En el Tablero...

FICHAS BLANCAS (No metahumanos) Rey de Blancas: Dmitri Pushkin Reina de Blancas: Amanda Waller Alfil de Rey: Bárbara Gordon Alfil de Reina: Nigel Campbell Caballo de Rey: Tariq al-Hajj Sehel Caballo de Reina: Jacqueline Sylvard Torre de Rey: Jade Nguyen Torre de Reina: Ben Turner

FICHAS NEGRAS (Metahumanos) Rey de Negras: Carter Hall Reina de Negras: Jesse Chambers Alfil de Rey: Arani Caulder Alfil de Reina: Henry King Jr. Caballo de Rey: Sebastien Faust Caballo de Reina: Beatriz DaCosta Torre de Rey: Li Shen Torre de Reina: Brion Markov

Sala del Damero, San Jano.

-¡Estás loco!-exclamó Amanda Waller, golpeando la mesa de reuniones e incorporándose de su puesto, tan enfadada que por un momento, Jesse pensó que terminaría saltando sobre la mesa para arrojarse sobre Carter Hall, que permanecía lo más tranquilo posible, sentado en su puesto en el lado de Negras, mientras Arani, ataviada ya con el uniforme de Jaque Mate, permanecía tensa a su lado-. Carter, es una terrorista. Ha participado en más de una docena de atentados con casi dos millares de víctimas en menos de una semana, es culpable de asociación con grupo terrorista, y debería haber sido entregada a las autoridades correspondientes en cuanto nos hubiera dado la información que requeríamos. Pero lo que haces, Carter, es ofrecerle una posición de poder en una organización que está sujeta sólo a la ONU para sus acciones, con acceso a información privilegiada, armas...

-No soy una asesina, señora Waller-gruñe por lo bajo Arani, pero Carter alza una mano para indicarle que guarde silencio.

-Amanda, la decisión está tomada y pasaré el nombramiento a la ONU en cuanto sea posible. Mientras tanto, y hasta que la Organización le de el visto bueno, ejerzo el derecho de Rey de Negras para otorgar el cargo de Alfil de Rey a Arani Caulder con carácter interino.

-Ejerceré mi derecho de veto por parte de Blancas, Carter...

-No lo harás-interrumpió Dmitri a Amanda, que se volvió hacia su compañero, atónita-. Amanda, Carter y Jesse tienen todo el derecho a elegir a su equipo, igual que lo hemos hecho nosotros. Cuando elegimos a Jade como Torre de Rey, tuvimos que pedir una amnistía a la ONU, y utilizar media docena de contactos para que se concediera.

-Es muy diferente, Dmitri...

-No-dijo él, interrumpiéndola de nuevo-. La única diferencia es que esto no se ajusta a tus planes, Amanda, y que no has sido tú la que ha decidido todo esto. Pero el historial de Jade estaba tan lleno de mierda como el que está ahora el de Arani, y si en su día aceptamos a una, hoy debemos aceptar a la otra. No apoyaré tu veto si decides ejercerlo, Amanda. Y por mi parte, Arani, bienvenida a Jaque Mate.

-Muchas gracias, Dmitri...-masculló ella, un tanto azorada.

-No me des las gracias, simplemente, no me decepciones-replicó el Rey de Blancas, tratando de obviar la mirada de odio que clavaba en él su Reina.

-Y una vez solventado este tema, será mejor que pasemos a lo realmente importante-dijo Jesse, y Carter asintió- Nuestros Alfiles han preparado una presentación con la información que nos ha dado Arani sobre Kobra y Kalki. Si sois tan amables...

-Gracias, Jesse-asintió Arani, incorporándose, mientras Henry se encarga de los sistemas holográficos, proyectando imágenes y mapas según va hablando su compañera-. Como sabéis, ha habido un cambio de poder en Kobra, y ahora mismo, el nuevo líder de este grupo es Ashok Desai, que lleva mucho tiempo reclamando para sí el nombre de Kalki.

-Y es tu padre...-gruñó Jacqueline, y Arani se encogió de hombros, asintiendo.

-Desai está loco-continuó Arani-. Pero es un loco con poder, con mucho más poder personal del que Jeffrey Burr pudiera haber soñado nunca. Desai ha vuelto de entre los muertos porque ha pactado con sus patrones demoníacos ofreciéndoles miles de almas a cambio de la suya.

-Señores demoníacos-masculla Campbell-. Estupendo...

