Portada: Aparecen los Cruzados posando y los diferentes miembros de la Espada del Desierto saltando hacia ellos por su espalda. Una misteriosa sombra se distingue al fondo.
Paseando por la calle distinguimos a Elliot McNeill, Elliot es un hombre
joven, apuesto, musculoso y recién casado. Camina por la calle esqivando a
los millares de transeúntes que circulan por Nueva York. Finalmente llega a
su hogar con una sonrisa en la cara después de cobrar su sueldo en el banco.
Elliot ha sido ascendido recientemente, se ha casado, ha comprado un perro,
la vida le sonreía y él le devolvía la sonrisa.
"Espero que a Marcia le haga ilusión ese viaje a las Bahamas, porque con
este dinero podremos hacerlo dos veces al año" -pensaba
-Marcia, ya estoy aquí- dijo mientras abría la puerta. Su cara se tornó en
un gesto horrorizado al ver lo que había en el suelo. Un cuerpo destrozado
sobre un charco de sangre con todas sus vísceras esparcidas por el suelo.
Pobre perro. En ese momento oyó una voz tras él.
-Date la vuelta americano
Y Elliot giró sobre si mismo rápidamente, tan rápido que no pudo ver
siquiera al hombre que con un gesto le catapultó a la calle arrastrándole
con un vendaval. El cuerpo de Elliot se precipitó en la calle como un
suicida cualquiera.
Desde arriba su asesino se regocijaba mirando su obra. Tenía a Marcia sujeta
por el cuello con su brazo. De repente movió su brazo desnucando a la recién
casada.
-Solo quería que vieras eso.
-"Aquí Gayle Rogers para el Ojo en el Cielo"- sonaba un televisor portátil
en el quiosco de Isidore e Irmagarde Uhman. Los Uhamn eran gente honrada que
habían regentado su pequeño quiosco de prensa en la esquina de la séptima
avenida durante toda su vida.
"El mundo ha perdido a sus mayores héroes, los Vengadores, que han
desaparecido en combate quedando tan sólo algunos como Iron Man* o la Viuda
Negra. Mientras tanto en Oriente Próximo continúa la guerra pero por fortuna
nuestro gobierno quiere negociar la paz con el reino musulmán de Aquiria, en
el Golfo Pérsico, para prevenir un posible ataque.."
-Ya sabe lo que tendremos en los periódicos esta semana señora Smith- le
dijo Irmagarde Uhman a una se sus clientes habituales, madre de dos gemelos
que jugaban dentro del quiosco con Isidore- Aquiria ataca por aquí, atacamos
a Aquiria por allá, amenaza aquiriana por el otro lado y al final nada.
-Esperemos que sea así señora Uhman- dijo Clarice Smith mientras guardaba su
periódico bajo el brazo- Niños, salid, tenemos que ir a....SZASH. Una sombra
que había pasado a toda velocidad le rebanó la cabeza de cuajo a la señora
Smith.
-Mamá.., gritaron los niños.
-No salgais niños, quedaos aquí con nosotros, dijo Isidore, agachado dentro
del tenderete, Irma, agáchate tu también-. Los niños estaban llorando pero
Isidore intentaba que hicieran el menor ruido posible.
-¿Irma, en serio crees que esta mierda de tenderete va a servir como
refugio?
-¿Y tú crees que unos ancianos de 60 años pueden cuidar de dos niños
huérfanos mientras la ciudad está siendo atacada?
-Touché
En ese momento la sombra volvió a pasar a toda velocidad por delante del
quiosco. Irmagarde asomó minimamente la cabeza para ver el panorama en la
calle.
-¡La madre que lo parió!- exclamó, pero la masacre continuaba, y no solo
allí.
El Bronx, un grupo de chavales armados con bates de béisbol aleccionaban a
otro joven.
-Así que te chivas a la poli de nuestra plantación de maría ¿no?
-Chicos ofrecían una prima, necesitaba el dinero, entendedlo por favor
Sin mediar palabra y como si el diálogo anterior fuese una cortesía antes de
la esperada paliza los jóvenes comenzaron a sacudir al traidor salvajemente.
Le pegan con los bates hasta que consigue ponerse en pie y comenzar a huir,
entonces le tiran piedras, los bates, una cabeza... ¿una cabeza?. Alzando la
mirada el jovencito traidor ve que los miembros de la banda han sido
acuchillados y decapitados por un hombre vestido con una túnica negra que
deja entrever tan sólo sus ojos, los cuales brilan con un fulgor rojo.
