ARCANGEL #6
Ilusiones malditas III
Guión:
Narutaki
Portada: Wish
-Así que piensas derrotarme en éste lugar -mirando a su alrededor- ¿te han
dicho que si juegas con fuego puedes quemarte?
- He oído varias veces esa misma frase... dudo que yo me queme, yo que tu
cuidaría de mi mismo.
Arcángel despliega sus alas pero no se mueve del sitio, está esperando a que
Caído actue primero, no sabe muy bien a quien oa que se enfrenta y debe
estar a la defensiva. Su adversario lo mira dibujando una media sonrisa
pícara y arrogante. No articula palabra, con suma y pavorosa serenidad abre
sus manos mostrándole las grandes palmas a Warren. Éste lo mira extrañado.
El villano se pone de rodillas en el suelo y pone las manos en la lava, que
pronto se extiende por todo su cuerpo cubriéndolo hasta el último milímetro.
Se pone en pie ante la atónita mirada del mutante de piel azul. Caído da una
palmada y el magma incandescente del suelo se yergue como por arte de magia
y se abalanza sobre Arcángel.
-¡Mierda! -quitándose la lava de encima y quemándose- ¿Qué narices pasa
aquí?
-Ya te lo advertí alitas, te ibas a quemar.
Caído da una palmada sonriente y la lava se retira del cuerpo de Arcángel
que tiene algunas quemaduras, el traje a podido evitar que fueran más
severas. Arcángel mira extrañado a su enemigo mientras algunas quemaduras
comienzan a sangran lentamente.
-Si los entremeses te han gustado, ¿que tal si empezamos con el primer
plato?
Caído murmura algo de manera que tan solo el puede oirlo, sus palabras
suenan parecido a una lengua bereber del norte de África. De pronto uno de
los castillos de piedra negra que hay en la zona se deshace convirtiendose
en un montón de rocas que se lanzan a gran velocidad sobre el mutante X.
Algunas no le alcanzan, otras le golpean en la cara, brazos... Dos le
alcanzan en los tobillos mientras que una le da un la cabeza de refilón
haciéndole caer al suelo. Warren comienza a preocuparse y ante esto
-Veo que el primer plato tambien ha sido del agrado del señor. Veamos...
ahora viene el segundo.
-No de verdad, si yo ya estoy harto.
Worthingtong III salta sobre Caído, comienza a darle golpes secos directos a
la cara y alguno al estómago aprovechando que su enemigo tenía la guardia
bajada. Lanza alguna pluma y cuando va a emprender el vuelo su diabólico
enemigo lo coge del cuello.
-¿Dónde crees que vas pitufo? Te he dicho que ahora ibas a tomar el segundo.
-Espero que tengas un buen anti-acidez por ahí...
Caído lanza a Arcángel contra uno de los castillos idéntico al que antes se
había convertido en una montaña de pedruscos destrozando la pared de éste
con la espalda de Arcángel que se duele del golpe. La pared se regenera y
todo se torna oscuro. Una oscuridad penetrante e hiriente. El silencio es
absoluto, tan solo se rompe de tanto en tanto por alaridos de dolor, llantos
de niños y disparos.
Al pasar el rato el calor en la sala oscura donde se encuentra Warren
comienza ha hacerse insoportable. Comienza a darle vueltas a la cabeza
sentado en un rincón creyendo tener la espalda apoyada en una pared pero sin
la certeza de ello.
Pronto Arcángel cree haber dado con la solución, era algo tan evidente y
difícil de lograr que no se le había pasado por la cabeza hasta entonces.
Cuando era niño y jugaba de noche hacia luz con una linterna... la manera de
combatir la oscuridad era la luz. A la cabeza de Warren vienen recuerdos
entonces de su niñez, y momento vividos con algunos de sus amigos en la
patrulla. De manera instantánea algunos de los llantos y disparos se tornan
canciones. Arcángel sonríe y se pone en pie. El calor agobiante de antes se
convierte en una leve brisa que peina el cabello del ángel mutante. La brisa
se torna viento y el cuerpo de Warren experimenta un cambio, se torna
luminoso, desprende una luz entre blanca y amarillenta que ciega.
