TITANES #56
Amanecer en Escarlata I
Teoría híbrida
Guión: Tomás Sendarrubias
Portada: Adrián Suárez
Color: Vicente de los Santos
Barnegian Mall, Bludhaven.
-Esto es asqueroso-masculla Argent, sin poder de apartar la mirada horrorizada del cuerpo que tiene delante, a escasos pasos, tirado en uno de los pasillos del centro comercial. A su alrededor hay un cordón policial, pero en cuanto los policías han visto llegar a Nightwing, se han apartado y les han dejado paso franco. En el momento en que vio las manchas de sangre en el suelo, supo que debería haberse marchado a Metrópolis, con Arsenal, G´Nort, Starfire y Power Girl. ¿Cómo se las había apañado para que hubieran mandado al perrito a ser entrevistado por Chloe Sullivan en horario de máxima audiencia y ella había terminado en Bludhaven (o Nueva Gomorra, como la llamaban muchos de sus habitantes) siguiendo los pasos de una especie de asesino psicópata en serie con Nightwing y Bushido?
-¿Se encuentra bien, señorita?-pregunta uno de los policías, un hombre de uno cincuenta años, con aspecto paternal. Y ella asiente, sintiéndose avergonzada. Sus compañeros están arrodillados junto a la desgraciada víctima, y ella está a varios pasos y con la sensación de estar poniéndose verde.
-Sí, agente, muchas gracias-responde ella-. Es solo que... que nunca terminaré de acostumbrarme a esto. Prefiero vérmelas con... Brainiac si hace falta, antes que encontrarme con este tipo de barbarie.
-El día que alguien se acostumbre a este tipo de cosas, es que estará muerto por dentro-responde el agente, y ella asiente-. Agente Willis... bueno, puede llamarme Gregory. Siempre he odiado que me llamen Greg. Estaré por aquí si me necesita para algo, señorita.
Toni asiente y el hombre vuelve a su lugar, junto a sus compañeros. Ella, tomando aire, se acerca a Nightwing, que parece estar señalando una serie de cortes en la zona del cuello del cadáver.
-¿Sabemos quien es?-pregunta Argent, y Ryuku asiente.
-Según su chapa de identificación de diabética, se llama Rowan Snaijder... un nombre de lo más llamativo-responde el japonés, y Toni asiente-. Era guardia de seguridad en el centro comercial.
-Por la coagulación de la sangre, apenas lleva muerta dos horas-interviene Nightwing-. La encontró el segundo guardia de seguridad. Sufre una crisis nerviosa, no nos será de mucha ayuda.
-Normal-dice ella, reprimiendo un escalofrío al recordar como Vandal Savage había mutilado cruelmente a su compañera Flamebird en la Atalaya de la Liga de la Justicia1-. Le han cortado la cara y el cuero cabelludo. La han pelado como si fuera... un melocotón.
-Conozco el modus operandi-dice Nighwing, y Toni asiente. Realmente, no esperaba menos. Desde que cinco días atrás el asilo de Arkham había sido víctima de un extraño "incidente"2, había sabido que solo era cuestión de tiempo que tuvieran que vérselas con alguno de los internos desaparecidos. Al menos, sabían que esta vez no iba a ser el Joker.
-Jane Doe-masculla Nightwing, con cierto matiz que Toni casi podía interpretar como asco, o al menos desagrado.
-Y esa es...-inquiere ella.
-Realmente no lo sabemos muy bien-responde Bushido, sorprendiéndoles a los dos-. Es una especie de agujero negro de información, solo sabemos que tiene por modus operandi despellejar a sus víctimas y vestirse con su piel.
-Y el cambio va más allá-continúa Nightwing-. Jane Doe es como un camaleón psicológico, a todas luces se convierte en la persona a la que está sustituyendo...
-Vale, da más miedo que Zsasz... y eso es mucho miedo-gruñe Argent-. ¿Cómo demonios ha llegado a Bludhaven?
-Las medidas de seguridad de esta ciudad son completamente deficientes-asegura Bushido-. A pesar de los avisos de la policía de Gotham sobre el cierre de la ciudad hasta que se hubiera solucionado la fuga de internos de Arkham, las vías de comunicación han seguido abiertas. Todo aquel lunático que quisiera salir de Gotham, tenía abierto el camino a Bludhaven.
