ASOMBROSO SPIDER-MAN #441
Lágrimas de plata I
Guión:
Ben Reilly, Alex García y Vicente de los Santos
PORTADA: La silueta de Marta Plateada ilumina un cuarto oscuro donde se puede ver a Spiderman arrodillado
Embajada de Symkaria.
Marta Plateada está sentada en un sillón delante de una gran pantalla que
muestra el mapa de New york. Virtualmente y mediante un teclado va
desplazando las calles, deteniendose a cada punto rojo que previamente se ha
marcado en el mapa. Parece estar bastante dedicada al análisis de aquellos
datos. Siente unos pasos y se detiene, gira la silla y se encuentra frente a
frente con Spiderman. Aún lleva la bata que le dieron y su mascara sucia y
desgastada.
- ¿Cuanto he dormido? - preguntó Spiderman.
- Unas horas - respondió Marta volviendo a activar el mapa - Quiero que veas
una cosa Spiderman.
Peter se acercó al tablero de mandos. Intento centrarse en todo lo que le
estaba pasando y sobre todo centrarse en lo que estaba contándole Marta
Plateada.
- Ayer ocurrió algo extraño en una tienda de licores- Marta señaló el punto
rojo que estaba marcado en el mapa - Al parecer entra dentro de la zona de
guerra. Unos matones prendieron fuego al local.
- ¿Qué tiene eso de extraño?
- Mira estas fotos -Dijo Marta abriendo el vinculo del punto rojo
seleccionado.
Aparecieron unas fotos donde se veian a los dos matones totalmente
apaleados. Uno de ellos colgaba de una farola con tela de araña mientras el
otro estaba pegado a la pared boca abajo.
- ¿Qué demonios?
- Eso mismo me he preguntado yo Spiderman. Los dos están muertos y el
Ayuntamiento quería una explicación. Por suerte tu mayor salvación ha sido
que estabas conmigo a la hora en la que se produjo eso.
- ¿Veneno? - preguntó Spiderman extrañado. ¿O alguno de sus retoños?
- Negativo. Veneno no está en la ciudad al igual que ninguno de sus retoños.
Teniamos el "asunto simbionte" del Castigador pero está en la Bóveda
recluido1
Spiderman se sentó junto a Marta. Parecía necesitar un descanso, quizás no
físico sino más bien mental.
- Además la composición química de la tela de araña no parece ser como la
tuya. Tenemos otro arácnido en la ciudad.
- Lo que faltaba - dijo Spiderman
Marta desactivó el vínculo del punto rojo y la pantalla se volvió estática.
Se levantó de la silla y se acercó a Spiderman. Éste se levantó tambien y se
acercó a Marta, ambos se cogieron de la mano.
- ¿Cómo te encuentras? - preguntó Marta
- Tengo la vida destrozada Marta...
- Nos suele pasar de vez en cuando. Pero quiero que me digas que estás 100%
disponible para mi.
Spiderman bajó la mirada. Marta permaneció en su sitio esperando que la
volviera a levantar. Fueron unos pocos segundos, pero Parker volvió a mirar
a la cara a su compañera.
- De acuerdo. Vamos a hacer lo que tengamos que hacer.
Marta dejo sus manos y se acercó al telefono. Hizo una llamada rápida
mientras Spiderman observaba el mapa de la ciudad. Al cabo de unos pocos
minutos la joven mercenaria se reunió de nuevo con el trepamuros.
- tres de los mios están sobrevolando la Zona de Guerra, esperando
instrucciones. Me traen un traje para ti y el Hombre de Arena ya está
preparando nuestro vehículo.
- De acuerdo - dijo Spiderman entrecortadamente. - Marta.. ¿puedo hacer una
llamada de teléfono?
Marta miró a Spiderman. Tenía el teléfono en la mano y por un momento dudó
en entregarselo.
- Spiderman, si la llamada no te gusta... vas a estar en otro planeta y te
quiero 100% a mi lado para acabar con este jaleo.
Por un momento Spiderman noto como cada una de las palabras de Marta
entraban en su cabeza con el timbre de voz de Mary Jane. Se sintió fatal
porque sabía que en el fondo aquella mercenaria de cabellos blancos tenía
toda la razón del mundo.
- Esta bien...
Unos cuantos minutos más tarde
Marta Plateada estaba terminando de cargar su equipo en el helicoptero,
ayudada por el hombre de arena. Las noticias seguían emitiendo las
conexiones especiales con cada epicentro del caos que se estaba produciendo
en la ciudad. Spiderman hizo escena, vestido con un uniforme del Grupo
Salvaje, incluyendo un casco que seguía ocultandole su identidad secreta.
