Anteriormente en Linterna Verde: Kyle ha empezado a demostrar unos poderes inusitados que recuerdan demasiado a los que Hal poseía cuando se volvió loco y se convirtió en Parallax; y en el resucitado planeta Oa, el último de las Guardianas ha muerto, su misterioso atacante se dirige ahora a la tierra.

La intensa lluvia que azotaba Nueva York no molestaba a Kyle Rayner que se mantenía suspendido en aire usando su anillo de poder. Observaba atentamente los movimientos dentro de la prisión de Martyn Van Wyck, el primer ser que había sido modificado por los Controladores para transformarse en una Efigie y que había sido encontrado por Kyle y Jade semanas antes del ataque de decenas de Efigies a la Tierra^{1 2} Van Wyck había clamado entonces no saber cómo o por qué había sido liberado por los Controladores pero su liberación y el ataque no parecían ser una coincidencia.

Utilizando su anillo, Kyle retiró uno por uno los ladrillos del muro de la prisión y entró dentro sellando su puerta con un escudo de plasma verde y dos guardias.

- Me preguntaba cuándo vendrías -dijo Martyn-. Y no te preocupes -dijo señalando el aparatoso collar que llevaba en el cuello-. Este cacharro parece anular perfectamente mis poderes.

- Tengo que reconocer que me tragué tu truco, apareciendo así, apaleada, desesperado... entregándote sin casi ofrecer resistencia. ¿Cuál es el plan de los Controladores?

- Ya no trabajo para ellos.

- ¿Y para quién trabajas entonces?

- Para ellos -dijo señalando el símbolo del Cuerpo de Linternas Verdes que Kyle llevaba en su traje-.

- ¿Qué? Estás loco.

- Tenéis más renegados de los que pensáis.

- ¿Tanteabas en terreno para el ataque de tus compañeros? Nunca has sido de los que juegan en equipo.

- Sigo sin serlo. Pero este tipo es demasiado peligroso para mi, prefiero hacer lo que dice que enfrentarme a él.

- ¿Quién es?

- No puedo decirlo.

Kyle creó un gigantesco simio a lo King Kong que rugió justo delante de la cara de Van Wyck empapándolo en saliva verde.

- Esto es asqueroso. Pero no te diré quién es.

- Podría sacártelo a la fuerza.

- Inténtalo. Sólo lograrás perder el tiempo.

- ¿Qué planeáis?

- ¡Guardias! ¿Es que no vais a hacer nada contra este tipo? Me está amenazando -gritó Van Wyck llamando la atención de los guardias de la prisión que se habían quedado por el momento al margen de la conversación-.

- Esto no ha acabado.

- Tienes razón, sólo acaba de empezar.

Antes de que los Guardias pudieran decirle algo Kyle salió flotando de la prisión y volvió a cerrar la entrada colocando los ladrillos uno a uno para a continuación reemprender el vuelo de vuelta a su casa. En su cabeza aún resonaban las palabras de Van Wyck que se cruzaban con los recuerdos del ataque de las Efigies. De aquella había conseguido resucitar a una niña pequeña y ahora... se sentía más poderoso, más cargado de lo que había estado nunca.

- ¿Qué demonios está pasando? -dijo en voz alta mientras entraba en su edificio por la ventana-. Y ahora empiezo a hablar solo, genial Kyle, genial. Estás empezando a perder la cabeza.

- No estás tan solo como crees.

- ¿Jade? -dijo Kyle antes de poder ver a su interlocutor-. Oh, ahora sí que debo de tener problemas de verdad.

- Hola Kyle.

- Hola, Hal.

A la velocidad que avanzaba parecía tan sólo un simple destello amarillo pero era mucho más. Horas atrás acaba de matar al último de los Guardianes finalizando así la segunda fase de su plan. Ahora sólo quedaba acabar con los últimos reductos de los antiguos seres, los dos últimos Linterna Verdes que poseían anillos de poder en perfecto funcionamiento: Kyle Rayner y Jade.

Rodeó el sol y aprovechó su gravedad para salir disparado hacia la Tierra y aumentar así su velocidad. Detuvo su avance instantes antes de entrar en la atmósfera del planeta y se mantuvo flotando tranquilamente en el espacio protegido de los efectos del vacío por un campo de fuerza de color amarillo.

Ahora tenía que concentrarse, uno de sus acólitos ya se encontraba en el planeta aunque no sabía exactamente dónde. Pero eso iba a cambiar pronto, al fin y al cabo el acólito llevaba su marca personal y podía rastrearla sin ningún problema. Pasados unos segundos encontró la resonancia de la marca y comenzó a descender vertiginosamente atravesando las nubes y formando tras de sí un remolino con ellas. Tocó tierra en las proximidades del Amazonas, donde la inmensa jungla había resguardado a su acólito en los últimos meses mientras se curaban parte de sus heridas. El acólito se encontraba sentado en el suelo, mientras devoraba los restos de varias personas que había esparcidas por el lugar.

- Secuestraban niños -dijo el acólito mientras daba un último bocado-. Querían venderlos para sacarles los órganos.

- ¿Y les aplicaste justicia?

- Yo soy la luz que liberará al mundo de su dolor.

- ¿Sabes quién soy?

- Te he visto aquí, mientras duermo-dijo señalando su cabeza-. Eres como yo, un ser enviado a este planeta para sanarlo.

- Así es. Yo ordené que fabricasen tu anillo... -dijo señalando el anillo amarillo que llevaba el acólito-... Alex Nero.

- Puede sentir qué dices la verdad. ¿Qué has venido a hacer aquí?

- Tu misión no ha concluido.

- Aún hay mal en el mundo.

- Debes eliminarlo.

- Lo intenté. Pero me detuvieron con mentiras y engaños.

- El Linterna Verde.

- El demonio verde me hizo ver cosas horribles, quiso confundirme.

- ¿Estás listo para volver a enfrentarte a él?

- Sí.

- Excelente. Pero antes, tendrás que reclutar a más compañeros -dijo mostrándole tres anillos dorados que llevaba en la palma de la mano-.

- ¿Para qué? Me basto para purificarle yo solo.

- El "demonio" verde es listo, ha introducido parte de su ser en aquellos a los que has de buscar. Cuando les des ese anillo, su parte demoníaca será exorcizada, verán la verdad y te ayudarán en la tarea que se te ha encomendado.

- De acuerdo -dijo Alex cogiendo los anillos-. Lo haré.

Alex Nero utilizó su anillo para emprender el vuelo dejando solo a su interlocutor que comenzó a reírse desesperadamente.

- Al fin ha comenzado.

1.- Encontraron a Van Wyck en Linterna Verde Vol.3 #143 (DC)

2.- El ataque de las Efigies a la Tierra ocurrió en DCtopia: Linterna Verde Vol.3 #144-145

EL OJO DE OA

Hola

Hola

Primero de todo, sí, es un número aún más corto que el anterior pero es lo que he podido escribir en poco tiempo y así intento acabar al menos con esta saga lo más rápido posible y dejar la serie libre para que otro la coja dado que yo no soy capaz de seguir un ritmo mínimamente aceptable. Segundo, de nuevo pedir disculpas por el retraso pero es que está siendo un año francamente raro raro raro de vedad y no he tenido el tiempo que habría querido para dedicarme a esto. Y tercero, no me había dado cuenta hasta ahora pero Israel Huertas ha hecho algunas portadas para los números que están muy chulas, muchas gracias (y el detalle de que Kyle no tenga la Cara Cangrejo me ha llegado al alma :D

Hasta la próxima.