-Y esta ciudad tiene sus propios problemas-gruñe Nightwing, incorporándose y dirigiéndose a los policías-. Ya hemos hecho nuestro trabajo, podéis hacer el vuestro. Tened mucho cuidado, Jane...
Un grito llega desde cerca, interrumpiendo a Dick. Antes de que el grito hubiera terminado, las manos de Argent ya resplandecían plateadas, y Bushido empuñaba su katana, habiendo adquirido una posición defensiva. Un policía con el emblema del Cuerpo de Policía de Bludhaven cosido al bolsillo de la camisa, aparece en el pasillo, y sin poder reprimir la arcada, vomita en un rincón.
-Hay otro cuerpo en el baño-consigue farfullar, y de inmediato, los tres Titanes y algunos policías corren hacia el pasillo, entrando a la carnicería en la que se ha convertido el baño del centro comercial. Hay sangre por todas partes, y sobre uno de los urinarios, apoyado como un títere, se encuentra el cuerpo grueso de un hombre, desnudo y despellejado desde la mitad del pecho hacia arriba, incluyendo el rostro y el cuero cabelludo, con lo que debía ser un cuchillo afiladísimo.
-¿Quién es?-pregunta el teniente Renley, un hombre pequeño, con aspecto de estar cerca de la jubilación y que ya debía haber visto más cosas de las que hubieran vuelto loco a cualquier otro hombre menos fuerte psicológicamente.
-Es Willis-farfulla uno de los policías, y un resorte salta en el interior de Argent.
-¿Gregory Willis?-. Un par de agentes asienten, y ella, niega con la cabeza-. Es imposible... Yo he estado hablando con él hace cinco minutos...
-Seguía aquí-masculla Nightwing-. Todo este tiempo... seguía aquí.
Torre Blacksword, Metrópolis.
Susurro A´Daire acaricia suavemente el Orbe de Rama Kushna, sintiendo como el fino cristal vibra bajo sus dedos, cálido. Con el ceño fruncido, se acerca a uno de los rincones de la sala, donde hay atril de madera oscura sobre el que reposa un libro de pesado aspecto. Las cubiertas son de fina madera, forradas de cuero negro con remaches plateados, igual que plateados son los signos de la cubierta, un idioma tan viejo que ni la propia Susurro sabía leerlo. Las páginas son de fino pergamino de vitela, alternando páginas de piel del más tierno carnero nonato con algunas, las más importantes, realizadas en piel de bebé curtida tiempo atrás. Susurro abre el libro y busca las páginas adecuadas, leyendo lo que hace tanto tiempo fue profetizado.
-Ya está aquí.
La voz electrónica interrumpe los pensamientos de Susurro, que se inclina respetuosamente mientras en las pantallas de cristal negro de las paredes aparecen unos ojos amarillos, bordeados de lo que parecen ser las siluetas de circuitos. La mujer se dirige hacia la puerta de la sala, dispuesta a asistir en persona a la llegada del Mesías, pero se detiene bruscamente cuando se da cuenta de que hay alguien en el umbral de la puerta.
-Bruno-dice ella, y el hombre entra en la sala, provocando un gesto de desagrado por parte de Susurro-. Estas salas son santuario, tu presencia aquí no es...
-Estás yendo demasiado lejos-dice el inmenso Bruno Mannheim, cernido como un coloso ante ella, vestido con un sobrio traje italiano de color carbón y una camisa negra, con la corbata blanca perfectamente dispuesta sobre el inmenso pecho-. Gotham nunca ha sido uno de nuestros feudos, pero si lo que quieres es que nos extendamos hacia allí, busca otra manera de hacerlo. He oído que hay un nuevo capo, un tal Francesco Monaguigui, podría ser receptivo a nuestro credo.
-Lo que aquí hacemos es la voluntad de los dioses, Bruno, esta no es una de tus guerras de expansión. La Biblia del Crimen lo anuncia, esto es el Advenimiento del Amanecer Escarlata, el Cielo de Sangre que precederá la llegada del Día de Apokolips.
-Hemos conseguido que la Liga de Asesinos esté controlada por Intergang-gruñe Mannheim, pasando los dedos por la máscara de cristal rojo que ocupa el pedestal en el centro de la sala. Los ojos amarillentos que hay en las paredes negras le miran fijamente-. Daremos el golpe definitivo...
-No es tu decisión, la Biblia dice que...
