Portada: Una mujer de piel morena. Es bastante obesa. Lleva rastas sucias, pintura mal puesta en los ojos y un traje de flores chillón con varias manchas de grasa. En el traje tiene pintada una calavera igual que la del Punisher. En ambas manos sostiene dos M16. En sus pies un montón de punkarras muertos encharcados en sangre.

El Bronx...

Una pandilla está sentada en los escalones de un viejo edificio. Junto a ellos varias latas de cerveza, algunas aplastadas y otras aún en mano de los jóvenes.

- Esto es de lo más aburrido - dijo uno de ellos. Un tipo corpulento con la cabeza rapada y con un tatuaje tribal en la nuca. - Podríamos hacer algo ¿no?

- ¿Qué quieres hacer Pantera? Ahora mismo estamos falto de material. Y no quiero cagarla por matar el rato - le respondió el único que estaba de pie, observando los coches que pasaban.

- ¡Podríamos hacernos con un coche... e irnos a buscar algún conejito cariñoso! - exclamó un tercero mientras terminaba de aplastar la lata de cerveza.

- Que ideas más originales tienes Guillermito - respondió Pantera

- ¡Te he dicho mil veces que no me llames Guillermito! - exclamó acaloradamente mientras tiraba la lata contra la calle, golpeando un coche.

En ese momento una joven de color de unos 15 años desvió la atención de los 4 individuos. Guillermito empezó a realizar gestos obscenos con la boca mientras el resto a excepción de Pantera comenzaban a reír. La joven apretó los libros de física contra el pecho y comenzó a andar rápidamente. Tenía que entrar en el portal donde estaba sentada aquella pandilla y sabía que podía pasar algo. Llego hasta ellos y se detuvo.

- ¿Puedo pasar? - preguntó casi susurrando

- Mira que bomboncito más educado - dijo Guillermito rodeándola - Me pregunto que llevará debajo de la blusa...

Pantera miró de reojo a Guillermito, luego miró al que aún no había dicho nada, un hispano con una chaqueta vaquera y una camisa con una cucaracha vestida de mexicano. El otro que estaba de pie también cruzó las miradas, metiendose las manos en los bolsillos traseros de su viejo y gastado pantalón de camuflaje.

Guillermito se colocó detrás de la adolescente y comenzó a olerle el pelo. Ella asustada permanecía inmovil sin saber como reaccionar. Sabía que podía pasarle cualquier cosa, que un mal movimiento podía convertirse en un apuñalamiento.

- No te hagas la tonta con nosotros - dijo Guillermito burlonamente - Seguro que eres la reina de las mamadas en tu instituto... No soporto a las tias como tu, que van tan educadas y tan buenas...

- ¡Déjala en paz! - exclamó el hispano - ¡Es demasiado cría hasta para un pichacorta como tu!

- Oye cabrón hijodeputa... ¡mete tus putas palabras por el culo de la gorda de tu madre! - gritó Guillermito lanzándose contra Raúl.

Ese momento sirvió para que la joven se arriesgara y entrase corriendo en el portal. Esquivo al tipo de los pantalones militares y a los dos que estaban discutiendo, pero Pantera le agarró del brazo. La niña no fue capaz ni de proferir un grito. Se quedó helada manteniendo la mirada con Pantera.

- ¡Déjeme! ¡Socorro!

Guillermito empujo a Raúl y se acercó a la niña de manera amenazante. Pantera le puso la mano y lo detuvo. Éste no supo la razón pero estaba bastante molesto.

- ¿Qué carajo estás haciendo Pantera? ¡Es MIA!

De repente una sartén acertó de lleno en la cara de Guillermito, que cayó al suelo fulminado acompañado de un charco de sangre y varios dientes rotos. Raúl y Tom se agacharon aprovechando las columnas de la escalera para parapetarse mientras que Pantera buscó la ventana de la que había venido la sartén. Descubrió una mujer de color que estaba sacando una olla. Miró de nuevo a la chica que no dejaba de chillar y patalear y la soltó. Mantuvo la mirada centrada en la mujer y ésta terminó por cerrar la ventana.

Raúl se acercó a Guillermito, que estaba inconsciente

- ¡Le ha roto varios dientes! - exclamó Raúl - Este pendejo está jodido

- Tom ve a por el coche... nos largamos - dijo Pantera en un tono seco

- Seguro que aparece Daredevil al momento - dijo Raúl - Move Out chicos...

