TITANES #59
Amanecer en Escarlata IV
Un millar de soles
Guión: Tomás Sendarrubias
Breyfogle House, perteneciente a la Fundación Martha Wayne. Gotham City.
-Así que al final, te cargaste al huevito-ríe Roy Harper, abriendo una cerveza fría y tendiéndosela a Ryuku, que la coge mientras se encoge de hombros. Fuera, en el patio, Lian se ríe con las construcciones del anillo de G´Nort, mientras Dick y Kory preparan las hamburguesas en una barbacoa. Rose Wilson charla con Toni, sin apartar la mirada de Lian, mientras Karen habla por el móvil con sus viejos compañeros de la JSA, interesándose por el estado de los heridos en la lucha contra Capucha Escarlata1, y Scott Free y la doctora Zolomon hablan sobre la tecnología del Cuarto Mundo en un rincón del jardín. Breyfogle House, el lugar donde Roy y Lian han pasado las últimas semanas es un centro de acogida, donde mujeres maltratadas o familias sin recursos encontraban una solución, al menos temporal, a sus problemas. Bruce Wayne había metido en ella a Roy Harper y Lian bajo una identidad falsa. Con Egg-Fu fuera de juego, Dick había considerado que ya no era necesario mantener escondido a Roy, así que celebraban su regreso a los Titanes... y el que fuera lo que fuera ese Amanecer Escarlata del que tanto habían escuchado hablar, no había llegado a producirse. Nada que pudiera ser conocido como "El Día de Darkseid" podría traer nada bueno.
-Y después, Dick casi se me carga a mí-responde Ryuku, dando un sorbo a su cerveza, sentado a horcajadas sobre una silla en la cocina del apartamento, mientras Roy comienza a sacar de la nevera los vegetales para preparar una ensalada-. ¿Te ayudo?
-Claro, ve preparando el aliño-dice Roy, señalando un pequeño armario de donde Ryuku saca vinagre, miel y especias, mientras Roy le pasa la mostaza de la nevera-. ¿Y qué pasa con Capucha Escarlata?
-Con Jaque Mate en funcionamiento de nuevo, ellos se están encargando de realizar un seguimiento de las posibles actividades de Intergang y la Liga de Asesinos-responde Ryuku, mezclando en un cuenco los ingredientes del aliño-. Encontrarán a Jade, Roy. De todos modos, según Jesse y Asesina Zorra Fantasma, las profecías de la Biblia del Crimen no se han cumplido, así que deberíamos poder estar tranquilos un tiempo.
-Oh, mierda-gruñe Roy, mirando de forma acusadora a Ryuku, que se encoge de hombros.
-¿Qué? ¿Qué he hecho?
-Decirlo, tío. "Deberíamos poder estar tranquilo." Es la maldita ley de Murphy, cada vez que alguien dice "vamos a estar tranquilos", "esto acaba aquí", o "no puede ir a peor"... todo se complica. Ley de Murphy.
-Creo que es un concepto que no termino de entender...
-Que Dios nos libre de vivir tiempos interesantes-dice Dick, entrando desde el jardín, sonriendo-. Viene a ser más o menos eso, Ryuku. O en resumen, que todo lo que puede acabar mal, lo hará.
-Eso es tremendamente negativo-protesta Ryuku, mientras Dick abre la nevera y saca una Coca-cola.
-Sí, lo es, la mayoría del pensamiento occidental es así, capaz de provocarte una depresión en el momento en que te pares a escuchar-responde Dick-. Las hamburguesas están casi preparadas.
-La ensalada tam...
El sonido del móvil de Dick interrumpe a Roy, que se limita a coger la ensaladera y salir con ella al jardín, mientras Dick responde.
-Hola, Tim-dice, pero de inmediato, la sonrisa se le borra de la boca. Ryuku siente un escalofrío y recuerda las palabras de Roy. Ley de Murphy-. Sí. De acuerdo. Salimos para la Batcueva ya, allí nos vemos2.
Dick cuelga, y Ryuku le mira con gesto interrogante.
-¿Problemas?-pregunta Ryuku, y Dick asiente.
-Y de los gordos. Creo que la barbacoa tendrá que esperar. Nos reuniremos con Robin, Batman y Superman en la Batcueva, será mejor que reunamos al equipo.
Ryuku asiente, se incorpora, dejando la cerveza aún fría en una encimera, y sale hacia el jardín. Y en ese momento, un inmenso trueno sacude el cielo de Gotham, y las propias paredes de la casa tiemblan, como si un avión supersónico hubiera roto la barrera del sonido por encima de ellos. Lian mira hacia el cielo, asustada, y corre en brazos de su padre, que la abraza mientras el cielo parece llenarse de nubes rojas, que giran a toda velocidad en un vórtice cuyo centro parece ser una columna de luz verde que brota del corazón de Gotham.
-Papá... ¿qué es eso?-masculla Lian, pero Roy no responde, limitándose a mirar hacia Dick y Ryuku, que se encoge de hombros como pidiendo disculpas. Cualquier respuesta que pudiera tener Roy Harper para lo que estaba ocurriendo desaparece cuando una figura púrpura salta sobre el muro que cierra el patio del apartamento de Roy y Lian en Breyfogle House, cayendo a pocos pasos de ellos envuelta en una capa también púrpura. Antes de que nadie tenga tiempo de reaccionar, una jaula verde se forma alrededor de ella, encerrándola.
-¡Eh!-protesta la figura púrpura, obviamente una chica-. ¡Que estoy de vuestro lado!
-G´Nort, suéltala-ordena Nightwing, y de inmediato, la jaula creada por el Green Lantern desaparece-. Spoiler, ¿qué haces aquí?
-Robin me dijo que podría encontraros aquí, y me dijo que os avisara-responde la muchacha, avanzando hacia ellos-. Ha pasado algo en la Torre del Reloj, Nightwing. Y hay ninjas y cosas medio animales por todas partes. Liga de Asesinos. Intergang.
-Mierda-responde Roy-. Parece ser que todo no está tan acabado como parecía. Y que todo puede ir a peor.
-Lo he pillado, lo he pillado-replica Ryuku.
-Toni, ponte en contacto con Jaque Mate, necesitaremos a Oráculo coordinando...-ordena Dick, pero Karen niega con la cabeza.
-No hay comunicaciones con el exterior de Gotham-interviene-. Sólo corto alcance.
-¿Scott?-pregunta Dick, y Mister Milagro niega con la cabeza.
-Sea lo que sea, no es tecnología del Cuarto Mundo-responde Scott.
-De acuerdo-asiente Nightwing-. Uniformes todo el mundo, salimos ahí fuera en tres minutos. Spoiler, Rose, os quiero aquí a las dos.
-¿Qué?-protesta Spoiler-. Sólo venía a avisaros, hay gente ahí fuera que necesita mi ayuda...
