PORTADA: la silueta de una joven adolescente con dos armas de fuego. De fondo el craneo blanco como si estuviera pintado sobre un muro con pintura líquida. Caen chorros de pintura y forman un pequeño charco sobre los pies de la chica, el charco parece formar la palabra "guilty" (culpable)

Nada podría dar importancia a aquel viejo edificio de Brooklyn, ni siquiera el reciente asesinato de dos de sus habitantes a manos de una banda armada¹. No era el primer lugar donde moría gente de esa forma y todos sabían que por desgracia no sería el único. Los precintos policiales aún colgaban de la puerta. No había más inquilinos que pudieran quejarse de no poder entrar en sus viviendas y la Policía estaba demasiado ocupada como para seguir el procedimiento normal en estos casos. Una sobrecarga de deber que no les hizo revisar los otros apartamentos de aquel lugar.

De haber llevado a cabo todos los procedimientos comunes, hubieran encontrado aquella habitación sobrecargada de humedad donde descansaban un buen número de armas de fuego, varios ordenadores portátiles y muchos recortes de periodico que se entremezclaban con mapas y anotaciones. Sin duda un lugar exótico para cualquier amante de pistolas y subfusiles varios, aunque por diversas razones se había convertido en el forzado refugio de una joven sin hogar. Arisha Dogerby, la única superviviente del pasado asesinato, la joven que quería ir a la universidad, casarse y poder comprarle una casa en el campo a su madre. La joven soñadora por la que todos los profesores de su instituto apostaban un brillante futuro, aquella niña madura cuya meta más ambiciosa era poder tener un buen número de perros en la casa de campo. Ahora la joven dormitaba en un camastro frío, con una 9 milimetros debajo de la almohada esperando que alguno de los amigos de Pantera² la estuviera buscando para vengarse.

Un ruido la despertó de un sobresalto. Agarró la pistola y con total inexperiencia y confusión debido al sueño apuntó a todos lados, esperando ver algo. Pudo escuchar los acelerados latidos de su corazón, y por un momento sintió morirse de miedo. Bajó el arma y suspiró entre sollozos. No tenía familia, no tenía adonde ir... pensó en algún profesor que pudiera ayudarle, pero sabía que la estarían buscando, que habría alguien patrullando las calles para matar a la causante de la muerte de Pantera y los suyos.

Decidió dejar de dormir y encendió una bombilla que colgaba del techo. Se asomó por la ventana y vio que aún era de noche. No sabía exactamente que hora podía ser, al igual que no era capaz de decidir que iba a hacer. Paseó por el apartamento observando con curiosidad y respeto los recortes de periodicos y los mapas. Todo tenia relación con mafia, alijos de droga, prostitución, atracos... los recortes informaban del fin de todo aquello que los mapas planeaban como atacar. Entreabrió un armario y pudo ver varias camisetas negras con el craneo blanco característico. Cerró la puerta y suspiró, sabiendo perfectamente quien era el dueño de todo esto... había desaparecido desde hace tiempo... todos los asiaticos de las tiendas de ultramarinos no hacían más que quejarse de su falta... incluso hicieron un trabajo en el instituto sobre la figura del vigilante... nada podía compararse a aquello... estaba durmiendo en la cama del Castigador.

Arisha volvió a abrir el armario con escasa determinación y agarró una de las camisetas. La intermcambió con la suya y buscó el reflejo de un cristal para que le mostrase aquella imagen... agarró una pistola y apuntó a su reflejo. Casi sin querer dejo escapar un "bang" que le produjo una sonrisa maliciosa, creada quizás por los nervios.

No muy lejos de alli Tony volvía a empotrarse contra un muro, sintiendo nuevamente como perdia algun diente. Jack Bourne, el nuevo Castigador, le agarraba del cinturón mientras lo lanzaba de una parte a otra del callejón.

- ¡ Te lo juro tio ! - ¡No tengo ni idea de quien hace la entrega!

- Nuestros amigos comunes me dicen lo contrario Tony - Respondió Bourne con un tono amenazador - No me gustaria enviarte al hospital... allí te encontrarían facilmente, sabrian que has hablado conmigo y quien sabe...

- ¡Te juro que no se nada Castigador! - ¡Dejame en paz!