Bruno se mueve tan rápido que Susurro ni siquiera le ve venir. De pronto, el titánico señor del crimen organizado la aferra por el cuello, alzándola varios palmos del suelo sin esfuerzo alguno.
-Estás muerta, mujer-dice Mannheim, y los ojos reptilianos de la mujer se clavan en él-. Buscaré otra persona a la que darle tu libro, otra que esté más dispuesta a colaborar...
Hay un ruido sordo, como un rugido, cuando el hombre lobo emerge de la oscuridad. Sus colmillos se hunden en el brazo extendido de Mannheim, desgarrando piel y músculos, derramando sangre y triturando los propios huesos. Bruno grita, soltando a Susurro, que cae al suelo, mientras la criatura lupina de ojos ambarinos vuelve a lanzar una dentellada contra el hombro de Mannheim, al tiempo que hunde sus garras en su ingle y sus costados. Mannheim trata de escapar, lanzando un colosal golpe hacia su atacante, pero el lobo se escabulle, y sorprendido, el líder de Intergang nota como las fauces del licántropo se cierran alrededor de su nuca, desgarrando su piel. Mannheim se queda quieto, sabiendo que en ese momento, su vida está en manos del licántropo.
-No lo mates, Abbott-ordena Susurro, incorporándose. Los colmillos del licántropo se apartan un poco, pero no lo suficiente como para que el líder de Intergang se sienta libre.
-Soy la daga de mi señora-gruñe Kyle Abbott, el licántropo, líder de los Hombres-Bestia de Intergang.
-Hay algo que Mannheim debe hacer aún-dice Susurro, y los ojos amarillos la observan, divertidos-. El Mesías necesita de alguien que lo anuncie.
Latin Quarter, Bludhaven.
-¿Cómo vamos a encontrarla?-pregunta Toni, flanqueada por Dick y Ryuku en la azotea de uno de los edificios más altos de aquella zona residencial de la ciudad, lo suficientemente cerca del puerto como para que les llegara el olor de la sal, pero no tanto como para que resultasen molestos el resto de los efluvios procedentes del puerto. Según la ficha de Gregory Willis, tenía un apartamento en aquella calle, y allí es donde los tres Titanes habían hecho guardia durante la noche anterior, y desde el anochecer de esta. Sabían que había coches de policía cerca, todos por si la asesina aparecía en la casa del hombre al que había asesinado.
-Jane Doe es una mujer de costumbres-responde Nightwing-. En algún momento, tendrá que venir a ver la casa que ocupaba la persona en la que se ha convertido. Querrá vivir como él vivía, al menos durante unas horas.
-No es algo muy inteligente-masculla Toni, y Ryuku se encoge de hombros.
-No deja de ser una enferma-responde el japonés, y Nightwing asiente. Toni se abrocha la cazadora que lleva sobre su uniforme, normalmente el plasma plateado la mantiene caliente, pero no quiere convertirse en un foco en aquella azotea, se supone que es una misión de vigilancia y deben ser discretos.
-Toni...-susurra Ryuku-. Corrígeme si me equivoco, pero... ¿por qué te pone tan nerviosa todo esto? Te he visto hacer frente a Vandal Savage con más calma...
-Esto me trae recuerdos desagradables-masculla Toni, bajando la mirada-. Mi padre... bueno, mi familia, estaba metida en algunos asuntos oscuros. Bueno, ya sabes... Omertá, y ese tipo de cosas. Cada vez que veo alguna cosa de este tipo, me viene a la cabeza el término "ajuste de cuentas" y muchas de las cosas que descubrí que mi padre había hecho o había ordenado hacer. Nunca estaré cómoda en este tipo de cosas.
-Está ahí-la interrumpe Nightwing, señalando hacia un rincón de la calle, un callejón que vuelca en la calle principal y por la que aparece un hombre corpulento, envuelto en una gabardina gris, con el cuello subido y una gorra oscura tan calada que apenas se le puede ver el rostro. El hombre se detiene ante un portal, saca unas llaves del bolsillo y abre la puerta de la calle. Tose con voz ronca, y desaparece en las escaleras que conducen hacia los apartamentos.
-¿Avisamos a la policía?-pregunta Bushido, y Nightwing niega con la cabeza.
-Los tres deberíamos bastarnos. Además... no quiero poner a más gente en peligro-responde él. Bushido asiente, y empuña sus revólveres, dispuesto a utilizarlos. La luz del apartamento donde vivía Willis se enciende, y la mirada de Nightwing vuela hacia Argent.