- Hey trepamuros... que bien te sienta el uniforme - dijo el Hombre de arena
con una burla
- Vaya - continuó Marta - Creo que tendré que plantearme el ofrecerte entrar
en nómina con mi Grupo Salvaje
- No tengo lanzaredes - Dijo Spiderman mirandose las muñecas
Marta cogió una pistola y se la acercó. Spiderman la rechazó con un gesto.
Ella insistió y al final Spiderman la empuño, la observó y la guardó.
- Está bien. Nadie es capaz de averiguar donde se encuentra actualmente la
Rosa. Al parecer se ha dado cuenta que su presencia puede ser un obstaculo
para sus objetivos, por lo que se ha quitado de enmedio. - Dijo Marta
montandose en el helicoptero, seguida del Hombre de Arena y de Spiderman.
- ¿Entonces? - preguntó Spiderman
- Vamos a desmontar toda su organización. Sin hombres no podrá hacer nada.
Ya tenemos localizado uno importante y con suerte tirándo de él podremos
deshacer todo el montaje
Marta abre un maletin y saca una fotografía. Un tipo de rasgos orientales
bajando de un coche.
- Creo que le conoces de algún encontronazo previo
Spiderman observa la foto.
- No lo recuerdo ahora mismo...
- Dragón Blanco - Responde ella buscando otros papeles
- ¿Dragón Blanco? Lo recuerdo con una armadura bastante ridícula2...
- Ahora parece que se ha reformado y forma parte de la Yakuza. Es quien ha
organizado todas las explosiones y los ataques callejeros para incrementar
la guerra, aunque creemos que quizás sea un agente doble y esté trabajando
para alguién más.
El helicoptero comenzó a cruzar rascacielos, El Hombre de Arena mantenía la
comunicación abierta con Powell mientras Marta se colocó un auricular.
Spiderman, sentado, contemplaba el brillo producido por los edificios con
los rayos de luz, intentando quizás evadirse de todo lo que le estaba
sucediendo.
- Spiderman - dijo Marta sin obtener respuesta alguna.
- ¡Spiderman! - exclamó de nuevo haciendo que el trepamuros perdiera su
concentración
- Dime Marta...estaba pens..
- ¡Necesito un Spiderman 100%, entiendes! Hemos llegado al punto. Mis chicos
esperan abajo. Vamos
Marta se puso de pie y se acercó a la puerta. Comprobó el arnés y comenzó la
bajada. Parker se quedó arriba contemplando como aquella mujer de plata
descendía hasta la azotea de un edificio, donde se podían ver una o dos
personas aguardando.
- Araña... - dijo el Hombre de Arena
- ¿Qué pasa?
- Cuidala...
- De acuerdo - respondió saltándo al vacio.
Una vez que ambos tomaron tierra, el helicoptero volvió a ganar altura y
desapareció entre las nubes. Marta se quitó el arnes bajo la mirada de sus
hombres. Spiderman aguardaba una primera orden.
- Bien Powell...informa
- Jefa, la cosa está que arde. Tenemos localizado al Dragón Blanco en un
edificio cercano, una compañía de software informático. Tiene hombres por
todas partes pero le seguían dos tipos sacados de una pelicula de Chuck
Norris
Marta Plateada entrega el arnes a Destripador, que lo guarda en una mochila.
Acto seguido coge sus pistolas y comienza a revisarlas por enésima vez.
- ¿Conocemos a esos tipos?
- Negativo jefa - respondió Powell imitando a Marta en la revisión de
armas. - Vamos a tener sorpresas ahi dentro, seguro.
- Pero tenemos al increible Spiderman entre nosotros - exclamó Destripador
con una sonrisa. Todo va a ser coser y cantar.
- Esperemos - Interrumpió Marta - Ahora lo que tenemos que hacer es meternos
en ese edificio y coger al Dragón Blanco. El resto de los cabrones que estén
ahi dentro me da exactamente igual. No hay rehenes, no hay inocentes, esta
vez es simplemente entrar, coger y salir.
- Como a mi me gusta - dijo Destripador
Marta miro a cada uno de sus hombres y acabó con una mirada directa a
Spiderman. Este asintió con la cabeza. Marta deslizó sus armas por sus
cartucheras y respiró profundamente.
- Adelante...
Powell y destripador saltaron al edificio contiguo, seguido de cerca de
Marta. Cruzaron un pequeño tendedero y volvieron a saltar al edificio
contíguo, acercándose más al objetivo. Spiderman en cambio se quedó donde
estaba, contemplando al Grupo Salvaje. Marta se detuvo antes de realizar el
siguiente salto y volvió la vista hacia Spiderman. Ambos se quedaron con la
mirada fija en la distancia.
Parker respiró profundamente y comenzó a saltar de edificio en edificio
hasta ponerse a la altura de Marta.
- Spiderman - dijo Marta
- ¿Qué quieres?
- Vete...
- ¿Qué?
- Marchate... no estás preparado para esto y no quiero estorbos
- No... me quedaré contigo. Vamos a terminar esto antes de que termine
conmigo.