-Y desde luego, aquí dentro hay gente que necesita tu ayuda. Niños y familias que no tienen a nadie que los defiendan. Rose y tú os encargaréis de Lian y de ellos.
-Eres tan mandón como Batman-gruñe Spoiler, y Dick no puede evitar una sonrisa, mientras desaparece dentro de la casa para cambiarse-. Aunque desde luego, tiene mucho mejor culo-termina susurrando la muchacha, volviéndose luego hacia Rose Wilson, que la mira con cierta sonrisa-. En fin, parece que me dejan aquí para cuidaros. Quizá sería mejor que la niña y tú volvierais dentro, no me gustaría que resultaseis heridas...
-Oh, no, no te preocupes-sonríe Rose, abriendo un baúl que hay en un rincón del patio, y del que extrae un cinturón del que penden dos espadas, que se ciñe a la cintura. Spoiler observa atónita que dentro del baúl hay además varias pistolas, y hasta le parece ver un lanzagranadas. Rose vuelve a sonreír-. Parece que vamos a pasar juntas un rato, nena, deja que te hable de mi padre.
Bar Iceberg, Gotham City.
-¡No!-grita Oswald Cobblepott, al que la mayoría llamaba simplemente "el Pingüino", mientras sus hombres trataban de detener a los ninjas que habían entrado en el bar y estaban masacrando a sus clientes. Por supuesto, el servicio de seguridad del Pingüino hacía lo que podía para evitarlo, incluso esos ilegales que había traído de las viejas fuerzas paramilitares del Este de Europa, pero no estaban teniendo demasiado éxito. Al frente de todos ellos, hay un hombre con un garfio en la mano, y antes de que se de cuenta de cómo lo ha hecho, Cobblepott ve que Garfio secciona limpiamente el cuello de Yuri, su jefe de seguridad, que cae manchando el suelo de la sala con la sangre que la sonrisa que de pronto ha aparecido en su garganta.
-Capucha Escarlata te manda saludos, Pingüino-dice Garfio, y apunta a Cobblepott con su arma. Con un sonido seco, el garfio vuela, seguido de un cable hacia el Pingüino, y le hubiera atravesado de lado a lado de no ser porque de pronto, una mancha de colores rojo, verde y amarillo cayó sobre Oswald, haciendo que el gancho pasara a un par de palmos por encima de él. Apoyando los pies en la espalda de Cobblepott, Robin salta hacia delante, arrojando una lluvia de shurikens en forma de afiladas "R" hacia Garfio. Hay un nuevo chasquido cuando este retrae el cable y el gancho vuelve a su mano. Robin cae cerca de los pies del asesino, y al tiempo que se inclina hacia atrás para evitar un ataque de Garfio, despliega su vara, haciéndola girar bajo él mientras salta hacia atrás, golpeando con ella en el plexo solar a uno de los ninjas de la Liga, que estaba a punto de atravesar con su katana a una de las bailarinas del Iceberg.
-Será mejor que corra-gruñe Robin, y la chica obedece de inmediato, mientras Tim se gira para hacer frente a los asesinos y a Garfio, que está a punto de soltar un golpe mortal que hubiera abierto a Tim desde la nuca a la rabadilla, golpe que Tim detiene con su vara, aprovechando la inercia del golpe para utilizar el garfio de su atacante como punto de apoyo, de modo que la vara golpea a Garfio en las rodillas, haciéndole caer hacia delante. Robin aprovecha, golpea el rostro de Garfio con las rodillas, sintiendo el estallido de los cartílagos y los huesos del rostro del asesino, mientras da una voltereta por encima de él y le vuelve a golpear en la nuca con la vara.
-Bien, ahora sólo quedamos dos docenas de ninjas silenciosos y yo-masculla Robin, con una sonrisa-. Lo siento por vosotros. Un dardo aparece de detrás de él, y se fracciona como si de una granada de fragmentación se tratara, hiriendo a varios de los ninjas de la Liga de Asesinos. Robin se permite girarse un momento, y ve al Pingüino, apuntando hacia los ninjas con un paraguas, del que vuela un nuevo dardo, que impacta contra otro terceto de asesinos-. Creo que ahora es cuando lo he visto todo. Robin y el Pingüino...
Comisaría de Gotham City.
-¡Quiero saber qué demonios está pasando por toda la ciudad!-ordena James Gordon, irrumpiendo en la comisaría y cogiendo una taza de café de algún sitio-. ¿Por qué mi ciudad está siendo asaltada por ninjas y monstruos medio animales? ¿De dónde han salido?
-De todas partes, comisario-informa la detective Montoya, guardando un par de revólveres en las sobaqueras para luego echarse por encima una cazadora de cuero.
-Renée, ¿dónde crees que vas?-dice Gordon, y ella sonríe con sarcasmo, mientras Harvey Bullock, con la gabardina puesta, y llevando un rifle de asalto, se une a ella.
-A cumplir con nuestro trabajo, jefe-responde Montoya-. Servir y proteger.
Torre del Reloj.
Dos aspas verdes refulgen sobre la Torre, con Chesire y Superman sujetos a ellas con grilletes de energía esmeralda, mientras el Joker, frente a ellos, hace juegos malabares con el Orbe de Rama Kushna. El payaso sonríe, con un crujido subyaciente bajo su risa sorda, mientras su mirada danza, perdida entre sus dos prisioneros y el cielo, cubierto de nubes rojas.
-Darkseid Es, Darkseid Es...-canturrea el Joker-. Que temita más aburrido. Creo que Darkseid está sobrevalorado como enemigo, su vocabulario es más bien limitado y, bueno, ¿no veis en esto de la Antivida un rollo nihilista completamente decimonónico? Sturm und Drang! Demasiado Nietzsche, demasiado Kierkegaard, tanta angustia y desesperación me da la risa. Como casi todo, por otro lado. ¿A vosotros no os dan ganas de reír? ¿No le veis como cierto trauma infantil? Seguro que los Dioses del Tercer Mundo o lo que fuera le causaron algún tipo de trauma. Oh, Sagrada Navidad, ¿no creeréis que los Dioses del Tercer Mundo abusaron de los del Cuarto? Eso explicaría tantos traumas sin resolver entre padres, hijos y esa amplia familia que conforman. Pero para ser sinceros, con esa capucha puesta y mientras escuchaba al Huevo Amarillo, pude ver la Ecuación Antivida... y no merece la pena. Ahora, yo tengo una idea nueva: la Fórmula Joker. Y todo el mundo se va a reír...
-Joker...-sisea Superman, a pesar de que siente que la fuerza se le escapa, como si la construcción mágica que le sostiene le estuviera drenando la energía-. Estás manipulando fuerzas que no comprendes...
