Anteriormente en Linterna Verde: Alex Nero ataca el apartamento de John Stewart y esta a punto de matar a su novia Merayn cuando Jade aparece y le detiene. Sin embargo, en la huída, John y Merayn se encuentran con el asesino de Ganthet que mata a John...

La cabeza de Merayn todavía daba vueltas. Un rayo de plasma amarillo la había separado de su novio y la había lanzado contra un escaparate. Notaba el regusto amargo de la sangre en su boca y su visión se empañaba por los surcos de sangre que caían de su cabeza. Aunque todo eso no importaba. A poca distancia de ella, el hombre de su vida yacía muerto con un agujero en el pecho del que ya había dejado de brotar sangre pues su corazón hacía rato que se había detenido.

Entre lloros y gritos de dolor, Merayn se acercó hacia John Stewart, antiguo Linterna Verde, antiguo Estrella Oscura. Su asesino flotaba unos metros por encima del cadáver de John. La capa que llevaba y ocultaba su identidad se movía con la suave brisa de la ciudad de Nueva York. Merayn le gritó indignada pero sus gritos eran totalmente ignorados. La atención del asesino de John se dirigía a unas decenas de metros más allá donde Jade peleaba intensamente con Alex Nero. Para llamar su atención, Merayn cogió lo primero que tenía a mano y se lo lanzó a la cara pero un escudo de plasma amarillo protegió su rostro.

- Inútil -dijo girándose no hacia donde estaba Merayn si no al lado contrario-. Ya está de camino y todavía no lo has conseguido -ahora sí miró hacia Merayn y el cuerpo de vida de John-. No pensaba utilizaros tan pronto pero no tengo otro remedio.

Alzó la mano derecha. Dos construcciones de plasma amarillo levantaron a Merayn y a John y los pusieron a su altura. Merayn luchaba por liberarse pero era totalmente inútil.

- No te esfuerces -dijo mientras alzaba su mano izquierda y tres diminutos destellos amarillos salían de los bolsillos de Alex Nero y se posaban en su mano-.

- ¿Quién eres? -preguntó Merayn-.

- Todo a su debido tiempo. Ahora silencio, esto requiere concentración -puso la mano en el pecho de John. Merayn contuvo el aliento mientras veía cómo los tejidos de John empezaban a recuperarse. La herida del pecho volvía a cerrarse, el color volvía sus mejillas, sus ojos sin vida parecía recobrarse y finalmente una fuerte tos indicó que había vuelto a respirar-.

- Pero ¿cómo? ¿Merayn? ¿Qué me ha pasado? -preguntó un confuso John a una todavía más confusa Merayn-.

- Eres más útil vivo que muerto.

- ¿Quién eres? -preguntó de nuevo John-.

- Puedes llamarme amo -replicó mientras abrió la mano izquierda donde reposaban tres anillos de poder amarillos. Dos ellos se alzaron y se colocaron en los dedos de John y Merayn-. Vuestra voluntad ahora es mía, ayudad a vuestro compañero.

John y Merayn asintieron mecánicamente, el anillo les había suprimido la voluntad. Mientras, Jade y Nero peleaban. Las depravadas creaciones de Nero, alimentadas por la insana locura, estaban haciendo retroceder cada vez más a Jade que tenía que no sólo concentrarse en su defensa sino que debía proteger a los inocentes que se veían involuntariamente envueltos en la pelea.

- Lo mires por donde lo mires esto está mal -dijo Jade mientras decapitaba a un bebé medio zombie medio dragón totalmente amarillo y a su vez creaba un árbol de plasma verde que aprisionaba a Nero-. Estate quietecito de una vez.

Un rayo de plasma impactó en la espalda de Jade haciendo que perdiera la concentración y liberara involuntariamente a Nero.

- ¿John? ¿Merayn? -dijo cuando vio a sus nuevos atacantes-. ¿Qué estáis haciendo?

Aún medio conmocionada por el rayo de plasma, Jade no se dio cuenta de que Nero estaba libre y se preparaba para atacarla. Un ejército de monstruos amarillos se precipitó sobre ella. Reaccionó instintivamente creando una burbuja que la protegiera del ataque de Nero pero sin darse cuenta había dado de nuevo la espalda a John y a Merayn que la atacaron con todo su poder. Bajo el ataque de tres anillos de poder, la voluntad de Jade se quebró junto con la burbuja que la protegía. Hubo una pequeña explosión y para cuando el humo se hubo disipado Jade apareció inconsciente en medio de un pequeño cráter. John se agachó y retiró el anillo de poder del dedo de Jade para lanzárselo a su "amo"

- Es increíble que algo tan pequeño vaya a convertirme en el amo de todo lo que existe -dijo mientras examinaba detalladamente el anillo de Jade, justo antes de apretar el anillo con su mano y destruirlo-. Veo que al fin has llegado.

Kyle Rayner flotaba por encima de todos. Acaba de llegar a la escena y todavía intentaba comprender lo que pasaba. Vio los anillos de poder amarillos de John, Merayn y Nero. Sabía que al contrario que Nero, John y Merayn no podían estar actuando bajo su voluntad. Por otro lado el que parecía su jefe no llevaba ningún anillo y había destruido el anillo de Jade como si tal cosa.

- Ahora estoy contigo -dijo el hombre misterioso envuelto en una capa negra-.

