TITANES #39
Los Seis Secretos I
Primer Ataque
Guión: Tomás Sendarrubias
Portada: Prometeo se enfrenta a Nightwing, ambos con posturas idénticas, como reflejos en un espejo. Alrededor de ellos, en el suelo, inconscientes, el resto de los Titanes.
Ahora.
Arsenal salta por encima de un disparo, esquivándolo por milímetros, intentando no pensar que aquel pedazo de metal podía haber significado su muerte, mientras trataba de dilucidar cómo un solo hombre podía estar acabando con todos ellos. Tensa el arco y dispara, sabiendo de sobra que su oponente esquivará o detendrá la flecha, pero al menos, con un poco de suerte, le distraerá lo suficiente como para dar una oportunidad a alguno de sus compañeros... los que quedan en pie, claro.
Nightwing está aturdido pero relativamente ileso, aunque no se puede decir lo mismo de Troia y de Blue Marvel, los dos noqueados por su oponente, que se había asegurado de eliminar primero a los más poderosos de los Titanes. Augurio se había esfumado en busca de ayuda; Bushido y Flamebird pese a sus habilidades tenían pocas oportunidades frente a un enemigo de ese calibre. Changeling intentaba poner a salvo a un herido Cyborg; y el Linterna Verde del grupo, G´Nort, de momento se limitaba a protegerse con una burbuja mientras escondía la cabeza bajo tierra.
Una sola persona estaba a punto de derrotar a una de las alineaciones de Titanes más poderosas de todos los tiempos.
Y encima se estaba divirtiendo.
-¡Venga, chicos!-exclama-. ¡Ánimo! ¡Sólo somos dos de los Seis Secretos!
-¿Dos?-balbucea Arsenal, mirando a su alrededor temiendo encontrarse con Chemo o Plasmus a su espalda dispuestos a convertirle en cenizas.
Como Arsenal había previsto, Prometeo coge la flecha con una mano mientras del cinturón toma una vara de metal cromado con la que apunta hacia Roy. El aire cruje un segundo mientras un borrón amarillo se arroja a hipervelocidad contra los Titanes. A Nightwing le parece ver la silueta de un hombre en aquella ráfaga, que impacta de lleno contra Arsenal, tumbándole antes de desvanecerse tan rápido como ha aparecido.
-¿Zoom?-masculla Nightwing, reconociendo en la breve aparición al antiguo enemigo de Flash y al que habían dado por muerto tiempo atrás. De todas formas, aquello que había salido del arma de Prometeo, una especie de centella gritona, tenía poco que ver con un ser vivo.
Antes.
-¿Alguien me puede explicar qué hacemos aquí?
Roy se dejó caer sobre una roca, y miró a su alrededor, apoyando el arco en sus rodillas. El T-Jet estaba a varios pasos tras ellos, y junto a él, Donna, Dick, Lilith, Ryuku, Bette, Gar, Blue Marvel y Víctor parecían tan confundidos como él. A su alrededor, poco más o menos, nada. Se encontraban en pleno desierto de Mojave, al norte de California. Hacía menos de una hora, los Titanes de las dos costas habían recibido un aviso a través de la frecuencia de la Liga de la Justicia informándoles de que tenían una emergencia de clase A. Según Wally, con el que habían hablado, habían detectado el posible despertar de un androide Amazo en aquellas coordenadas. La Liga estaba ocupada en algún asunto cósmico, así que los Titanes tenían que hacer frente a la situación. De inmediato, Nightwing y Changeling se habían puesto en contacto entre ellos y habían convocado a todos los Titanes disponibles. Los Titanes Oeste habían viajado en T-Jet, mientras Augurio teleportaba a los Titanes Este. Tempest y Jesse Quick se encontraban con Argent en Italia, y Power Girl tenía asuntos personales que resolver con sus compañeros de la JSA, pero los demás habían podido acudir todos.
Y ahora, se encontraban en mitad de ningún sitio.
-¿Seguro que Wally no nos ha vuelto a gastar una broma como cuando dijo que el Doctor Luz planeaba sabotear la Super Bowl?-masculló Gar, rascándose la nuca.
-¿A través de la línea de la JLA?-intervino Donna-. Ni siquiera Wally es tan inconsciente...
-Pues por aquí yo no veo rastro alguno de Amazo... ni siquiera del Doctor Luz-protestó Roy-. Así que creo que la próxima vez que vea a Kid Flash, le voy a meter una flecha donde nunca llega el sol...