-Oh, boy scout te equivocas. La Capucha Escarlata me ha enseñado muchas cosas. He visto cosas inimaginables, ¿sabes? Y al final, he tenido una revelación, un descubrimiento como San Pablo camino de Damasco, aunque yo no iba a caballo. Tengo alma de científico. Y de artista. Creo que debo convertir el mundo en una expresión de mi alma interior, de lo más profundo que hay dentro de mí. Ya sabes, mis sentimientos y todas esas cosas. Esa gran sonrisa que hay dentro de mí, rodeada de rosas rojas y negras y supurando sangre y pus.
El Joker gira sobre sí mismo, y sujeta el Orbe con ambas manos, mientras un gran destello de luz verde ilumina todo el área de la Torre. Un batarang vuela hacia ningún sitio, pasando por el lugar en el unos segundos antes, el Joker había sostenido el Orbe de Rama Kushna. El Joker ríe, mientras ve a Batman, acechando como una siniestra gárgola sobre el borde del edificio dispuesto a lanzar otro batarang. Shiva cae sobre él, escondida por el Joker precisamente para la ocasión, golpeándole con las piernas entre los hombros, haciéndole perder el equilibrio y caer hacia delante. Batman se revuelve, girando sobre sí mismo y lanzando varios dardos cargados de tranquilizantes hacia Lady Shiva, que los evita, apoyándose con una mano en la balaustrada del edificio, y lanzándose con un ágil salto hacia el interior, dejando que pasen por debajo de ella, mientras unas manos de energía verde aplauden, estruendosas, afectando a la concentración de Batman. Puede notar el sonido que emite el Orbe de Rama Kushna, como la vibración de un serrucho en los dientes, como si tuviera una herida abierta en las encías y le estuvieran hurgando dentro. En otras manos, el Orbe de Rama Kushna podría ser un elemento de paz, pero el Joker... Batman lanza un puñetazo, Shiva lo detiene y le golpea con el codo en el hombro. Bruce escucha un crujido, y se tambalea hacia delante.
-Has sido juzgado, Batman-dice Shiva, golpeando de nuevo, y alcanzando con la tibia el rostro de Bruce, que nota que sus labios prácticamente estallan con el golpe-. Y eres indigno de portar el Manto del Murciélago. La Máscara de Tengu ya no te pertenece. Yo te la di3 y yo te la arrebataré.
-En tus sueños, Shiva-farfulla Batman, y se incorpora como una serpiente, golpeando en la frente a la asesina con la cabeza, rompiéndole la nariz y haciéndola caer hacia atrás. Shiva trastabilla, y Batman le clava uno de los dardos tranquilizantes en la cadera. Ella se revuelve tratando de alcanzar el cuello de Batman con el dorso de la mano para romperle la tráquea, pero él detiene el mortal golpe con el canto blindado de los guantes. La vista de Shiva se nubla, y cae de rodillas.
-Estupendo, Bat-amigo, estupendo-dice el Joker, mientras Batman, saboreando su propia sangre, se vuelve hacia él.
-Suelta eso, payaso-farfulla, escupiendo sangre y trozos de diente, pero el Joker niega con la cabeza.
-De eso nada, pastelito-ríe-. Ahora te tengo justo donde quería. En la luz, las sombras no tienen poder. Y ahora, yo tengo la luz.
El Orbe de Rama Kushna centellea de nuevo... y Batman grita como si le estuvieran arrancando la carne de los huesos.
Cerca del Edificio R.H Kane.
La luz plateada de Argent cae sobre los asaltantes, pero no antes de que sus armas hayan extendido una gran destrucción por los alrededores del Edificio Kane. Toni no puede evitar recordar a su compañera, Flamebird, a cuya familia pertenecía el conglomerado empresarial cuya sede estaba en ese edificio4.
Bajo ella, Ryuku golpea a uno de los asaltantes con los nunchakos, haciéndole caer al suelo de bruces antes de volverse, girando las cadenas en sus manos para volver a esgrimirlos contra otro de los asesinos que habían acabado con buena parte de las gentes que se movían por el distrito financiero de Gotham. El atacante está a punto de disparar uno de esos rifles que llevan contra Bushido, pero esté desvía el disparo enganchando el cañón con la cadena del nunchako y tirando de él, golpeándole en el vientre con la rodilla y en el rostro con el codo. Un rayo de energía estelar de Starfire cae a unos pasos de él, alcanzando de lleno a otro de los asaltantes, mientras Power Girl saca de un escondite a tres hombres, trajeados, que se habían escondido para salvar la vida. El destello dorado de Lady Zoom recorre la calle, desarmando y noqueando asaltantes, mientras Mister Milagro enturbia los ataques con bombas de humo y distorsionadores de percepción. Las flechas de Arsenal vuelan por toda la calle, mientras Nightwing salta de un lado a otro, arrojando batarangs.
-Zona limpia-dice Starfire, tomando tierra junto a Nightwing tras unos minutos-. El recuento de bajas tendrá que esperar.
Nightwing asiente, cogiendo uno de los rifles que habían utilizado, armas que habían aniquilado directamente la materia de todo aquello que habían alcanzado. ¿Recuento de víctimas? Iba a ser muy difícil, no habían quedado cuerpos. Tecnología del Cuarto Mundo. Intergang. ¿Egg Fu iba a seguir atormentándoles incluso después de muerto?
-Bushido, ¿qué pasa?-pregunta Nightwing al ver que su compañero se acerca a él, con gesto serio.
-Tengo dudas sobre la eficacia de haber enviado a nuestro miembro más poderoso como mensajero-dice Bushido, mirando serio a Nightwing.
-Sólo G´Nort podía llegar a su objetivo con la velocidad suficiente-responde Nightwing, mientras a su lado, Arsenal, sonríe, negando con la cabeza.
-¿A nadie más le preocupa el concepto de que G´Nort se haya convertido en "nuestro miembro más poderoso"?-masculla, pero no espera respuesta. No es momento de hacer chistes, y lo sabe.
-Bien, sigamos adelante-dice Nightwing, con los ojos puestos en la columna de energía verde que brota de la Torre del Reloj.
-¿A nadie más le duele la cabeza?-pregunta Argent, mientras su plasma plateado fluye para crear una plataforma en la que poder transportar a sus compañeros-. Es como si hubiera un ruido debajo de todo... pero un ruido que no soy capaz de escuchar...
-Hace algún tiempo estuve en Nueva York con mi marido y cuando pasamos por Central Park, había un vagabundo que hacia una música horrible con una sierra-responde Lady Zoom-. "Suena hawaiano, ¿verdad5?", decía continuamente. Aquel sonido me daba ganas de llorar. Y ahora tengo la misma sensación.