-De algún modo, cuando Desai se inyectó el suero de la inmortalidad que El Jefe desarrolló, además de deformar su cuerpo, algo cambió en su cerebro, una mutación en su glándula pineal que le puso en contacto con... entidades de otras dimensiones, por así decirlo. La última vez que trató de destruir el planeta, conseguimos detenerle prácticamente in extremis, y fue devorado por sus propios señores. Pero volvió, y como él ha vuelto de entre los muertos, ha convencido a los miembros de Kobra de que es el auténtico elegido, la personificación del final de Kali Yuga, y del advenimiento de la Nueva Era. Le arrebató a Burr el liderazgo de Kobra, y luego, lo sacrificó para el advenimiento del nuevo Yuga.

-Eso explica por qué Ashok Desai camina entre los vivos-masculló Bárbara-. Pero también creíamos que tú estabas muerta...

-No puedo morir, Bárbara-respondió Arani, con una sonrisa triste-. Creo que es alguien que todo el mundo olvidó en su momento, probablemente debido a que Niles negó haber estado casado conmigo y puso toda mi vida en entredicho. Pero yo no mentía, estuve casada con Niles Caulder, y él me inyectó su suero de la inmortalidad. Fue un proceso largo, del que gracias a Krishna no recuerdo nada, pero poco a poco, tras la explosión de la bomba de los Gil´Dispah, mis átomos se fueron recomponiendo, reuniendo poco a poco. Supongo que fue doloroso, y seguramente traumático, porque me desperté en una isla cercana, sin apenas recuerdos. Durante algún tiempo, esperé que alguien viniera a buscarme, pero no tardé en asumir que el mundo se había olvidado de Celsius. Bueno, al fin y al cabo, la Patrulla Condenada nunca fue la Liga de la Justicia o los Titanes. Y lo sabíamos. Decidí que había llegado el momento de empezar una nueva vida, me alejé de todo y de todos, y me convertí en una mujer más, una persona anónima, moviéndome por diferentes ciudades durante los años que han pasado desde la Invasión. Hasta que él me encontró en Jakarta. Me gustaría poder decir que he olvidado lo que ocurrió desde entonces, pero he de admitir que soy dolorosamente consciente de todas y cada una de las cosas que Desai me hizo, y de todas aquellas que me obligó a hacer para él. Cada una de las muertes provocadas por Kobra pesa ahora sobre mi conciencia, y créeme, Amanda, no voy a olvidarlas fácilmente.

-Confío en ello-gruñó Waller-. Te has ganado muchas noches de pesadillas.

-Lo sé-replicó Arani-. Pero acabar con los planes de Ashok Desai me ayudará a volver a conciliar el sueño.

-Vamos a organizar un operativo para eliminar a Kobra de una vez por todas-intervino Carter, inclinándose hacia la mesa-. Atacaremos el corazón de Kobra, su base.

-Después de tomar el mando de Kobra, Desai trasladó el centro de sus operaciones a una región que conocía bien, muy cercana a su lugar de nacimiento y que escapa normalmente de toda la vigilancia internacional. La base de Kobra se encuentra en el Golfo de Bengala, en Bangla-Desh.

-El operativo estará preparado en...-comenzó a decir Jesse, pero Amanda la interrumpió.

-No-dijo-. En eso no pienso transigir. El bando de Negras está demasiado implicado en esta operación, no voy a poner todos nuestros huevos en un cesto que va a quedar por completo en manos de una mujer que está vinculada, no sólo por sangre, a Kobra. Reclamo el liderazgo de esta operación para Blancas.

-¿Piensas ir personalmente, Waller?-escupió Carter.

-No-replicó Dmitri-. Lo haré yo. En esto estoy de acuerdo con Amanda, Carter. El gambito lo haremos nosotros, y lo dirigiré personalmente.

-Negras aceptan-asintió Jesse, y tras unos segundos, Carter cedió, aceptando también.

-Muy bien, Arani-sonrió el antiguo Rocket Red-. Nos vamos a Bangla Desh.

Ruhiputra Zila, golfo de Bengala, Bangla-Desh.

Rutma había nacido en Pakistán, treinta y siete años atrás, y llevaba doce sirviendo al culto de Kobra y Kali-Yuga. En su rito de iniciación, había asesinado con veneno a su marido, a sus dos hijos y a su madre, y luego había abrazado el servicio de Naja-Naja, al que había sido leal hasta la aparición de Kalki y sus revelaciones. Bajo el dominio de Kalki había sido nombrada custodia del Templo de Kali, y allí se encontraba en aquellos momentos, en una inmensa sala de vigilancia repleta de monitores que mostraban todo el entorno y el interior del templo, salvo las estancias privadas de Kalki.

