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Titanes

TITANES #44
Lucha de Titanes III
Donna Troy debe morir

Guión: Tomás Sendarrubias

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Portada: En portada vemos a Troia, desmayada o muerta, encadenada a una inmensa columna. Al fondo, vemos estrellas y galaxias.

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Nueva Cronos.

- Así que han tenido el valor de venir a buscarla...

La voz de Hiperión suena llena de furia en la sala, mientras Tetis alzaba las aguas de una de sus fuentes mágicas. En ella, los Titanes del Mito ven como la burbuja de energía en la que viajan los Titanes gira alrededor de Nueva Cronos en busca de un lugar seguro en el que tomar tierra.

-Estúpidos-masculla Crío, cruzando los brazos ante el pecho-. Me siento insultado, ¿cómo han podido pensar que podrían llegar hasta aquí sin que los descubriéramos?

-Sólo son mortales, hermano-interviene Febe-. Son estúpidos.

-Creo que les infravaloráis-dice Mnemosine, tomando la mano de Crío, su hermano-esposo-. Los mortales han demostrado en decenas de ocasiones ser mucho más de lo que aparentan.

-¿Es miedo lo que detecto en tu voz, hermana?-ríe la siempre irascible Tea, apoyada en Hiperión.

-Es respeto-responde la Titánide de la Memoria, mirando a su hermana con el ceño fruncido-. En cualquier enfrentamiento es básico respetar al adversario.

-Sólo si el adversario es digno de respeto-dice Hiperión, serio-. ¿Cómo actuaremos, hermano Cronos?

El Titán del Tiempo observa a su hermana-esposa, Rea, y luego al resto de sus hermanos y hermanas.

-Traedlos a todos-ordena el mayor de los Titanes-. Que sean testigos del sacrificio de Donna Troy y se unan a ellas en la pira funeraria.

Los Titanes sonríen, deleitándose en la anticipación de la cacería que se avecina. Ceo y Mnemosine, sin embargo, encuentran sus miradas, y ven que cada uno comparte la preocupación del otro.

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-Haz una aproximación indirecta-ordena Nightwing, situado junto a G´Nort. El Green Lantern asintió, dispuesto a hacer un comentario, pero la mirada de Dick le hizo desistir, así que se limita a obedecer. La esfera de energía en la que viajan los Titanes, guiada por la voluntad de G´Nort, realiza un giro orbital, alejándose de Nueva Cronos para volver a acercarse al planeta desde el lado umbrío de este, donde los edificios y construcciones que no obedecen ley física alguna parecen abandonados y oscuros. Los Titanes mantienen el silencio dentro de la burbuja, contemplando atónitos la extraña silueta de Nueva Cronos.

Finalmente, Nightwing señala un edificio prácticamente derruido, y G´Nort dirige hacia allí la esfera, tomando tierra en las inmediaciones del templo de melladas columnas y estatuas fragmentadas.

-Nueva Cronos tiene su propia atmósfera respirable-explica Arsenal, preparando su arco-, de modo que no tendríamos que tener ningún problema a ese respecto.

-Sólo tenemos que preocuparnos entonces por otro millón de cosas-masculla Power Girl, lanzando una sombría mirada a su entorno-. ¿Cómo sabe uno en este sitio donde es arriba y donde es abajo?

-Si quieres te hago una demostración práctica-ladra G´Nort, que esta vez tiene que detener un puñetazo directo de Karen utilizando un escudo creado por su anillo.

-¡Basta!-exclama Arsenal, conteniendo la voz-. No hay tiempo para esto. He visto a Donna y a Garth colgados de una columna al norte de aquí... o al menos en esa dirección, si es que aquí existe algo semejante a las direcciones. Cuando les tengamos con nosotros, yo mismo arbitraré el combate definitivo entre la tía buena y el perrito, pero hasta que Troia y Tempest no estén libres, no voy a consentir este tipo de actitudes. Ni un comentario, Toni.

-No, no, descuida-replica Argent, tragándose el comentario que iba a hacer sobre los sentimientos de Roy hacia Donna.

-¿Todos listos?-dice Nightwing, y el resto de sus compañeros asienten-. Pues adelante, tal y cómo hemos acordado. Roy...

-Sé lo que tengo que hacer-le interrumpe Arsenal-. No me gusta y preferiría que lo hiciera otro, pero sé lo que tengo que hacer.

-Contamos contigo. Chicos, adelante.