-El Amanecer Escarlata-farfulla Mister Milagro, escuchando los pitidos de la Madre Caja-. Capucha Escarlata está provocando su propia versión del Día de Darkseid, y todo se está yendo al garete. La masacre de Gotham puede parecer una broma con lo que vendrá después si no le detenemos...
-Le detendremos-responde Nightwing-. Siempre lo hemos hecho antes.
Parque Robinson.
Cuando comienza a escuchar los gritos de los asesinos de Intergang y la Liga procedentes del Parque Robinson, Cazadora se siente casi culpable por haberles engañado y haber hecho de señuelo para que se dirigieran hacia allí. Desde el momento en el que entran en el Parque, sabe que nunca volverán a saber de ellos. Los crujidos de la madera mezclados con los gritos y gemidos, y el cómo el verde parece moverse en el interior del Parque, confirman la teoría de Helena Bertinelli, que salta sobre su moto para alejarse de allí. A Hiedra Venenosa no le gustan los visitantes6.
La Cazadora se aleja de allí. Casi culpable no significa que se sienta mal, y espera que sufran mucho en manos de la enloquecida doctora Isley.
Iceberg Club.
Robin está agotado, pero debe reconocer que el Pingüino está siendo bastante más ayuda de lo que había esperado. Y desde luego, aquellos paraguas trucados tienen mucho más peligro de lo que parecían en principio. En aquellos momentos, Robin se alegra de que Oswald Cobblepott haya decidido dedicarse a una vida... bueno, más o menos legal.
-¿Los ninjas asesinos nunca se acaban?-gruñe Cobblepott, disparando con un paraguas-metralleta a una nueva oleada de miembros de la Liga de Asesinos que intentan infiltrarse por el tejado del club, tras romper las cristaleras.
-Siempre me he preguntado lo mismo sobre los matones que utilizáis-replica Robin, aprovechando el respiro que le da el Pingüino para recoger algunos de sus shuriken, tantas oleadas de ninjas le estaban dejando sin material. De pronto, siente una leve sensación de mareo, y ganas de vomitar, como si hubiera un ruido de fondo que le hiciera sentir vértigo. El Pingüino también ha palidecido y se apoya en una barandilla. Tim nota que le escuecen los ojos, las fosas nasales bloqueadas. Y un zumbido en los oídos que realmente no está ahí, pero parece que le va a volver loco.
-¡Cuidado!-grita Robin, y salta apartando a Cobblepott de debajo de la cristalera que revienta del todo, cayendo cristales capaces de partir a un hombre por la mitad, mientras un grupo de ninjas se descuelga, rodeando tres mujeres disfrazadas.
-Estupendo-masculla Robin, apartándose de encima del Pingüino-. Cuando más miedo me dan es cuando llegan con traje personalizado.
-Las conozco-masculla Cobblepott, frunciendo el ceño-. Silken Spider, Dragon Fly y Tiger Moth...Han debido conservarse en formol.
-¿El Pingüino nos está llamando viejas?-masculla Tiger Moth, una mujer rubia, vestida con un traje que parece mezclar los dos elementos de su nombre, el tigre y la polilla, pero que empuña dos UZI, y parece dispuesta a usarlas.
-¿Por qué no atacan?-sisea Tim, viendo que los ninjas se distribuyen por la sala, pero en ningún momento avanzan hacia ellos.
-No le mires el diente al caballo regalado-responde el Pingüino, pero Robin no puede quitarse encima la sensación de que no le hace ninguna gracia nada de lo que está pasando.
-Pajarito, te traemos un mensaje de Capucha Escarlata-dice Dragon Fly.
-No sé qué puede ofrecerme la Liga de Asesinos que pueda interesarme, yo soy un empresario legal-replica Oswald, y Robin nota que frunce ligeramente el ceño, como si tratara de despejarse la cabeza. Aquel sonido...
-Capucha Escarlata dice que quiere al crío-señala Silken Spider-. Y esta es su petición.
Silken Spider lanza algo hacia la plataforma donde se encuentran Robin y el Pingüino, y Tim se da cuenta de que se trata de un naipe. Un comodín.
Oh.
No.
Mierda.
Es lo último que le da tiempo a pensar antes de notar como la punta de uno de los paraguas de Cobblepott se hunde en su cadera, llegando casi al hueso. A pesar de la sorpresa, Robin se gira, alcanzando el rostro de Cobblepott con su vara, pero es demasiado tarde. El tranquilizante de la cuchilla del paraguas es de efecto rápido, Robin nota que se le nubla la vista. Y ese maldito ruido de fondo...
-Lleváoslo-dice el Pingüino-. Lleváoslo pero dejadme en paz.
-Trato hecho, pájaro bobo-responde Dragon Fly, mientras los ninjas recogen a Robin del suelo. Instantes después, Oswald Cobblepott se encuentra sólo entre los restos de su local destrozado.
Y se siente sorprendentemente mal por lo que ha hecho, a pesar de saber que cuando el Joker anda de por medio, lo mejor que uno podía hacer era apartarse de su camino, especialmente si no quería terminar tan extinto como el dodo. Nota una náusea, pero no sabe si viene del sonido que parece estar volviéndole loco, o por el hecho de saber que ha entregado un niño al mayor psicópata que el mundo ha conocido.
Torre del Reloj.
-Un ejército a mis pies, y tres prisioneros para que sean testigos de lo que va a ocurrir. Me falta la tarta de manzana de mi abuelita para que sea un momento perfecto. Ey, Super, ¿y esa sonrisa? Oh, claro, tú oyes más que un hombre normal. ¿Escuchas la risa de fondo, no? Y claro, quieres reírte también, es normal. La risa es contagiosa.
Batman se gira, colgado en su aspa, y es capaz de ver el rostro de Superman. Cuando ve la ligera torcedura de sus labios, siente que el estómago está a punto de saltarle por la boca. En el rostro de Superman había una sonrisa desquiciada, parecida a la del Joker. El sonido de fondo, aquella sensación de vibración que parecía envolverlo todo... como si pulsasen la cuerda errónea sobre Gotham y esta reverberase por todo el mundo.
-¡¡Oh, mira!!-exclama el Joker-. ¡Lo mejor después de la tarta de manzana! ¡Un Robin!
No.
No.
No.
No.
Batman alza la mirada y trata de liberarse, pero las ataduras mágicas del Orbe de Rama Kushna lo mantienen firmemente atado mientras ve como Dragon Fly, Tiger Moth y Silken Spider aparecen pilotando plataformas flotantes armadas con tecnología de Apokolips, y llevando con ellas a Tim, sin sentido.
-Aquí está-dice Silken Spider, y las tres hacen una reverencia ante el Joker, que ríe a mandíbula batiente.
