La zona rica de Manhattan, una bella mansión sacada de cualquier sueño de
príncipes. Un jardín paradisíaco y demasiados ojos vigilándola. Un deseo
imposible para muchos y una realidad para unos pocos.
Un Taxi se detuvo delante de la mansión, apeándose un joven con una cara
bastante preocupada. Debía ser alguien importante porque los dos matones
situados en la verja principal se apresuraron a dejarle pasar. Él joven
anduvo frenéticamente por el largo camino de piedra que llevaba desde la
entrada hasta la mansión, para encontrarse con un tipo de color
elegantemente vestido, con un corte de pelo esmerado, al mismo buen estilo
que parecía tener en sí dicho personaje. Este hombre bajó el Financial Times
para recibir la llegada del joven y de seguro mantener una conversación.
- ¡Bruno!, ¿Qué demonios haces aquí? (Traducido del Italiano)
- Kyle ha muerto... el Gordo también ha muerto y estoy vivo de milagro
El hombre dejó el periódico y se acercó a Bruno, cogiéndole por los brazos y
mirándole a la cara totalmente extrañado
- ¿Qué Diablos me estas diciendo?
Bruno apartó las manos del individuo de sus hombros de una manera violenta
- ¡Lo que oyes Abraham! Creo que la zorra Carbone nos ha vendido...
tengo que hablar con Aldo y Emilia
- Dime que coño ha pasado Bruno - dijo Abraham serenándose un poco
- Fuimos a la pajarería del Gordo para terminar de acordar la entrega de
los animales y la coca. Todo iba sobre la seda cuando entró un tipo y con
dos simples cuchillas se cargó a Kyle y al Gordo
Abraham se sentó de nuevo en la silla y se terminó el café que en tan solo
unos minutos en el pasado estaba saboreando tranquilamente. Se quitó las
gafas de sol y se llevó las manos a los ojos mientras refregaba sus dedos
lentamente por ellos. Parecía que intentaba mantener la calma.
- Bruno, antes que nada, no pongas a nadie en el punto de mira. No sabes
si ha sido Rosalie la culpable de todo esto
- Esa zorra Carbone es capaz de todo y tú lo sabes. Al principio nos
recibió con los brazos abierto cuando no éramos nadie, pero mira tu ahora.
- Mira Bruno... los Carbone han perdido bastante, y al menos aquí en
América no creo que Rosalie sea tan estúpida de empezar una guerra contra
los Daurado. Déjame que hable yo con Aldo y tu vete a descansar
Bruno se arregló un poco el cabello y miró a Abraham con un poco de descaro,
como si jugase con la ventaja de saber que él estaba por encima de aquel
individuo. Sacó el móvil de su chaqueta y antes de hacer una llamada miró
nuevamente al hombre de color.
- Tú eres el arreglador, Aldo te paga para ello... tu verás lo que haces
En otra parte de la ciudad, Frank Castle y Vernon Brooks se vieron rodeados
por un gran atasco. Frank al volante no hacía nada más que jugar con los
dedos sobre el volante, emulando toscamente la acción de tocar un tambor.
Vernon permanecía callado sin saber realmente que hacía dentro de ese coche.
El sol estaba siendo generoso con sus rayos y en ese momento en la radio
sonaba "Sweet Child of mine" de los Guns N´Roses.
- Frank -dijo Vernon a modo de poder entablar conversación mientras
disminuía un poco el volumen de la radio. Con este acto solamente consiguió
que Frank le mirara de reojo
- Frank -repitió Vernon - ¡ TE HAS CARGADO A DOS TIOS A PLENA LUZ DEL DÍA!
Frank volvió a mirarle de reojo, mientras también prestaba atención a una
discusión entre dos coches que sucedía cerca de donde estaba él.
- Que yo recuerde el Castigador era más sutil... -dijo Vernon en un vano
intento de crear una conversación- Es que te has vuelto loco Frank...