Éste se postra frente a la pared que se derrumba, y tras esta todo el
edificio. Vuela despacio hasta Caído que estaba bañándose en lava. Al
acercarse Warren al villano, éste comienza a sentir un agudo dolor en su
interior, el cuerpo de Arcángel se torna más luminoso que nunca. El dolor se
acrecienta a medida que el mutante se acerca al demoníaco ser. El X-Men se
planta ante su adversario habiendo comprendido como vencer la batalla. Le
tiende la mano a su enemigo.
-¿Qué...arg... ocurre? -Caído está agonizando en el suelo, tiene la mano en
el pecho apretándola contra este como si el corazón le fuera a estallar -
¿¡qué narices me estas---AAAAAAARG... hacien...do?
-Me querias matar tan solo por el odio que albergas en tu interior Caído. He
comprendido que esta ilusión no es más que el reflejo de tu alma. Si yo he
vencido a la oscuridad, tu también puedes hacerlo. Tan solo tienes que tomar
mi mano y ser capaz de perdonarme.
-¿Por qué debo de cre... creer que me salvarás si hace años me dejaste en...
arggg... la estacada?
-Te estoy intentando ayudar, creo que tan solo nos hemos cruzado en el
camino porque tan solo yo podría conseguir que salieses del estado en que
estás. Toma mi mano, es tan fácil como eso.
Caído se levanta como puede, casi tambaleándose y en un arrebato de
desesperación coge a Warren del cuello sin que éste se inmute.
-¿Para que debo librarme del odio? Tu mismo has visto el poder que me
proporciona.
-Y también e visto la debilidad que causa en ti, mírate, eres tan vulnerable...
Caído cae al suelo. Arcángel cierra los ojos esperando con la mano tendida
la decisión de su enemigo. Caído se postra de rodillas ante Worthintong III
contemplando su majestuosa figura. Éste descansa sus musculos agarrotados,
pronto la oscuridad se vuelve luz, la lava agua y los castillos y montañas
jardines y nubes. Los dos gemelos que anteriormente se enfrentaron a
Arcángel pasean jugando con un balón entre la hierba. El payaso está
entreteniendo algunos niños y los Demonios del Gobi son unas majestuosas
estatuas doradas con flores en las manos sustituyendo los báculos.
Apenas Warren ha abierto los ojos de nuevo se encuentra en el almacén del
barrio Chino. Frente a él en el suelo están tirados Fasha, Caído y Gótica,
ahora cada uno en su cuerpo pertinente. El primero en abrir los ojos es
Caído que mira sonriente a Arcángel.
-Tu... -suelta una carcajada- gracias.
Arcángel asiente con la cabeza. Su cuerpo ya no desprende luz, su traje está
en perfecto estado y el también.
-Has sido tu quien ha decidido, yo tan solo te he abierto los ojos.
-Por eso te doy las gracias, era el odio lo que me cegaba y tu luz interior
la que me ha despertado. Hace tiempo que comprendí que mis ilusiones no eran
más que manifiestos de mi odio. Quizá ninguna de ellas acabó contigo pues
sabían que serías tu quien me ayudaría.
-¿Y ahora que pasará con ellos? Han matado por ti...
-Les debo una disculpa y la vida, han demostrado ser mis amigos, me
intentaron apartar de la idea de matarte pero al no conseguirlo se unieron a
mi locura.
Fasha y Gótica se levantan, al ver a Arcángel se ponen en pie en posición de
ataque hasta que Caído les cuenta todo lo acontecido.