-Buen trabajo-afirma, y las tres mujeres sonríen, complacidas-. Seréis recompensadas cuando llegue el Día del Joker. Sí, he decidido dejar lo de Darkseid para otro día...je, je ,je... otro día... ¿lo cogéis? Estoy satisfecho. Ahora volved a la ciudad y repartid muerte y caos. Ya sabéis, ¡sangre y fuego!
Tiger Moth, Dragon Fly y Silken Spider vuelven hacia la plataforma voladora y desaparecen en la noche de Gotham.
-Joker...-sisea Batman-. Si le tocas un pelo te juro que...
-¿Qué? ¿Qué me matarás?-ríe-. Hmmm. Juraría que ya había matado a uno de estos y tú hiciste... ¡absolutamente nada!
El Joker se arrodilla junto al desmayado Tim, acariciándole la cabeza.
-Es tan mono cuando duerme. Silencio mi niño, no digas nada...-canturrea, y de pronto, coge a Tim del cabello y le golpea contra el suelo, con tal brusquedad que Batman cree escuchar un crujido.
-¡NO!-grita, y el Joker vuelve a golpear. Y se prepara para hacerlo de nuevo cuando un batarang le golpea en la cabeza, y de pronto, una lluvia de golpes rojos y blancos cae sobre él, con fuerza capaz de doblar el acero.
Nightwing cae junto a Robin, mientras el resto de los Titanes se despliegan por la Torre del Reloj, rechazando a los ninjas y miembros de Intergang que les siguen. Bushido salta sobre la plataforma de las tres mujeres que habían secuestrado a Robin. Trata de ignorar el maquillaje hipnótico de Silken Spider, y lo consigue el tiempo suficiente como para poner sobre el panel de control el dispositivo que le había dado Mister Milagro, y que cortocircuita de inmediato la plataforma, que se precipita hacia el vacío. El salta, y es recogido en plena caída por Starfire.
-¡Tim!-grita Dick, con las manos llenas de sangre, que brota de la cabeza de Robin-. ¡Tim!
-¡Soltadme!-grita Batman, y Argent utiliza su plasma plateado para tratar de forzar los cierres de las aspas verdes. Casi da un grito de satisfacción cuando Batman queda libre... al tiempo que Power Girl cae al suelo, con la piel prácticamente hirviendo. Sobre ellos, el Orbe de Rama Kushna, sujeto por el Joker, brilla con la fuerza de un millar de soles, con la luz extendiéndose por toda la ciudad, una luz verde que lleva con ella el sonido, aquel sonido extenuante... "suena hawaiano..."
-¡Tenemos problemas!-dice Arsenal, disparando hacia abajo, pero los hombres de la Liga y de Intergang les tienen acorralados en la cima de la Torre del Reloj-. ¡Starfire, te necesito aquí!
Kory vuela de inmediato, utilizando sus rayos cósmicos para despejar el área, pero no hay duda de que pronto se verán superados. Ve a los líderes de la Liga acercarse a ellos, los hombres bestia de Intergang trepan por las paredes del edificio como inmundos insectos. Hellhound está a punto de alcanzar el edificio, Mister Milagro se lo impide, arrojando unas bombas concusivas que lo lanzan al vacío.
-¡Puedo volar! ¡Puedo volar!-ríe el Joker-. ¡Soy como uno de los monos alados de la Bruja Mala del Este!
-Tim...-masculla Batman, arrodillándose junto a Nightwing, y tomándole el pulso al muchacho. Está vivo... pero por poco...
-Hay que llevarle a un hospital, hay que atenderle...-dice Nightwing, pero sabe que es imposible con la ciudad tomada por los hombres de Intergang y la Liga de Asesinos, un maldito ejército, y con el Joker sobre ellos...
-¡Una dola tela catola!-grita el Joker, y señala a Ryuku con el Orbe, del que emana una llamarada verde que hubiera abrasado a Bushido, pero Starfire se interpone, aunque aúlla de dolor por las llamas mágicas-. ¡Te has colado, chica estelar, no era tu turno!
Starfire grita... y siente ganas de reír.
Y es lo que hace. Lady Zoom, Chesire, Bushido, Superman, Argent. Todos ríen. Incluso Power Girl, con la carne prácticamente carbonizada, ríe.
-No, no, no-masculla Míster Milagro, apuntando al Joker con un disruptor sónico, mientras la Caja Madre le evita lo peor de la resonancia del Joker, aunque nota que las fosas nasales le están a punto de reventar. El sonido del disruptor hace que el Joker pierda el equilibrio, y cae sobre el tejado, aún aferrado al Orbe de Rama Kushna. Batman siente que Tim se le escapa de entre los dedos, que la vida de Tim se diluye como la sangre en el agua... Y eso le hace querer reír.
Y en ese momento, se escucha un cuerno. El Joker se incorpora, aún con el Orbe en la Manos, mientras las plataformas de Milagro se cortocircuitan, y cae, aunque puede agarrarse a una bandera y evitar acabar estrellándose contra el suelo bajo la Torre. El ceño del payaso se frunce.
-¿Qué es eso?-pregunta, y Nightwing sonríe, pero no es la sonrisa del Joker, no es la sonrisa de la locura que parece estar arrastrándoles.
-Yo también tengo un ejército.
Bahía de Gotham.
-¡¡Al ataque mis Amazonas!!-grita G´Nort, mientras se lanza sobre los miembros de la Liga de Asesinos y de Intergang que habían tomado el puerto. Tras él, Aquila de las Bana Mighdal, a la que llamaban Shim´tar, toca el cuerno de la batalla. Docenas de brazaletes entrechocando entre sí resuenan por el puerto, y su sonido parece retumbar por toda la ciudad, como llevado por el viento, ahogando el chirrido que hay debajo de todo.
Zatanna, que ha traído a las Amazonas desde Themyscira a Gotham siente de inmediato el mareo de aquel sonido que parece venir de un agujero en el centro mismo de la creación. El hechizo de transporte la ha dejado agotada, y ahora eso...
-Buen trabajo, Zatanna-dice Wonder Woman, a su lado. Regia, Diana mira a su alrededor. Donna, Shim´tar, Philippus, Wonder Girl y Bette Kane la rodean. El Lazo de la Verdad brilla en sus manos. La luz verde de G´Nort centellea ante ellos, y todos los ojos se clavan en Diana. Y esta asiente.
-¡Amazonas! ¡A la guerra!
Y Wonder Woman dirige a sus hermanas a la batalla, siguiendo a G´Nort. Y mientras las Amazonas luchan, ríen. Y su risa es la de las hijas de la batalla, como campanas en medio de aquel sonido enloquecedor.
Torre del Reloj.
-¡No me gustan las sorpresas si no las doy yo!-grita el Joker, mientras las llamas verdes del Orbe de Rama Kushna se dirigen hacia él. Arsenal, con la cabeza vibrando por el sonido, y a punto de estallar en carcajadas, dispara una flecha que se hunde en una de las manos del Joker, que aúlla de dolor-. ¡Y no me gustan las flechas!