-Uh, muchas gracias, señor-dice el traidorcillo radiante de felicidad por
librarse de sus torturadores. Sin embargo su alegría no dura mucho ya que en
cuanto le da la espalda a Alfanje Negro éste se adelanta y le agarra por la
espalda, aprovechando para cortarle el cuello con su sable.
Estudios de la CNN. Se está grabando uno de sus programas punteros.
-Y con esto termina el show de Jay Lenn...URGH. La cabeza de Lenno se
desplomó sobre la mesa mientras Jihad, líder de la Espada del Desierto se
sentaba en el sofá.
-¿Ninguna pregunta Jay?. Bwahahaha- reía Jihad mientras, despreocupadamente
asesinaba a operarios de televisión que se acercaban intentando detenerle-
Tú, el cámara, si quieres vivir grábame. Ajá. Bien "amigos" americanos,
supongo que saben a qué viene esto. Exactamente, los miembros de la Espada
del Desierto no queremos conversaciones de paz en Oriente Medio, no queremos
que su gobierno meta las narices OTRA VEZ donde no le llaman. Y para
evitarlo nos divertiremos asesinando a gente mientras no cesen esos
contactos. Ahora mismo Sirocco, uno de mis compañeros al que ustedes
reconocerán si observan que provoca un vendaval de viento para aplastarles
contra una pared ha tomado rehenes en Wall Street. Aminedi, un compañero que
seguro ha cortado la cabeza de algún conocido suyo va hacia allí. Mientras
tanto otros dos amigos míos deben de estar acuchillando a gente por las
calles. Disfruten del espectáculo, pero no olviden que continuará hasta que
las conversaciones cesen. Fin.
Jihad abandonó el plató pasando cerca del tambloroso cámara. -Te has
portado- le dijo.
Cuando Jihad llegó a la puerta de salida dirigió una última mirada hacia
atrás y eliminó al cámara con un rayo electromagnético.
Base de Operaciones de los Cruzados, la televisión está encendida. En un
sillón está recostada Patriota, la líder del grupo, con las piernas cruzadas
y observando atentamente el televisor.
En un sofá está sentado Aleación, que le tiene pasado el brazo por la
espalda a Asalto. Ella sin embargo está hablando con Núcleo. En una puerta
que se puede divisar al fondo Chapucero crea nuevas substancias en su
laboratorio. Se oye abrir la puerta bruscamente. Es Aleta.
-Ojalá explote ese aparato y os destroze vuestras cabezas
Chapucero se giró rápidamente
-Eh, tu, el atlante, pareces un poco "rarito". ¿Es que tienes algún
problema?
Aleta le miró fijamente a los ojos, le agarró por el cuello y le levantó en
el aire ante la atónita mirada del resto del grupo.
-Si tuviese algún problema contigo ya te habría arrancado las vísceras. Eres
la escoria de este grupo.
-"¿Es que hay alguién que no sea escoria en este grupo?"- pensaba Núcleo.
Asalto pareció haber adivinado lo que pensaba y le guiñó un ojo. Aleación
seguía mirando para Aleta y Chapucero.
-Suéltalo de una vez, pedazo de animal- le gritó Patriota al iracundo
atlante mientras agarraba su lanza con punta de adamantium "por si acaso"-
Mientras yo sea líder no habrá peleas en este grupo.
-En ese caso no lo serás más- y Aleta se lanzó hacia su líder. Patriota
agarró su lanza y le sacudió con ella a Aleta en la cabeza, estando a punto
de romper su esfera de agua.
-¿Queda ya claro quien manda aquí?- Patriota tendió la mano a Aleta para
levantarle del suelo.
-Shh, escuchad la tele- Asalto fijó su vista en la pantalla
"De nuevo Gayle Rogers, tenemos mas información, el grupo terrorista se
llama Espada del Desierto y afirman ser libaneses, han tomado rehenes en
Wall Street y.."-Patriota, con su traje que recordaba la bandera americana
apagó la televisión. Aleta salió rápidamente de la habitación dando un
portazo.
-Diablos, si pudiera prescindir de él..... En fin, Cruzados, marchemos hacia
allá.
Núcleo revisó que no hubiese aberturas entre las tiras metálicas de su traje
por donde pudiese escapar su radioactividad y activó todos sus sensores. Sin
embargo el nivel de humedad seguía alto pese a que Aleta ya había salido de
la habitación. Que raro.
