CABALLERO LUNA VOL. 3 #73
Noche oscura en Nueva York
Guión: Sebastián
Portada: Oscar Jiménez Osuna
¿Alguna vez has pensado que tu vida es demasiado extraña? Mi nombre es Marc
Spector, mi padre era un rabino y erudito judío que huyó a América de la
persecución nazi. Se suponía que yo iba ser un buen chico judío; ya saben,
ir todos los días a la sinagoga, hablar con el rabino, tener una linda
esposa y un hijo, llamado Elías al igual que mi padre. Pero me volví un
boxeador, luego un mercenario, después un millonario y un taxista y un
luchador del crimen; el puño de la venganza de Khonshu. Definitivamente, mi
vida sí es extraña.
Y ahora busco al asesino de los padres de un muchacho, un loco de nombre
Pierre Renard, que hizo lo que hizo sólo porque cree que el muchacho Fox es
el estuche para el espíritu de un demonio de nombre Baal.
"¿Jean Paul?"
"Oui", responde el piloto francés.
"¿Crees que nuestra vida es rara?", pregunta Marc Spector mientras sacas una
botella de agua de una hielera.
"Bueno... Marc, debe ser bastante parecida a la de los otros héroes, ¿no?"
Por un momento hay silencio, luego, los dos amigos ríen, finalmente el
lunajet llega a su destino, Brooklyn; el edificio donde vive Mary Elizabeth
Fox.
"Bonne chance, Marc" dice Jean Paul Duchamp mientras abre la compuerta de
descarga. El Caballero se pone la mascara y desciende asiendo los pliegues
de su capa hacia un edificio cercano.
Adentro del edificio contiguo, una mujer arregla su casa mientras dos
policías se marchan. Luego se escucha un ruido en una puerta, es el
detective Páez.
"Disculpe, señora, ¿puedo hacerle unas preguntas?", dice, mientras le
muestra su insignia de detective de la policia de Nueva York, tiene varios
moretones en la cara1 y se ha cambiado la raída y ensangrentada gabardina
por una chaqueta de la policía. el Caballero observa esto por la ventana y
decide quedarse y observar.
La mujer le trae un café al detective. El Caballero observa desde un
edificio cercano, la mujer llega mejor arreglada que antes, con una bata y
peinada. El detective le pregunta si conoció a Brian Fox y a Erin
Mcallister. Ella contesta conteniendo las lágrimas que eran su hermano y su
cuñada. Dice que eran la familia que le quedaba desde que su esposo murió en
Vietnam, y su hijo se fue a estudiar a Boston.
Unos hombres entran, el Caballero se percata.
Mientras, en la mansión Spector, Connor ve televisión hasta que entra una
figura conocida. Es Frenchie
"¿Qué ves, muchacho?", pregunta el piloto francés mientras mezcla la crema
en su taza de café.
Connor contesta que ve History Channel, en un especial sobre la Segunda
Guerra Mundial.
"¿Hablaron del Capitán América?", pregunta Frenchie tratando de conversar
con Connor.
El contesta con un breve si, pero, minutos después, Chloe y Marlene pasan
cerca de la sala y los ven hablando de la Segunda Guerra y de los
Vengadores. Marlene le dice casi en broma a Chloe que él sería un buen
padre, ella se sonroja y contesta que si.
Mientras, en un edificio en el Soho, un hombre piensa acerca de un amor y un
amigo perdidos. Es Renard.
"Ella no tenía que rechazarme", piensa mientras carga su 38mm. "No tenía que
casarse con él".
Una lágrima corre por su cara y ve una foto. En la foto aparece él con el
pelo sin canas, y una cazadora verde. También aparece una mujer pelirroja
muy parecida a Connor, y un hombre de pelo negro y barba abrazando a la
mujer.
"Sólo porque estudié ocultismo, sólo porque era raro."
Tira la foto al suelo, el vidrio se rompe. Se levanta y se dirige a un
improvisado pentagrama en el suelo.
El Caballero mira hacia el corredor del edificio. Los hombres se dirigen,
tienen varias AK 47 y uzis.
"Sin embargo, no creo que tengan mucho entrenamiento", piensa mientras uno
de ellos lucha por desatascar su AK.
Y dentro, el detective Páez continua con su interrogatorio.
"¿Usted conoció al señor Renard?"
Ella le responde que sí conoció al tipo. Luego se refiere al tipo con varias
palabras impropias en una mujer de casi 60 años. Los tipos del corredor se
acercan a la puerta.
El Caballero llama a Frenchie y le pide dos cosas.
"Una, apoyo aéreo, y dos, que llames al numero de Páez y le digas que cubra
a la señora Fox"
Los hombres armados se detienen, uno de ellos habla en un celular con
Renard. Él le dice que Baal ordena que entren ya. El hombre alza los
hombros, se pone una capucha y se prepara a entrar. Dentro espera una
sombra. El tipo del celular le recrimina, diciendo que la dirección que le
dió era equivocada. La llama bruja irlandesa y le apunta. La sombra lanza
algo que se clava en la mano del encapuchado. Es un dardo plateado de media
luna. Los otros tipos abren fuego. Tres de ellos ven una ventana abierta que
da a una escalera de incendios. Suben por ella y llegan al techo. Ahí está
el detective Páez solo. De entre su chaqueta saca una escopeta y de su
pistolera una 9mm. Los otros tipos le apuntan. Él sonríe. Arriba está un
avión en forma de media luna. De su parte frontal salen dos cañones que
disparan a los tres tipos; son balas de goma, los tipos sólo quedan
humillados y adoloridos.