Bourne volvio a tirarlo contra la pared, pero esta vez dejandolo suelto. El joven intentó levantarse para salir corriendo pero fue agarrado de nuevo. Bourne lo agarró con las dos manos y se lo acercó de manera que Tony pudo ver su magullado rostro a través del blanco reflejo del casco del Castigador.

- Voy a darte diez segundos para que me digas quien es el responsable de la entrega de la droga... y hace cuatro segundos que empecé a contar...

El joven no pudo evitar mearse mientras balbuceaba una respuesta conocida

- ¡No lo se tio..... te lo juro!

Una transmisión hizo que Bourne tirase nuevamente al suelo a aquel pobre diablo. Se apartó un poco mientras esperaba la llamada de Bridge. Normalmente no se ponían en contacto de aquella manera, algo debía pasar.

- Bourne al habla. ¿Qué sucede?

- Tenemos un grave problema. Hace cinco horas se procedió al traslado de Frank Castle de la Bóveda a un centro de control de nivel tres. El furgón ha sido atacado por fuerzas desconocidas y Castle ha desaparecido.

Bourne no hizo comentario alguno. Esperó a que le siguieran contando aquella noticia, esperando quizás que le dijeran que tenía que ver en todo esto.

- ¿Bourne? - preguntó Bridge

- Le escucho - respondió al instante. - ¿Qué pinto yo en todo esto? ¿Creen que vendrá a por mi por suplantar su identidad?

- Negativo. Aún estamos evaluando los posibles aliados del Castigador que hayan podido ayudarle en su fuga además de averiguar la posible filtración del traslado. Queremos que se mantenga alerta y prepare una táctica de busqueda y captura para Castle.

- ¿Qué le dice que volverá? - Preguntó Bourne mientras advertía que su invitado había huído - No creo que Castle sea tan estupido como para volver al escenario tan pronto sabiendo que media ciudad andará tras su rastro.

- Simplemente prepare la táctica, Bourne. Le mantendremos informado.

El siguiente pitido anunció el fin de la conversación. Bourne se quedó allí, en el callejón, viendo pasar a los coches en la calle principal. No sabía que pensar exactamente, ni sabía porque sentía algo de miedo hacia Castle. Ya lo había visto en otras ocasiones e incluso habían trabajado juntos, pero había algo inquietante en toda aquella cadena de acontecimientos... y no era capaz de darle un punto de partida ni un punto final. Por suerte para el la conexión a la radio de la policia le notificó un tiroteo en una zona cercana que sin duda le haría volver al trabajo y le quitaría de encima cualquier extraño pensamiento.

No tardó ni cinco minutos en llegar al lugar, cuatro individuos huían tras robar en un Royal King y se habían atrincherado en un cine X, tomando rehenes y matándo a dos de ellos como prueba de que iban en serio. Un coche de policia pidiendo refuerzos, aparcado en la puerta y con poca iniciativa de actuación. Bourne observaba todo esto desde una azotea mientras repasaba los cargadores de sus dos Desert Eagle. Iba a ser una noche movidita, no tanto como aquellas operaciones anti terroristas de su epoca de mercenario, pero sin duda la adrenalida fluída iba a ser la misma.

Decidió acercarse al edificio de azotea en azotea. La parte superior del cine x era un bloque de viviendas por lo que no tenía mucha dificultad en abrirse paso a través de las escaleras de incendio. Activó el camuflaje para que la policía no advirtiera su presencia y no se incrementara el caos actual. A partir de ahi todo era coser y cantar.

Descendió hasta la parte trasera del cine x y se acercó a la salida de incendios. La larga y oxidada cadena que evitaba que ladrones o yonquis entrasen en el cine era también una seguro de muerte en caso de incendio, pero en aquel momento para Bourne no era problema alguno. La rompió de un tirón comprobando los repetidores de fuerza que poseia aquel traje y activó la visión calorífica para poder saber en todo momento la posición de los secuestradores.

Cuando entró pudo comprobar que nadíe había parado la película, los gemidos retumbaban en cada rincón de la sala. Bourne se acercó a la entrada y pudo ver un joven con ropa deportiva y con una pistola en la mano. Tenía sangre en los pantalones, a la altura de la rodilla y parecía totalmente ajena a él. La mirada perdida en la entrada del cine y en un teléfono móvil del que no quitaba ojo en todo momento.