-Ey, chicos, me voy a cambiar los pantalones ¿ok?- dijo Chapucero dejando a
Núcleo con una cínica sonrisa en la boca. Patriota y Núcleo salieron de la
habitación.
-Oye, Asalto.......
-Ahora no tenemos tiempo para tonterías ¿vale?. Hay una misisón, y por fin
vamos a demostrar lo que valemos.
-Si, -repitió Aleación- lo que valemos.....
Los Cruzados fueron entrando uno a uno en su nave, similar a un Quinjet,
quizá un poco más pequeña. Esperaron unos segundos por Chapucero, pues era
el único que sabía manejarla.
Chapucero entró en la nave con su "uniforme". Un jersey negro, pantalones
negros y una bata de laboratorio repleta de artilugios químicos y mecánicos.
Se colocó sus gafas de laboratorio y se sentó a los mandos de la nave. Cerró
la compuerta y despegó.
-Bien, Cruzados, nos vamos a enfrentar a la Espada del Desierto. Como me
consta que no vais a tener idea de quienes son os lo explico: temenos como
líder a Jihad, que controla las ondas electromagnéticas, los otros miembros
son Alfanje Negro, una especie de espíritu con espada, Siroco, que controla
el viento, Aminedi, que es capaz de cortar cuando corre a gran velocidad y
el Caballero Árabe, al que obligan a estar unido mediante chantaje. Yo me
centraré en este, puede ser su punto débil.
-Vaya, no parece demasiado complicado- decía Chapucero
-¡Vamos, destripemos a esos moros!- dijo Aleta, animado y un tanto racista.
-Eso no suena políticamente correcto- rió Asalto, desatando la sonrisa de
Núcleo
-Y tu cállate que eres un atlante- dijo Chapucero provocando mas risas
-Grupo, en marcha-volvió a decir Patriota.
Wall Street
-¡Déjenme entrar!-gritaba desesperado un hombre en la puerta-¡Mi mujer está
ahí dentro!
-Por Alá, empiezo a hartarme de este idiota-Aminedi, el velocista de la
Espada del Desierto se dió la vuelta.
-Supongo que no habría problema en dejarle entrar, ¿verdad, Jihad?
-A veces te muestras demasiado compasivo, Caballero Árabe, parece que no
recuerdes por qué estás aquí. Déjale entrar, Aminedi, ¿a quien le importa
este idiota?
-Muchas gracias-dijo el hombre.
El hombre fue corriendo a abrazar a una mujer de mediana edad que se
encontraba junto a los otros rehenes.
-¡Susan, por fin te encuentro!
-Perooo...-dijo la mujer.
"Sígame el juego, señora"-le susurró el recién llegado.
-Y les repito que dejen las conversaciones de paz, tenemos rehenes-dijo
Jihad por un comunicador a la ONU. Jihad controlaba las ondas
electromagnéticas.
-No podemos hacer eso, señor, nuestro deber es intentar solucionar la
guerra.
-¡CÁLLESE!-Jihad se volvió hacia atrás-¡Alfanje Negro, mata a uno de
ellos!¡Empiezo a hartarme de que no nos hagan caso!
El hombre conocido como Alfanje Negro se acercó flotando rápidamente a una
mujer y le rajó el cuello con su espada mágica.
-¡Por dios!-dijo el hombre que había llegado antes- se acercó al cadáver y
le tomó el pulso mientras con la otra mano colocaba disimuladamente un
aparato en el suelo.
"Bien, solo me queda colocar uno en aquella pared."
-¡Está muerta!-gritó, y se acercó a la pared izquierda, dando un puñetazo en
ella. Nadie se fijó en lo que su puño había dejado allí.
Pronto sacó un aparto de uno de sus bolsillos y apretó un botón. Una red
eléctrica surgió de los pequeños aparatos colocados en la estancia,
impidiéndole el paso a los terroristas.
-¡Cruzados, entrad!-gritó arrojando dos bombas de humo. Los rehenes
aprovecharon para escapar. Una vez evacuados, se introdujo en otra
habitación, donde ya estaban sus compañeros, los héroes conocidos como
Cruzados.
-¿Una red electromagnética? Veo que no nos han estudiado. Precisamente mis
poderes controlan el electromagnetismo, puedo resolverlo fácilmente.
-Muy bien hecho, - dijo enfadada Patriota. - ¿Acaso no conocias sus poderes?