Abajo el Caballero le da una golpiza a los restantes cuatro. El del celular
es el primero en caer cuando el Caballero se levanta del sillón y le rompe
la quijada. Dos intentan disparar, pero sólo hieren a su compañero caído. El
Caballero le lanza varios dardos, y ellos sueltan sus armas. El tercero
entra al baño pensando que tendrá oportunidad de emboscar al encapotado,
escucha unos golpes y después se acerca a la puerta. Pone la oreja en ella,
cuando la puerta se rompe y una mano enguantada coge su cabeza, lo hace
chocar contra la puerta. Él pierde el sentido y después se levanta dolorido.
El tipo está amarrado en el piso, el Caballero está en la puerta y el
detective Páez está frente a él fumando un cigarrillo. Luego el Caballero
Luna le dice que va a confesar dónde están los otros y por qué persiguen a
Connor. El tipo dice que no va a confesar y le escupe al detective Páez en
la cara. Él se limpia y le presiona la entrepierna con la bota. El
sufrimiento se evidencia en su cara, pero no habla.
"Muy bien", dice Marc. "Tal vez él no te pueda matar porque es policía. Pero
desearás estar muerto cuando termine contigo". Se acerca, le susurra algo al
oído. El tipo tiembla, se pone pálido. Habla y dice que Renard les pagó una
fortuna a él y a otros cien pandilleros y les dió las armas para que mataran
a quien quisieran y capturaran al muchacho.
Llega al barrio en el Lunajet. Baja en el techo de un edificio de tres
pisos. Entra en el tercero por la escalera de incendios. Hay unos 14 tipos
dentro. La luz sigue apagada. Los tipos se le lanzan encima. La poca luz de
dentro le permite al Caballero pelear con algo de facilidad. Le da un jab a
uno y una patada en la cara a otro. Ambos caen al piso. Dos lo cogen por
atrás y otro lo golpea en el estómago. Él le da una patada con los pies
juntos. Van tres. Coge a los dos de las manos y los hace chocar. Van cinco.
Los nueve restantes se le tiran encima. Saca su porra, deja tirado a uno.
Van seis. Los otros ocho dan guerra, uno golpea a Marc con una vara. Marc se
queda inconsciente, despierta y está atado de manos y piernas. Renard está
frente a él con un tizón ardiente entre unas tenazas.
Mientras, en una cafetería en el centro, el detective Páez habla con el
detective Flint del caso, pero Flint esa vestido con una camiseta negra y
sin su arma ni su placa.
"¿Cómo te trata el descanso, ah, Flint?"
Él dice que bien, sonrie y ordena a la mesera algo ligero. Páez ordena un
café y unos huevos con tocino.
"Y bien, Páez, ¿cómo va el caso de la familia Fox?"
"Bueno", contesta él, "hemos encontrado a Connor Fox y sigue vivo, en un
lugar seguro. por supuesto no junto a su familia". Alguien escucha eso y
sale de la cafetería.
"¿Vas a decirnos dónde está el chico?"
"Sí, claro que te lo diré, pero no le digas a nadie".
Renard se acerca, y el Caballero le susurra.
"No sé", responde el Caballero.
Renard ve su negativa y lo quema con el tizón en el hombro. Está muy
golpeado y sangra, sus ropas están hechas harapos y sus armas lejos de él.
Uno de los hombres sugiere quitarle la mascara. Se acerca, le quita la
capucha y le va a quitar la mascara cuando el Caballero lo golpea con sus
piernas.
"¡Se ha liberado! ¡A él!", dice Renard mientras coge la porra del Caballero.
Error. El Caballero usa la silla a la que está atado como arma, golpea a
tres tipos de atrás y rompe las cuerdas con la daga de uno de ellos. Cuatro
se le tiran, el salta por encima de ellos y rueda hasta sus armas. Toma los
dardos y los cuatro reciben varios dardos en la espalda. El Caballero se
encuentra frente a frente con Renard. El lo golpea con su porra; el
Caballero se enoja; Renard se pone frenético. Sus hombres hacen un anillo
improvisado, el Caballero ataja y lo golpea en el estómago de un puñetazo.
Renard cae al piso y llama a sus hombres con un hilo de voz. Ellos se
abalanzan sobre él. El Caballero toma su porra y se lanza por la ventana, y
cae por una escalera de incendios. Las balas zumban a su alrededor.
Maniobra, trata de llamar por su comunicador.
"Maldición", se queja, "está dañado."
Llega hasta una esquina y saca de un bolsillo atrás de su capa algo de ropa:
una camisa, unos vaqueros descoloridos y una chaqueta vieja de los yankees.