La discusión tornó a pelea. Un hombre mayor había perdido el control del
embrague y había golpeado levemente la parte trasera del coche anterior a
él, y el dueño de dicho vehículo había comenzado a discutir, terminando en
empezar a dar porrazos en el techo del coche del anciano e intentando
agarrarle por la camisa. La gente se centró en dicho altercado, quedándose
pasivamente sentados, agarrados a sus respectivos volantes, menos Frank que
se bajó del coche y se dirigió a la discusión. El agresor, un neo yuppie de
unos treinta y pocos años estaba insultando al anciano, hasta que sintió que
Frank se acercaba. Lo miró de arriba abajo
- ¿Hey amigo que demonios te pasa? -dijo el Yuppie - Esto no es asunto tuyo
así que márchate. No es a ti a quien han abollado a una belleza de
importación
Frank se quedó allí de pie, mirando la escena y mirando como el pobre
anciano comenzaba a llorar mientras la mano del Yuppie conseguía agarrarle
de la solapa de la vieja chaqueta de cuadros.
- ¿Todavía estás aquí tío? ¿Qué te pasa te ha gustado mi paquete y vienes a
pedir que te deje chuparlo o que?
En ese momento Frank asestó un duro golpe al brazo que estaba dentro del
coche del anciano, el cual pudo oír perfectamente como se rompía el codo a
la misma vez que se rompían los cristales de la ventanilla que estaba medio
bajada. El yuppie profirió un grito de dolor y no pudo defenderse ni nada
por el estilo porque rápidamente sintió como la mano de Frank agarraba su
cabeza y la estrellaba contra el techo del coche del anciano, haciendo que
la sangre chorrease y cayera lentamente por la luna del vehículo. El anciano
se retiró levemente hacía el asiento del pasajero, asustado por el
espectáculo. La gente miraba desde sus coches, todos pasmados ante aquella
escena. Un acto que remató Frank quitándole los pantalones al yuppie, que
los uso para limpiar la sangre del coche del anciano, entregándole
previamente a este la cartera del agresor, que estaba suculentamente cargada
de dinero.
- Tome abuelo, con esto podrá pagar un buen chapista -dijo Frank asomado por
la ventanilla.
- G..g...gracias -dijo casi sin voz el asombrado anciano
Frank se volvió de nuevo al Yuppie, que estaba semi inconsciente. Lo dejó
sobre su coche de lujo e hizo una llamada con su móvil a la asistencia de
carretera para que vinieran a por él. Acto seguido volvió a su coche y para
el asombro de Vernon (y de Frank, por supuesto) varios de los conductores
presentes comenzaron a aplaudir
- Por el amor de Dios Frank... ¡ te están aplaudiendo por esto!
Frank no hizo caso y sintonizó la radio con la canción "After Dark" y
permaneció en silencio, mirando como en ocasiones, con un poco de miedo, el
anciano se volvía para ver a Frank. Vernon no pudo aguantar reírse, sin
saber exactamente si era por aquella escena o porque se estaba volviendo
completamente loco. Al rato los coches comenzaron a avanzar, sorteando al
dantesco yuppie que descansaba destrozado sobre su coche de lujo. Pasados
unos quince minutos, Frank apagó la radio.
- Lucio Morris, "El Gordo" traficaba con animales prohibidos y además creo
que tenia ingresos extras con pequeños envíos de cocaína. Encima veo a Kyle
Pies Negros entrando en su tienda, Kyle era un traficante de tres al cuarto,
pero su mérito estaba en que conocía a toda la escoria de la ciudad. Súmale
a esto una familia de mafiosos italianos y dime por que demonios América se
queda cruzada de brazos mientras se pudre por dentro.
Vernon se quedó atónito ante la respuesta de Frank, que volvió a silenciarse
como si esperara de nuevo otro sermón de Vernon
- Son escoria, de acuerdo, pero no puedes ir por ahí asesinando a diestro y
siniestro Frank... te conviertes en uno de ellos. ¿Quién establece las
pautas de culpabilidad en esta sociedad Frank?
- Yo -dijo fríamente- Si eres culpable estás muerto
- Tú eres culpable - dijo Vernon
- Por eso estoy muerto - respondió toscamente Frank
Tras esa frase la conversación se corto completamente. Vernon pasó todo el
rato mirando por la ventanilla mientras Frank se dirigía hacia un complejo
de naves industriales situado casi a las afueras de la ciudad. Más
concretamente a un desguace. Aquel sitio entregaba tranquilidad y miedo a
quien entrase allí, todos esos vehículos aplastados, esperando ser
reciclados algunos, y esperando otros formar parte pieza a pieza de
cualquier otro vehículo.
