LINTERNA VERDE #147
La noche más oscura V
Guión:
Ben Reilly
Portada: Israel Huertas
Anteriormente en Linterna Verde: Kyle ha empezado a demostrar unos poderes inusitados que recuerdan demasiado a los que Hal poseía cuando se volvió loco y se convirtió en Parallax; Ganthet ha muerto y su asesino ha llegado a la Tierra donde ha contactado con Alex Nero, poseedor de un anillo amarillo.
Merayn, antigua Estrella Oscura, y actualmente novia de John Stewart, también antiguo Estrella Oscura y antiguo Linterna Verde, contemplaba el caer de la lluvia desde el balcón de su piso ignorando a los vecinos que la señalaban extrañados por el color azulado de su piel. Aquella noche tanto John como ella se habían quedado en casa. Su novio había vuelto hacía unas semanas de ver a Yrra Cynril, la criminal conocida como Fatality. Por lo que John había contado, Yrra le había revelado que las lesiones que le habían paralizado de cintura para abajo habían desaparecido y que su invalidez no se debía a causas físicas si no mentales. Si aquella información era parte de un plan de Yrra para seguir castigando a John por haber destruido su planeta, Merayn no podía saberlo. John se había negado a acudir al médico y había pasado el resto del tiempo trabajando como si nada hubiera ocurrido. Lo único que sabía era que su marido seguía en esa silla de ruedas desde que Grayen lo había lisiado en un duro combate sobre el planeta Rann, donde casi todos los Estrellas Oscuras habían perecido o perdido sus trajes de combate, Merayn incluida. Sólo sabía eso y que un joven que no debía llegar a la treintena estaba suspendido delante de ella envuelto en un resplandor amarillo.
Alex Nero nunca ha tenido una vida normal. Desde pequeño había tenido problemas de atención y sobreexcitación. Cuando creció esos problemas sólo fueron a más y empeoraron aún más cuando un día su padre mató a su madre y luego se voló la tapa de los sesos. Se le diagnosticó una esquizofrenia paranoide con episodios bipolares y delirios tan intensos que se ordenó su reclusión en un centro psiquiátrico. En el centro, pronto descubrieron la convulsa personalidad de Nero llegando a teorizar que él mismo era el responsable de la muerte de sus padres pero que había incriminado a su padre, aunque nunca pudieron demostrarlo. Cuando le fue entregado el anillo de poder, Nero lo usó para intentar limpiar lo que su confusa mente creía que andaba incorrectamente en el mundo. Una de las imperfecciones del mundo resultó ser Alan Scott quien apenas si pudo sobrevivir al ataque. Afortunadamente, la JLA junto con Kyle y Guy Gardner pudieron pararle los pies antes de que Nero pudiese desatar su terrible poder sobre la ciudad de Nueva York y reducirla a cenizas.
Hoy quizás no habría tanto suerte.
- Alex Nero -dijo Merayn que le reconocía de haberlo visto en las noticias-.
Nero no reparó en ella pero Merayn pudo observar un poco confusa cómo el chico parecía mirar el anillo que estaba emitiendo extraños destellos. Parecía como si le estuviese escuchando.
- Eres Merayn Dethalis -dijo Nero-. Antigua miembro de los Estrellas Oscuras.
- ¿Qué quieres?
- John Stewart vive contigo. Se me ha ordenado llevarle conmigo.
- No está en casa -mintió-. Pero para qué le quieres.
- No es asunto tuyo -dijo Nero mientras su anillo de poder creaba un perro de cuatro cabezas que babeaba y gruñía. El constructo pasó por delante de Merayn, ignorándola, mientras iba destrozando todas la paredes del edificio hasta que la habitación donde estaba John quedó al descubierto-.
- ¿Pero qué...? ¿Nero? -dijo un desconcertado John-.
- ¡Corre John! ¡Viene a por ti!
Podía no tener su traje de combate pero Merayn era una excelente luchadora. Se abalanzó contra Nero sin pensárselo dos veces pero éste era demasiado para ella. Antes de llegar a tocarle, Nero creó alrededor de Merayn varias cadenas y un gigantesco yugo que la aprisionaron. Nero se acercó a ella y rozó con sus dedos la cara de Merayn y ésta intentó apartarla.
- John Stewart debe ser purificado -dijo Nero-. Y tú también.
Nero apretó poco a poco las cadenas de Merayn ante lo que esta gritó de dolor pero Nero ni se inmutó.
- ¡Merayn! -gritó John desde su despacho mientras impulsaba su silla de ruedas hasta el dormitorio donde rebuscó debajo de la cama hasta encontrar su escopeta-. ¡Apártate de ella cerdo!