Mientras Nightwing señala en la dirección en la que piensan que se encuentran Donna y Garth, y el resto de los Titanes se dirigen hacia allá, Arsenal masculla una maldición y se interna en las sombras proyectadas por los edificios derruidos que le rodean.

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-Demasiado fácil-dice Jesse Quick unos minutos después, apareciendo junto al resto de sus compañeros tras una carrera de exploración-. No hay rastro de los Titanes del Mito, ni de nada que evite que nos acerquemos a Donna y Garth.

-Mejor para nosotros-responde Argent.

-Esto ya lo he vivido-masculla Nightwing, deteniéndose, agazapado junto a una columna tumbada en un extraño plano, que de hecho, le mantenía en ángulo recto con el resto de sus compañeros.

-maTriX sE HA reAjUSTadO-gruñe Creeper, olisqueando a su alrededor-. NO saBíA qUE haBÍamOS VOLadO hASTa AqUí En lA OSirIs...

-¿Un déjà vu?-pregunta Flamebird, pero Nightwing niega.

-Cronos-responde, y en ese momento, todos escuchan un zumbido en el aire, el crujido de la energía pura. Por puro instinto, mientras Nightwing salta apartándose de la columna, que queda reducida a polvo, G´Nort alza un escudo ante ellos, pero el rayo de energía es tan intenso que la protección queda reducida a pedazos al instante, y sólo de milagro el Green Lantern consigue alzar una nueva barrera, que se fragmenta pero no cae.

-¿Quién nos ha tirado un camión?-aúlla G´Nort, reforzando la barrera con media docena de barreras más pequeñas. Ni siquiera a través del filtro lumínico que representan las burbujas verdes G´Nort puede mirar directamente al origen de aquella energía, dos siluetas humanas tomadas de la mano, envueltas en un fuego tan brillante que deslumbraba como si ardiera al rojo blanco.

-¡No tenéis posibilidad alguna!-grita Hiperión, radiante como el corazón del sol, mientras el poder puro emanaba de él y de Tía, cuya mano sostenía.

-Nos van a freír-masculla Power Girl.

-DÉjaMe SaLIR, pErrITO, qUE QUierO baILAr UN FaNDaNGo...-ríe Creeper, y antes de que ni siquiera Jesse Quick pueda reaccionar, sale de la burbuja de protección, gritando a carcajada limpia en dirección a los Titanes solares.

-¡Jesse, ve a por Garth y Donna!-grita Nightwing, viendo como Creeper esquiva por centímetros una de las descargas solares de sus contendientes. Aprovechando que los Titanes del Mito estaban distraídos con las piruetas imposibles de Creeper, que aún eran más sorprendentes debido a las extrañas condiciones gravitacionales de Nueva Cronos, G´Nort bajó los escudos, permitiendo a sus compañeros dispersarse.

-3x2(9YZ)4-exclama Jesse, y de inmediato, se convierte en un borrón que parte a toda velocidad en dirección a la columna de la que cuelgan Troia y Tempest. La velocista esquiva sin dificultad algunas ruinas, y se encuentra ya a escasos metros de la inmensa columna cuando algo la detiene en seco. Jesse, como una estatua, trata de mirar a su alrededor, pero no puede moverse, como si el aire a su alrededor se hubiera convertido en cemento. El mundo estallo para Jesse Quick cuando un poderoso golpe le impacto en la espalda, arrojándola hacia delante mientras el aire recobraba su consistencia habitual.

-Gracias, Cronos-dice Japeto, crujiendo sus nudillos tras haber golpeado con fuerza a Jesse. El Titán de la Justicia, apoya su rodilla en la espalda de la muchacha, y con gesto sádico, enreda sus dedos en el pelo de ella, tirando hacia atrás y arrancándole un grito-. Grita, lo que quieras, nos reiremos mucho mientras se rompe tu cuello.

-Suéltala, capullo-dice Argent, mientras un rayo de plasma plateado brota de sus manos, alcanzando al Titán, que sale despedido para estrellarse contra la base de la columna que sostiene a Troia y Tempest. De los labios de Japeto brota una carcajada.

-¿Tenemos alguna oportunidad, Nightwing?-pregunta Flamebird, mientras sobre ellos Power Girl trata de evitar que una ola alzada por Tetis.

-Ninguna-responde Dick-. Hace años Hiperión barrió el suelo con nosotros, él estaba solo y nosotros contábamos con Cyborg y Starfire.