-Oh, vamos, seguro que acabamos ganando igual- dijo el alegre Chapucero.
FRRRRRJK. El ruído indicaba el final de la red.
-¡Atacad, Espada del Desierto!
-Están majaras estos maníacos religiosos. ¿Cómo pueden creer en algo de lo
que no hay pruebas cientificas concluyentes?- pensaba Nucleo desde dentro de
su armadura.
Chapucero se divertía. Mientras los demás estaban enfrascados en sus peleas,
él se encaraba a Aminedi. Disimuladamente derramó el contenido de un tarro
en el suelo, cerca de él.
-Bueno, Aminedi, así que exigiendo que acaben las negociaciones, ¿no? ¿Para
qué?
-No me interesa, sólo recibo órdenes.
-De los aquirianos concretamente, he investigado a estos tipos- gritó
Patriota que tenía un duelo de espadas con el Caballero Árabe.
-No intenteis distraerme, me han mandado mataros y cumpliré las órdenes. -
Dicho esto echó a correr hacia su oponente.
Chapucero se apartó en el momento justo y Aminedi pisó el líquido derramado,
cayó y rodó por el suelo a toda velocidad hasta chocar contra la pared y
quedar inconsciente.
-Jajaja- reía Chapucero- esto es la leche.
Sirocco estaba provocando una trampa de viento, Patriota estaba intentando
asirse a algo con su lanza. Al final, logró engancharse en el marco de una
puerta y entrar en la habitación contigua.
Sirocco la persiguió, pero Aleta le esperaba. Se abalnzó sobre él y destrozó
a mordiscos su traje.
-Este ya no nos molesta más- dijo Aleta mirando con los ojos inyectados en
sangre la asustada cara de Sirocco.
-No me mates, no me..SOGKJ- Patriota le dejó inconsciente con su lanza.
-Déjame matarlo, por Vashti- exclamaba Aleta mientras Patriota le sacaba de
la habitación
Nucleo y Asalto se encontraban juntos frente a Alfanje Negro.
Asalto estaba intentando pegarle, pero Alfanje es capaz de hacerse
intangible y esto no le afectaba. Nucleo analizaba la situación.
"Me pregunto si seremos capaces de derrotar a estos terroristas, eso sería
una buena promoción para los Cruzados. No parecen ser una gran amenaza, pero
son duros. De todas maneras, creo que es necesario mantener al grupo
animado, así que soltaré un pequeño cliché heroíco"
-¡Vamos!¡Ya lo tenemos todo ganado!-dijo.
Asalto le miró con cara extrañada. Nucleo no solia ser tan optimista,
normalmente esa parte venia de Chapucero.
-"En fin..."- pensó- "Volvamos a la batalla"
Nucleo sin embargo no era tan optimista, realmente estaba bastante
desesperado, sus rayos no parecian afectar a Alfanje Negro. El terrorista
parecia divertirse con esto y retaba a Nucleo.
-Vaya, vaya, todo un genio y no es capaz de vencerme. Si solo soy un pobre
espectro- dijo irónicamente.
-Un espectro, gracias por la información.
Nucleo comenzó a cambiar gradualmente la polaridad de sus rayos, Alfanje,
que ya empezaba a temerse lo que pasaba se dispuso a huir.
-Veo que escapas, Alfanje, veamos qué te parece este último rayo.
El rayo salió de la mano de Nucleo a una velocidad asombrosa, el resto de
los involucrados en la pelea fijaron su atencion en el rayo, tento árabes
como americanos sabian que sus respectivas misiones dependian de ese rayo.
El rayo IMPACTÓ en Alfanje, destrozando parte de su traje.
-Jaja, espectros, todos sabemos que la ciencia gana a la magia.
Ante esta afirmacion, Chapucero, con un pie sobre la cabeza de Aminedi, rió
vivamente.
-Coño, Chapucero, tu ríete ahí tranquilo- decía Aleación, que luchaba en una
difícil batalla contra Jihad.
El cuerpo metálico de Aleación no era lo más apropiado para combatir con
alguien con poderes eléctricos, así que sus compañeros aparecieron
enseguida. Aleta descargó su furia asesina saltando al cuello del árabe,
mientras que Asalto le propinó un puñetazo en el estómago que le hizo
retroceder varios pasos.