John disparó. Lamentablemente pese a la buena intención, el campo de fuerza de Nero detuvo la bala suspendiéndola en el aire.
- Excelente -dijo Nero-. El instrumento de tu salvación.
Nero acercó la bala a la sien de Merayn y con su anillo comenzó a hacer que la bala fuese girando atravesando la piel de Merayn lentamente.
- ¡No! -gritó John que comenzó a disparar repetidamente su escopeta pero sin ningún efecto sobre Nero-.
John no consiguió frenar a Nero pero Jade sí que lo logró. Creó un constructo de un viejo guante de boxeo y golpeó a Nero con todas sus fuerzas para a continuación recoger a Merayn y dejarla junto a John.
- Menos mal que has venido -dijo John mientras compraba el estado de Merayn. Sólo sangraba un poco y estaba algo mareada-.
- Siento llegar tarde. Había tráfico -dijo sonriendo-. Tienes que llevarla a un hospital para que le miran la herida.
- No es tan grave -dijo Merayn-. Escucha, Nero buscaba a John.
- ¿Qué quería de él?
- No me lo dijo.
- De acuerdo. Idos de aquí y avisad a Kyle y al resto de la JLA en cuanto podáis. Yo le entretendré.
- No me puedo creer que diga esto pero... Ollie tiene razón, todo eso del Espectro y tú... da un poco de yiikkes... no sé si me entiendes -dijo Kyle-.
Hal Jordan, el Espectro, transformó el tradicional aspecto fantasmal del Espectro para llevar un atuendo más discreto, unos vaqueros y una chaqueta de piloto.
- ¿Mejor?
- No sé, nunca he sido fan de las chaquetas de los pilotos. Pero sí, mejor.
- Bien -dijo Hal-.
Los dos se quedaron callados durante un rato. Estaban en el apartamento de Kyle, éste acababa de entrar cuando Hal se presentó de improvisto.
- Te ofrecería algo pero no tengo muy claro si puedes comer o algo.
- No... tengo hambre.
- Bien.
Volvió el silencio. Había cierta tensión en el ambiente. Kyle estaba ante el que había sido uno de los hombres más importantes en su vida aunque fuese indirectamente. La destrucción de Coast City y la negativa de los Guardianes a que Hal usase su anillo de poder para reconstruirla había propiciado que Hal atacase Oa. Muchos de sus compañeros en el Cuerpo de Linternas Verdes habían muerto mientras Hal se acercaba al planeta. Al final, Hal había matado al que había sido su maestro al entrar en el Cuerpo, el otro Linterna Verde renegado: Siniestro. No contento con esto y ante el suicidio de todos los Guardianes, Hal se había hecho con todo el poder de la batería central de Oa dejando a los pocos Linterna Verde que no había acudido a la llamada de Oa indefensos. Pero uno de los Guardianes había sobrevivido, Ganthet. Éste fue en busca de un sucesor para Hal y lo encontró en Kyle. A partir de ahí la vida de Kyle había cambiado completamente y no siempre para bien. Su novia por aquel entonces fue asesinada y poco después tuvo que enfrentarse al propio Hal quien había llevado su ansia de reconstruir Coast City demasiado lejos poniendo en peligro a todo el Universo. Fueron días duros para ambos. Al final, Hal se sacrificó para poder reiniciar el sol que estaba a punto de perecer por las acciones del Devorador de Soles y poco después se convirtió en el nuevo anfitrión del Espectro buscando una manera de redimirse por todo el mal que había hecho. En definitiva, ninguno de los dos sabía muy bien cómo hablar con el otro aunque ante otras siempre solían guardar las apariencias.
- ¿Pasabas por el barrio o...?
- Sé lo que puedes hacer.
- ¿Lo que puedo hacer?
- Con el anillo. Te he estado observando detenidamente.
- Vaya, eso es bueno... un poco demasiado gran hermano para mi gusto pero... ¿sabes lo que me está pasando?
- Tengo una ligera idea.
- Cada vez soy más y más poderoso. Siento que puedo hacer cosas que antes no hubiera ni soñado. Al principio creía que era porque había madurado, conocía mejor el funcionamiento del anillo de poder.
- Y lo has hecho.
- Pero las cosas que hago ahora... van más allá de todo lo que he visto nunca. Lo que podría hacer es... no lo puedo ni medir.
- Pero te contienes.
- Claro que lo hago. Cualquiera lo haría. En condiciones normales este anillo es el arma más poderosa del universo y ahora... es todavía peor. Tengo miedo de que un día me descuide, acabe causando una catástrofe y luego...