-Tú si que sabes dar ánimos, culo prieto. Me imagino quién te ha enseñado...

-¿Me has llamado...?

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Desde la cima de la columna, Donna observa la batalla con los ojos entreabiertos. Jesse Quick ha caído, y con Cronos manipulando el tiempo, Japeto no tardaría en vencer a Argent. Cronos, Hiperión, Tía, Japeto, Océano y Tetis estaban allí. Donna supone que el resto de los Titanes del Mito estarán a la espera, sabedores de que su presencia probablemente no sea necesaria. Casi puede imaginarse a Rea, Temis, Febe, Mnemosine, Crío y Ceo observándolo todo desde las sombras. La imagen de los ojos de Ceo, mirándola con ternura, aparece en su mente, y se sorprende al sentir algo semejante a la añoranza. Pero no es el momento de preguntarse por sentimientos nuevos.

-Garth-farfulla la Amazona, alzando el rostro. No percibe respuesta del Atlante-. ¡Garth!

Un gruñido brota de los labios de Tempest, y Donna insiste.

-Poseidón bendito-murmura Garth, tratando de apartar las nieblas de su mente-. Donna...

-Garth, te necesito despierto-dice Donna-. Los Titanes han venido a buscarnos...

-No puedo centrar mis pensamientos, Donna-responde Garth-. Es... no puedo...

-Guarda silencio, atlante.

En cuanto escucha la voz de Febe, Donna sabe que cualquier plan de escapada que pudiera tener se ha desvanecido. La Titánide lunar flota frente a ellos, envuelta en un nimbo de luz plateada, contemplándoles con una mezcla de fría curiosidad y desprecio.

-No sé qué ha podido ver mi hermano-esposo en ti, amazona-susurra Febe, acariciando suavemente el cabello oscuro de Donna-. Pero si Ceo cree que debes vivir, tendré que estar de acuerdo con él.

-Oí tus palabras a Ceo-dice Donna, sorprendida-. Crees en las palabras de Circe, de la Profetisa... Crees que destruiré a los Titanes del Mito...

-Sólo dije lo que Cronos quería oír. Sabía que mi hermano nos escuchaba, que está siempre vigilando a Ceo, pues le considera el más blando y débil de nosotros. Pero Ceo es el más hermoso y sensible de los Titanes, y yo estaré siempre de acuerdo con mi hermano-esposo. Si él te ama, tendrás también mi amor, amazona. Y ahora, guarda silencio. Circe y Cronos lo vigilan todo, y sé que ambos traman algo que nos esconden al resto-. Febe guarda silencio unos instantes-. Tus amigos han caído, Donna Troy. Pronto la Profetisa vendrá a buscarte. Ahora, dormid.

Un viento frío procedente del aliento de Febe envuelve a Donna y Garth, que de inmediato se ven absorbidos por un profundo sueño, espeso y cálido como el terciopelo.

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Cuando Donna vuelve a ser consciente, lo primero que percibe es la ausencia de los vientos cósmicos. Puede respirar con normalidad, y aunque su piel y sus ojos arden, y la boca le sabe a sangre, al menos no sigue siendo azotada por los vientos. El aire está caliente, caldeado, y huele a especias. Hay un rumor de voces apagadas y telas que rozan el suelo. Respira despacio antes de abrir los ojos para tratar de deducir su posición. Está tumbada, y unas bandas resistentes de lo que parece ser cuero la sujetan por los tobillas y las muñecas a lo que parece ser una superficie rugosa, fría, y probablemente de piedra. Finalmente, Donna abre los ojos, cerrándolos de inmediato, deslumbrada por el resplandor de las antorchas. Con un esfuerzo, la Amazona vuelve a abrir los ojos, y esta vez, aunque con lágrimas, consigue mantenerlos abiertos. Los Titanes del Mito la rodean, sus compañeros yacen sin sentido hacinados en un rincón. Y Circe se encuentra junto a ella, ataviada con ropas negras y con el cabello purpúreo cayendo libre sobre sus hombros y su espalda.

-Ya estás despierta-dice la hechicera, y a Donna le parece detectar un matiz de diversión en las palabras de Circe-. Ha llegado el momento.

-¿Cómo les has engañado?-masculla Donna, aunque la voz apenas brota de sus labios-. Les has hecho creer que provocaré la destrucción de los Titanes del Mito... y seguramente sólo para poder herir a Diana a través de mí...