Se cambia entre los callejones y sale como Jake Lockley. Camina por las
calles, tiene una costilla rota y los músculos adoloridos. Su cara está
llena de moretones y su boca y nariz sangran. Comienza a llover y ve un
lugar conocido, el bar de Gena Johnson. Ahí cae en la puerta, inconsciente,
y comienza a soñar.
El hombre de capa café se dirige a la salida del templo. Su nombre es Akmeht2 y un hombre tirado en el piso es la evidencia de su paso. El era un ser
muy poderoso, pero aun así Akmeht lo derrotó. Toma un camello de uno de los
guardias y se dirige a una ciudad cercana. Akmeht llega a las murallas de la
ciudad y escucha gritos y choques de armas.
"Serán ellos."
(¿Quienes son ellos?, piensa Marc Spector, que ve todo como un mudo testigo)
El salta por la parte baja de la muralla y encuentra a varios soldados con
escudos de la guardia imperial que son asistidos por varios legionarios
romanos.
Marc recupera el sentido y despierta en una cama que le es un poco familiar.
Ve a su lado la foto de Gena Johnson junto con sus hijos Ray y Rick. A su
lado dormía Jean Paul Duchamp, recostado en una silla. Marc se recobra, todo
su cuerpo duele, su costilla está vendada y acomodada.
Frenchie se levanta y bosteza. Ve que Marc ha despertado y le pregunta
"estás bien" mientras sirve un vaso de una jarra de agua que estaba en una
mesa.
"Deberías ver a los otros" dice Marc con cierto orgullo fingido.
Mientras tanto, en la mansión Spector.
Connor duerme en la cama de Frenchie. Chloe lo mira y desea un hijo con Jean
Paul. "Algún día", dice para si misma. Es tarde, y Marlene Alraune no tiene
noticias del hombre que ama. Sin embargo, no es la primera vez que pasa, y
algo le dice que esta bien. "Tal vez es Khonshu quien me lo dice", piensa
para si misma, y se duerme.
Y en la casa de Gena Johnson, Marc Spector despierta en medio de la noche.
Una figura está enfrente de él. Es alguien que el conoce muy bien. Es su
benefactor. Es Khonshu, dios de la luna, y, como antes, ahora habla por la
boca de alguien más, de Jean Paul Duchamp , su mejor amigo.
"EL SABE QUE EL CHICO ESTA EN TU CASA, PUÑO MIO."
"Entonces debo ir", dice Marc mientras se reincorpora, y trata de alcanzar
su traje.
"¡NO! ESPERA. LA PACIENCIA ES IMPORTANTE AHORA. DEBES SABER A QUIEN TE
ENFRENTAS. DEBES SABER QUIEN TE AYUDA. Y, LO MAS IMPORTANTE, DEBES
DESCANSAR."
Marc se acuesta de nuevo en la cama, el mismo sabe que su cuerpo duele y no
podria hacer nada al respecto.
En una casa en Queens, un hombre ve Saturday Night Live y come un taco. Es
el detective Martín Páez, y está a punto de recibir una extraña visita. El
timbre suena. "Justo en el momento mas gracioso", piensa el detective para
si. El timbre suena mas frenético, el detective toma su arma, pasa a un lado
de sus trofeos y abre. Es su sobrino Rodney y tiene algo que decirle.
Una hora antes, en Soho, un hombre medita sobre un pentagrama invertido en
el piso. Siente todas las almas de Nueva York en su mente. siente al
Hechicero Supremo en su mente. Siente a un grupo de mutantes en algún lado,
planeando dios sabe que cosas. Y los siente a él, a Connor. Baal habla.
"¿ERES TU, Renard?"
"Si, maestro, soy yo."
"DIME, Renard, ¿POR QUE ESE CHICO? ¿POR QUÉ ESE CHICO, POR QUE NO ALGUIEN
MAS?"
"No lo se, señor, el destino viene con cierta ironía."
"EL DESTINO NO TIENE NADA QUE VER CON ESO, QUERIDO Renard. ¡NADA!"
Hay una pausa, un silencio espectral recorre el penthouse, y Baal vuelve a
hablar a través de Renard.
"SE DONDE ESTA EL CHICO. MANDA A TUS HOMBRES. TU SABES DONDE ES, LO
RECONOZCO POR MI MARCA."
Rodney le cuenta a su tío cómo se unió a los hombres de Renard, cómo escuchó
hace media hora a donde se dirigían y cómo escucho a quien buscaban. Martín
piensa, y llega a una conclusión, conclusión que no dice en voz alta, y le
dice a su sobrino que hizo bien y que la razón por la que van a la mansión
Spector es por la amistad que unía a Spector con los Fox, no más, y que
ahora él irá a ayudar.
"¿Puedo ir contigo, tío?"
El asiente, y dice que no intente nada heroico o su papa lo matara.
Y en el próximo capítulo: problemas en la mansión Spector, el significado de
las palabras de Baal, la historia de Akmeht, la historia de los Fox, y,
bueno.. lo demás es sorpresa.
1.- El detective Páez conoció al Caballero en el número anterior, y también terminó con todos esos moretones.
2.- Akmeht, como lo vimos en el número anterior.
LUNABASE