Una decena de flechas de energía brota del Orbe en dirección a Arsenal, pero Batman le aparta del camino, tratando de sobreponerse a la risa loca que trata de taladrar su cerebro. Las flechas impactan con el muro y riegan la calle de escombros. El Joker se gira, dispuesto a acabar con Batman, Arsenal y Nightwing, y se encuentra con Abbott. El lobo de Intergang. Sonríe.
-Lobito guapo... ¿quieres comerte las entrañas del murciélago?-dice el Joker y Abbott niega con la cabeza.
-Tú la has matado-gruñe-. Susurro...
-Oh, que giro tan interesante del guión... el momento de la venganza-le da tiempo a decir, antes de que las garras de Abbott caigan sobre él, mientras el Hombre Lobo no deja de reír. Con uno de los zarpazos, el Joker se ve obligado a soltar el Orbe de Rama Kushna, pero el sonido permanece, raspando detrás de sus cerebros. El Hombre Lobo trata de morder el cuello del Joker, pero él pone un brazo en medio, notando como los colmillos de Abbott llegan hasta el hueso. Grita y ríe al mismo tiempo. Y entonces, dispara, y de la boca Abbott, mana un chorro de sangre. Y vuelve a disparar.
El Joker se incorpora, quitándose el cadáver del Hombre Lobo de encima, y mira las heridas causadas por las dentelladas y zarpazos del asesino de Intergang, y lanza una risotada, mientras se acerca al Orbe de Rama Kushna.
-Rama Kushna dice que no es tuyo-escucha decir a la herida Power Girl, pero con aquellos sentidos aumentados, aquella percepción propia de la Capucha Escarlata, el Joker se da cuenta de que no es ella quien habla, alguien la cabalga. Casi lo puede ver, una sombra sobre el cuerpo de Power Girl...
-¿Deadman?-masculla Batman, pero no obtiene respuesta, salvo el golpe que Karen suelta con todas sus fuerzas sobre el Orbe de Rama Kushna, que estalla en pedazos. La energía se libera de golpe, cegando a todos los presentes en la Torre, y como si fuera el tañido de un diapasón, como el golpe de un martillo sobre un yunque, el estallido del Orbe de Rama Kushna retumba en el interior de todo, y el sonido de la sierra desaparece, aunque deja detrás de sí un silencio de lo más intranquilizador. Que rellena la risa del Joker.
-Ha, ha, ha... -el payaso se agacha, con una pistola en una mano, y se incorpora, con una astilla del Orbe de Rama Kushna en la mano.
-Joker...-dice Batman, mientras Nightwing y Arsenal atienden a los afectados. Las aspas que sujetaban a Superman y a Chesire desaparecen, y Roy se apresura a atender a Jade, que le mira con los ojos vacíos, casi tan enloquecidos como los del propio Rey Payaso del Crimen-. Estás detenido.
-Claro, claro...-responde el Joker-. Me llevaréis a Arkham y pasarán tres semanas enteras antes de que vuelva a salir... Venga ya, pastelito. ¿Seguro que no puedes hacer algo mejor?
El Joker extiende el fragmento de cristal, y un dardo de energía verde vuela desde él, clavándose en el pecho de Batman, que lo mira aturdido, como si no se lo creyera. Trastabilla, y cae hacia atrás, quedando apoyado en la baranda.
-Si alguno hace el más mínimo movimiento, el siguiente dardo será mortal. Bats, podrás ver esto en primera línea, por eso estás vivo-sisea el Joker, apuntando con el cristal a los héroes conscientes. A Superman, que comienza a recuperarse, a Arsenal y... ¿dónde está Nightwing?
-¡Pajarito, sal!-dice, mientras se arrodilla junto a Robin, pasando el cristal por el cuello de Tim. La sangre brota, y vuelve a golpear la cabeza del muchacho con la culata de la pistola. Y golpea de nuevo.
Nightwing aparece, saliendo de detrás de la sombra del Reloj, y cayendo sobre el Joker. Le golpea el codo con la rodilla, y el crujido del hueso roto se escucha por toda la Torre. El Joker se ve obligado a soltar el cristal, y Nightwing lo pisa, reduciéndolo a polvo de cristal. Pero no se detiene. Golpea en la nuca del payaso, que cae se bruces sobre Tim, y tira del cuello de su camisa para incorporarle, quitándole la pistola, y arrojándole a un lado de la terraza. La sonrisa del payaso no se ha borrado de su rostro cuando Nightwing le pone un pie en el pecho y le apunta a la cabeza con la pistola.
-Se acabó-dice Nightwing, quitándose la máscara y arrojándola a un lado-. Se acabó todo esto...
-Dick...-masculla Ryuku, pero Dick ni le mira, simplemente amartilla el revólver.
-No lo hagas-dice Batman, y Dick niega con la cabeza.
-No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas-ríe el Joker-. ¿Sabes, pajarito? Pensé que él lo haría cuando maté a tu amiguito, al otro Robin. Ese fue un gran momento, ahí descubrí mi vocación. Matar a los Robin. Y creo que he vuelto a hacerlo... Le he dado tan fuerte... que probablemente su cerebro se haya reducido a gelatina. Me gusta la gelatina, la de Arkham es de melocotón....
-¡Cállate!-grita Dick, y dispara.
La bala nunca llega a su destino, se estrella en la mano de Superman, que mira a Dick atónito, como si no se creyera lo que acaba de ver.
-Oh, mierda...-sisea Toni, al ver la escena, con Superman interponiéndose entre Nightwing y el Joker, que no deja de reír.
-Richard, no...-comienza a decir Batman, acercándose a él, y Dick le golpea con un derechazo en pleno rostro, golpe que hace que el Murciélago se tambaleé.
-¡Todo esto es culpa tuya! ¡Tuya!
-¡Jaaaaaaaa, ja ,ja!-ríe el Joker, y la risa se corta cuando una de las flechas de Arsenal se hunde en su vientre. La mira, y estalla de nuevo en carcajadas.
-Esa herida es mortal-dice Roy, con frialdad, mientras Toni envuelve a Robin en su plasma plateado, esperando que baste para mantenerle con vida hasta que lleguen a un lugar donde pueda ser atendido-. Mortal y muy dolorosa, puedes estar horas agonizando. Supongo que lo considerarás un chiste, payaso.
-¡Arsenal, no!-grita Superman, pero Roy niega con la cabeza.
-Si te preocupa, llévale a un hospital, Superman. Probablemente consigas que envenene al resto de los enfermos.
Superman mira a los Titanes, y niega con la cabeza, mientras coge al Joker en brazos.
-Argent, llevemos a Robin a un hospital-ordena, y Toni asiente. Los dos desaparecen volando, dejando a los demás sobre casi derruida Torre del Reloj.