-Totalmente cierto, querida-responde Circe, aproximándose a Donna, fingiendo examinar las ataduras-. Los Titanes tienen un miedo atroz a volver a ser condenados al Tártaro. Fue muy sencillo engañarles... bueno, contando con la ayuda de uno de ellos, claro. Todos ganaremos con tu sacrificio, Donna Troy. Mi señora Hécate tendrá un cuerpo mortal formidable desde el que comenzar su reinado, y Cronos podrá gobernar junto a ella, lejos del Tártaro y con un poder cómo no ha tenido nunca desde que los Olímpicos destronaron a los Titanes.

Circe se incorpora, sonriendo a los Titanes del Mito. La mirada de Donna se desliza por ellos. Cronos parece nervioso; Japeto, Océano, Tetis, Temis, Febe, Crío, Hiperión y Tía están encantados con la situación, pero los rostros de Ceo, Mnemosine y Rea se muestran sombríos. Donna reza a Atenea para que Febe fuera sincera y puedan ayudarla. Su mirada se dirige después a sus compañeros, y sorprendida, Donna se da cuenta de que Roy no está allí. Ahora es ella la que tiene que contener una sonrisa, pues sabe que mientras uno solo de los Titanes esté libre, todos tienen esperanza.

-Es la hora-dice Cronos, mirando intensamente a Circe, y esta asiente.

-Es la hora de la sangre y el sacrificio-comienza a decir Circe, y de inmediato, las sombras se espesan a su alrededor, y Donna puede sentir como prácticamente trepan sobre ella-. Sangre y sombra, fuego y alma, roble y noche, tierra y drama...

Donna deja de escuchar la voz de la hechicera, que va derivando hacia el griego antiguo, y luego hacia un idioma incluso más antiguo, quizá anterior a la civilización de Creta, un idioma que ya era viejo cuando Hécate alcanzó la plenitud de su poder. Circe alza un cuchillo sobre ella, y Donna es capaz de sentir la proximidad de la antiquísima diosa de la oscuridad, la diosa triple de la Noche, la Muerte y la Brujería. Las sombras parecen presentirla, y sisean a su alrededor los viejos nombres de la diosa. Las siluetas de los Titanes se difumina, y cada aspiración de aire ardiente le cuesta un mundo. No puede evitar forcejear para tratar de liberarse de las cinchas, aunque sabe que es imposible. Con un rugido de telas, el cuchillo de Circe se alza sobre ella, dispuesta a descargar el golpe mortal.

Y entonces, una flecha se clava en la mano de la hechicera, atravesando la empuñadura del cuchillo y arrancándole un grito ahogado.

-Esto no se acaba hasta que no cante la gorda.

Las sombras se dispersan con la interrupción del hechizo, y los Titanes del Mito se vuelven, entre atónitos y furiosos hacia la figura que aparece agazapada y con otra flecha preparada para volar contra ellos agazapado entre las sombras del frontón de un edificio cuyos extraños ángulo le situaban justo encima de los Titanes del Mito. Antes de que ninguno de los Titanes reaccionara, Arsenal volvió a disparar, pero esta vez Circe alzó la mano y la flecha se detuvo en pleno vuelo, cayendo al suelo completamente inútil.

-Es sólo un humano-gruñe Circe, rompiendo la flecha y sacándose con brusquedad el astil roto de la palma de su mano.

-Un humano... que viene acompañado-dice Roy, y como si hubiera esperado ese momento, una luz verde inundó el cielo por encima de Nueva Cronos, cuando el Cuerpo de Linternas Verdes hace su aparición.

De inmediato, Hiperión y Tía alzan el vuelo para enfrentarse a ellos, pero Cronos, mirando aturdido a su alrededor, toma la espada que pende de la cintura de Temis, y se acerca a toda prisa a Troia.

-¡Donna Troy debe morir!-grita el Titán, alzando la espada sobre el cuerpo de Donna, pero el suelo tiembla bajo sus pies, y unas enormes manos de roca se alzan, atrapándole y apartándole de ella. Los ojos sorprendidos de Cronos vuelan hacia su hermana-esposa, Rea, que está flanqueada por Mnemosine, Ceo y Febe.

-Se acabó, hermano-esposo-dice la Titánide-. Ha llegado la hora de poner fin a tu locura.