-Esto no tiene sentido-le interrumpió Dick-. Las coordenadas eran estas, el código era el correcto, todos los identificadores de coincidencia indicaron que era Flash...
-¡Peligro!-gritó Augurio, pero los Titanes no tuvieron tiempo de reacción antes de que el T-Jet explotara en mil pedazos, haciéndoles caer al suelo.
-¿Pero que...?-comenzó a decir Cyborg pero no puedo terminar la frase, pues escucharon un crujido, y una descarga de plasma le golpeó por la espalda.
-Ha sido tan fácil engañaros que casi me dais pena-dijo alguien, y Prometeo apareció ante ellos, sosteniendo un rifle aún humeante...
Ahora.
Nightwing sabe que la única solución para no caer ante el envite de Zoom es acercarse a Prometeo lo suficiente como para que su "varita mágica" no resulte funcional, así que lanza un batarang para distraer la atención de su adversario, y acto seguido se arroja al suelo, girando sobre sí mismo hasta encontrarse a pocos palmos de Prometeo. Nightwing apoya las manos en el suelo, y se incorpora lanzando una patada al plexo solar de Prometeo, que desvía el ataque con su antebrazo, cambiando el "Disparador Zoom" por una maza de cantos afilados que esgrimía con total soltura. Nightwing está a punto de ser alcanzado por el arma, y masculla una maldición al ver como el suelo estalla tras él cuando la maza de Prometeo impacta allí. Agazapándose, Nightwing intenta valorar una buena forma de atacar a su rival, pero sabe que es muy complicado, el problema de luchar contra Prometeo es que no te enfrentas sólo a él, sino a las docenas de personalidades y habilidades que era capaz de descargar de su yelmo directamente a su córtex cerebral.
-Si es el pequeño Robin-ríe Prometeo-. ¿A que no adivinas de quien he descargado todas sus habilidades de combate?
Mientras dice esto, Prometeo lanza una patada que podría haber volado la cabeza de Nightwing, que apenas tiene tiempo de asentarse en el suelo de nuevo antes de que un golpe doble de su rival descargado desde arriba con los dos puños le impacte de lleno. Nightwing conocía aquellos golpes. Conocía aquella forma de luchar. Se podía ver a sí mismo en la Batcueva, esquivando aquellos golpes durante docenas de sesiones de entrenamiento.
-¿Sabes por qué no le llegarás nunca a la suela de los zapatos?-dice Nightwing, dando una voltereta hacia atrás para evitar un nuevo mazazo de Prometeo-. Porque no tienes ni puta idea de cómo trabajar en equipo...
-Como si Batman fuera un especialista en eso...-responde Prometeo, alzando de nuevo la maza.
-Él no-responde Nightwing, y Prometeo descarga el golpe... o al menos lo intenta, porque Bushido arroja la cadena de su kamayari, que se enrosca en el brazo de Prometeo, impidiéndole dar el golpe-. Pero yo sí.
Nightwing lanza un golpe rápido al cuello de Prometeo, que lo detiene con el codo del brazo que tiene libre, pero el discípulo de Batman gira el torso, alcanzando su verdadero objetivo, el Disparador Zoom, que toma en sus manos antes de lanzar una patada con ambos pies hacia el plexo solar de Prometeo y utilizar ese mismo impulso para alejarse unos metros del villano. Pero es inútil, pues Prometeo se arroja con él a tal velocidad que antes de darse cuenta, Nightwing tiene sus brazos trabados en una presa.
-Idiota, ese es el Módulo de Desplazamiento Temporal-escupe Prometeo, retorciendo los brazos de Nightwing-. ¿Dónde demonios está?
Nightwing consigue sonreír. Flamebird se está volviendo verdaderamente buena a la hora de esconder cosas. Y su plan continúa adelante...
Un zumbido avisa a Nightwing de que es el momento de quitarse del medio. Mordiéndose los labios, fuerza uno de sus hombros hasta dislocarlo, lo que le permite cierta movilidad que aprovecha para lanzar su rodilla contra el bajo vientre de Prometeo. Este pierde por un momento el aliento, lo suficiente para que Nightwing se libere justo a tiempo. Como una maza plateada, Cyborg cae sobre Prometeo, golpeándole con sus puños metálicos mientras Flamebird ayuda a Nightwing a recolocar los huesos de su hombro.
