Anteriormente en Linterna Verde: Malvolio se ha revelado como el causante del ataque a la Tierra. Kyle Rayner ha intentando atacarle pero parece que Malvolio controla de alguna forma su anillo del que reclama su posesión

- ¿Quién eres?

- Supongo que mi identidad ya no importa, todos los que habrían podido detenerme estás muertos o sin poder. Me llamo Malvolio y he venido a reclamar lo que es mío por derecho.

- ¿Qué eres quién?

- Verdaderamente eres decepcionante. Es triste que seas el último de los Linterna Verde. Pero antes de seguir adelante, tenemos que deshacernos de tus amigos.

Kyle miró hacia el cielo. Superman, Wonder Woman y muchos de los héroes del planeta se acercaban. Entonces se produjo un pequeño destello amarillo y más rápido que un parpadeo todo el paisaje había cambiado. Ya no estaban en Nueva York si no en otro planeta, un planeta árido y sin vida: Oa.

- Así no tendremos interrupciones inesperadas.

- Esto parece... Oa... pero si estaba destruido.

- Y yo lo he reconstruido. Un trabajo sencillo. Ahora, quiero mi anillo de vuelta.

Por puro instinto, Kyle rodeó el anillo con sus manos al tiempo que seguía intentando hacerlo funcionar pero parecía que el anillo estuviese totalmente vacío de poder.

- Es inútil. El anillo sólo responderá a su legítimo dueño: yo. Ahora dámelo.

- Espera -dijo Kyle mientras Malvolio avanzaba hacia él-. ¿Para qué quieres este anillo? Pareces tener tu propia versión igual de poderosa.

- Je... ¿te crees que soy estúpido? Eres una rata callejera Rayner siempre lo has sido y siempre lo serás, intentas ganar tiempo. Entérate chico, no puedes vencerme, sin ese anillo no eres nadie y aquí no encontrarás a nadie que te eche una mano. Ahora, ¡dame mi anillo de una vez!

Por mucho que quisiera negarlo, Kyle no tenía ni una oportunidad sin el anillo. Pero no pensaba ponerle las cosas fáciles así que echó a correr. No podía darle el anillo sin más, sólo de pensar que todo el poder que había estado usando los últimos meses pudiese caer en malas manos hacía que un escalofrío le recorriese la espalda.

- Estúpido niñato, sólo estás consiguiendo hacerme enfadar.

Pese a los esfuerzos de Kyle por apartarse de Malvolio todo era inútil. Oa no daba lugares para esconderse, era un pedazo de roca vacía y Kyle no estaba ni remotamente cerca de las montañas para intentar buscar una gruta que le sirviera como refugio y esto tuvo dolorosas consecuencias para Kyle. Malvolio disparaba rayos de plasma que parecían bombas que al estallar a su alrededor lo aturdían con sólo lo estridente de su sonido. Ninguna le daba a directamente. Malvolio se estaba divirtiendo a su costa hasta que una de las pequeñas bombas estalló demasiado cerca. La onda expansiva lo lanzó por los aires varios metros. El golpe contra el suelo fue terrible. Sintió como varias de sus costillas se rompían al tiempo que notaba el amargo sabor de la sangre en su boca.

- ¿Qué es lo que pretendes conseguir Rayner? -dijo Malvolio mientras daba varios pasos hacia Kyle que seguía tumbado en el suelo aún medio conmocionado por el golpe-.

Kyle alzó su mano y apuntó a Malvolio con su anillo.

- Vamos... haz algo... sólo un maldito clásico guante de boxeo... ¡lo que sea!

- Ni te esfuerces... ese anillo sólo hará lo que su dueño le diga.

- ¡Yo soy su dueño!

- Mucho me temo que no, Rayner. Este anillo sólo me pertenece a mí -dijo mientras llegaba a la altura de Kyle y posaba su mano sobre la de éste-. No te esfuerces más, es inútil.