-Ahora-ordena Dick, y de inmediato, ella alza las manos y un halo de plata vuela desde la azotea hasta la ventana del edificio. Nightwing y Bushido se deslizan a toda velocidad sobre aquel puente plateado, mientras Argent vuela tras ellos. Es Nightwing quien entra en el apartamento primero, rompiendo el cristal, y con una vara en cada mano, dispuesto a hacer frente a Jane Doe.
Y allí está ella, en el centro de un pequeño salón, vestida con la carne y la piel del agente de policía, aunque ha dejado a un lado el abrigo y la gorra. Sonríe a Nightwing de forma perversa, y entonces, él repara en el rifle que sostiene entre sus gordos dedos.
-¡Al suelo!-grita, arrojándose a un lado y esperando que Bushido y Argent le escuchen y sean capaces de reaccionar a tiempo, mientras maldice el no haber previsto que Jane Doe les podía estar esperando a ellos.
El aire cruje cuando el rifle que sostiene Doe emite una onda de antimateria, que reacciona de inmediato con la materia, provocando una fuerte explosión, que arroja a Nightwing por el hueco que antes había sido una pared. Mientras cae, Dick ve que Argent ha reaccionado a tiempo, envolviendo a Bushido en un capullo plateado y apartándolo de la deflagración, que hace que el propio edificio se tambalee. Nightwing lanza un arpón que se enrolla en una farola cercana, con lo que consigue evitar la caída, aunque el giro que tiene que realizar en el aire provoca que un hombro se le disloque con el tirón. Jane Doe se asoma por el hueco, empuñando aún el rifle, dispuesta a acabar con lo que había empezado, y apunta directamente hacia Nightwing, momento en el que Bushido cae sobre ella.
Doe trata de girar el rifle hacia él, pero Bushido está demasiado cerca, e impide con su propio cuerpo a la asesina maniobrar con el pesado rifle, golpeándole el vientre con ambas rodillas, y disparando al mismo tiempo su revolver contra la mano de Doe, un rito a bocajarro, a escasos centímetros, que reduce a jirones la mano de Jane y la capa de piel que había pertenecido a Gregory Willis, obligándola a soltar el rifle de alta tecnología. Las sirenas de la policía retumban en el silencio de la noche, mientras el plasma plateado de Argent se extiende como una red alrededor del edificio, reforzando la estructura dañada por el ataque de antimateria. Sin embargo, Jane Doe no se da por vencida, y golpea con la cabeza directamente el rostro de Bushido, que escucha el crujido del cartílago de su nariz mientras retrocede dos pasos, espacio que Jane aprovecha para sacar de algún sitio un cuchillo de afilado aspecto con el que embiste a Bushido, que salta a un lado para evitar el lance, mientras desenvaina dos sais, haciéndolos girar en sus manos para tratar de hacer retroceder a Doe. Sin embargo, esta parece haber caído en una especie de frenesí sangriento, y aunque los sais de Bushido cortan su piel y sus músculos, ella no se detiene en ningún momento, tratando de apuñalarle.
-He visto la luz-sisea ella, con una extraña voz a medio camino entre la suya propia y la que debía ser la de Gregory Willis-. Y el nuevo día vendrá teñido de sangre...
-Nadie me había dicho que eres una fanática religiosa-replica Bushido, hundiendo uno de sus puñales en la muñeca de Jane, con tanta fuerza que la clava al marco de una de las puertas, haciéndola gritar y soltar el cuchillo.
-¡He visto la luz!-grita ella-. ¡La luz que os ciega! ¡Es el Amanecer Escarlata, y tras él, vendrá el Día de Apokolips!
Bushido saca de su cinturón una ampolla autoinyectable llena de un líquido del color de la miel, y sin más, la hunde en el brazo de Jane Doe, cuyos ojos se quedan en blanco de inmediato, mientras el cuerpo cae sin fuerzas, sujeto a la pared sólo por el puñal de Ryuku. Nightwing entra por el boquete de la pared junto a Argent, y los dos miran a Jane Doe.
-El edificio se vendrá abajo en cualquier momento-informa Nightwing-. La policía está dirigiendo la evacuación. Enhorabuena, Ryuku, la has derrotado solo.
-No fue difícil una vez que perdió el rifle-responde el japonés, haciendo un gesto de agradecimiento hacia Nightwing, mientras Argent se arrodilla junto al rifle, tratando de evitar en todo lo posible el cuerpo de Gregory Willis/Jane Doe.