La joven entró corriendo por el pasillo de aquel viejo edificio. Rápidamente la mujer que lanzó la sartén abrió la puerta de su vivienda y salió a su encuentro. Un fuerte abrazó intento tranquilizar a ambas, pero los nervios seguían a flote. Vivian con ese temor las 24 horas del día. La madre sabía que su hija era un diamante en bruto que se estaba llenando de la mierda de alrededor, y la hija sabía que su madre estaba forzando sus fuerzas hasta sus límites para intentar sacarla de allí.

- Ya pasó mama... tranquilízate - dijo ella

- ¡Malditos punks! - exclamó ella entre sollozos.

- Venga mama... he sacado un 9 en el examen... vamos a celebrarlo.

Ambas entraron en la casa y cerraron la puerta. Quizás con un portazo tan fuerte que pudiera parecer que la madre quería protegerse de todo el exterior.

4 horas mas tarde...

La mujer salió de nuevo de su casa. Llevaba un cesto de ropa y se dirigía a la azotea. En el ascensor se encontró con el viejo Ulises. Un tipo que vivía en el edificio casi desde los comienzos de éste. Puntual en el pago y quisquilloso con los jóvenes que se sentaban en los escalones del portal. Un tipo amable aunque olía a humedad y a decrepitud.

- Buenas tardes Mrs. Dogerby - dijo el viejo cortesmente

- Que tal está Ulises - respondió ella

- Malditos Punks... no tienen perdón de Dios - dijo Ulises mientras se introducía en el ascensor, tras dejar pasar caballerosamente a la rolliza mujer.

- Lo se... - dijo ella con un suspiro. - He vuelto a llamar a la Policía pero me dicen que están muy ocupados y que en cuanto puedan enviarán una patrulla.

- Una patrulla que se pasará por el portal y se irá directamente a la cafetería... - exclamó el viejo bastante molesto. - Ni siquiera Spiderman nos echa un cable... Superhéroes..boh!

- Tanto él como Daredevil han hecho mucho por el barrio Ulises, le debemos muchas cosas - dijo ella

- ¡Nada!... esas medianías se pasean demasiado alto como para ver la auténtica basura Mrs. Dogerby...

El ascensor llegó a la última planta. Ulises, sin nada que hacer, acompañó a la mujer hacía la azotea. Al caminar por el pasillo vieron la puerta del único piso habitable de esa planta.

- ¿Quién vivía aquí? - preguntó Ulises

- Era un tipo extraño...camionero creo recordar... me debe 2 semanas de alquiler - dijo ella

- Esos camioneros... - dijo Ulises husmeando la puerta

- Espero que venga. Pagaba al contado y mucho más de lo que pedía. Además era un tipo fuerte...podría ayudarnos

Ambos personajes salieron a la azotea a disfrutar del sol mientras ella tendía la ropa y el continuaba criticando al mundo.

En algún garaje...

- ¡Tenemos que volver y darle a esa zorra su merecido! - exclamó Guillermo, con la cara llena de vendas, la nariz rota y el orgullo dañado.

- Tranquilízate Guillermito - Dijo Pantera, que estaba sentado en una butaca observando una Magnum 44

- ¿En que estás pensando? - preguntó Raul mientras revisaba el motor del coche

- Volveremos, nos quedaremos el edificio. Servirá para empezar algunos negocios.

- ¡Joder que de puta madre! - exclamó Guillermo - Pero quiero a la estudiante para mi solo.

- Eres un puto degenerado - Dijo Raúl

- Callaos. Nadie hará nada a no ser que yo lo diga. - dijo Pantera levantándose - Iremos esta noche.

Guillermo mostró la sonrisa de la venganza...

El edificio...

Mrs. Dogerby subió a recoger la ropa. Dejó a su hija estudiando y la sopa en el hornillo. Iba pensando en la cantidad de dinero que necesitaba para poder enviar a su hija a alguna universidad decente. Todas sus amigas estaban ya embarazadas o trabajando. Ella era la excepción y quería que siguiera siendo así.

Llegó a la planta del ático y volvió a pararse delante de la puerta del camionero. ¿Qué habría pasado con aquel tipo?. La idea desapareció y volvió a su tarea. Anochecía y quería recoger la ropa antes de que se humedeciera.

Justo en ese mismo momento el coche de Raúl paraba en la puerta del edificio. Pantera y los suyos bajaron con decisión y miraron a su alrededor. No había nadie por la calle... y de todas formas aunque hubiera alguien deambulando era demasiado listo como para centrar la mirada en el coche.