Bourne cargó contra el. La invisibilidad fue un factor sorpresa que hizo que el joven se viera de repente golpeado por la nada y tirado al suelo totalmente reducido. El vigilante le apretó la boca para que no chillase, intentando controlar el repetidor de fuerza para que no el rompiese la mandibula. Agarró el arma de fuego y la introdujo en su cinturón mientras agarraba al joven y lo ponía en pie. Oteó rapidamente la zona y se puso a cubierto por si algún policía le había visto. Llevaba consigo al joven que parecía fuera de combate. Había actuado impulsivamente, y acababa de darse cuenta en ese momento, cuando salió otro joven y vio que su amigo no estaba. Giró y gritó el nombre de su colega mientras le quitaba el seguro a su arma. Bourne tenía que pensar rápido, había rehenes en el interior de la sala... no podía volver a fallar... no sería capaz de soportarlo³.

Sin pensarlo se puso de pie, asustando al joven al cual no le dio tiempo a usar la pistola. Cinco balas le abrieron el torso, cayendo al suelo al mismo tiempo que los casquillos. Bourne saltó sobre el cadaver y entró apresuradamente en la sala. Tenía que guiarse de su instinto y abrió fuego contra los otros dos muchachos, ante la atónita mirada de los rehenes, que permanecieron en el suelo. Uno de los secuestradores no fue alcanzado de lleno, y pudo llegar hasta un tipo rollizo que usó de escudo y de muleta. Bourne sopesó la situación y apuntó al joven encendiendo los marcadores laser. Sabía que eso podría asustar aún más al joven delincuente.

- ¡ Tira el arma ! - exclamó Bourne

- ¡ Voy a matarlo! - gritó histericamente el joven - ¡ Si te mueves me cargo a este hijo de puta!

- No te va a dar tiempo chaval - respondió muy seguro de si mismo el Castigador mientras seguía apuntando

- ¡JÓDETE! - gritó el joven mientras empujaba al tipo gordo para salir corriendo. Un error que puso en bandeja que fuera abatido con facilidad.

En ese momento nuevos jugadores hicieron escena. Cuatro policias con el equipo de asalto rodearon a Bourne.

- ¡¡Tira las pistolas al suelo!! - gritaron al unísono - ¡¡Venga tira las armas!!

Bourne entendió la situación, alzó las manos pero no soltó las armas.

- Se equivocan... estoy con vosotros...

- ¡¡Tira las armas o abrimos fuego!!

Si dejaba las armas ponía en peligro su identidad... sabía que SHIELD negaría en todo momento que eran los responsables de colocar un nuevo Castigador en las calles, y por otro lado no iba a enfrentarse a policias que solamente cumplian su trabajo. Tenía que decidirlo todo en pocos segundos, y apostar al riesgo de perderlo todo. En un movimiento rapido agarró la pistola del primer chaval que había derribado, sabiendo que el impacto sería menor que el de sus armas contra el chaleco antibalas de los policias. Abrió fuego contra ellos mientras saltaba a través de las butacas para dirigirse a la salida. Un policia cayó al suelo, aturdido por el impacto mientras el resto comenzaba a dispararle. El traje pareció hacer su trabajo, y aunque sentía los impactos con un agudo dolor, Bourne pudo llegar a la puerta de salida que derribó de un empujón.

Accedió a un pasillo arrollando a un policia que no supo reaccionar ante la inesperada escena. Le propinó un fuerte empujón que hizo que despegara los pies del suelo y chocara contra un cartel de anuncios x. Siguió corriendo esquivando algunos de los disparos que efectuaban sus perseguidores hasta que llegó a la salida por donde había entrado. Intentó activar el camuflaje pero estaba dañado a causa de los disparos. Se agarró a la escalera de incendios y la trepó todo lo rápido que pudo, dejando atrás a los policias.

Llegó a la azote y se detuvo, necesitaba un respiro. Los disparos no habían alcanzado organos vitales, pero se sentía como si hubiera particiado en un Royal Rumble de la WWF. Se apoyó en un muro y se quitó el casco para respirar. Sentía el sudor del cabello recorrer toda su cara y le sangraba la nariz y la boca. Nada que no curase un buen whisky... Intentó recuperar el ritmo normal de la respiración y volvió a colocarse el casco. Se incorporó y tras ojear con sigilo la entrada del cine, decidió desaparecer entre las azoteas.

Lejos de la acción...