Frank paró frente a una caravana que tenía todos los indicios de que alguien
vivía allí. Y efectivamente, salió un hombre muy delgado con un bigote muy
poblado. Llevaba puesta una gorra que le ocultaba gran parte del rostro,
aunque la grasa y la suciedad ya completaban bastante bien esta tarea. Miró
con un ojo entrecerrado el vehículo mientras terminaba de extinguir un
cigarrillo. Lo tiró al suelo y lo pisoteó mientras se acercó al coche recién
parado. Al ver el conductor no pudo contener una sonrisa.
- Veo que m´as traio algo apañao eh Johnny....
- Sabes que siempre pienso en ti Joaquín - dijo Frank mientras se bajaba del
coche, seguido de un confundido Vernon
- Vaya vaya que elemento más güeno Johnny... este por lo menos le saco 3 de
los grandes... o má si lo escacharro en piezas.- Joaquín metió la mano por
la ventanilla y accionó el gancho de la tapa del motor. Lo abrió y comenzó a
examinarlo.
- Joaquín - dijo Frank colocando la mano sobre la tapa y cerrando la tapa
para que dejase de trastear en el motor - ¿ Me tienes preparado lo que te
pedí?
- Aaayyy Johnny ere mu impasiente. - Dijo Joaquín un poco molesto - Claro
que te tengo esa fragoneta que me pediste pero que vá a asé con ella...
¿corré er Parisdaka?
- ¿Te pregunto yo que haces con los coches que te regalo Joaquín? - contesto
Frank un poco amenazante.
Joaquín llevó refunfuñado a Frank y a Vernon a un pequeño garaje donde había
una furgoneta completamente modificada. Era de color rojo apagado y con las
lunas tintadas de color negro. Con respecto a otros vehículos que había
allí, esa era sin duda la más llamativa de las máquinas.
- Aquí la ties Johnny... transmisión mejorada, un solo asiento delante y
todo limpio detrás con posibilidad de conectar cacharros eléctricos, toas
las cosas esas de navegación, ties también el sistema antivuelco ese que me
trajiste y ties la carrocería reforsada en 3 veces...asin que...ahí lo
ties...
- Falta algo Joaquín...
- Te juro por los hueso de mi mare que no Johnny..que ya escarmeté la otra
ves
- Eso espero Joaquín, anda puedes irte
Frank se acercó a la furgoneta y comenzó a examinarla detenidamente. Vernon
se acercó y esperó a que Joaquín se fuera para hablar con Frank.
- ¿Por qué Johnny?
- Johnny Tower...otro de mis alias1 - respondió Frank montándose en la
furgoneta.
Vernon entró también dentro de la furgoneta, y se asombró de aquella
maquina. El salpicadero tenía un navegador GPS, varios controladores de la
presión hidráulica de los amortiguadores y sobre todo una funda de arma
colocada sobre la parte superior del salpicadero. Tenía también un curioso
panel de control con tres o cuatro botones y un carísimo equipo de música
Pionner.
- ¿Y todo esto Frank? - dijo Vernon admirando el trabajo de Frank
- Una furgoneta. Micro no está y no tengo sus preciadas Furgonetas de
Combate, así que tengo que conformarme con esto.
Vernon miró la parte de atrás de la furgoneta y en ese momento recordó las
palabras de Joaquín. Volvió a la parte delantera y salió fuera, donde Frank
estaba revisando el motor.
- Hey Frank... ¿Qué quería decir Joaquín con eso de que había escarmentado?
Frank miró a Vernon durante un momento, Vernon se quedó extrañado, sin saber
realmente cual iba a ser la respuesta del vigilante.
- Intento engañarme colocándome un alimentador para el Turbo que no era
exactamente el que le había entregado yo.
- Comprendo -dijo Vernon sin prestar mucha atención
- Le partí las dos manos y ahora parece que me hace caso - dijo Frank
tranquilamente mientras cerraba la tapa del motor- ¿Te vienes?
En otra parte de la ciudad, una piscina circular rodeada de árboles frutales
y arbustos sumamente cuidados daba paso a una preciosa terraza de mármol
cuyas paredes estaban celosamente cubiertas con enredaderas. En el centro de
dicha terraza se encontraba una exuberante mujer sentada sobre una moderna
mesa. Un ordenador portátil parpadeaba mientras ella degustaba
tranquilamente un cigarrillo, mirando hacía el cielo. En ese momento
aparecieron dos de sus hombres seguidos de un tercero. Un hombre corpulento
de cabellos rubios y ojos azules. Vestido elegantemente y portando un
maletín.