-Belik, Sahmadi, quiero que os concentréis en los cuadrantes del sur, en la zona de la bahía. Si la Reina Kobra ha revelado nuestra posición, el ataque de los demonios occidentales vendrá de allí.

-Sí, señora-respondieron simultáneamente los dos crótalos aludidos, revisando de nuevo los datos procedentes de los drones que venían de los cuadrantes de la zona del Golfo de Bengala. Todo parecía normal.

-Anhala, quiero que vigiles personalmente las celdas. El ritual de esta noche es muy importante, y necesito que...

-¡Hail, Naga!-exclamaron repentinamente todos los crótalos presentes, incorporándose, y Rutma se giró para encontrarse sorprendida con el propio Kalki, que había entrado en la sala de vigilancia. Rutma se inclinó, y Kalki sonrió, envuelto en la armadura que siempre portaba, con el rostro encerrado dentro de un yelmo que se asemejaba a un demonio, y una capa bordada con cobras doradas.

-Es un honor para nosotros, Naja-Naja-susurró Rutma, y Kalki asintió, mirando a su alrededor mientras con un gesto indicaba a los crótalos que se incorporaran-. No esperábamos...

-Quiero estar cerca de mis hijos-la interrumpió Kalki, pasando una mano enguantada por el rostro de Rutma, que incluso bajo el guante metálico pudo sentir el calor que emanaba de las manos de Kalki, como si bajo la armadura, todo él estuviera hecho de fuego.

-Todo es seguro para el ritual, mi señor-replicó Rutma, señalando los monitores-. Si tratasen de atacarnos esta noche lo harían sin duda por la zona del golfo, y como podéis ver...

-Hace cinco minutos no llovía ahí fuera...-masculló Kalki, señalando las imágenes de varios de los monitores, que mostraban una lluvia pertinaz, cada vez más intensa.

-Estamos en la temporada del monzón, señor, no es importante...

Kalki ni siquiera respondió, simplemente clavó sus ojos en Rutma, y esta sintió que su piel comenzaba a crepitar. Quiso gritar, pero su propia sangre hirviente se lo impidió, derramándose por su traquea hacia su boca, al tiempo que se ahogaba en el humo que brotaba de sí misma. En apenas unos segundos, las piernas le fallaron, y cayó al suelo, carbonizándose a ojos vista.

-Eres el nuevo jefe de seguridad-anunció Kalki, señalando a Belik, que asintió aturdido-. Y más vale que os preparéis, Jaque Mate está aquí.

Faust notaba como la energía le recorría por completo y como parecía amplificarse dentro de él, se sentía como si estuviera en el corazón de una inmensa batería de energía. Se encontraba en pleno Golfo de Bengala, mirando hacia la costa de Bangla Desh, sobre la cubierta de uno de los navíos invisibles al radar con los que contaba Jaque Mate, un modelo Shark III, y a su alrededor, el tifón comenzaba a arreciar. Notaba la lluvia sobre su piel, el viento soplando a su alrededor, pero procuró ignorarlo, y repitió de nuevo el mantra que llevaba un buen rato murmurando, haciendo que las olas se alzasen aún más. Realizar hechizos con patrones climáticos era complejo y peligroso, pero les daba una cobertura que no conseguirían de ninguna otra manera. Aun así, Faust rezaba para que los civiles se mantuvieran en sus casas... y para no perder el control sobre lo que estaba haciendo.

Kalki prácticamente podía leer el empuje de la magia en el tifón que se cernía sobre Bangla-Desh. Se imaginó a los crótalos reuniéndose en las salas de guardia, transmitiendo información a todas las bases de Kobra para que estuvieran en alerta. Desde su sala de control en la cima del Templo de Kobra, Ashok Desai cerró los ojos esperando, y pudo saborear en el aire la presencia de su hija acompañada de los infieles.

Sonrió.

Sentado en su trono como si de un sitial se tratase, Kalki aferró las dos esferas trabadas en cada uno de los brazales del asiento, y comenzó a susurrar su propia salmodia...

Las tropas de Jaque Mate tomaron tierra al abrigo de la poderosa ventisca, con Dmitri Pushkin al frente, enfundado en una armadura semejante a la que utilizaba cuando servía a la Rodina como Rocket Red, aunque en este caso, la armadura era completamente blanca, con la silueta del trebejo de un Rey plateado situado sobre la zona izquierda del pecho. Tras él, Tariq, Jacqueline, Beatriz y Arani dirigían los diferentes grupos de peones.

Pasaron varios minutos mientras se acercaban al Templo, y pronto todos empezaron a notar que pasaba algo raro.