-Lamento el retraso, necesitaba tiempo para reiniciar el sistema reparador-dice Cyborg, mientras Changeling, que viajaba en su hombro convertido en un saltamontes, se transforma en un enorme pulpo de un verde brillante, sujetando con sus tentáculos las extremidades de Prometeo.
-Sí, no podía ser tan fácil como Control Alt Suprimir-dice Changeling-. Me ha dado pantallazo azul. Por cierto, Prometeíto, espero que estés cómodo...
-Encantado, cosa verde-responde Prometeo, con una enervante sonrisa-. Quiero demostraos lo rápido que aprendo, ahora yo también sé jugar en equipo.
Algo más rápido que una bala arrastra a Changeling, tan rápido que no le permite siquiera cambiar de forma. Cyborg trata de impedir que Prometeo escape, pero este es demasiado rápido.
-Me encanta que me hagan el trabajo sucio-sonríe Prometeo, apartándose de Cyborg, que ve venir a aquel que ha atacado a Changeling. Sin pararse a ver de quién se trata siquiera, el hombre metálico simula una pistola con sus dedos, y dos rayos láser brotan de las piezas de molibdeno de sus manos, impactando de lleno en su atacante... aunque simplemente, rebotan en él.
De nuevo, Nightwing maldice entre dientes. Intenta imaginar alguna situación en la que pudieran salir bien parados de todo aquello, pero no se le ocurre nada. El nuevo atacante alcanza a Cyborg, que nota como unas manos de fuerza increíble se cierran en torno a su cuello, forzándole a doblar sus rodillas.
-Arrodíllate ante Zod-dice el recién llegado.
-Dios, estaba deseando que lo dijera-masculla Prometeo-. Es como escuchar a Darth Vader con lo de "Luke, yo soy tu padre".
Flamebird, sin pensárselo dos veces, apunta a Zod con la vara de Prometeo, el Disparador Zoom, y pulsa un botón camuflado en la empuñadura. El aire estalla ante ella mientras aparece una brecha, un portal que saca a Zoom de los brazos de la muerte y le lanza hacia su enemigo lanzando un aullido enloquecedor. Pese a todo, a Zod le basta un revés de su puño para deshacerse del hombre-proyectil, que desaparece de nuevo en la brecha de la realidad.
-No juguéis conmigo-dice Zod, apretando aún más sus manos sobre Cyborg, que siente como su carcasa metálica cruje bajo las manos de su atacante.
-Mata primero al negro, yo me ocuparé del Chico Maravilla-dice Prometeo.
Un resplandor rojizo atrae la atención de los dos villanos, que se giran al mismo tiempo para ver que Augurio ha vuelto, trayendo refuerzos.
-¡Zod es mío!-grita Power Girl,
-¡nO!-exclama la figura que aparece junto a ella, sorprendiendo tanto a los Titanes como a sus enemigos-. ¡yO LO vï pRIMero! ¡HAHAHAHAA!!
Antes.
El dolor hizo que cayera de rodillas nada más materializarse en la Torre de los Titanes de Nueva York. Sentía como si alguien le estuviera clavando un hierro al rojo en el costado izquierdo, y la sangre que brotaba de un corte sobre su ceja le escocía en los ojos, pero no podía permitirse el tomar el tiempo necesario para quejarse. La Torre de los Titanes de San Francisco estaba más cerca, pero la de Nueva York tenía un mejor sistema de comunicaciones, y esperaba poder contactar con el resto de los Titanes, la Liga de la Justicia, la JSA, o si era necesario, incluso con Young Justice. Lilith corrió hacia la sala de comunicaciones, pero se detuvo en seco al ver sentado en una de las sillas un extraño personaje de piel verdosa, que se giró en el asiento para dirigirla una sonrisa que le puso los pelos de punta a la joven.
-¿Quién eres tú y cómo has entrado?-susurró Augurio, preparada para defenderse, pero el extraño ser lanzó una carcajada.
-ATraVESanDo puerTAS y vENtanas-rió Creeper, saltando y agazapándose en una postura de equilibrio inverosímil sobre el respaldo del asiento-. O QuiZà eSTUVe aQUÏ sIemprE.
-No tengo tiempo de...-comenzó a decir ella, dispuesta a teleportar al intruso al corazón del Kilaweah si era necesario, pero en ese momento, una tercera persona irrumpió en la sala a toda prisa, y el Creeper lanzó una nueva carcajada.