- Vamos allá - dijo Guillermo impaciente

- Tu no das las ordenes Guillermito - dijo Raúl sacando un pasamontañas

- ¡No me llames Guillermito! - exclamó enfadado a la vez que le encañonaba.

Pantera desenfundó la Magnum y se la clavó en la nuca a Guillermo. Éste bajó rápidamente su arma y empezó a tartamudear rogando a Pantera que no le matara. Éste retiró el cañón y comenzó a andar hacía la puerta, seguido por sus compañeros.

Ulises lo vio todo por la ventana. Salió apresuradamente de su casa y se dirigió a la de Mrs. Dogerby, pues ambos eran los únicos que Vivian en el bajo e iban a ser las primeras víctimas. Aporreó la puerta rápidamente y la hija de Dogerby le abrió la puerta extrañada.

- ¿Qué ocurre Ulises? - preguntó ella asombrada

- ¡Los punks! ¡Están en la puerta y vienen armados!

La chica se aterró al momento. Empujó a Ulises hacía dentro de la casa y cerró con llave.

- !Llame a la Policía Ulises! ¡Llámelos por Dios! - gritó ella.

Pantera y los suyos entraron. Vieron la puerta de la casa de Ulises abierta por lo que rápidamente se dirigieron hacía la de los Dogerby. Pantera hizo una señal a Tom para que se colocara en la puerta y la hundiera de una patada. Éste cumplió la orden y de un fuerte golpe destrozó el pomo de la puerta.

Tom entró el primero seguido de Raúl. Cubrieron la entrada, desde donde podían ver la cocina y avanzaron hasta las habitaciones. Guillermo quiso entrar pero Pantera le ordenó que se quedará con el.

Mrs. Dogerby volvía con la ropa cuando se detuvo delante de la puerta de la casa del camionero. La curiosidad le hizo meter la llave maestra y abrir la puerta. Aquella casa no parecía estar muy cuidada. Había una cama y un televisor en una habitación que estaba rodeada de paquetes de comida china vacíos. Dogerby siguió fisgando hasta llegar al cuarto de baño. Su asombró fue inmenso al ver el lavabo con restos de sangre y vendas. Alguien había efectuado varias curas en ese cuarto de baño.

Dorgerby agarró un baso de cristal con varias balas deformadas. Se quedó contemplándola con curiosidad, intentando pensar quien era realmente el que le había alquilado la casa. Pasó al dormitorio y vio lo que jamás pensó que vería.

En el espacio de la cama había dos caballetes con una tabla y varias armas de fuego, cajas de munición, y armas blancas. Sobre la pared había numerosos mapas de las vías del metro, el alcantarillado e incluso de edificios públicos. Dogerby no salía de su asombro hasta que no escuchó el primer disparo.

BANG!

Se asustó. Sabía perfectamente que provenía de los pisos inferiores, y ningún vecino era tan caótico como para disparar, a no ser que tuviera una buena razón. El siguiente disparo fue acompañado de un grito que por desgracia reconoció al instante. Su hija.

Sin pensarlo Dogerby agarró una MP5 y salió corriendo hacía su casa. Dejó la ropa allí, entre tanta arma de fuego, había perdido al instante la preocupación de las sabanas, y ahora solo pensaba en su hija, mientras se le repetía una y otra vez el grito que acababa de escuchar.

Abajo, Ulises permanecía en el suelo del dormitorio en un charco de sangre. Lisa estaba en una esquina, intentando escapar de las armas de fuego y de la sangre de Ulises que con atrevimiento se acercaba a ella. Junto a estos dos, Tom y Raúl

- Te lo has cargado - dijo Raúl con asombro.

- ¿No hemos venido a eso?

- ¿Y tu no has visto "New Jack City"? Les sacamos a la calle y de lo acojonados que están no se chivan ni cosas de esas joder...

- Oye que tu también le has disparado...

- Ya... pero porque encima no lo habías matado bien capullo...y estaba sufriendo el viejo.

Pantera entró en la habitación y observó la escena.

- Coged a la niña y sacadla de aquí. Luego id a la planta 3. Guillermito y yo limpiaremos la 2... y no mateéis por matar...

En el pasillo, Guillermito observaba el portal, vigilando por si alguien había avisado a la policía. En ese momento vio como el ascensor indicaba que había llegado a esa planta. Se abrieron las puertas y vio a la rolliza mujer.