- Buenas tardes Mr. Heïnz - dijo la mujer cerrando el portátil
- Buenas tardes Señorita Carboné - respondió cortésmente el invitado,
esperando a que la mujer le permitiera tomar asiento, cosa que sucedió
rápidamente.
El hombre se sienta y abre el maletín comenzando a sacar varios informes
archivados en carpetas, cada carpeta tenía un nombre escrito, y había varias
carpetas con nombres tan singulares como Luke Cage, Elvin Holiday, Jack
Monroe o Frank Castle
- ¿Qué tiene para mí? - preguntó Rosalie terminando el cigarrillo
- El nuevo proyecto Deathlok es ya una realidad señorita. Nuestro
científicos trabajan constantemente para llevar a cabo en breve las primeras
pruebas. Sus exquisitas donaciones aceleran el proyecto
- Espero que nos beneficie a ambos Mr Heïnz - dijo Rosalie amenazantemente.
- Si todo sale bíen obtendrá un asesino guardaespaldas completamente leal a
su voluntad. Aunque...
- ¿Ya existen problemas Heïnz?
- No Sta Carbone. Solo pensamos que los sujetos que nos ha propuesto no
encajan del todo en nuestros planes. Habíamos pensado en algun criminal que
se presentase voluntario...
Rosalie se levanta, estirandose un poco la corta falda de cuero que llevaba,
sin dejar de mirar a su invitado, que no pudo evitar mirar las suculentas
curvas de aquella mujer fatal.
- No quiero la mente de un estupido en mi cyborg... me recordaría a Cabello
de Plata y no es precisamente eso lo que quiero. Le he presentado unos
modelos que espero que sepan apresar. Cuentan con bastante dinero y con la
tecnología suficiente...
- Está bien señorita, tendra noticias en breve. No le defraudaremos.
Tras terminar la conversación, el hombre es acompañado a la salida mientras
Rosalie se queda observando las carpetas, en especial la de Frank Castle. La
abre y coge una de las fotos del dossier.
- Serás mio Frank... de una manera o de otra te tendré entre mis zarpas... y
entonces lamentarás no haber muerto en Central park aquel día
Uno de los hombres aparece en el patio
- Rosalie. Tenemos problemas
- ¿Qué ocurre Anselmo? - preguntó Rosalie dejando el dossier
- Bruno Daurado ha enviado un comunicado anunciándonos que declara una
guerra entre familias
- ¿Una guerra entre qué? ¿Pero que demonios le pasa a ese niñato?
- No tengo ni idea Rosalie, he intentado contactar con Aldo o Emilia pero no
están localizables.
Rosalie coge del bolso un cigarrillo y lo enciende. Anselmo permanece alli
de pie esperando una orden.
- Está bien Anselmo, avisa a todos nuestros locales de la amenaza y dobla la
seguridad de la casa. Llama a Vito, Rafael, Tyler, Bucky y Arahb y que se
reunan conmigo cuanto antes mejor.
- En seguida Rosalie - respondió Anselmo mientras se introducía en la casa.
La autopista. Frank y Vernon vuelven al centro de la ciudad montados en la
furgoneta. Frank conduce mientras Vernom se apaña sentado sobre el suelo de
la parte del copiloto, acomodado con un viejo cojin.
- ¿Qué planes tienes Frank?
- Vamos a hacer que los Daurado se vuelvan a su país metidos en cajas de
pino. Antes que eso debemos abastecer un poco la furgoneta, y recoger un
poco de información
La furgoneta toma una de las salidas y se mete en un barrio residencial.
Pasados unos minutos y unas cuantas manzanas se detiene delante de una de
esas pequeñas casitas, un poco más descuidada que el resto de las presentes
pero totalmente igual al resto. Frank se baja y Vernon le acompaña sin
mediar palabra alguna. Ambos llegan hasta la puerta y llaman. A los cinco
minutos un hombre moreno adormilado abre la puerta, al ver cara a cara a
Frank se asusta y la vuelve a cerrar.Vernon mira extrañado a Frank mientras
este sonrie. A los dos minutos la puerta se vuelve a abrir.