- ¿Intentes arreglarlo?
- ¡Resucité a un muerto Hal! ¡Sin querer! Sólo con pensarlo. ¿Qué pasa si mañana estoy peleando contra Starro o cualquier otro, me veo desesperado y hago en Nueva York un pequeño Hiroshima. Creo que me estoy convirtiendo en...
- ¿Mi? No temas Kyle, nada de eso va a pasar.
- Oh. ¿Información privilegiada?
- Como he dicho antes te he estado observando. Tú no has querido ese poder, se te ha dado. No te estás convirtiendo en mi si no en alguien distinto.
- Pero...
- Tienes más control que el que yo tenía cuando me convertí en Parallax. No estás desquiciado ni fuera de control y la preocupación de que puedas estarlo o puedas llegar a estarlo sólo demuestras que eres lo suficientemente responsable para llevar ese anillo. No eres yo, eres alguien distinto. No tengas miedo en convertirte en lo que yo fui. Te han dado ese anillo para ayudar a la gente, Kyle, no te limites por miedo a convertirte en algo que no está en tu naturaleza.
Entonces se produjo un silencio para que Kyle pudiese asimilar todo lo que Hal le había dicho. Después sonrió.
- ¿Te has pasado para decirme sólo eso?
- Eso... y que mires las noticias.
- ¿Qué?
La televisión se encendió mágicamente. Había una reportera informado pero Kyle volvió la vista hacia Hal que ya había desaparecido.
- Batman se va a enfadar cuando sepa que le has copiado el truco -dijo Kyle-.
- En pleno corazón de Nueva York, el paciente mental Alex Nero, que ya sembró el caos semanas atrás en la ciudad, está enfrentándose a la superheroína Jade...
- ¿Nero?
En cuanto Jade y Alex Nero empezaron a luchar, Merayn y John Stewart salieron lo más rápido posible del apartamento que compartían. Los instantes de espera por el ascensor se les hicieron eternos pero una vez dentro, y ya algo más tranquilos, John utilizó su camisa para vender la herida que tenía Merayn en la cabeza.
Salieron del edificio y no pudieron evitar mirar hacia el cielo donde Jade se enfrentaba a las dementes construcciones que creaba Alex Nero con su anillo de poder. Sabiendo que ahora mismo no podían hacer nada prosiguieron con su huída que se mostraba bastante complicada debida a la aglomeración de gente que huía también de los efectos del combate entre Jade y Alex.
Entre codazos y empujones, Merayn logró sacar a John lejos de la muchedumbre y poder así pararse a descansar.
- ¿Cómo te encuentras? -preguntó John preocupado por la herida de su novia-. ¡Merayn!
Un rayo de plasma amarillo lanzó a Merayn hacia el otro lado de la calle. La cabeza de la antigua Estrella Oscura chocó contra un escaparate haciendo el cristal añicos y quedando inconsciente y gravemente herida. John miró hacia su atacante quien estaba flotando justo delante de él envuelto en una túnica negra que ocultaba su identidad.
- La Tierra ha cambiado mucho desde la última vez que la vi.
- ¿Quién eres? -preguntó John-.
Aquel ser extendió una mano, una mano humana según John podía ver. De su mano surgieron varios hilos de plasma amarillo que atraparon a John y lo levantaron de su silla acercándolo a su atacante.
- Ahí está. Puedo verlo en tus ojos -dijo-.
- ¿Qué dices? ¿Quién eres? ¿Trabajas con Nero?
- Aún conservas su marca. No puedo creer que los Guardianes y Jordan te creyesen dignos de poseer su poder.
- Yo no poseo ningún poder -dijo John-.
- Eso es lo tú te crees. Es una lástima, habrías supuesto un pequeño desafío de saber controlarlo. En cambio, ese poder te controla a ti y te ata a una silla.
- ¿Qué estás diciendo?
- No importa. Tu poder es mío por derecho y he venido a reclamarlo.
John notó un intenso dolor en el pecho. Miró hacia su pecho y vio cómo el brazo de aquel ser le había atravesado el pecho de una lado a otro. Comenzó a toser sangre mientras notaba cómo las fuerzas le iban abandonando poco a poco. Sin que él se diese cuenta, sus ojos se tornaron de color verde y brillaron intensamente hasta que volvieron a su color original. Aquel hombre que había matado al último de los Guardianes retiró su brazo y dejó que el cuerpo sin vida de John Stewart cayese al suelo formando un charco de sangre. Luego dirigió la mirada hacia donde Alex Nero y Jade peleaban.
- Sólo queda uno por liberar.
CONTINUARÁ
EL OJO DE OA
Hasta la próxima.