- Negativo. Fuera de mi equipo Spiderman. Estás fuera.
Marta no esperó a una siguiente respuesta de Parker y saltó hacía el
siguiente tejado donde le esperaban sus hombres. Estos miraban a Spiderman
cuando su jefa les alcanzó.
- ¿Qué pasa, jefa? - preguntó Powell mirando a Spiderman
- Esta fuera, vamos chicos. Tenemos trabajo que hacer.
El Grupo Salvaje se perdió entre los edificios. Parker intentó seguirlos,
pero era superior a el. No sabía que le estaba pasando, no sabía porque
había nacido en el la balanza entre el poder y la responsabilidad. En aquel
edificio había criminales que estaban atacando a la ciudad, en su mente
había una mujer y una hija que le habían abandonado. Cayó de rodillas,
indefenso. Buscaba la manera de despertar de aquella pesadilla, intentar
volver a ser el increible Spiderman y llegar todas las noches a la cama, que
mantenía con calor su bella mujer. Volver a los tiempos dorados, no vivir en
ese contínuo torbellino que estaba destrozando su interior.
De repente el sentido arácnido estalló. Su cabeza sintió millones de
punzadas que le advertían de un peligro cercano. Saltó sobre si mismo
levantándose unos cuantos metros del suelo, esquivando una ráfaga de
disparos. Aprovechando el salto se agarró a una tuberia y con un fuerte
impulso se apartó del claro, parapetandose trás unas chimeneas.
No pasó nada mas. Spiderman esperaba que saltara su sentido arácnido, para
al menos saber que estaba pasando algo. No había sido capaz de observar de
donde procedía la rafaga, no sabía quien había sido.
¿Castigador?¿Gaitling?¿Solo?¿Un terrorista?¿Alguien de la Rosa? No sabía
como demonios no había sido descubierto por el Grupo Salvaje. No sabía nada,
y eso le estaba matando.
Y de nuevo saltó el sentido arácnido. Saltó lateralmente para esquivar un
misil que explotó sobre las chimeneas creando una onda de fragmentación con
trozos de ladrillo. Spiderman comenzó a esquivarlos con acrobacias pero no
pudo con todos. Un buen número de ellos le golpeó en varias zonas del
cuerpo, haciendo que el trepamuros cayera al suelo. Notaba la sangre correr
por el interior del casco, al igual que notaba algún diente flojo. Echo de
menos su lanzarredes para salir de alli pero buscó fuerza de voluntad y se
pusó en pie para salir corriendo. Intentó llegar a la esquina del edificio
cuando un nuevo misil impactó derrumbando la zona que pisaba Spiderman.
Se desplomó e instintivamente lanzó una telaraña sin éxito alguno. Busco
algo donde agarrarse pero no habia nada. Dio a parar con sus huesos en un
contenedor de basura golpeándose la espalda, perdió la consciencia y quedó
alli enterrado entre bolsas de basura, bajo una pequeña lluvia de polvo y
trozos del edificio.
Un individuo se asomó desde la azotea. Un tipo con ropas militares y un
bazooka en la mano. Llevaba una singular cresta y varias pinturas de guerra
en la cara, que junto con su sonrisa le describian eficazmente como un
autentico psicopata.
- Zona de Guerra 1, Grupo Salvaje 0 - exclamó el tipo jactándose.
Epilogo:
En algun lujoso ático de N.Y ...
un individuo trajeado entra bastante despacio. No hay luces encendidas.
Solamente la luz de la ciudad ilumina toscamente aquella habitación. Frente
a una gran cristalera una mesa y un sillón, donde se presume que hay sentado
alguién ya que el humo de un puro habano baila por encima del cuero.
- ¿Qué sucede?
- Dragón Blanco señor... tiene dificultades
- ¿Daredevil?
- No, Grupo Salvaje. Acaban de informarnos que han descubierto su refugio y
van a por él.
Se crea un silencio. El trajeado espera que el hombre del sillón lo rompa.
- Los chicos de Zona de Guerra están con Dragón Blanco ¿no?
- Si señor...
- Avise a Alpha. Dragón Blanco debe morir antes de que sea capturado. No
queremos que llegados a este punto se
desvelen los demas jugadores de esta partida de guerra.
- Si señor...
Una nueva bocanada de humo surca el espacio cerrado de la sala. El trajeado
vuelve a sentir el silencio, intentando esta vez encontrar el momento
adecuado para romperlo.
- Señor, otro asunto
- Digame.
- Hemos localizado al señor Kornfield como pidió. ¿Cree que es conveniente
enviar a alguno de los nuestros a por el?
- No hará falta, vendrá a nosotros...
Continuará
1.- Estos actos toman lugar después del Annual 1 MT del Castigador.
2.- Spectacular Spider-Man Annual 12
DAILY BUGLE
¡Escribidnos!