-Habrá que quitarle la piel de ese hombre-dice-. Que la lleve puesta es... no sé, blasfemo.
-Tendrá que esperar a que estemos en un sitio más seguro-responde Nightwing, mientras siente que el edificio se tambalea y escuchan los gemidos de los vecinos que ya abandonan sus casas-. El rifle es...
-Tecnología de Apokolips-asiente Bushido-. O eso parece. Y sólo tenemos un conocido que trafique con este tipo de tecnología...
-Egg Fu-gruñe Toni, recordando su encuentro con el programa de Apokolips al que se habían enfrentado, y que prácticamente había acabado con la vida de Arsenal3-. ¿Pero por qué iba a tener negocios ese... huevo virtual con una fugada de Arkham?
-¿Y si no es sólo con una?-gruñe Nightwing-. La explosión de Arkham fue provocada por un error de los sistemas informáticos...
-Esto no me gusta-masculla Ryuku-. No me gusta nada.
Lorien Lounge Bar, Metropolis.
-¿Estás seguro de que todo va bien?-pregunta Roy, asomado a la terraza del alto edificio situado cerca del centro de la ciudad, uno de los locales de moda en Metropolis, situado en el ático de un lujoso hotel, en el que los Titanes se habían alojado durante su estancia en la gran ciudad. A unos metros de él, Karen y Kory bebían cócteles sentadas en unos elegantes asientos de diseño junto a una mesa baja que parecía emitir su propia fosforescencia, mientras G´Nort, en el centro de la pista de baile, disfrutaba del momento, convertido en un ídolo de masas.
-Nos estamos haciendo cargo-responde Dick desde Bludhaven-. Ryuku está encargándose de todo el papeleo. Teníamos pensado volver a Detroit mañana, pero con todo esto, nos quedaremos en Bludhaven unos días. Estamos más cerca de Gotham, y si alguien más aparte de Jane Doe ha decidido venir a Bludhaven, podremos colaborar con las autoridades.
-Está bien, nos reuniremos con vosotros en Bludhaven, creo que mañana por la noche podremos estar allí. Si Egg Fu está metido en esto, será mejor que estemos juntos. Ese imitador de Humpty Dumpty me debe mucho dolor.
-Curioso, Ryuku ha dicho algo muy parecido-responde Dick, y Roy enarca las cejas.
-¿Eso era una broma, pantaloncitos?
-Nos vemos mañana, Speedy.
Roy bloquea el teléfono móvil y lo desliza en el bolsillo de su vaquero y se aleja de la terraza, volviendo a su mesa, junto a sus compañeras.
-¿Todo bien?-pregunta Kory, y Roy se encoge de hombros.
-Han encontrado a una de las locas de Arkham en Bludhaven, Jane Doe. Nos reuniremos allí con ellos mañana-explica Roy y ellas, asienten, mientras Karen mira hacia G´Nort.
-Le damos una última noche de gloria a nuestro perrito antes de volver a la carga-sonríe, y Roy asiente de nuevo-. Quién iba a pensar que Vicky Vale convertiría a nuestro Linterna Verde en... una especie de fenómeno de masas.
-Su Facebook tiene más de diez mil visitas diarias-comenta Roy, dando un sorbo a su bourbon-, y G´Nort se ha convertido en la palabra más buscada en Google y más nombrada en Twitter. Sí, yo tampoco me lo podía creer esta mañana cuando leí las noticias. He oído algo de un reality show...
Un trueno retumba en el exterior del chill-out bar, y de inmediato, los ojos de Roy se vuelven hacia el cielo. Se educó entre los nativos americanos, y sabe cuando se aproxima una tormenta. Y hay algo en ese trueno que no es natural.
-Chicas...-susurra, y en ese momento, un rayo de luz que brota del suelo corta el aire, en dirección al cielo, donde se extiende y relumbra durante unos instantes antes de desvanecerse. Los presentes en la terraza se acercan a la barandilla, en el momento en que un nuevo relámpago parece brotar del suelo y romper el cielo, haciendo temblar varios edificios.
-Starfire, adelántate-ordena Arsenal, maldiciendo en voz baja, y la princesa tamarana asiente-. Karen, quiero a G´Nort aquí ya. Ya tendrá otro día para juntarse con su club de fans.