Todo el mundo conocía a Travis por ser un prestamista peligroso. Habia dejado a mucha gente del barrio dinero que luego había recuperado con altos intereses. Era un traficante de poca monta, algo de marihuana, material robado y algún encargillo de guardar paquetes que ni el mismo sabía lo que era. Trabajillos variados que le habían dado un buen coche, un buen equipo de música, ropa de marca y un televisor enorme al que estaba todo el día enganchado. Los vecinos habían pensado a veces ir a la policia, para contarlo todo, pero raro era aquel que no tenía una deuda pendiente con Travis o por el contrario no tenía el valor suficiente, temiendo las represalias.

Sin embargo entrar y salir en casa de Travis era lo más sencillo del mundo. Le gustaba ser popular, le gustaba que la gente estuviera con él, había comida, cerveza y horas de juego al Pro Evolution suficientes para todos. Se consideraba un Gangsta enrollado, imitando los personajes mediocres de las peliculas del género. Para su seguridad tenía a su primo Lenny, un niñato convencido de si mismo por haber estado en Iraq. Todo el mundo sabía que Lenny era un psicópata por lo que en parte conseguía su cometido con facilidad.

Esa noche Travis hacía lo de siempre; unos cuantos gramos, alcohol y varias prostitutas para adecentar la noche. Algunos de los que llamaban colegas invitados y toda la noche escuchando Rap a todo volumen. Lenny mientras tanto pasaba el tiempo en una caseta de seguridad que se había montado, deleitandose de como una prostituta arrodillada hacía su trabajo.

Sin embargo ese momento de relax se detuvo bruscamente. Arisha, la joven afroamericana, vestida con un top rojo y una pequeña falda vaquera golpeó en el cristal de seguridad. Lenny empujó a la prostituta que cayó al suelo y salió con una pistola en la mano y con los pantalones a medio subir. La joven sonrió mientras observaba a lenny.

- ¿Quién coño eres? - preguntó Lenny

- Charlotte - respondió ella - vengo a ver a Travis

Lenny la observó de arriba a abajo. Metió la mano en su garita por la ventana y sacó un detector de metales. La chica estaba limpia. Ésta parecía conocer la paranoya de aquel grandullón por lo que dejó que hicera su trabajo. Éste agarró un teléfono móvil y mientras veía como la prostituta que estaba con él se volvía a la casa insultandole, hizo una llamada a Travis.

- ¿Qué coño te pasa negro?

- Aqui hay una putilla nueva Travis... dice que viene a verte

- Yo no he pedido ninguna puta más tio... preguntale quien carajo es...

Lenny bajó el teléfono y miró a la joven, quizás con algo más de lujuria que seguridad. Podía notarse a través del top que no tenía sujetador.

- Travis no espera a nadie...

- Dile que soy un "regalo" de un cliente suyo, no estaria bien que me fuera... le podría sentar mal al cliente...

- Travis.. la zorrilla dice..

- ¡Lo he oído negrata! - interrumpió Travis - ¡Dile que pase!

Lenny hizo un gesto con la cabeza para que la joven cruzara el cesped. Sin embargo reaccionó cuando la joven comenzó la marcha y le agarró del brazo. Esta pareció asustarse.

- Oye... ¿por que no acabas lo que empezó la otra?

La joven miró a Lenny y sonrió. Se acercó a el y luego entró en la garita. El tipo sonrio y entró volviendose a desabrochar el pantalon. La joven se apoyó en la pared mientras veía como se bajaba los pantalones y se sentaba en un sillón esperando que ella se incorporase.

- Venga... no tienes toda la noche... -dijo Lenny un tanto impaciente

Lo que no esperaba Lenny era la pequeña pistola de aluminio y madera que la joven sacó del bolso. Antes de que pudiera hacer nada el tipo sintió como dos balas le destrozaban el cráneo, cayendo muerto sobre el sofá. Ella sonrió y agarró una de las pistolas de Lenny.

Entró en la casa sin contemplación y comenzó a disparar a Travis. Las prostitutas salieron corriendo y el camello cayó al suelo sintiendo el agudo dolor de los impactos de bala en el estomago y en las piernas. Su estupida confianza no le dejó a mano ningún arma, Lenny no era tan útil como parecía... y se lamentaba haber largado a sus colegas para estar más tranquilo con su rollo. Arisha confiaba en que el volumen de la musica no alertara a los vecinos. Inspeccionó las habitaciones por si había alguien mas y volvió al salón, donde Travis se desangraba lentamente sobre una alfombra de piel de tigre.