-¡Intrusos!-exclamó Kara, entrando en la sala y deteniéndose al ver a Augurio y Creeper-. ¿Lilith?
-¡Power Girl!-dijo Augurio-. ¡Hemos sido emboscados en Mojave! ¡Prometeo...!
-vOY coN VOSotrAs-intervino Creeper, y por algún motivo, Lilith y Kara supieron enseguida que aquello no era una pregunta.
Ahora.
Creeper, sin apartar sus ojos de Zod, se arroja sobre Prometeo, que intenta ajustar su casco para anular el ataque sónico de su atacante. A toda velocidad, Prometeo blande su maza, que impacta de lleno en el vientre de Creeper, que cae al suelo destrozado, partido en dos mitades.
-¿Quién es esta copia del Joker?-dice Prometeo, pero de pronto un grito escapa de sus labios. La mitad superior del cuerpo de Creeper se ha aferrado a su pierna, y le muerde con furia la pantorrilla.
-¡Puto loco!-grita-. ¡Suelta!
-¡ProMETeo sABE a poLLo!- aulla Creeper.
Mientras Prometeo trata de librarse de Creeper, los golpes que se propinan Zod y Power Girl hacen temblar el suelo bajo sus pies. Nightwing se gira para comprobar el estado de sus compañeros caídos, sabiendo que en aquellos momentos, con su ayuda, serían superiores a sus adversarios. Esboza una tenue sonrisa al ver que Flamebird se le ha adelantado, y ya está ayudando a Troia a incorporarse, mientras a algunos pasos, Blue Marvel sacude la cabeza intentando espabilarse.
-No tiene por qué ser así-gruñe Zod, atrapando a Kara por el cabello rubio.
-¿Y qué otra cosa quieres?-replica ella, golpeándole con el codo en el vientre y consiguiendo la suficiente libertad de movimientos como para tratar de conectar un puñetazo en el rostro de Zod-. Tú eres el malo, nosotros los buenos. Tú intentas conseguir tus planes y yo te paro los pies en seco.
-Como quieras-responde Zod, y en ese momento, Kara comprende que el General ha estado conteniéndose. Antes de que ella pueda reaccionar, los puños de Zod impactan directamente en su vientre tres veces. Otro golpe cayó sobre su ojo izquierdo, y el quinto, como un meteorito, golpeó la parte alta de su cráneo, haciéndola caer a tierra, completamente aturdida, sin aliento y saboreando su propia sangre-. Te ofrecí una oportunidad porque creí que era diferente, pero ya que no es así, morirás con el resto de los Titanes...
Zod alza los puños para dejar caer el golpe definitivo sobre Power Girl, pero dos borrones en movimiento se lanzan sobre él, obligándole a protegerse de la lluvia de golpes ue cae sobre él a toda velocidad, apartándole de la luchadora herida. Troia y Blue Marvel consiguen finalmente que Zod retroceda, golpeando sin parar. Bushido, Nightwing y Creeper incluso están empezando a mantener a raya a Prometeo.
-Dios...-masculla Arsenal, que comienza a recuperarse, observando las dos batallas que tienen lugar en paralelo-. ¿Será posible que no le den?
Arsenal tensa su arco y apunta hacia Prometeo, pero de pronto, Creeper se aparta de este, y se arroja sobre Arsenal, riendo a carcajadas e impidiéndole soltar la flecha.
-¡nO LE dIsPAres!-grita Creeper-. ¡proMEtió tRaEr fueGO a LA hUMAnidad!
-La madre de...-escupe Arsenal-. ¡Quítate de en medio, enajenado de las narices! ¡Suelta!
-¡NO, sUElTA tÚ!-ríe.
La discusión se interrumpe cuando un "bip" comienza a sonar de forma repetitiva procedente de la muñequera de Prometeo.
-Ok-dice este sonriendo-. Ya tengo lo que venía a buscar. Zod, nos vamos.
-¿Qué?-exclama Nightwing, haciendo un gesto a sus compañeros para que se posicionen alrededor de Prometeo-. No pensarás que te dejaremos ir así como así.
-Sí lo haréis-replica Prometeo-. Os daré dos razones. Una de mis asociadas va a esclavizar a toda la población de Arizona. La otra va a volar por los aires Ciudad de Méjico. La vida está llena de pequeños placeres, me encantaría veros intentar evitar lo inevitable, pero no sería divertido si no os avisara.
-Es un farol-interviene Flamebird, y Prometeo estalla en carcajadas.