Arcángel se ausenta un par de horas y vuelve al almacén con una bolsa con
comida, ropa limpia y unos billetes de avión a Ámsterdam que regala a Caído,
Fasha y la joven Gótica. El héroe va vestido con un traje blanco con finas
líneas rojas. Una diadema morada aparta su rubia melena de su cara.
Fasha y Gótica viajan a Holanda deseando iniciar una nueva vida olvidándose
de su pasado; Caído prefiere quedarse en Estados Unidos y que sea lo que
Dios quiera. Mientras sus amigos vuelan rumbo a una nueva vida Arc y Caído
charlan amistosamente en el terrado de un rascacielos.
-¿Te dan muy a menudo esos ataques luminosos?
Ambos rien.
-¿Por qué lo hiciste Warren... quiero decir, porque me ayudaste?
-Desde que era un mocoso siempre he querido marcar la diferencia, ser un
mutante me ayudó mucho a ello. También el heredar las empresas de mi padre y
ser guapo y millonario contribuyó a cumplir mis deseos. Pero llegó un
momento en que me di cuenta en que debía aunar mis riquezas y mi suerte para
ayudar verdaderamente a las personas.
-Esta escena es digna de un film de Hollywood, parece el final de un cuento
o algo así.
-Un final feliz... -suspira- ¿no estás acostumbrado a ellos eh?
-No te falta razón, pero en el fondo siempre deseé uno.
Desbandada general, Caído, decide finalmente volver a Vancouver donde
quizásu familia le estuviese aun esperando. Arcángel por su parte recoge las
maletas de su apartamento, baja al garaje, las mete en el maletero y pone
rumbo a la Mansión X mientras en el cassete del coche suena Bruce
Springsteen y él tararea la canción. El Ferrari rojo cambia de destino,
pasea por la ciudad de Manhatam y es aparcado por su conductor frente a los
edificios de Clarence O'Broke. Sube en el ascensor hasta la planta número 59
donde están los más altos cargos de la ejecutiva. Camina firme y sonriente
vestido con su polo de Lacoste blanco y sus tejanos Levis. Golpea con su
puño la puerta del despacho de O'Broke, que tiene una placa en ella con el
nombre del ejecutivo. Clarence da permiso para que quien espera al otro lado
pase al interior de la estancia. Arcángel cierra la puerta golpe y ríe
burlón ante el ataque de nervios de O'Broke que intenta llamar a seguridad
pero el X-Men se lo impide.
Warren lo coge por las solapas de su americana verde oscura y lo levanta del
suelo.
-¡Tócame y te demando!
Arcángel lo suelta y éste cae al suelo.
-Ves Worthington, nunca podrás acabar conmigo, unas imples palabras te p
los pies.
Warren aprieta el puño y O'Broke ríe al ver este gesto de su enemigo.
-Adelante Warren, tócame y te demando.
-Podría hacerlo yo por estar detrás de la Banda K, pero no lo haré, y tu
tampoco me denunciarás a mi.
Warren camina directo hasta el macabro empresario y le asesta un gancho en
el estómago doblegándolo, luego otro a la cara que lo eleva del suelo. O'
Broke cae sobre su mesa partiéndola con su espalda.
El Ferrari de Warren arranca de nuevo y ahora es Deep Purple quien se
escucha de fondo. Y mientras el espectacular auto rojo del mutante se dirige
a gran velocidad hacia la mansión X un empresario norteamericano de nombre
Clarence O'Broke se encuentra clavado en la pared de un edificio a más de 40
pisos de altura sostenido tan solo por 4 plumas metálicas, gritándo como un
poseso y sin que nadie le haga caso. En la Mansión X, Xavier, Betsy y los
demás ya esperan impacientes a Warren Worthintong III alias Arcángel.
EL CORREO CELESTIAL
Para cualquier consulta con el escritor, para conocer próximos acontecimientos (cosa que está xunga XD) o para lo que sea, El Correo Celestial (kefrem2001@yahoo.es)