Jihad estaba furioso, no podia dejarse vencer, le habían encomendado una
misión y la iba a cumplir. Aleta se volvió a arrojar sobre él, pero le
apartó con una descarga. Segundos después, hizo lo mismo con Asalto y
Aleación.
Asalto miraba fijamente a Jihad. Le había satisfecho casi tumbarlo. El grupo
funcionaba. Miró a Aleación, él la miró, pero Asalto prefirió apartar su
mirada. Cuando la dirigió de nuevo hacia Jihad era demasiado tarde.
ZZADXF!!!!
Y Asalto quedó inconsciente.
Aleación se sentía aliviado después de que sus colegas le ayudasen, había
vivido unos momentos de rabia al enfrentarse sólo a Jihad sin el apoyo de
sus compañeros. No confiaba plenamente en ellos, salvo en ella. Lanzó una
mirada a Asalto, ella lo estaba mirando pero apartó la vista. Aleación quedó
decepcionado.
"Esto no puede seguir así", pensó y volvió la vista hacia Jihad, un rayo se
dirigía hacia él y otro hacia Asalto. Ella quedó inconsciente, pero Aleación
fue capaz de asimilarlo. Se dirigió con rabia hacia Jihad y comenzó a
pegarle con todas sus fuerzas.
Chapucero consiguió agarrar de los brazos a Jihad gracias a sus botas y
guantes aislantes, pero su preparación física no era la adecuada y Jihad lo
tumbó en pocos instantes.
-Vamos Patriota, acaba con ése y ayuda aquí- gritó
Patriota estaba luchando con Abdul Qamar, el Caballero Árabe, en un singular
duelo de espadachines, Patriota lograba hacer retroceder al árabe con su
lanza de punta de adamantium y los dos combatientes quedaron aislados en un
rincón.
El Caballero bajó la espada en un gesto de paz, que Patriota interpretó
correctamente, bajando de igual manera su lanza.
-Dile a tu amigo que si se transforma en un metal oxidado no le afectarán
las descargas de Jihad. Ahora, déjame inconsciente.
-No, ayúdame, puedes ser valioso para nuestra causa- le suplicó Patriota.
Qamar sonrió
-Te lo agradezco, Patriota, pero mi familia depende de que siga en este
grupo- dicho esto bajó la cabeza.
Patriota golpeó tristemente al Caballero Árabe con su lanza en la cabeza,
dejándole inconsciente. Inmediatamente fue corriendo hacia los otros dos,
golpeó con la lanza en la cabeza de Jihad y, de un salto, se puso al lado de
Aleación.
-¡Aleación, conviertete en un metal oxidado!
-¡Oh! Gran idea, Patriota, ¿qué haríamos sin ti?
Patriota sonrió, no pensaba contarle lo del Caballero, prefería granjearse
su confianza.
Aleación se convirtió en hierro oxidado y se acercó al aturdido Jihad, al
que empezó a golpear.
-¿Otra vez, inútil? Sigo teniendo mis... descargas- Jihad comprobó lo
inefectivo de éstas.
-Jajaja - rió Aleación mientras golpeaba una y otra vez al líder de la
Espada del Desierto, hasta tumbarle.
Patriota se sentía satisfecha.
-Bueno, pues así fue la pelea y así se la hemos contado- comentó Patriota al
público que se agolpaba para verlos.- Nosotros somos los Cruzados. Se los
presento: Aleación, Asalto, Núcleo, Aleta y Chapucero -se oyeron algunas
risas. - Y yo soy Patriota. Estaremos a su servicio.
Alguien miraba la presentación de los Cruzados desde una oscura habitación.
Se llevó la mano a la barbilla adoptando una pose pensativa.
Otro hombre, que manejaba un ordenador le comentó:
-Felicidades jefe, todo ha salido perfecto.
-Sí, fantástico- dijo el hombre misterioso apoyándose en el respaldo de su
silla
PROXIMO NUMERO: Fuga en la Bóveda, y los Cruzados se tienen que comer el marrón. Con un montón de villanos cutres como invitados. ¿De donde han salido estos Cruzados? ¿Quien este misterioso "hombre misterioso" :P? Avanzaremos más sobre esto....o no. Para averiguarlo tendreis que leer Cruzados 2 que, espero, no tardará otros 3 años ;)
CRUZIGRAMA
Bueno, por fin, tenéis este número, ya podeis despacharos a gusto con él, pero escribidme las ofensivas y destructivas críticas por mail a alfredo_puentes_barro@hotmail.com