-Claro-dice, y arroja algo a Arsenal, que acaba de librarse del Creeper, que lo observa todo agazapado unos pasos tras este. El Titán pelirrojo coge al vuelo el objeto, un pañuelo de seda verde que observa petrificado. Conoce perfectamente el tejido, pero lo que más recuerdos le trae es el aroma que aún desprende, una mezcla de madera fresca, pétalos de rosa y limón...
-Cheshire-masculla Arsenal, recordando el hermoso rostro de esta, la piel dorada, los ojos rasgados, negros como su alma, los pómulos altos, los labios gruesos... El rostro de la madre de su hija Lian, el rostro de la asesina psicótica que lanzó una bomba atómica sobre Qurac provocando la muerte de millones de personas.
-Vámonos, Zod-repite de nuevo Prometeo, pero Nightwing no está dispuesto.
-¡Titanes, atacad!-ordena, pero Zod, que ha conseguido librarse de Troia y Blue Marvel, se cruza en su camino, lanzando un soplo de viento huracanado que le da a Prometeo el tiempo suficiente como para cerrar su mano sobre un amuleto en forma de llave que lleva en el cuello. Ambos desaparecen con un fogonazo blanco antes de que los Titanes puedan reorganizarse.
-¿Es de verdad?-masculla Donna acercándose a Roy con gesto preocupado mientras el resto de sus compañeros intenta asegurarse de que nadie tiene heridas graves.
-Sí-responde él, intentando dominar la tormenta de emociones que le consume en ese momento.
-Pues entonces, tenemos que ir a Méjico-ordena Nightwing, ajustando de nuevo en su espalda las varas que utiliza como armas, pero se detiene sorprendido al ver que Arsenal niega con la cabeza.
-No-dice este-. Lian está con... Lian está con mi tribu, Dick. Rose y ella estaban pasando unos días en Arizona, con mi gente... Debo ir allí.
-Eso es precisamente lo que quieren-responde Dick-. Pretenden debilitar nuestras fuerzas, dividirnos. Los poderes teleportadores de Augurio nos permitirán encargarnos primero de la crisis de Méjico y luego...
-Ni de coña, Batboy-le interrumpe Arsenal, incorporándose bruscamente, clavando sus ojos verdes en Nightwing, que cruza los brazos ante el pecho. Donna les mira, y sacude la cabeza, contrariada. Ha visto esto otras veces entre Nightwing y Arsenal, no es un duelo sobre estrategia, sino dos machos alfa combatiendo por el dominio de la manada. De hecho, a la mente de Donna acuden imágenes de dos carneros entrechocando sus cuernos en la cima de una montaña. La voz de Nightwing la saca de sus pensamientos.
-Tú mismo has reconocido esa prenda, pertenece a Cheshire-dice-. Y sabemos que es una terrorista peligrosa, Roy. Lo otro puede ser un farol...
-O Prometeo está jugando con nuestros cocos y nos quiere mandar a perder el tiempo. Ese tipo sabría que cualquier aparición de Jade... de Cheshire nos llevaría como idiotas tras su rastro. Yo no voy a poner la vida de mi hija y de mi tribu en peligro.
Mirando a su alrededor, clavando los ojos en sus compañeros, Roy traza una raya en el suelo arenoso con la puntera de su bota.
-Quien quiera que venga conmigo-dice-. Y quien quiera, que vaya con Batboy.
Sorprendidos, los Titanes se miran entre ellos, y luego miran a ambos contendientes. Tienen que tomar una decisión, una determinación que probablemente cambie el futuro de los Titanes.
Guardan silencio.
-¿Ya se ha acabado la pelea?-pregunta G´Nort, saliendo de su burbuja protectora verde.
CORREO DE LOS TITANES
¡Hola a todos! Bueno, aquí tenéis un nuevo número de los Titanes. Como el anterior, la mayor parte de lo que aquí aparece es idea de Xum y está basado en sus notas, de una forma bastante literal. Al parecer tenía en mente alguna idea extraña para el siguiente número, algo que sólo iba a permitir leer una de las dos opciones, el grupo de Nightwing contra Cheshire o el de Arsenal contra... bueno, lo veréis en el próximo número contra quien, porque yo soy un clásico, así que pondré las dos historias en un solo número, probablemente doble. En fin, espero que os guste, de momento, para el próximo número, ¡más Seis Secretos!
¡Saludos!