- Jhonny.... Jhonny Tower ... q.q.que sorpresa
- Dejame pasar Mike... no tengo todo el día
Mike abre la puerta y tanto Frank como Vernom entran. El salón está bastante
desordenado, con varios comic books y Playboys tirados por el suelo. La tele
está encendida sintonizando la CNN y el sofá está revuelto con varias
mantas, como si alguién se hubiera quedado dormido ahí recientemente.
- Johnny... te creía fuera de la ciudad por todo ese asunto de los
superhéroes persiguiéndote2
- Pues no es asi Mike. He vuelto para librar una nueva guerra. Y creo que me
vas a ayudar
- C...claro Johnny... ¿quién es el desgraciado esta vez?
Vernom se sienta en el sillón y ojea un comic book. Mike también se sienta
en una silla mientras Frank no deja de mirar por la ventana.
- Se trata de los Daurado... ¿Qué sabes de ellos?
- Son una familia nueva, pero estan haciendose un nombre rapidamente en la
ciudad. Trafican con coca y se mueven más anchamente en el contrabando
ilegal de animales, obras de arte o cualquier cosa que les pueda dar dinero.
El máximo representante es Aldo, seguido de su hermana melliza Emilia y el
joven Bruno. Pero vamos, lo candente de veras es lo sucedido esta mañana.
Vernom mira a Frank y este a su vez a Mike
- Cuenta - dijo Frank friamente
- Pues que han intentado matar a Bruno esta mañana en la tienda del Gordo, y
al parecer ha sido un asesino contratado por Rosalie... parece ser que la
Princesa del Crimen ya no quiere a sus pupilos dentro de la onda. Un amigo
me ha telefoneado al medio día para decirme que los Daurado buscan gente y
que está muy bien pagado.
Mike se calla, extrañado por el rostro tanto de Vernom como de Frank.
- ¿ He dicho algo malo?
- Rosalie no ha tenido nada que ver en lo de Bruno. He sido yo - dijo Frank
- ¡ Te juro qué tenía ese presentimiento Johnny! - cuando me enteré de lo
ocurrido me dije a mi mismo , "Joder asi lo hubiera hecho el Castigador"
Vernom no puede evitar sonreir. Mike le mira de mala gana y Frank se sienta
junto a Mike.
- Llama a ese amigo tuyo y dile que vas a aceptar entrar en el bando de los
Daurado. Una vez que estés dentro, ya me encargaré yo del resto
- Pero Johnny yo ya me he quitado de todo esto y...
- Llama a tu amigo. - repitió Frank
- De acuerdo. - respondió resignado Mike
Frank se levanta y se dirige hacía la puerta, Vernom lo imita al adivinar
las intenciones de Frank de abandonar la casa. Mike se queda sentado mirando
a ambos personajes
- Ah... se me olvidaba - dijo Frank a modo de burla - Necesito todo esto
para mañana por la mañana.
Frank entrega a Mike una lista de armas y otros aparatos. Le entrega también
una llave de un apartado de correos.
- En esta caja postal tienes un millon de dolares para que hagas la compra.
Espero lo mejor de ti Mike... no me falles o vendré a visitarte sin menos
alegrias.
- De acuerdo Frank. Lo tendrás todo -dijo Mike
Frank y Vernon salen de la casa y se marchan en la furgoneta. Esta vez
Vernon no tiene ni ganas de preguntar sobre el singular tipo que acaban de
visitar. Frank se adentra de nuevo en el centro dejando a Vernon en la
cafetería donde lo había encontrado. Vernon se baja y se asoma por la
ventanilla.
- ¿Qué va a pasar Frank?
- Mañana a las 8 te recogeré en este mismo sitio
- ¿Qué se supone que he de hacer yo?
- Te encargaras de llamar al sepulturero e ir encargando las cajas de pino
para que la escoria que vamos a matar no ensucie aún mas esta ciudad.
Vernon se queda mirando como la furgoneta se pierde a lo largo de la calle
hasta que gira en una esquina. Se sube la chaqueta hasta casi la barbilla y
comienza a caminar cabizbajo, pensando en el infierno en el que se había
metido.
FIN
1.- Punisher War Zone #1 a 6
2.- Saga "Pariah" no publicada en España
PROXIMO EPISODIO: "Golpe de Gracía". Todas las piezas están en su sitio. Bruno Daurado
contra Rosalie Carbone, y entre medio de esta vendetta, un Castigador sediento de sangre.
LETRAS Y BALAS
Escribenos a tifonita@yahoo.es