En episodios anteriores: El combate entre Alpha Flight y el nuevo Omega Flight liderado por el General Clarke se salda con la muerte de Retroceso y con Caja postrado a una silla de ruedas a causa de una tetraplejia. A Estrella del Norte se le diagnostica el SIDA y está a punto de suicidarse, solo el encontrarse a una niña huérfana le hace cambiar de opinión.

Reserva Sarcee. Cerca de Calgary.

Dentro de la cabaña del líder tribal, Joseph Lobo Blanco, sentados alrededor de una gran mesa de madera usada para las juntas, están reunidos Joseph, los ancianos de la tribu y el joven financiero Karl Edwards.

- Como les dije cuando les telefoneé, la intención de Deephive, la empresa que represento, es reabrir la vieja mina y continuar con la explotación. Según los informes fechados en 1823, esta mina es rica en platino y eso es algo que no podemos dejar pasar.

- No podemos permitir que se reabra, esa mina fue sellada por nuestros antepasados por un motivo y así seguirá - dijo Joseph.

- No sé si me he explicado bien; quizá en los tiempos de sus abuelos las tierras fueran suyas, pero ahora pertenecen a Canadá. Ustedes están aquí de préstamo y nosotros hemos obtenido la cesión de la mina y las tierras limítrofes para su explotación. Así que si no quieren ganarse unos dólares trabajando en la mina, ya nos encargaremos de traer nuestra propia mano de obra.

- ¡No podéis abrirla!, ¡no podeiiiis!, ¡noooooo!, "El de los cien brazos" despertará, ¿no lo veis?, todos. - No pudo acabar de hablar, el corazón del anciano Crossaxes detuvo su andar para siempre.

Ostwald, cárcel de máxima seguridad. Alberta.

- Vamos, Jimmy, date prisa.

- Tranqui tio, que yo también tengo ganas de no volver a ver esa cara de perro que tienes - se dirigió el recluso al carcelero.

Después de diez largos minutos, recorriendo el pasillo que llevaba al exterior, llegaron a las puertas de la prisión donde les esperaba el alcaide. Atrás quedaron las voces que se mofaban de él desde su llegada a prisión, "Jimmy el Supervillanín" le llamaban.

- Bueno, bueno, bueno, aquí está el "famoso" Jimmy Jones. ¿Cómo te sientes después de pasarte cuatro años en la trena siendo el hazmerreír de la prisión? - se mofó el alcaide.

- Como tu madre después de tragarse mi. - Jim cortó a tiempo sus palabras, sabiendo que eso era lo que quería el alcaide.

- Venga, Jimmy, no te cortes, dilo. Insúltame, empieza una pelea, así podrás hacerme compañía unos añitos más.

- Maldito.

- Bueno, bueno, bueno, parece que la nena ha perdido todo su coraje. Está bien, aquí tienes un sobre con veinte pavos, algo más de lo que cobra tu madre por sus servicios. Puedes irte, pero recuerda que estás con la condicional, un fallo y estaré encantado de recibirte nuevamente.

Sin decir una palabra, arrancó el sobre de la mano del alcaide y salió por las enormes puertas dobles dejando atrás la maldita prisión, el lugar que tanto había odiado durante los últimos años.

- James McDonald Hudson, tú me encerraste aquí, pero juro que te lo haré pagar.

Sala de juntas del Departamento H. Isla de Vancouver.

Todos los miembros actuales de Alpha Flight habían sido citados en esta sala para hablar de su futuro. El bullicio existente desapareció cuando el general Huntman entró por la puerta y se subió al estrado.

- Señores, como bien saben, el objetivo de esta reunión es haceros saber qué pasará con cada uno de ustedes a partir de ahora.

- Quiero que sepan - continuó Huntman - que el Departamento H cuenta con todos ustedes, si bien, como ven, es imposible que todos pertenezcan a Alpha Flight. Por este motivo, hemos decidido reabrir los programas Beta y Gamma Flight. Si alguno de ustedes tiene algún problema de cualquier tipo por el que quiera rechazar unirse al equipo, que lo diga.

- Y así, los equipos quedarán como sigue:

- Gamma Flight. Será un equipo de aprendizaje para aquellos cuyos poderes todavía no estén dominados del todo, o sean demasiado inexpertos para pertenecer a las otras categorías. Tendrán una participación prácticamente nula en acciones bélicas. Sus miembros son:

- Portal - la joven miró nerviosamente a Duende, su hermana gemela.

- Duende - un gruñido de satisfacción salio de su boca, abrazando al momento a su querida hermana.