-Claro, me va a encantar sacarle de ese montón de adolescentes hormonazas... seguro que él también está muy contento-sonríe Power Girl, que se dirige hacia la pista, donde G´Nort parece permanecer ignorante de todo lo que sucede a su alrededor.
Mientras, Kory vuela hacia el norte a toda velocidad, y observa sorprendida la devastación que hay a sus pies. No hay edificios derrumbados, pero los cristales de decenas de rascacielos han reventado, así como las lunas de un centenar de coches. Algunos de ellos incluso se han apilado, amontonados unos encima de otros, como empujados por una fuerza invisible. Y en el centro de toda aquella devastación, Starfire puede distinguir a un hombre, en el centro de la Plaza Hertford, convertida en un amasijo de rescoldos y cenizas. El hombre, grande como un armario, está prácticamente desnudo, con el torso al aire, y diversas zonas de su cuerpo cubiertas por piezas metálicas de aspecto tecnológico, como si fueran placas de circuitos soldadas a su piel. Sus ojos se vuelven hacia ella, y el aire cruje a su alrededor, haciendo estallar la propia atmósfera que les rodea.
Kory, que ha cruzado distancias interestelares, que ha resistido el impacto de meteoritos, siente como la descarga de energía la sacude de arriba abajo. Nota que su piel arde, mientras cae al suelo, desorientada, a escasos pasos del hombre, al que mira con los ojos incendiados de ira. No sabe quien es, pero no le importa. Es una princesa de Tamaran, criada por los Señores de la Guerra de Okaara. El fuego estelar brota de sus manos, alcanzando de lleno al inmenso hombre, aunque este no parece darse cuenta siquiera del ataque de la princesa.
-El Dios Oscuro es Mi Pastor-recita él, con los ojos en alto, mirando al cielo-. Es el Alba Roja, el Amanecer Escarlata, el despertar del Día de Apokolips. El Profeta ha anunciado la llegada del Mesías, y yo le abriré el camino. Soy el Lobo que precede al León, la simiente que precede a la cosecha. El sembrador que llega antes que la Guadaña. Soy el Heraldo del Amanecer Escarlata...
-Estupendo-dice Starfire, sintiendo como el aire se electrifica, y lanzándose a volar rápido hacia el cielo, tratando de evitar el nuevo ataque de aquel titán. La luz blanca rodea a aquel hombre, pero no llega a estallar, pues una campana verde le rodea, y el estallido se queda en un inmenso "gong" que hace que la princesa le retumben los oídos.
-¿Tenías que ponerle sonido a eso?-se queja Arsenal, saltando de la plataforma con una flecha preparada para volar en dirección al titán si es necesario. La campana esmeralda se desvanece, y Power Girl cae sobre él como un martillo pilón, golpeándole con todas sus fuerzas, pero él ni se mueve.
-El Dios Oscuro es Mi Pastor-vuelve a gruñir él-. Es el Alba Roja, el Amanecer Escarlata, el despertar del Día de Apokolips. El Profeta ha anunciado la llegada del Mesías, y yo le abriré el camino...
-¿Apokolips?-pregunta G´Nort-. ¡Me encantaría volver a ver a Darkseid! ¡Somos muy amigos4! -exclama el Linterna Verde, pero Power Girl niega con la cabeza.
-Es una muy mala influencia, perrito-dice, preparada para descargar un nuevo golpe sobre el hombre, pero este le agarra el puño, y una nueva descarga eléctrica comienza a recorrerle. La flecha de Arsenal vuela, hundiéndose en la parte interior del codo que tiene extendido. El tiro es certero, secciona nervios y tendones, y el hombre se ve obligado a soltar a Power Girl, mientras la luz blanca vuelve a envolverle.
-¡G´Nort!-grita Arsenal, y este prepara un campo protector, cubriendo a sus compañeros. Pero esta vez, dos edificios cercanos caen, llenando el aire de polvo y humo.
-Y el camino del Mesías estará precedido de sangre y destrucción, y avanzará coronado de rojo entre los restos de una ciudad ardiente, y tomará su cetro y su orbe, y con ellos gobernará la nueva creación, y se hará el silencio, y el Día de Apokolips habrá llegado, y serán los días del liderazgo de la Capucha Escarlata-masculla el enorme hombre.
-Las piezas de tecnología-señala Arsenal-. Son como las que Egg Fu implantó en la psiquiatra de Keystone5. Kar...
