vean si les suena de algo la raza esta de niño-mono.
- Vete tu a saber de donde viene... - dijo Robin - Pobrecito...es tan tierno
Porter miró a Curtis y este le devolvió la mirada con la misma incredulidad.
- Mrs. Chapel... ¿noto en ti una muestra de afecto maternal?
- ¡Callate desgraciado! - exclamó la joven saliendo del coche - ¡Eres
insoportable Curtis!
Tanto Porter como Meyham se quedaron mirando como la carismática rubia se
marchaba del lugar bastante cabreada. No pudieron evitar las risas. Ella en
cambio se dirigió al puesto de contención. Habían puesto al retoño
alienígena en una P.C.A, una Plaza de Contención Acomodada que vulgarmente
se le llamaba "Jaula". El bebe dormía placidamente mientras dos operarios
cotejaban una serie de datos en busca de una pista que revelara datos sobre
el alienígena.
- ¿Saben algo? - Preguntó Robin
- No señorita. Lo más básico que sabemos es que comparte un organismo
similar al nuestro con la excepción de la protuberancia osea trasera.
- ... el rabo... - dijo ella
- Si señorita. Estamos efectuando una comparativa genética entre varias
razas de primates y el código de este alienígena para averiguar la
aproximación del mismo en la escala evolutiva humana.
Robin se quedó mirando al técnico, como si se estuviera burlando de él con
su mirada. Ella había preguntado por preguntar, y no tenía ganas de jugar a
las clases de biología. Dejó al científico con la palabra en la boca y se
marchó a su coche. Porter la alcanzó en el trayecto.
- Todo esto está ya controlado Robin, puedes irte a casa si quieres.
- Eso haré. - respondió ella con un resoplido de cansancio - Este clima me
está matando... y Control de Daños también.
- Vamos mujer... estás hecha para esto - dijo Porter a modo de piropo.
- No se... ya veremos - respondió ella introduciéndose ya en su coche. - Nos
veremos en la Oficina el Lunes.
- De acuerdo - respondió Porter con una sonrisa - Procura descansar.
- Me buscaré un yogurín atlético de 20 años y le obligaré a abusar de mi -
respondió ella mientras daba marcha atrás y se introducía en la carretera.
Tras un rápido aceleron y la consiguiente nube de humo, dejo a sus
compañeros en el fregado.
Porter se dirigió a la zona donde estaba la cápsula. Lenny estaba terminando
de colocarle los dispositivos de teletransporte.
- ¿Alguna pista Lenny?
- Esto no es Shi'ar, ni Kree, ni Baddon... no se... quizás no es de este
universo.
- Oh vaya - dijo Porter - Eso puede empeorar las cosas
- Boh - bufó Lenny - ¿Qué no puede empeorar las cosas? ¡En fin! Esto está
listo señor, podemos marcharnos cuando queramos.
Porter reunió a los suyos. Lenny fue el primero en marcharse con la cápsula.
Los biólogos montaron el P.A.C. en la furgoneta y también abandonaron el
lugar. Porter y Curtis dejaron atados los cabos con el Sheriff y tras varias
cervezas decidieron volver a N.Y.
Robin había encontrado por fin lo que quería. Un motel de carretera con una
bañera redonda. Seguramente el punto de encuentro de parejas y amantes de
las prostitutas, pero para ella no era más que un pequeño paraíso del que
disfrutar. El viaje a la tiendecita cercana al motel había sido un triunfo
transformado en dos botellas de ron que hacían compañía a la imponente
rubia.
Perdió la noción del tiempo en la bañera hasta que al agua se quedó tan fría
que tuvo que salir de ésta tiritando. Agarró una toalla y se tiró en la cama
a ver la televisión. Por desgracia no quedaba más que media botella por lo
que sabía que tendría que vestirse y salir... volvió a mirar la botella y
pensó "que demonios"... puso el canal gay de la televisión de pago y se
quitó la toalla.
FIN
EL LIBRO DE RECLAMACIONES
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