- Némesis - la enmascarada se tragó su orgullo y aceptó la designación. Sabía que se merecía algo mejor, pero el no haber revelado su identidad en ningún momento hacía que desconfiaran de ella y prefirieran tenerla bien controlada.

- Maniquí - ¿cómo era posible?, él había luchado junto a los Alphas durante mucho tiempo. ¿Qué clase de menosprecio era ese?, se sentía ciertamente decepcionado, si bien sus poderes habían cambiado recientemente, los tenía casi controlados.

- Y, como entrenador y líder del grupo, Mayor Hoja de Arce - el veterano combatiente sonrió. Hacía tiempo que había decidido retirarse, pero este nuevo puesto le permitía transmitir su experiencia a los más jóvenes y, al mismo tiempo, la posibilidad de no entrar de nuevo en combate.

- El siguiente equipo es Beta Flight. Todos los miembros que lo integran están perfectamente cualificados para formar parte de Alpha Flight. Sin embargo, su falta de experiencia en combate los dejará apartados de las misiones más difíciles. Sus miembros son:

- Sombra - pensaba que había demostrado su valía con creces, sin embargo, su edad le impedía estar junto a "los grandes", algo que realmente le molestaba.

- Natura - estaba cantado que si Sombra, que había ingresado en Alpha Flight con ella, se quedaba en Beta a ella le pasaría lo mismo. De todos modos, no era algo que la importara, durante su estancia con los Alphas había estado a punto de perder la vida un par de veces y, al estar en un grupo alejada de las misiones más peligrosas, se sentía reconfortada.

- Napalm - se han enterado de mi enfermedad, pensaba. No quieren poner en peligro a sus mejores hombres juntándolos con alguien como yo, lo comprendo.

- Chico Salvaje - grrrr, otra vez me relegan a las "categorías inferiores", si lo llego a saber me quedo en Factor-X, allí al menos me valoraban de verdad.

- Talismán - era esto o su aburrida vida como arqueóloga, sin duda se quedaba con esto. De todos modos, estando su padre allí, era imposible que fuera designada para los Alphas, así que aceptó su puesto.

- Potro Salvaje -

- ¿Cómo que estoy con los Betas?, oye, tío, yo soy mejor que todos estos idiotas, no puedes decirme dónde tengo que estar. ¿Me oyes? - gritó dirigiéndose al general Huntman.

- Para empezar, cuando se dirija a mi lo hará como General Huntman, o General si lo prefiere. Y ahora haga el favor de callarse. Si está a gusto con su designación cierre la boca, y sino ya sabe dónde está la puerta.

Potro Salvaje bajó la voz, refunfuñando por lo bajo y lanzó una mirada de ira al general.

- Bien continuo, los siguientes miembros serán los jefes del grupo, Caja y Diamante Lil.

Madison Jeffries, ahora postrado en una silla de ruedas por las heridas sufridas en el combate contra Omega Flight¹ aceptó la responsabilidad. Tenía experiencia suficiente para pertenecer a Alpha Flight, pero prefería liderar un grupo, aunque fuera este Beta Flight.

Diamante Lil, por su parte, tenía sentimientos contradictorios. Por un lado estaba el afecto que sentía por su marido, después de las lesiones sufridas, que le habían dejado tetrapléjico, se sentía con la obligación moral de ayudarle ahora que la necesitaba más que nunca. Sin embargo, también le veía como a un trasto inútil, posiblemente no se curara nunca, y ella no iba a permanecer atada a él y casta solo porque su marido no pudiera darle lo que necesitaba. Todavía era una mujer joven y atractiva y estos jovencitos apuestos que la dedicaban miradas de reojo podían darle lo que necesitaba...

- Y Alpha Flight está formado por el resto:

- Vindicador - Mac sonrió confiado, era un orgullo representar a su país y Alpha Flight era lo más grande que había para él.

- Guardián - la idea no le agradaba demasiado a Heather, pero aceptaría el puesto de momento, era la única manera de estar junto a su marido e intentar arreglar su relación amorosa, rota desde que Mac se convirtió en una especie de cyborg².

- Puck - desde que volvió a ver a Heather se dio cuenta de que, aunque intentara en repetidas ocasiones quitárselo de la cabeza, era el amor de su vida. Había meditado mucho y estaba decidido a abandonar Alpha Flight si ella también lo hacía, pero como aceptó quedarse, él permanecería a su lado. Además, parecía que la relación entre Mac y ella no iba demasiado bien, quizá aprovechara esta oportunidad que le daba el destino...