- ¡Mira por donde! - dijo Guillermito apuntándola - ¡La Gorda lanzadora de sartenes!

No le dio tiempo a decir nada mas. La mujer alzó la Mp5 y comenzó a disparar dejando el gatillo apretado. El cuerpo de Guillermito se zarandeó en al aire dejando escapar sangre por todos los lados hasta que cayó al suelo totalmente sin vida.

El insólito ataque alertó a los que estaban dentro de la casa. Pantera hizo un gesto para que Tom se quedará con la niña e indicó a Raúl que se moviera hacía la cocina.

Fuera, la mujer cogió la escopeta de Guillermito ya que había gastado todo el cargador en el repentino ataque. Notaba como sudaba sin parar por el estrés y el nerviosismo, pero sabía que el resto estaban dentro.

Raúl llegó a la cocina y desde su posición pudo ver el cadáver de Guillermo. Se pegó a la pared e intentó ver algo más del pasillo pero era imposible. Miró hacía el dormitorio y vio a Pantera parapetado tras la puerta.

- ¿Qué hago? - susurró Raúl

Pantera le indicó el armario situado en la entrada de la casa. Raúl se abalanzó y se dirigió corriendo hacía allí. En ese momento un disparo le destrozó la rodilla por completo, consiguiendo hacerle perder el equilibrio y caer violentamente al suelo. Su arma salió disparada y él comenzó a gritar.

Desde su posición Pantera y Tom comenzaron a abrir fuego hacía el exterior. Raúl gritaba de dolor mientras contemplaba como el impacto le había separado de su pierna derecha. Pantera agarró a la niña y la usó de escudo.

- ¡Tengo a la niña de escudo! - gritó - ¡Atrévete a disparar!

Nadie contestó. Pantera hizo un gesto para que Tom saliera primero. Éste no sabia si enfrentarse al tirador de fuera o a desobedecer a Pantera, por lo que agarró fuertemente el rifle y salió hacía fuera abriendo fuego.

Se detuvo junto a una columna. No había nadie.

- ¡Pantera! ¡No hay nadie!

- Cubre la zona Tom - dijo él mientras salía de la casa - Nos llevamos a la niña.

Tom salió fuera y se montó en el coche. Pantera fue a salir cuando vio el ascensor indicando que bajaba. Agarró a la niña por el cuello y apuntó con la Mágnum. En cuanto abrió la puerta disparó y una mujer rubia plasmó sus sesos en la pared del ascensor.

- Joder - masculló Pantera.

- Suéltala - dijo la madre saliendo de la puerta de Ulises, apuntando con la escopeta a Pantera.

Éste se giro usando de escudo a la hija, y apuntó con la Mágnum a la madre.

- Si disparas, le darás a ella y encima yo te mataré.

- ¡Mama! - gritó asustada la joven

La mujer no se lo pensó, y quizás Pantera no supo jugar bien su farol. La madre nerviosa optó por apretar el gatillo. No acertó pero los fragmentos del cartucho y el fogonazo derribaron a Pantera a la vez que abría fuego ciegamente, impactando en la mujer.

Ambos fueron directos al suelo. La joven pudo soltarse aunque cayó junto a Pantera. La mujer estaba gravemente herida y Pantera había perdido visibilidad. Tom bajó del coche al oír los disparos pero el trasfondo de las sirenas de la policía hizo que cambiara de opción y se largara corriendo.

Dentro de la casa, Pantera intentaba encontrar la pistola dando manotazos en el suelo. El resto de los vecinos no había salido a ver que ocurría. Preferían mantenerse ocultos tras sus paredes a la espera de que amainara el caos.

- Se acabó todo - dijo la Joven

- ¿Qué? - preguntó Pantera

En ese momento un último disparo inundó el edificio. La joven disparó a Pantera en la cabeza y éste cayó fulminado. Ella se arrodilló junto a su madre y abrazándola vio como perdía la vida rodeada de las luces de la policía, que se reflejaban en el cristal del portal.

FIN

LETRAS Y BALAS

BODYCOUNT

Las victimas de esta saga no serán computables al estar Frank encerrado.

FRANK CASTLE

¿Dónde está el Castigador? De momento sigue encerrado en la Bóveda. Terror también ha sido encerrado en aquel lugar y entre esta saga y la siguiente se irá desvelando que pasará con ambos personajes.