Arsenal ni siquiera puede terminar la frase cuando Power Girl cae como un meteorito sobre él, hundiendo sus dedos en las piezas de tecnología que siembran la piel del hombre, y tirando de ellas con todas sus fuerzas. El hombre grita, pero Power Girl no se detiene, a pesar de que con cada tirón, él grita como si la vida se le escapara. Comienza a relucir de electricidad blanca, y Starfire se une a su compañera, utilizando su energía estelar para fundir y cortocircuitar toda pieza metálica que puede. La luz es cegadora, y Power Girl siente que los ojos le hacen chiribitas, pero finalmente, consigue arrancar la última placa metálica del torso del titán, que la mira desconcertado antes de derrumbarse sin sentido, cayendo en el suelo noqueado.
-¿Quién es este tío?-pregunta Power Girl, sacudiéndose los restos metálicos de los dedos y frotándose los ojos. Su visión está nublada, pero aún así, reconoce al borrón rojo y azul que aparece ante ella. Su sangre se hiela en sus venas, y su corazón se detiene por un momento.
-Su nombre es Bruno Mannheim-dice él, el icono en el que todos los héroes se reflejan, apareciendo en el centro de la plaza, a pocos metros de ellos-. Y hasta hace poco era el líder de Intergang.
-¿Tú?-exclama G´Nort-. ¿Tú? ¿De verdad eres tú? ¡Un autógrafo! ¡Una foto! ¿Puedo grabarte en vídeo? ¿Te importa decir "G´Nort y Superman, amigos para siempre"? ¿Tienes Facebook? ¿Twitter? ¿Blog?
-Perrito, silencio-ordena Starfire, sujetando al Linterna Verde del cuello del uniforme, evitando que se arroje sobre el recién llegado.
-Superman-dice Arsenal, devolviendo las flechas al carcaj de su espalda, y cruzándose el arco sobre él-.Un placer verte por aquí. Igual si hubieras llegado un par de minutos antes...
-Estaba ocupado salvando vidas, Roy-responde Superman, mirando serio a Arsenal y a Mannheim, tirado en el suelo.
-Así que... Intergang-masculla Arsenal, enrojeciendo, y Superman asiente.
-¿Qué es Intergang?-pregunta Starfire.
-Una organización criminal que trata de imponer su liderazgo sobre el mundo del crimen organizado, y que lo realza utilizando tecnología del Cuarto Mundo.
-Como Egg Fu-gruñe Starfire, y Roy asiente.
-He recibido un mensaje de J´onn-informa Superman, y los Titanes le miran sorprendidos, pero el kryptoniano no parece decidido a compartir más información sobre por qué mantiene contacto con el marciano-. La Liga de Asesinos atacó Nanda Parbat utilizando tecnología de Apokolips, tecnología Boom Tubo.
-Demasiada casualidad-masculla Roy, y Superman asiente-. La Liga de Asesinos e Intergang juntos.
-Aquí hay más de lo que vemos a simple vista-dice Superman-. Mucho más.
Edificio Blacksword, Metrópolis.
Susurro A´Daire sostiene en sus manos la máscara de cristal rojo que presidía la gran sala del Profeta, y lo hace bajo la mirada atenta de los ojos amarillos que resplandecen en las paredes de cristal negro. Sentado en el centro, aturdido, hay un hombre, con la mirada perdida, que observa en silencio como Susurro se acerca a él.
-Elegido y Mesías, Señor del Caos, Heraldo del Día de Apokolips. La Máscara Roja que nos guiará en el Amanecer Escarlata, la Corona del Mañana-murmura Susurro A´Daire, y pone la máscara de cristal sobre el rostro del hombre-. Eres la Capucha Escarlata que nos guiará, juntos Intergang y la Liga de Asesinos en un nuevo mundo, como ha sido predicho.
Capucha Escarlata se alza.
Y bajo la máscara, sonríe.
1.- En Titanes 49, dentro de "Crisis de Familia".
2.- En DC Premiere 3, aquí en DCTopía
3.- En Titanes 53, no hace mucho… aquí, en DCTopía.
4.- En la legendaria JLI de aquellos maravillosos años, claro, con Giffen y DeMatteis
5.- No hace mucho, en Titanes 52, Ashley Zolomon quedó convertida en Lady Zoom.
CORREO DE LOS TITANES
Continúa la saga Amanecer en Escarlata. El mes que viene, en Jaque Mate.