- Estrella del Norte - había recuperado las ganas de vivir después de acoger a la pequeña Susan, de vivir lo poco que le quedaba de vida, pero seguiría en el equipo, pues era la única forma de tener una muerte honrosa cuando viera que le fallaban las fuerzas.

- Sasquatch - ya estaba un poco cansado de tanto tiempo metido en un laboratorio, sin duda Alpha Flight era el mejor lugar para liberar adrenalina y soltar toda la rabia que llevaba dentro.

- Persuasión - al no verse en los otros equipos había deducido que su puesto estaba con los Alphas, se sentía valorada de nuevo al jugar en "primera división" y no iba a dejar escapar la oportunidad.

- Y por último, Shamán.

- Lo siento mucho, pero en este momento debo dejar temporalmente el grupo. He recibido una llamada de mis amigos de la Reserva Sarcee, parece que hay algún problema y necesitan mi ayuda urgentemente. Sin embargo, propongo a mi hija, Talismán, para que ocupe mi puesto.

- Bien, tomaremos en cuenta su proposición. Mañana les comunicaremos quien será ascendido a Alpha Flight para ocupar su puesto. Otra cosa que quería comunicarles es que, hemos decidido que el equipo Alpha pueda abandonar la base y hospedarse donde quiera, con la condición de que acuda a la llamada puntualmente cuando se les requiera.

- No habiendo más temas que tratar, doy por terminada la reunión.

Fuera, frente a sus habitaciones, estaban Heather y Puck charlando antes de abandonar las instalaciones de Alpha Flight.

- Me preguntaba si te gustaría que quedáramos para tomar un café y charlar de los viejos tiempos, ¿qué te parece?, ¿eh?

- Vale, Eugene, ¿qué tal esta noche a las diez?

- Perfecto, pero nos lo tomamos en el Trébol Irlandés, que ya estoy un poco agobiado de estar todo el día encerrado entre estas paredes.

- Muy bien.

De pronto, se abrió la puerta de la habitación de Estrella del Norte y salió Jean Paul.

- Hola, siento interrumpiros, pero quería comentaros una cosa...

- No interrumpes nada, Jean Paul, perdona si nos fuimos ayer sin ti, pero era tarde y todavía no habías vuelto³... - dijo Heather.

- No te preocupes, para alguien con mis poderes las distancias no son nada. Precisamente quería hablaros de lo que pasó ayer...

- Cuenta, cuenta, somos todo oídos, ¿eh? - dijo Puck.

- Bueno, lo primero, siento haberte gritado ayer Heather, de veras, pero estaba pasando por un mal momento...

- No es nada, lo comprendo.

- Bueno, quería deciros que cuando os dejé en el entierro me fui a dar una vuelta y, bueno, me encontré con una niña... - se detuvo momentáneamente.

- Sigue - sugirió Puck.

- Bueno, pues resultó que le cogí cariño y vi que su padre estaba muerto y no tenía más familia, así que me la llevé...

- Pero, Jean Paul, no puedes hacer eso, tendrías que haberla entregado a la policía... - la repentina mirada de ira de Jean Paul hizo que Heather se callara, al momento la ira se desvaneció de sus ojos y se mostró una cierta tristeza.

- Quizá debería haber hecho eso, pero ella estaba a gusto conmigo y yo con ella así que..., bueno, he decidido que quiero adoptarla.

- Me alegro mucho, Jean Paul - dijo Heather.

- Y yo, si podemos ayudarte en algo... - se ofreció Puck.

- Gracias - era realmente curioso ver como agachaba la cabeza al dar las gracias, como avergonzado por hacer algo que solo había hecho contadas veces en la vida - quería que lo supierais, porque vosotros sois en los que más confío de todo el equipo. Este trabajo es peligroso y cualquier día me puede pasar como a Albert⁴, si eso pasara... me gustaría que alguno de vosotros la cuidarais hasta que le dieran otra familia.

Heather y Puck asintieron al unísono con la cabeza.

- Y ahora tengo que pediros un pequeño favor, mañana iré a hablar al Ministére de la Famille et de l´Enfance de Québec para tratar el tema de la adopción y no tengo a nadie que cuide de mi pequeña Susan...

Puck y Heather sonrieron al oír "mi pequeña Susan", los ojos de Jean Paul mostraron una mirada mezcla de ternura y radiante felicidad.

- Yo la cuidaría encantada, Jean Paul, pero hace media hora telefonee a mis hermanos y he quedado en ir a visitarles unos días - se disculpó Heather.

- Tranquilo, yo la cuidaré - se ofreció Puck.

Las puertas del Departamento Técnico del Área 88 de abrieron, una silla de ruedas eléctrica penetró en la iluminada estancia donde sobresalía la figura de un enorme robot amarillo.