Aquel hombre o alienígena (Kyle ni siquiera podía distinguirlo pues la capucha de su túnica le tapaba totalmente la cara) se acercó a Jade mientras sacaba algo de su bolsillo, otro anillo de poder. Kyle actuó sin pensárselo dos veces. Activó su anillo y creó una potente descarga de plasma.

El rayo se acercó a su enemigo pero éste no pareció inmutarse y colocó el anillo de poder en el dedo de Jade justo cuando el rayo de plasma le alcanzaba y provocaba una potente explosión. Kyle no quiso esperar y disipó el humo con unos ventiladores para ver a una Jade totalmente consciente y protegida por un escudo de plasma amarillo.

- Coged "su" anillo.

Los cuatro rodearon a Kyle, le apuntaron con sus anillos y dejaron que el plasma amarillo cobrara vida y le atacase. Había esperado que tanto Joh, Merayn y Jade opusieran resistencia al control mental bajo el que estaban pero cuando le atacaron Kyle se dio cuenta de que no iban a darle cuartel y que debía mantenerse alerta.

Nero, era otra cosa. Seguía siendo tan poderoso como la última vez que sus caminos se habían cruzado, quizás más poderoso aún. Pero Kyle le veía lento y algo torpe. Las dementes construcciones que creaba Nero no parecían ser rival para las detalladas figuras de Kyle. Por cada perro de siete cabezas que creaba Nero, Kyle creaba dos o tres docenas de caballeros medievales que se enfrentaban en la lucha. A penas si le costaba mantener el ritmo. Combatía ferozmente con Nero mientras desviaba sin esfuerzos todo lo que John, Merayn y Jade le lanzaban. No es que todos se movieran a cámara lenta o que él fuera demasiado rápido si no que sus construcciones crecían y crecían cada vez más, incluso aquellas que eran partidas por la mitad volvían a crecer y atacaban de nuevo y no sólo eso, si no que cada vez parecían gozar de más y más vida. Kyle se dio cuenta de que, aunque seguía mintiendo cierto control, sus creaciones eran cada vez más independientes. Luchaban por su cuenta, reaccionaban según sus instintos, estaban en definitiva vivas.

Se permitió por unos instantes mirar al misterioso jefe de Nero. Extrañamente, y pese a que sus lacayos no estaban ni consiguiendo acercarse a Kyle, parecía complacido. Se preguntaba quién era y cómo era que estaba en posesión de tantos anillos de poder amarillos. Aquel ser levantó una mano. Los anillos se desprendieron de las manos de Nero, Merayn, Jade y John y se colocaron alrededor de Kyle.

- Eh ¿te rindes?

Fue como un flash. No se rendía en absoluto. Meses atrás había luchado contra Yrra, la asesina de Linterna Verde conocida como Fatality¹ y aquella también había pasado lo que acaba de pasar. Su anillo de poder había estallado cuando se había rendido. En aquella ocasión Fatality sólo había perdido un brazo por la explosión. Esta vez fue distinto. Cada anillo explotó con la fuerza de una supernova.

Cuatro supernovas en medio de Nueva York.

Kyle las rodeó con un campo de plasma.

Las contuvo.

Y ni siquiera sudó al hacerlo.

Instintivamente llevó la mirada hacia su anillo. Sabía que los últimos meses había estado realizando proezas increíbles, incluso había llegado a resucitar a un cadáver pero lo que sentía ahora era totalmente diferente. No sabía cómo explicarlo.

- Para una rata callejera como tú Rayner eso ha sido impresionante. Después de tanto tiempo al fin estás completo.

¿Completo? ¿A qué refería? ¿Y cómo es que sabía su nombre? Aquel ser se fue acercando paso a paso a Kyle y éste de pronto comenzó a emborronársele la vista. Sentía una especie de terror primario pero no sabía por qué aunque sentía conocer a aquel tipo. Tenía su nombre en la punta de la lengua… Mal… Malv… no podía acordarse pero sabía que no era un tipo corriente.

- ¿Quién demonios eres? -le preguntó mientras retrocedía instintivamente un par de pasos-.

Por respuesta sólo obtuvo una sonrisa. No había tiempo para juegos, aquel tipo iba a matarle. Kyle alzó su anillo. Por mucho miedo que dijera aquél tipo no podría hacer nada contra su anillo, nadie podría hacer nada contra su anillo. Por algún motivo sabía que tenía que jugárselo a una sola carta, que sólo tendría una oportunidad de acabar con él y que tendría que usar todo su poder. Y lanzó su ataque.

Pero ningún tipo de energía salió del anillo. Kyle agitó su mano en un gesto reflejo y volvió a repetir todo el proceso que requería activar el anillo pero no ocurrió nada.

- ¿Pero qué demonios pasa?

- Sólo es una medida de seguridad que instalé en el anillo hace algún tiempo.

- ¿Qué?

- Ese anillo me pertenece.

- Este anillo era de Hal Jordan.

- Y yo se lo di a él para que lo utilizara y cumpliera mis planes.

Kyle volvió a intentar atacar pero el resultado era el mismo, no ocurría nada de nada.

- ¿Quién eres?

- Supongo que mi identidad ya no importa, todos los que habrían podido detenerme estás muertos o sin poder. Me llamo Malvolio y he venido a reclamar lo que es mío por derecho.

1.- Linterna Verde Vol.3 #132

EL OJO DE OA

Hasta la próxima.