-Caballo de Reina de Negras a Rey de Blancas-dijo Beatriz a través de la línea de conexión interna, rompiendo el silencio-. Tengo contacto. Envío registros compartidos a CyC.

A Dmitri le bastó con pensarlo para que las conexiones neuronales de la armadura activaran el acceso a la línea de transmisión de datos a la que se refería Beatriz, que fueron proyectados por holograma directamente a su retina, de modo que veía directamente lo mismo que Beatriz... y que el resto de la Realeza de Jaque Mate estaría viendo en el Tablero.

Tres crótalos muertos sobre el suelo embarrado.

-Muy eficiente, Beatriz-dijo Amanda, ácida, por línea interna, pero la respuesta la dejó en silencio.

-Estaban muertos cuando les encontramos-dijo.

-Tengo cinco crótalos muertos más en mi sector-intervino Jacqueline, y las imágenes transmitidas por el Caballo de Reina Blanca aparecieron en las pantallas junto a las de Beatriz.

-Suma tres más-dijo Tariq enviando sus propios datos.

-Mierda-gruñó Carter-. Dmitri, no sabemos donde os estáis metiendo, quizá debiéramos retirarnos...

-No-le interrumpió Arani-. Mi padre está ahí dentro. Lo puedo sentir.

En lo más alto del templo, la voz de Kalki parecía reverberar dentro de la propia tormenta.

-Shivasatki, vos sois el Padre y la Madre divinos, concededme vuestra devoción, destruid al hacedor de mal y la atrofiada Rueda de las Edades de la que sale el mal. Vestid los atuendos de Maya, ocultad la verdad dentro de vos. Permitid que vuestros deseos se conviertan en la sabiduría definitiva. Permitid que vuestros logros permanezcan eternamente. Fijad la forma de la no-forma con vuestro poder milagroso. Conquistad toda muerte y destino bajo vuestro tacón y dejad que la quietud sea ley eterna...

Las energías volaron a los orbes, y de ahí al cuerpo de Kalki, que tomó aire y volvió a comenzar la letanía.

-Shivasatki, vos sois el Padre y la Madre...

-Amanda, aquí hay algo extraño-gruñe Nigel desde su posición en el CyC de Jaque Mate. Waller se acercó y escrutó la pantalla holográfica que tenía delante su Alfil, que mostraba un mapa tridimensional del mundo, con Bangla Desh señalado en un intenso color rojo, y diferentes puntos del mismo color repartidos por todo el globo en los lugares donde Kobra había cometido sus atentados-. Llevo dándole vueltas desde el principio, pero no terminaba de saber qué era lo que me molestaba de todo esto, lo que me tenía desconcertado.

-¿Y lo has resuelto?

-Sí, pero sigo sin entenderlo. Soy especialista en encontrar patrones donde en apariencia sólo hay caos...

-Por eso estás aquí.

-... y revisando los datos de los lugares donde se cometieron los atentados y las circunstancias de cada uno de ellos, me he dado cuenta de algo. Por los datos que recibimos al principio, nos planteamos que todos los atentados se habían realizado de forma simultánea, pero no fue así. Hay tres segundos de diferencia exactos entre la explosión de Sydney, que fue la primera, y la de Tokyo. Tres segundos entre Tokyo y Delhi. Y así sucesivamente, de Este a Oeste, acabando en San Diego. Lo mismo ocurrió con la segunda oleada. De nuevo de Este a Oeste, y de nuevo con tres segundos de diferencia.

-No parece casual, parece algo medido...

-Es como si alguien hubiera dibujado con un enorme lápiz jugando a unir los puntos-asientió Nigel-. Si uno las líneas según ocurrieron los atentados, marcando Bangla Desh y Stonehenge... lo que tenemos es...

-Un signo por completo incomprensible-respondió Amanda, viendo la doble línea que había aparecido en la pantalla. Pero será mejor que consultemos a los expertos. Bárbara, abre línea con Dmitri; Nigel, pásale el diseño.

Brion notaba un dolor sordo en el estómago y un zumbido en la nuca. Miró a su alrededor, intentando averiguar qué era lo que se lo provocaba. Su equipo, dirigido por Beatriz DaCosta, cubría el ala izquierda del asalto al Templo de Kobra, y ahora avanzaban a duras penas contra el monzón que les daba cobertura. Aún así, lo único que habían encontrado era a crótalos de Kobra muertos, sin una sola herida, sin un rasguño, como si simplemente hubieran dejado de respirar en un momento determinado, sin motivo alguno. La propia Arani estaba confusa, y no acertaba a dar una explicación a lo que podía haber ocurrido.