- ¿q...quien coño eres? - pregunto Travis

- ¿Recuerdas a Roberto Dogerby? - preguntó ella apuntándole

- ¿Qu....quien?

- Era un mecánico... le fue mal un negocio y tuvo que pedirte dinero para evitar que se quedaran con su taller... él confiaba en tí, había estado en Vietnam con tu padre... tu dijiste que no importaba cuando te devolviera el dinero... pero no fue así...

Travis comenzó a sentir escalofrios, ni siquiera tenía fuerzas para incorporarse, y la mitad de la conversación apenas pudo captarla.

- ¿el mecani... el mecánico?

Enviaste a tu primo y a dos tios mas a que le partieran las manos por no pagar... y se os fue de las manos - dijo Arisha con lágrimas.

-¡ Vete al infierno zorra ! - exclamó Travis - ¡Me has jodido!

- Ahora estamos en paz, Travis - respondió ella.

- ¿Quién coño... eres?

- Soy Arisha... el angel vengador.

¡BANG!

EPILOGO

Un rascacielos de Nueva York. Wilson Fisk contempla la ciudad mientras deleita su meditación con musica clásica hasta que es interrumpido por uno de sus hombres de confianza. Le mira con tranquilidad, pero de manera amenazante, como si en parte le molestara que hubieran violado su momento de tranquilidad. Su lacayo traga saliva conociendo las reacciones del magnate y mantiene la distancia mientras espera el momento de darle la información que le había traído hasta el despacho.

- Señor, Castle está en nuestra posesión.

- Perfecto - respondió lentamente Fisk - ¿Qué pasa con Zona de Guerra?

- Ya se ha efectuado la transferencia señor. Todo como acordamos.

- Es dificil encontrar zoquetes que actuen con éxito ultimamente - respondió Fisk mientras encendía un habano

- Señor...

- ¿Siiii?

- Nuestro informante de la bóveda nos ha pasado un informe inesperado. Al parecer han detectado un tumor maligno.

Reinó el silencio en aquella sala. Fisk volvió a acercarse al enorme ventanal, para seguir contemplando las vistas y quizás pensar en el contratiempo que acababa de recibir.

- ¿Cuantos días?

- Según el informe debería estar muerto... quizás Castle ya no nos sirva... señor.

- ¿Desde cuando tiene usted iniciativa propia, señor Jolley? Desde que Frank Castle dejó las calles he sufrido más perdidas económicas que cuando se cargaba un negocio mio semanalmente, sin contar los numerosos mafiosillos que cada semana intentan hacerse con una de mis zonas... sin duda el dinero que me gasto en matones y asesinos sobrepasa lo que puedo permitir que me cueste tener de nuevo al Castigador original en las calles.

- Señor, tenemos informes que confirman abiertamente la existencia de un nuevo Castigador.

- Si... uno nuevo... como cuando dieron por muerto a Castle⁴ y le salieron clones por todas partes. Si quisiera un nuevo Castigador tendría a uno de mis mejores hombres con el uniforme negro. El tesón de Castle no lo tiene nadie que no haya sufrido lo que el sufre. Es un adversario digno, a tener en cuenta diria yo...

Fisk se acercó a su hombre de confianza y le puso la mano en el hombro. Éste sintió la enorme fuerza de su jefe, a la vez que notaba como le dislocaba el hombro sin esfuerzo alguno.

- Ponga a Castle en observación, llame a los mejores médicos del mundo. Quiero al Castigador de nuevo en la calle.. ¿Lo entiende?

- S... si señor... - respondió conteniendo el dolor.

- Y vaya a que le vean el hombro, puede que tenga algo feo...

1.- Como se vio en anteriores capitulos de Punisher Marveltopia

2.- Pantera era el acabó con la madre de la niña, vengándose ella más tarde.

3.- Solo acabó por error con vidas inocentes, hecho que hizo que colgara el traje (en su serie propia en Marvel Comics)

4.- La saga de Punisher:Suicide Run publicada por Forum

BODYCOUNT

La saga Herencia Justiciera termina en el siguiente capítulo. Revelaciones, nuevos jugadores, muchos tiros para cerrar por fin el destino de Frank Castle.

¡Saludos!