-Richard, tenemos que ir a ver a Tim...-dice Batman, tendiendo una mano a Dick, que la aparta bruscamente.
-¡No!-grita-. ¿Es que sigues sin entenderlo? Todo lo que ha pasado esta vez es culpa tuya. Que matara a Jason Todd es culpa tuya. Que haya estado a punto de matar a Tim, si es que no lo ha hecho, es culpa tuya. ¡Has visto lo que le ha hecho! ¿Y aún así ibas a detenerle? ¡Bruce, no es... Humpty Dumpty! ¡No es un jefe criminal de tres al cuarto! ¡Es el puto Joker! ¡Deberías haberle matado hace mucho! Mató a Jason, ¿y qué hiciste tú? ¡¡Nada!! ¡¡Absolutamente nada!!
-Eso es completamente injusto, Dick-interviene Kory, pero Dick niega con la cabeza.
-Nosotros no matamos-dice Batman, y Dick niega con la cabeza.
-En este caso, deberíamos hacerlo-mira a su alrededor, y se dirige hacia la máscara roja que el Joker dejara caer. El símbolo de la Capucha Escarlata. Lo recoge.
-Dick, por favor, no...-susurra Bruce. Cerca de él, Kory siente que los ojos se le inundan de lágrimas. La máscara parece latir en manos de Dick, que se la lleva a la cara. Los circuitos del Cuarto Mundo se conectan, y una imagen holográfica de Capucha Escarlata aparece sobre la ciudad, iluminando Gotham.
-¡Escuchadme!-grita Dick, y su voz retumba por todo Gotham. La batalla entre las Amazonas y los miembros de Intergang y la Liga de Asesinos se detiene-. ¡Soy Capucha Escarlata! Esta ciudad ya no nos interesa. Esta ciudad ya no es nuestro lugar. ¡Nos retiramos! ¡Nos retiramos! ¡Nos retiramos!
Hay un momento de confusión en las calles, pero de inmediato, tanto Intergang como la Liga de Asesinos obedecen. Sistemas de teleportación y Boom Tubos aparecen por doquier, y los asaltantes se retiran por ellos, dejando tras de sí una Gotham devastada y casi masacrada.
-Dick, no lo hagas...-masculla Batman, mientras Dick se quita por un instante la máscara.
-Alguien tiene que hacerlo, Bruce-responde Dick, serio-. Intergang y la Liga de Asesinos han quedado decapitadas, convertidas en sectas de fanáticos religiosos que adoran a Capucha Escarlata, y buscan su liderazgo.
-Son criminales, Dick...-replica Bruce, y Richard asiente.
-Y puedo cambiar el mundo con ellos. Puedo hacer lo que tú no has hecho nunca. Lo que ninguno ha tenido el valor de hacer. Si Tim sobrevive... dile que le quiero. Y si no lo hace, te advierto que iré a por el Joker y se lo haré pagar. Y no permitiré que nadie se ponga en medio. Nadie.
Richard vuelve a ponerse la máscara, la Capucha Escarlata, y un Boom Tubo ruge tras él. Se gira, y sin mirar hacia atrás, desaparece.
Sobre la Torre, no hay más que silencio.
Cuartel de la Liga de la Justicia de América, Detroit.
-Y así acaba el mundo, con un suspiro-dice Donna, con los brazos cruzados ante el pecho, mientras tras ella, Ryuku apaga las luces del cuartel temporal de los Titanes.
-Bueno, era cuestión de tiempo-dice él, encogiéndose de hombros-. En algún momento sabíamos que tendríamos que irnos de aquí.
-No me refiero a eso-dice Donna, saliendo de la cueva, entornando los ojos por el sol. Ryuku asiente.
-Lo sé-dice-. Pero... todo esto me duele mucho, y sinceramente, no me apetece hablar de ello.
-Lo entiendo-dice Donna-. Siento la misma pena.
-Pero seguir así no tiene sentido-afirma Ryuku-. Tú estás ocupada en Themyscira, Karen tardará mucho en recuperarse de sus heridas... y la Sociedad de Justicia la está esperando. Roy quiere un tiempo para estar con su hija. Garth está en Atlantis, Wally ocupado siendo Flash. G´Nort... bueno, ahí fuera hay un cuerpo de Green Lanterns esperándole. Y después de lo de Dick, Kory, Toni y yo... necesitamos desconectar de todo esto. Quizá más adelante... pero de momento...
-Los Titanes dejan de existir-concluye Donna, y con tristeza, Ryuku asiente.
Epílogo 1.Gotham City.
-¡Papá, quiero un helado!-exclama Lian, y Roy pone los ojos en blanco, incorporándose y mirando hacia los listados de vuelo que aparecen en la pantalla de información del Aeropuerto de Gotham. Tiene tiempo más que suficiente para que salga su vuelo hasta Star City, así que resopla y asiente.
-Quédate aquí. No te muevas. No hables con nadie-ordena, y en ese momento, Rose Wilson le mira, con las cejas enarcadas.
-¿De veras crees que esos consejos evitarían que Darkseid se la llevara si quisiera?-sonríe Rose, en un murmullo, y Roy enrojece-. Sigo aquí, no he muerto ni me he vuelto inútil, Roy, Puedes ir tranquilo.
-Papá, ¿quién es Dark Side y por qué va a venir a por mi?-pregunta Lian, con curiosidad, y Roy señala hacia Rose.
-Que te lo explique ella. Y como tenga pesadillas-murmura para que sólo Rose le oiga-. Te maldeciré con un viejo hechizo nativo...
Roy se adentra en el aeropuerto, buscando una de esas máquinas de vending que tienen casi de todo. Juraría haber visto una con helados o granizados en algún sitio, pero el aeropuerto de Gotham es un inmenso laberinto, y antes de darse cuenta, está en una terminal vacía. Sus ocupantes acababan de embarcar, y los miembros de la tripulación están recogiendo. Se gira para salir, y choca con un hombre. Nota un pequeño pinchazo en el brazo, y frunce el ceño.
-¿Qué...?-comienza a decir, pero la vista se le nubla, y se desploma en los brazos del hombre.
-Disculpe-dice una de las azafatas, mientras el hombre sujeta a un desplomado Roy-. ¿Necesita ayuda?
-No, no-responde el hombre-. Perdonen, creo que mi amigo ha bebido demasiado. Me lo llevo al coche a dormirla.
-Oh, bien-dice la azafata, con el mismo tono con el que podría haber respondido si hubiera dicho "lo llevo a Saturno a pasar el día" o "voy a abandonarlo en un rincón para que muera por el tifus". Sonríe con suficiencia, y el hombre desaparece por uno de los pasillos, llevándose a Roy Harper con él.
Epílogo 2. Blüdhaven.