-¡Traidores!-grita Japeto, golpeando con furia a Mnemosine, que cae como una muñeca rota al suelo, antes de que Ceo y Febe planten cara a su hermano. La tierra se agita bajo ellos, y Rea presta su atención a Circe, que se ve apartada de Donna por una ola de tierra.

Arsenal corre hacia Donna, tratando de esquivar a los Titanes del Mito que tratan de hacerse frente entre ellos y al Cuerpo de Linternas Verdes. Tomando del suelo el cuchillo que había sostenido Circe, lo utiliza con premura para cortar las cinchas que atan a la Amazona.

-Justo a tiempo-dice él, abrazándola, y Donna no puede evitar sonreír.

-Como siempre-responde-. Deberíamos despertar a los otros, necesitamos a Tempest.

-Tienes un plan, ¿verdad?-dice Roy, mientras ambos se dirigen hacia el resto de los Titanes.

El fuego de Hiperión está a punto de abrasar a Salaak, que sin embargo, consigue realizar un constructo semejante a una tubería que aparta de él el ardiente ataque del Titán Solar.

-¡Eh, tía buena, se me ocurren cosas mejores que hacer que intentar matarnos mutuamente!-grita Guy Gardner, volando derecho hacia Tía protegido por un escudo de forma más fálica aún de lo que era habitual en él.

-¡No ofendas a mi hermana!-grita Hiperión, apareciendo ante Guy, y descargando un furioso y ardiente puñetazo que reduce a pedazos la protección del Green Lantern, que aturdido, se precipita en caída libre hacia Nueva Cronos.

-Gardner, no das más que problemas-dice Kyle Rayner, apareciendo desde debajo de él, y recogiéndole con un complejo constructo que imita a Superman con la capa ondeando tras él.

-Déjame en paz, nenaza, y déjame delante de la reina de la fiesta para que le devuelva la caricia-responde Guy, escupiendo dos dientes.

-La próxima vez dejaré que te estrelles...-masculla Kyle, mientras su Superman verde alza a su compañero.

Japeto cae, echando sangre por los oídos y la nariz cuando, desde el suelo, la herida Mnemosine hace que exploten las neuronas del Titán de la Justicia. Cronos consigue romper el mortal abrazo de su esposa, mientras Febe y Ceo se las ven con una furiosa Temis.

-¡Traidores!-vuelve a gritar Cronos, y en su mano hace su aparición, convocada del propio aire, una guadaña de peligroso aspecto. Pero Rea no se deja acobardar, aunque su esposo-hermano se acerca a ella, balanceando la guadaña de forma amenazadora-. Te odio, esposa-hermana. Siempre te he odiado. Todo lo que hemos sufrido ha sido por tu culpa, tú has causado nuestro destierro, nuestra condena...

-Sigues estando loco, Cronos-responde Rea, y serpientes de roca aparecen a su alrededor, atacando al Titán del Tiempo, que las cercena sin esfuerzo utilizando su guadaña-. Y lo que hice, lo volvería a hacer una y otra vez.

-Has arruinado mis planes por última vez, hermana-grita Cronos, alzando la guadaña, y descargando un golpe mortal, que sin embargo no alcanza a Rea... sino a Ceo, que salta ante el ataque para proteger a su hermana.

-¡Ceo!-gritan al tiempo Febe y Donna, al ver que el Titán de la Luna se tambalea, con el pecho atravesado por más de la mitad de la guadaña de Cronos, que observa a su hermano malherido con la mirada perdida, enloquecido. Pero no hay posibilidad de salvación para aquellos heridos por la guadaña de Cronos, y para cuando el cuerpo de Ceo cae al suelo, ya está muerto. Rea se arrodilla junto a él, sosteniéndole amorosamente, esperando quizá el golpe mortal que debe recibir, pero este, de nuevo, no llega.

-¡Asesino!-grita Power Girl, recién despertada, golpeando con toda su fuerza a Cronos.

-Despierta-dice Donna, arrodillada junto a Tempest, que abre los ojos aturdido. A su alrededor, sus compañeros están siendo despertados por Arsenal y Nightwing-. Tenemos que parar esto, Garth...

-¿Donna?-masculla el Atlante, aturdido ante la magnitud de la batalla que se despliega ante sus ojos-. ¿El Cuerpo de Linternas Verdes?

-No tenemos tiempo, Garth, necesito una teleportación masiva...