- Me habéis llamado, ya estoy aquí - dijo Madison Jeffries desde la silla de ruedas.

- Señor Jeffries, le presento a su nuevo compañero, Bumblebee - dijo la Doctora Shin señalando al robot.

- Será una broma, ¿no?

- Hola, Señor Jeffries, me llamo Bumblebee, es un placer conocerle - se presentó el robot, su voz, a pesar de sonar metálica, tenía un timbre juvenil y alegre.

- Bumblebee le servirá en combate como una nueva armadura, en sustitución de la que fue robada por el General Clarke.

- ¡Oh, Dios!

- ¡Ey, chicos!, ¿sabéis qué he conseguido? - era Potro Salvaje quien se dirigía entusiasmado a sus compañeros de Beta y Gamma Flight entre los que estaba Persuasión.

- ¿Qué? - dijo Persuasión con indiferencia.

- Primero alegra esa cara, Zarzamora. ¡Nos vamos de marcha! Le he comentado al General que no era justo que los Alphas pudieran ir a sus casas mientras nosotros nos quedamos aquí y, al menos, he conseguido que nos de el día libre.

- ¡Guay!, ¿dónde vamos? - preguntó Portal.

- Tranqui, bonita, solo nos vamos los mayores de edad, así que me temo tu perrito y tú os quedáis aquí.

- ¡No llames perrito a mi hermana! - le respondió Laura Dean mientras abrazaba a Duende, quien le rugía a Potro.

- Bueno, el trato es que o vamos todos, o no vamos ninguno, y yo no me quiero quedar así, o sea que, os guste o no, os venís conmigo.

- Yo lo siento mucho, pero voy a dar una vuelta con mi padre antes de su partida, ya me contaréis que tal os ha ido - se disculpó Talismán.

- Vale, tía, ¿habéis visto a "la mujer de la máscara de hierro"?

- No, Potro, pero da igual, es una tía rara, vámonos sin ella - respondió Napalm.

Reserva Sarcee. Cerca de Calgary. El día siguiente.

El todoterreno de Shamán entró levantando una nube de polvo, la reserva estaba sospechosamente silenciosa. Los niños que otrora jugaran en las calles, debían estar metidos en sus casas.

Desde el todoterreno divisó un edificio que no estaba en su última visita, a unos kilómetros, cerca de la vieja mina. En unos minutos llegó al edificio que se veía a lo lejos, éste era un gran barracón prefabricado de madera, por el estado de ésta parecía que llevara solo unos días montado.

- Excavaciones Deephive. Parece que la vieja mina ha sido reabierta.

Movido por la curiosidad, entró en el edificio. Una pequeña salita a modo de recibidor estaba frente a la puerta, a su derecha se abría un pasillo que seguramente llevara a las pequeñas habitaciones de los barracones.

- ¿Qué tenemos aquí? - de la salita recogió un par de revistas escritas en caracteres cirílicos - Mano de obra seguramente rusa; buena, barata y no tienen que ir muy lejos para buscarla - pensó mientras echaba un vistazo.

- ¿Hay alguien aquí?, ¿hola? - solo el silencio respondió.

- ¿Hola? - penetró por el pasillo buscando a alguien, y los encontró.

En una pared lateral, anclados en la madera, estaban los ganchos de acero que usaban para colgar los sacos llenos del mineral que extraían de la mina. Ahora en lugar de sacos había colgada media docena de hombres de aspecto caucásico. Presentaban heridas de escopeta por el cuerpo, estaban rajados del pecho al abdomen y las entrañas colgaban de ellos.

- Ugh - Michael tuvo que contener una arcada ante tal espectáculo. Solo con echarles un vistazo, gracias a sus conocimientos médicos, supo que a esa pobre gente le habían arrancado los riñones y el corazón.

1.- Como se vio en Alpha Flight #137.

2.- Alpha Flight #88.

3.- Como se vio en el episodio anterior.

4.- Albert Louis, Retroceso, murió a manos de Yeti en Alpha Flight #137.

CARTAS DESDE CANADA

Bueno, este número puede parecer un poco soso, pero era necesario para centrar las bases del nuevo equipo y seguir con fuerzas renovadas.

Si queréis saber que tal les fue la juerga a los Betas, os recomiendo que echéis un vistazo al anual de Alpha Flight - Cachorros de inminente publicación.

En fin, casi un año sin aparecer la serie y no hay cartas, que triste, ¿no?, venga, escribid alguna o tendré que empezar a inventármelas :P

Hasta la próxima.

Israel López Fernández (también conocido como Rocket)