Dedos McCoy corre como si no hubiera mañana, y es que teme que tal vez no lo haya. Algo le persigue. Él sólo pretendía sacarse unos pavos, había visto a una pareja y a un crío bien vestidos entrar en el cine, y les estaba esperando a la salida, tenían que pasar por un callejón, y allí los había esperado. Apenas había tenido tiempo de sacar la navaja del bolsillo, el niño apenas había gritado. Y la sombra había caído sobre él. Dedos McCoy no recordaba haber recibido una paliza así en su vida, y aún huía cuando una bala de incrusta en la parte trasera de su rodilla y hace que su cerebro estalle de dolor mientras cae.
Una mujer cae sobre él. Viste un uniforme negro, con una franja roja en el pecho que se asemeja en cierta manera a un pájaro estilizado. Tiene el pelo rubio, rizado, y una máscara de cristal liso, ahumado, le cubre el rostro. Empuña dos pistolas.
-¡Quién eres!-grita McCoy-. ¡Quién eres!
-Diles a todos que Nightwing ha vuelto-dice ella, alejándose cuando escucha las sirenas de la policía a la que previamente ha avisado.
Desde lo alto de un edificio cercano, Bette Kane, Nightwing, observa como la policía se lleva a Dedos McCoy.
Blüdhaven tiene un nuevo guardián.
Epílogo 3. Metrópolis.
-Darkseid Es... Darkseid Es...
La voz de Susurro A´Daire se pierde en las alcantarillas, como un siseo. No ha muerto. No puede morir.
No sin llevar el Día de Darkseid al mundo.
Epílogo 4. Atalaya de la Liga de la Justicia.
-Aquí estamos otra vez-afirma Diana, sentada en su sillón, en la mesa que preside la Atalaya lunar de la Liga de la Justicia. Superman está sentado frente a ella, y Batman, está de pie, a unos pasos, como si no se decidiera a ocupar su asiento-. Hacía mucho tiempo.
-No tanto-responde Batman-. Desde aquí organizamos todo cuando J´onn...
Batman deja la frase en el aire.
-Bruce-dice Diana-. ¿Estás bien?
-No-responde, quitándose la capucha-. El primero de mis pupilos se ha convertido en un líder criminal. El segundo murió en manos del Joker. Y el tercero agoniza entre la vida y la muerte. No puedo estar bien.
-No es...-comienza a decir Superman, pero Diana le interrumpe
-¿Culpa suya, Kal-El?-dice ella, y Superman asiente-. Lo es. Culpa de él. Y nuestra. De todos nosotros. Hemos estado demasiado tiempo separados, la Liga ha estado demasiado tiempo separada. Nuestros problemas personales, el dolor por la muerte de Arthur y por nuestras propias pérdidas, nos han mantenido apartados de nuestro deber. De nuestra visión global. Y Dick ha pagado el precio de una responsabilidad que no le correspondía. Ahora, los tres hemos vuelto-. Diana señala hacia la Tierra, que se puede ver en los monitores-. ¿Qué vamos a hacer al respecto?
1.- En el número 47 de la JSA, hace sólo un par de meses aquí en DCTopía.
2.- El contenido de la conversación... en Action Cómics 789.
3.- Hace mucho tiempo, en La Caída del Murciélago, después de que Bane le rompiera la espalda a Bruce, Shiva ayudó a su recuperación y entrenamiento.
4.- Flamebird, Bette Kane fue miembro de los Titanes y resultó herida durante Crisis de Familia. Se está reponiendo de sus daños en Themyscira.
5.- Frikipremio para quien pille la alusión y de donde está tomada esta idea.
6.- Después de Tierra de Nadie, Hiedra Venenosa reclamó el Parque Robinson como dominio propio. Y no, no lleva bien las visitas inesperadas.
CORREO DE LOS TITANES
Como de bien nacidos es ser agradecidos, lo primero es dar respuesta a los comentarios recibidos a través de Facebook, en este caso sobre el número anterior, Action Comics 789.
David Guirado: "Pues me ha gustado mucho el ejemplar, sobre todo ese final sorprendente que te deja con la boca abierta cual Monaguigui. ¡Ya tardais en leerlo!! Y el mes que viene, la apocaliptica conclusión de "Amanecer en Escarlata" Yum yum"
Y aquí tenéis la apocalíptica conclusión de Amanecer en Escarlata que decía David, espero que el final os haya dejado a todos igual de boquiabiertos.
Y bueno, hoy también me toca despedirme de esta serie, ya que este número, el 59 de Titanes, será el último que guionice en DCTopía. Los proyectos se van acumulando, surgen nuevas ideas, surgen nuevas responsabilidades... y la primera responsabilidad que todos tenemos es para nuestros seguidores, por muy invisibles que en muchos casos sean, porque todos sabemos que están ahí. Y debo admitir que se me han acabado las historias para los Titanes. Como suele decirse, "creo que mi etapa en esta serie ha llegado a su fin".
Ha sido una estancia larga, desde el número 38 (aquel ¡Entra el Creeper!, a pachas con Xum), hasta este 59. 21 números en los que hemos vivido el enfrentamiento entre los Titanes y los Seis Secretos, la aparición de los Titanes del Mito en su lucha con Donna Troy, el regreso de une de los personajes más interesantes de la JLI de Giffen y DeMatteis, lord Manga Khan, la Crisis de Familia que implicó a todos los héroes de DC, el enfrentamiento con Egg-Fu y sus traficantes de armas, una historia protagonizada en solitario por el que se ha convertido en mi personaje favorito de Titanes, Bushido, y finalmente, está trama que ha escapado desde Titanes hasta el resto de mis series en DCTopía, con un homenaje a Linkin Park en los títulos de los cuatro números de Titanes pertenecientes a la saga (los cuatro discos de estudio de este grupo, Hybrid Theory, Meteora, Minutes to Midnight y A Thousand Suns). Han sido unos pocos años. Pero hay que saber decir adiós cuando llega el momento, y este es el momento en el que me despido de los personajes de esta serie, al menos de momento. Bushido, Capucha Escarlata y la nueva Nightwing me parecen personajes de lo más interesante, y de una forma o de otra, espero poder echarles la mano encima pronto.
Por suerte, los Titanes no se quedan huérfanos. A partir del próximo número, habrá unos Nuevos Titanes. Con un nuevo guionista al frente, y una nueva alineación. Unos Titanes más jóvenes, actuales, manejados por David Guirado, que ya ha demostrado su capacidad de trabajar con personajes jovenzuelos en las páginas de Spoiler, aquí en DCTopía. Le Roi est mort, vive le Roi! ¡Muy buena suerte David, y espero grandes cosas de ti en tus futuros Titanes!
Y a todos...
¡Nos leemos!
Tomás Sendarrubias.