-No-se niega Tempest-. Donna... viste lo que ocurrió con Atlantis...

-No me importa si nos mandas a todos al Infierno, Garth-protesta Donna-. Pero tenemos que hacer algo para detener a los Titanes del Mito...

-Yo te ayudaré-interviene Febe, apareciendo junto a los Titanes, con los ojos llenos de lágrimas-. Cronos va a pagar por la muerte de Ceo.

-No lo entendéis, mi magia no es...-trata de excusarse Tempest, pero las dos mujeres le miran duramente-. Lo intentaré. ¿Qué queréis que haga?

-Quiero que envíes a Cronos y a los suyos al Tártaro-dice Donna, y Febe asiente.

Crío, Titán de la Memoria, disecciona capa a capa los recuerdos de uno de los Green Lantern, forzándole a revivir cada una de las pesadillas, y posiblemente volviéndole loco para siempre, cuando la realidad parece parpadear a su alrededor. Crío se detiene en seco, y los miembros del Cuerpo acuden a ayudar a su compañero, pero Crío no puede reaccionar. Conoce esa sensación de frío gélido. Conoce la oscuridad que parece envolverle.

-¡No!-grita-. ¡No!

El espacio y el tiempo se curvan en Nueva Cronos mientras el poder de Tempest, sumado al poder de Febe, va atrapando a los Titanes del Mito uno por uno. A pesar de que tratan de resistirse, uno tras otro van siendo atrapados por el Tártaro, que jamás olvida a sus huéspedes. La batalla en los cielos se detiene cuando, uno tras otro, Crío, Tetis, Tía, Océano e Hiperión desaparecen aullando en el abismo.

-¡No nos puedes hacer esto!-grita Temis a Febe, pero la mirada de la Titánide de la Luna es gélida, y ni siquiera las súplicas de piedad de sus hermanos pueden evitar que siga utilizando la magia de Tempest para desterrar de nuevo a los Titanes al Tártaro.

Temis y Japeto desaparecen juntos en el Tártaro, pero Cronos parece decidido a llevarse por delante a Rea. Detiene el tiempo alrededor de Power Girl, que queda convertida en una estatua en el aire.

-¡Rea!-grita Cronos mientras las sombras del Tártaro se arraciman alrededor de él. Pero la Titánide no se amilana, y la tierra se alza a su alrededor, haciéndola volar hacia su hermano-esposo, al que traba con la propia roca del suelo.

-No te preocupes, hermano-esposo-dice ella-. No voy a dejarte solo.

Sin decir nada más, Rea abraza a Cronos, siendo arrastrada por él, que desaparece gritando.

-¡Rea, no!-grita Donna, pero Febe asiente junto a ella.

-Es nuestro destino, Donna Troy-dice la Titánide-. Mnemosine y yo también nos condenamos voluntariamente al Tártaro... y esta vez, nos aseguraremos de que nuestros hermanos no pueden escapar.

-¡Tempest, cierra el portal!-grita Donna, tratando de evitar la desaparición de las dos últimas Titánides, que observan con entereza como las sombras del Tártaro de arremolinan alrededor de ellas.

-No puedo, Donna-masculla Garth, cayendo de rodillas por la tensión-. Es Febe quien está controlando mi poder...

-¡No!

Donna corre hacia las Titánides, decidida a detenerlas o desvanecerse con ellas, pero Jesse Quick corre hasta situarse delante de ella, y la abraza con fuerza, evitando que la Amazona se arroje de forma voluntaria al Tártaro.

-Es su destino, Donna, no el tuyo-dice Jesse, suavemente, y Donna cae de rodillas, abrazada a su amiga, mientras finalmente, y en silencio, Mnemosine y Febe desaparecen. Herida en lo más profundo de su corazón, Donna rompe a llorar.

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-Jamás me acostumbraré a este sitio-masculla Toni, acercándose por la espalda a Dick, que sentado en un bancal, observa Nueva Cronos-. ¿Puedo sentarme?

-Claro-responde él, sin dejar de observar las patrullas de Green Lantern que volaban sobre el desolado planeta.

-Dick, lo hemos hecho bien-dice Toni, poniendo una mano en el hombro de su compañero, amigablemente-. De una forma o de otra, tu plan funcionó.

-Sí, de una forma o de otra-masculla él-. No hemos podido encontrar a Circe, sólo el que cuatro de los Titanes del Mito se volvieran contra sus hermanos nos ha permitido vencer, y Donna cree que la profecía de Circe era cierta y ella es la responsable de la destrucción de los Titanes del Mito.