- Tengo que... hacerlo -dijo Kyle retirando la mano y aunando todas sus fuerzas para levantarse-. Es... lo que hacemos... los... Linterna Verde.

- ¿Qué sabrás tú de eso? A ti te encontraron en un callejón, no eres un Linterna Verde de verdad... de no haber estado tan desesperado Ganthet ni se habría parado a mirarte. No das la talla, no eres el tipo que se elige para ser un Linterna Verde. Sólo estabas en el lugar adecuado en el momento oportuno. Eres una rata, eres escoria.

- ¿Y tú si eres el tipo que buscaban los Guardianes? Francamente dudo que te dieran este anillo.

- Oh, claro que no me lo dieron. Pero me lo gané, maté a su portador y conseguí el poder del que mi padre no era digno.

- ¿Tu padre? ¿Mataste a tu padre por su anillo?

- Era débil y descuidado y por eso acabó perdiendo el anillo.

- Los Guardianes jamás te hubieran permitido conservarlo.

- En verdad no fue su intención. Mandaron a Priest a eliminar mi amenaza pero no fue capaz de darme el golpe de gracia y me encerró en una cárcel que él supuso eterna. Pero se equivocó.

- Conseguiste librarte.

- Oh sí. Pero me costó muchos años de esfuerzo continuado. A cambio tuve tiempo de sobras para planear mi venganza.

- Le diste el anillo a Hal Jordan...

- Atraje a Jordan al sector donde se encontraba mi cárcel y me convertí en un villano de opereta como contra los que Jordan solía luchar. "Lord Malvolio de la llama verde" ahí creo que me superé a mi mismo. Jordan se creyó muy listo al conseguir mi anillo. Nunca se preguntó por qué su anillo era diferente, como tú no lo has hecho.

- ¿Diferente? -pensó Kyle justo un momento de darse cuenta-. La debilidad al amarillo.

- Exacto. Piénsalo por un momento Kyle, ¿de dónde crees que salió tal debilidad?

- La implantaste tú.

- Oh, no, me gustaría haberme llevado el crédito créeme, pero no soy tan viejo. En realidad fueron los Guardianes quienes instauraron esa debilidad cuando crearon el Cuerpo.

- ¿Por qué iban a darle una debilidad tan aleatoria a sus anillos?

- De nuevo, no fue su elección. La energía que usa tu anillo está formada por la fuerza de voluntad de todos los habitantes del Universo recogida y transformada en plasma verde. Pero esa fuerza de voluntad deja un residuo.

- Y tú quitaste ese "residuo" del anillo de Jordan.

- Sí. Durante mi cautiverio tuve mucho tiempo para pensar en el anillo y en sus posibilidades. Eventualmente logré hacerme con el control de ese residuo de la misma forma que lo hacen los Guardianes pero jamás pude alcanzar a controlar el plasma verde. Así que idee un plan. Modifiqué mi anillo para que sirviera como un conducto que mi permitiera introducir ciertas ideas en la mente de Jordan, pequeños susurros una y otra vez. Además el anillo funcionaba como un acumulador de poder, robaba energía de la llama verde lo que aumentaba poco a poco mi influencia sobre la mente de Jordan.

- Convertiste a Hal en un asesino...

- No hice tal cosa. Las decisiones que Hal tomó fueron libremente tomadas. Yo sólo le susurraba al oído lo que me interesaba tentándole una y otra vez. No fue hasta la destrucción de Coast City que Hal empezó a hacer caso de lo que le decía.

- Entonces todo lo que has hecho ¿ha sido por una loca búsqueda de poder?

- Eso lo habría hecho sencillo, ¿verdad? Ser el típico loco sediento de poder. Pero hay algo más. El poder de la llama verde me hará buen uso pero no es lo que buscaba utilizando a Jordan. Quería a alguien de dentro que pudiera echar un vistazo al libro de Oa.

- Si buscabas un libro podrías haber mirado en Amazon.

