ARCANGEL #2
Confidencias en la sombra
Guión:
Narutaki
Portada: Wish
Arcángel está durmiendo tranquilamente cuando escucha el timbre, alguien
quiere verlo.
-Con un poco de suerte es un maniaco asesino que quiere matarme -dice
riéndose.
Abre la puerta medio dormido, pero se le ponen los ojos como platos cuando
descubre que quién le ha despertado es su amada Betsy.
-Mariposa... Betsy... ¡¿Qué haces aquí?!
-Enciende el televisor angelito ¡vamos!
Warren corre ha encender el televisor, pone la CNN.
"Ayer por la mañana fue atacado el magnate Warren Worthingtong III por un
francotirador, el joven financiero cayó herido al suelo y no se supo de él,
se conoce que por la noche tuvo fuerzas para acudir a un... bla...bla"
Arcángel apaga la tele y tira el mando al suelo.
-¿Y bien angelito?
-Es una mierda, porque ese tipo ahora se cuidará mucho de que no le vea,
será más preciso y yo... no tendré opciones de pillarlo -calla de pronto-
Besty ni te muevas, te están apuntando, no te... ¡al suelo!
En ese instante disparan rompiendo el cristal del mueble bar. Los dos
mutantes están algo nerviosos, permanecen quietos en el suelo. Vuelven a
disparar rompiendo ahora un cuadro del salón. Pasan varios minutos y el
francotirador no da señales de vida
De pronto, cuando Betsy y Arcángel están recogiendo los cristales, se rompen
las ventanas de manera brusca, un humo gris muy espeso entra en el
apartamento y tras el humo un sombra, que pronto se descubre, un hombre
musculoso de unos 30 años y con una maza de adamantium en las manos.
-Saludos Whorthingtong y compañía.
-¿Quién narices eres?
-Mi nombre es Martillo Ligero, pero si quieres puedes llamarme tu asesino.
-Bonito nombre, pero prefiero llamarte fiambre calvorotas.
Martillo Ligero ríe
-El precio por tu vida es que cierres tu empresa, si no lo haces yo mismo
vendré mañana a esta hora, tomaremos café y te mataré.
-No se como lo ves pero te envenenaré el café.
-En un descuido morirás.
-Tengo buena memoria y pongo atención en lo que hago, no moriré en un
descuido.
El villano ríe prepotente y cambiando luego de rostro coge a Arcángel por el
cuello con muchísima fuerza, al mismo tiempo le da una fuerza patada a Betsy
lanzándola lejos.
-Mira pitufo pijo, mañana te haré otra visita, y no seré tan diplomático
como hoy, si cierras a lo mejor vives, si no cierras seguro que mueres.
Dicho esto y con el mutante azul casi asfixiándose Martillo deja en el suelo
un papel con una K escrita.
-La banda K, que no se te olvide.
Acaba de hablar y suelta a Warren lanzándolo al suelo, salta por la ventana
y desaparece, Warren quiere salir tras el pero Mariposa Mental lo coge del
brazo y niega con la cabeza.
Betsy prepara unos cafés.
-¿Y bien? ¿Qué piensas hacer?
-Lo primero tomarme el día libre, ya he llamado a mi secretaria
-En fin -suspira- te jugarás la vida por tu empresa.
-Es mi oficio y mi hobby jugarme la vida.
-Osea, lo vas ha hacer.
-Afirmativo.
-No cuentes conmigo, esta misma tarde me voy -dice Betsy mientras le
acaricia el pelo a Warren.
Arcángel la mira triste y la besa.
Betsy come con Arcángel su apartamento. Toman el postre juntos y tras el
café Mariposa pone rumbo al aeropuerto, allí se despiden.
-Betsy...
-Suerte chico.
-Llámame cuando llegues.
Betsy sube a la sala de embarque del aeropuerto Kennedy de Nueva York,
Arcángel vuelve a casa en taxi, pero se baja dos manzanas antes para pasear,
hábito saludable que últimamente estaba llevando a cabo varias veces al día.
Va caminando por la calle mirando a un lado y a otro, espera que sus
enemigos se muestren, de pronto el llanto de un niño le hace recobrar el
sentido, ve que al chiquillo se le ha escapado un globo y Warren vuela para
cogerlo, baja y le entrega el globo al chavalín, se gira y sigue caminando,
pero oye un tiro, y de nuevo el niño llora, han petado el globo de un
disparo, desde un terrado Martillo Ligero y cuatro tipos más le saludan
irónicos. Continuando con su paseo pasa por al lado de un callejón y alguien
lo arrastra hacia dentro sin dejarse ver.
-¿Sr. Worthingtong?
-Yo mismo.
-He de deciros algo, se quién está tras la banda K, quién la formó, quién la
contrato, quién la lidera.
-Venga, no me líe más, muéstrese, déjese ver.
-No puedo, lo siento.
-¿Qué quieres? Dinero, olvídame.
-Nada, solo quiero que conozca el nombre de quién está forjando el mal.
-¿Quién es?
-Clarence O'Broke.
-Clarence... O'Broke... ese tipo es un capullo, pero no es malo.
-Lo es, creame señor Worthingtong.
-¿Porqué debo hacerlo?
-Porque necesitáis una base para construir la pirámide, necesitáis empezar
por algún sitio, y yo en vuestra situación señor, me agarraría a un clavo
ardiendo. Como muy tarde mañana estaréis muerto.
-Sabes demasiado, ¿quién eres?
-Digamos que una sombra.
-Una sombra charlatana y sabihonda.
-Creedme.
Y dicho esto desaparece tal y como vino, sin hacer ruido y sin mostrarse.
Arcángel sale del callejón dubitativo, con paso lento. Se gira para seguir
con las confidencias en la sombra pero, ésta ya no está. Ahora Warren habla
de manera que solo el se escucha.
-¿Qué debo hacer? ¿Y si ese tipo no miente? Pero... ¿y si lo hace?... Pase
lo que pase no cerraré la empresa, eso nunca, pero si muero muy
probablemente no acaben bien... yo no lo veré. Ese tipo tiene mucha fuerza,
y hay algo en el que me aterroriza.
Mira al cielo y de nuevo, en otro terrado ve a los chicos de la banda K que
le saludan, vuela rápido hacia allí. Al llegar e intentando intimidarlos
coge a Light del cuello, le golpea en el estómago pero Martillo Ligero coge
de las muñecas a Arcángel y saca su mandoble. Pero el X-Men hábil como el es
da una voltereta liberándose del bloqueo, barre las piernas de su enemigo
tirándolo al suelo, y apaliza a los demás K's. Pero Martillo le golpea en la
espalda tumbándolo contra la pared.
-¿Eres de los Clippers?
-No me gusta el baloncesto.
-Tu piel azul se va a tiznar se rojo si sigues así.
-Lo dudo mucho.
Arcángel da un patada y le quita el mandoble a su enemigo, se levanta y
comienza a luchar, de pronto, nota un fuerte golpe en la nuca y los párpados
le pesan demasiado para seguir.
Warren despierta entre medio cajas de madera, ya lleva dos pérdidas de
conciencia en dos días. Es ya de noche, lo deduce porque salvo la luz que
hacen dos ruinosas bombillas nada más ilumina el almacén. ¿Quién sabe que le
depara el futuro? Está atado en una silla por correas metálicas de las que
no se puede liberar... tendrá tiempo para pensar algo que nadie sabe, salvo
el que está detrás de todo esto.
EL CORREO CELESTIAL
Para cualquier consulta con el escritor, para conocer próximos acontecimientos (cosa que está xunga XD) o para lo que sea, El Correo Celestial (kefrem2001@yahoo.es)