-Donna simplemente necesita descansar-dice Toni-. Le vendrá bien pasar una temporada junto a las Amazonas en Themyscira, Dick. Está preocupada por Diana, y... bueno, después de todo esto, le vendrá bien apartarse de todo un tiempo.

-Hola, chicos. Espero no interrumpir nada...

Toni y Dick se giran al mismo tiempo hacia atrás, viendo como Kyle Rayner cruza el umbral de la sala en la que se encuentran, y se acerca a ellos, apoyándose en la balaustrada.

-Kyle-saluda Dick-. ¿Alguna novedad?

-Ninguna-responde Kyle-. No hay ni rastro de los Titanes del Mito ni de Circe. Incluso el cadáver de Ceo ha desaparecido. Nueva Cronos es un desierto. Y... bueno, estoy un poco preocupado por Donna.

-Se retirará a Themyscira por un tiempo-interviene Toni.

-Eso le vendrá bien-responde Kyle.

-Parece que hay consenso en eso-masculla Dick-, y sin embargo, tengo un mal presentimiento al respecto.

-Dick, no es un mal presentimiento. Es miedo-responde la joven italoamericana-. Donna ha sido siempre el pilar central de los Titanes. Por muy orgullosos o importantes que nos sintamos todos siendo parte de este equipo, por muy buenos líderes que hayáis sido Roy, tú o Víctor, el espíritu de los Titanes siempre será Donna. Y lo que tienes es miedo a que esto no funcione sin ella... Pero lo hará, y cuando Donna decida regresar, se encontrará con sus amigos esperándola.

-Supongo que tienes razón-acepta Dick, aunque de mala gana-. ¿Qué vais a hacer con Nueva Cronos?

-¿Cómo que qué vamos a hacer con Nueva Cronos?-replica Kyle, sorprendido.

-Tú lo has dicho antes, Nueva Cronos es ahora un desierto-continúa Dick-. Creo que no hay nadie mejor preparado para hacerse cargo de este sitio que el Cuerpo de Linternas Verdes. Seguro que le podéis sacar algún provecho.

-Pues... tendré que hablar con Salaak y los demás... no sé exactamente qué decir...

-Y además del planeta, si queréis, os podéis quedar con G´Nort-dice Toni-. Al fin y al cabo es un Green Lantern, ¿no?

-Ehmmm... creo que no está interesado-responde Kyle, bajando la mirada al suelo.

-Venga, Rayner, ¿no tienes una excusa mejor?-ríe ella.

-Es que... ay, esto va a ser humillante... no es una excusa. Hablé antes con G´Nort, y bueno, le dije que... que en fin, su actuación con los Titanes parecía estar siendo buena, y que puesto que habíamos refundado el Cuerpo, quizá... bueno, le pregunté si estaba interesado en formar parte.

-¿Y?-inquiere Dick.

-Que... bueno, aulló. Luego se rió. Agitó las orejas. Volvió a reírse. Volvió a aullar. Juraría que por un momento, incluso se persiguió el rabo. Y luego... dijo que no. Dijo algo sobre unas vacaciones, algo que no pienso repetir sobre Power Girl... y luego dijo que ahora él forma parte de un grupo de verdad, los Titanes. Ya podéis reíros.

-G´Nort... ¿te ha rechazado?-masculla, incrédula, Toni.

-Venga, no seáis crueles-protesta Kyle.

-Kyle tiene razón, Toni. Son cosas que pasan. ¿Podéis ayudarnos a volver a casa?

-Claro, eso no es problema para el Cuerpo.

-Bien, me alegro-responde Dick-. Pues cuanto antes nos marchemos mejor. Quiero encontrar un buen hueso para el perrito, me está empezando a caer bien...

-¡Venga ya, Dick!-exclama Kyle.

-Eh, que forma parte de un grupo de verdad. Tendré que convencer a Karen de que no lo mate...

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CORREO DE LOS TITANES

Fin del arco, y final de la lucha entre los Titanes y los Titanes del Mito, y no fin, sino pausa, en las apariciones de Donna Troy en estas páginas. ¿Dónde va a estar Troia? En Themyscira, claro. Je, je, je. Y en el próximo número, en estas páginas...

¿¿¿Lord Manga Khan???

 
 
   
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