- ¿"Un libro"? No es un libro, es EL libro, el libro definitivo donde los Guardianes guardaron todo su conocimiento sobre el Universo. Por los peligros que su conocimiento contenía, miles de páginas estaban prohibidas para los miembros del Cuerpo. Esperaba que un día u otro Jordan se revelara contra los Guardianes y los atacase. Creía que se libraría de más de la mitad del Cuerpo sin problemas pues mi anillo además le permitía sumar la energía de aquellos anillos que cogía de los Linterna que iba matando. Nunca esperé que llegase a Oa ni que consiguiese librarse de los Guardianes. Me equivoqué, pero Jordan inadvertidamente había ayudado aún más a mis planes. Llegué a Oa sin oposición, dispuesto a mirar el libro y empaparme de su conocimiento... pero el libro no estaba. Busqué por todo Oa pero no lo encontraba. Luego empecé a pensar en dónde podrían haberlo escondido los Guardianes y me di cuenta. Los Guardianes no se habían suicidado sin motivo, si no que habían usado su poder para destruir el libro y codificarlo en el anillo que Ganthet iba a recrear. El libro de Oa está contenido en ese anillo.

- ¿Qué? Te equivocas, este anillo no tiene ningún libro en su interior. Nunca.

- Eso es sólo porque los Guardianes no eran idiotas. Necesitabas la aprobación de Ganthet para abrir el libro cosa que nunca iba a ocurrir pues su contenido no estaba destinado a ti. Codificaron el Libro sólo porque tenían miedo de que Jordan fuera tras él pero al final resultó que a Jordan no le importaba nada el Lirbro. Cuando maté a Ganthet te libré de su aprobación.

Kyle miró el anillo fijamente durante unos minutos. Nunca había sentido, ni quiera desde las últimas semanas cuando había ido acumulando tanto poder. No había nada que indicara que ese anillo poseía algún tipo de conocimiento especial. Nada de...

- ¿Qué es un multiverso?

Malvolio miró a Kyle sorprendido e instantes después una mueca de nerviosismo cruzó su cara para desaparecer casi instantaneamete y volver a adoptar una actitud más fría y confiada.

- Muy bien. Parece que no eres inútil del todo pero ya es hora de que me devuelvas el anillo.

Malvolio creó alrededor de Kyle unas cadenas que pese al intento de éste logrando apresarle. La fuerza con la que apretaban le hacía casi imposible respirar. Notó como dos tentáculos le rodeaban el brazo y la obligaban a alzarlo dejando el anillo totalmente al alcance de Malvolio. Si se hacía con el anillo sería el fin de todo. Tenía que hallar una forma de impedírselo pero no se lo ocurría. ¿De qué servía todo el poder del anillo si no podía usarlo?

- Al fin -dijo Malvolio mientras cogía el anillo de entre los dedos de Kyle-.Tras tanto tiempo es mío -colocó el anillo en su mano y se concentró un segundo para usarlo y luego disparó todo su poder-.

Y por segundo vez en ese día...

... no ocurrió nada. Ninguna construcción salió del anillo, ni siquiera una mísera chispa de plasma verde surgió del anillo.

- ¿Pero qué ocurre? A mi sí que me debería obedecer.

- Oh y lo hace -dijo Kyle que sonreía desde la prisión a la que le sometían las cadenas de Malvolio-. Es sólo que está descargado.

- No digas tonterías. Tiene todo el poder de la llama verde, es una minibatería, su poder es ilimitado.

- Sí lo es. Pero lo que pasa, BOCAZAS, es que nunca debiste revelarme que el anillo poseía todo el conocimiento de los Guardianes. Sólo tuve que mirar cómo traspasar toda la carga de energía y el conocimiento del libro a mi interior. Ahora tienes tu anillo, pero los premios me los quedo yo.

Kyle comenzó a brillar y con una simple brizna de energía destruyó las cadenas amarillas que le aprisionaban.

- Ya es hora de patearte el culo.

EL OJO DE OA

Hasta la próxima.