Lo supo cuando escuchó un crujido seco y la tierra se abrió ante ellos, arrojándoles al suelo y al barro.

Algo pasaba con la tierra.

Asesina Zorra Fantasma apareció al lado de Dmitri, sorprendentemente seca, pues parecía que la lluvia la evitaba. Saludó con un gesto al Rey de Blancas, y este se limitó a utilizar los proyectores de hologramas para mostrarle el diseño enviado por Nigel. Cuando el rostro de Li Shen palideció, Dmitri sintió que le flojeaban las piernas.

-¿Qué es?-preguntó el Rey de Blancas.

-Lo llamamos Shi Long-explicó ella-. La Muerte del Dragón. Es un signo de inmenso poder, un signo que desafía al propio orden del Universo y a la Rueda de las Eras... ¿De dónde ha...?

-Kobra lo ha dibujado a través de sus atentados-gruñó Dmitri, y Li Shen estuvo a punto de desvanecerse.

-¿Dónde está el Corazón?-preguntó la mujer, y Dmitri hizo un gesto que señalaba su entorno.

-En Bangla Desh. Shen, necesito saber qué significa todo esto...

-Que hemos estado equivocados desde el principio, Dmitri-sollozó ella-. Que Kalki no quiere forzar el giro de la Rueda, quiere detenerla y convertirse en el señor de un mundo estático...

-No te entiendo, Shen...

-Que en estos momentos, Kalki ha sacrificado sus soldados, que miles han muerto en nombre de Kalki en todo el mundo. Que no nos enfrentamos a un hombre, Dmitri. Nos enfrentamos a un Dios.

TABLERO DE JUEGO

¡Vaya! Tenía pensado que este fuera el último número de esta saga, pero parece que voy a tener que prolongarlo un poco más para no hacer este número más largo de lo deseable. Bueno, en el próximo número, habrá más detalles sobre las maquinaciones de Ashok Desai, y finalizará (de verdad) esta trama, para dar paso a otras menos místicas. Ahora, hablemos de los últimos cuatro componentes de la Realeza de Jaque Mate, los Alfiles.

Bárbara Gordon: Poca presentación necesita Bárbara, uno de los personajes más llamativos y más interesantes de la franquicia del Murciélago. Hija del Comisario Gordon, Bárbara fue durante mucho tiempo Batgirl, hasta que el Joker, en uno de sus actos más llamativos, en La Broma Asesina, la condenó a una vida encadenada a la silla de ruedas. Sin embargo, en lugar de hundirse, Bárbara resurgió de sus cenizas y se convirtió en Oráculo, la especialista en información que ha ayudado desde entonces a Batman y que ha llegado a formar parte de la JLA. Por ello, ya que el papel de los Alfiles en Jaque Mate sería el de analistas de datos y consejeros, pensé que quién mejor que ella para dar el contrapunto en Blancas a Amanda Waller.

Nigel Campbell: Británico de pura cepa, Nigel es un joven hacker que ha sido reclutado por Jaque Mate debido no sólo a su habilidad como informático y analista de datos, sino a su capacidad de, como hemos visto aquí, percibir patrones en datos aparentemente caóticos. Como ya veremos, Nigel no es el típico freak informático, no ha tenido una infancia traumática, y no se dejaría intimidar por los abusones con facilidad...

Arani Desai-Caulder: Uno de los personajes más enigmáticos de la Patrulla Condenada, apareció bajo el nombre de Celsius como una mutante capaz de generar rayos del más intenso frío y llamas ardientes por sus manos. Arani afirmaba ser la esposa de Niles Caulder, el Jefe, el líder de la Patrulla Condenada, y cuando estos parecieron morir, Arani reclutó una nueva Patrulla para encontrar a sus antecesores, negándose a creer que hubieran muerto. Tiempo después, como ya se comentó en el número anterior, se revelaría la relación entre Arani, Niles Caulder y Ashok Desai, y como también se ha dicho ya, Arani moriría durante INVASIÓN!... hasta ahora.

Henry King Jr: Conocido también como "Cerebro Junior", Henry es conocido por su etapa junto a Infinity Inc, donde formó junto a otros hijos de héroes... con la diferencia de que el padre de Henry, Henry King Sr, no era un héroe, sino un villano con poderes telepáticos conocido simplemente como "El Cerebro". Al igual que muchos otros personajes de Infinity Inc, Henry tuvo una difícil adaptación al universo Post-Crisis... pero aquí le tenemos, de vuelta a la primera línea de batalla, como consejero principal de Jesse Quick en el bando de Negras.