En el Tablero...

FICHAS BLANCAS (No metahumanos) Rey de Blancas: Dmitri Pushkin Reina de Blancas: Amanda Waller Alfil de Rey: Bárbara Gordon Alfil de Reina: Nigel Campbell Caballo de Rey: Tariq al-Hajj Sehel Caballo de Reina: Jacqueline Sylvard Torre de Rey: Jade Nguyen Torre de Reina: Ben Turner

FICHAS NEGRAS (Metahumanos) Rey de Negras: Carter Hall Reina de Negras: Jesse Chambers. Alfil de Rey: Vacante Alfil de Reina: Henry King Jr. Caballo de Rey: Sebastien Faust. Caballo de Reina: Beatriz DaCosta Torre de Rey: Li Shen Torre de Reina: Brion Markov

Stonehenge, Inglaterra.

Los dos crótalos caminaban en silencio siguiendo lo que debía ser un patrón invisible que les llevaba a hacer el mismo recorrido en dirección Norte a Noroeste y vuelta al principio cada siete minutos y medio según las observaciones que Jacqueline Sylvard hizo desde su posición, a unos treinta metros de distancia del punto en el que los crótalos daban la vuelta para regresar al lugar del que habían partido. Los informes enviados por línea segura por los Peones que Sylvard estaba coordinando decían que el resto de los crótalos actuaban de forma parecida, cubriendo así un área de unos tres kilómetros cuadrados alrededor de lo que era en sí el crónlech de Stonehenge, el círculo monolítico más famoso del mundo, y en el que ahora, iluminado en plena noche con potentes focos... y por la luz de las antorchas que rodeaban la enorme silueta de un hombre de mimbre de unos veinte metros de altura que los miembros de Kobra habían alzado utilizando cuerdas y poleas, y sin molestarse siquiera en silenciar a aquellos que habían encerrado dentro de él, y que lloraban y gritaban desesperados mientras los terroristas continuaban preparando el ritual que acabaría con todos ellos ardiendo.

-Peón de Blancas 152 a Caballo de Reina de Blancas-escuchó decir Jacqueline por la línea segura.

-Caballo de Reina de Blancas, te escucho.

-Señora... hay niños ahí dentro... trece niños...

Jacqueline cerró los ojos y suspiró. Realmente aquello no la sorprendía, las grandes organizaciones terroristas no habían sido nunca demasiado cuidadosas a la hora de elegir a sus víctimas. Pero aún así, no pudo evitar que la garganta se le cerrara y por un instante, su corazón se acelerase. El recuerdo de Paulette estaba demasiado reciente todavía. Finalmente, abrió de nuevo los ojos, enfocó su visor nocturno, y afirmó sus manos sobre el rifle de francotirador que sostenía, apoyada como estaba en el suelo.

-Caballo de Reina de Blancas a Rey de Negras-dijo Jacqueline en línea abierta para que todos los miembros de la misión la escuchasen-. Estamos preparados.

-Aquí Rey de Negras-respondió Carter-. Todas las unidades están preparadas. Blancas mueven.

-Iniciamos Gambito Blanco-ordenó Jacqueline, que ostentaba el mando de las Blancas en esa misión. Los crótalos estaban terminando su ciclo, así que se acercaban al punto en el que se encontraba ella. No le haría falta esperar. Jacqueline enfocó el visor en ellos, ajustó el rifle y disparó.

Control y Combate, San Jano.

-Gambito Blanco iniciado-informó Bárbara Gordon, y transmitió la información que recibía a las pantallas holográficas que había ante Waller, Pushkin y Chambers. Nigel, situado justo a su espalda, realizaba a toda velocidad una selección de imágenes, recibidas de las diferentes cámaras que acompañaban la operación, y las enviaba también para que el Rey y las dos Reinas pudieran estar al tanto de todo lo que ocurría. Junto a ellos, Ben Turner no se perdía ni una sola de las imágenes de la batalla.

-Así que esa monstruosidad es el Hombre de Mimbre...-gruñó Amanda, contemplando las imágenes que llegaban desde Salisbury, mientras tamborileaba con los dedos sobre la mesa. Amanda extendió la mano, tocó la pantalla holográfica y la zona señalada se amplió-. Está lleno de gente.

-Hay al menos veinticinco personas ahí dentro-asintió Jesse, con los brazos cruzados-. Reina de Negras a Rey de Negras, solicito contacto.

-Te escucho, Jesse-respondió Carter.

-Dadle prioridad a los civiles-dijo ella-. No quiero bajas.

-Lo estamos intentando-replicó Carter-. Corto comunicación.

-Siempre encantador-gruñó Waller, y Pushkin sonrió.

-Escuadrones Dseta 3 y Dseta 8, derivad hacia el norte. Apoyo a Caballo de Reina de Blancas. Rey de Blancas a Caballo de Rey de Blancas.

-Aquí Sehel. Escucho.

-Mantén apoyo en retaguardia. No sabemos lo que Kobra puede tener guardado

-De acuer...-comenzó a decir Sehel, pero en ese momento, un flash repentino procedente de una de las cámaras deslumbró a Amanda, Jesse y Dmitri. Al instante, Nigel trató de recuperar la visión de la cámara, pero la habían perdido.

-¿Qué ha sido eso?-preguntó Dmitri.

-Metahumanos-respondió al otro lado de la línea Sehel-. Tienen un metahumano aquí...

Stonehenge, Inglaterra.

La primera llamarada acabó con un escuadrón de Peones de Negras completo, antes de que Faust y Beatriz tuvieran tiempo de ordenar una retirada cautelar en esa zona, en la que había aparecido como salida de la nada la silueta de una mujer, vestida con un ornamentado uniforme de Kobra, y luciendo una máscara de aspecto serpentino que le daba un aspecto terrible. Había alzado simplemente una de sus manos hacia el grupo de Peones y una llamarada rugiente había acabado con ellos.

-¡Muerte al enemigo!-gritó-. ¡Morimos por Kalki! ¡Morimos por Kali Yuga!

-¿Y quién cojones es esta?-gritó Jacqueline por el intercomunicador, mientras recargaba el rifle y la apuntaba desde su posición, cubierta por dos escuadrones de Peones de Blancas. Disparó, pero un crótalo se puso en el camino de su bala antes de que alcanzara a la mujer.

-¡Proteged a la Reina Kobra!-gritaron los crótalos-. ¡Morimos por Kalki! ¡Morimos por Kali Yuga!

-Esto empieza a ser pegadizo-siseó Jade, mientras el magma del suelo brotaba a unos pasos de ella como fuentes al rojo vivo por obra de Brion, que trataba de acercarse al Hombre de Mimbre. Un crótalo armado con un lanzacohetes, disparó hacia donde estaba la Torre de la Reina de Negras, y de no ser porque Jade saltó en su dirección, arrastrándole al suelo, aquella hubiera sido la primera y la última misión del príncipe de Markovia junto a Jaque Mate.

-Gracias...-dijo él, aún aturdido, y Jade le sonrió.

-Dámelas cuando hayamos salido todos de aquí.

La coreana se incorporó con un ágil salto, y antes de tocar el suelo, desgarró la garganta de un crótalo que se acercaba con sus garras metálicas. La sangre salpicó a Brion, que utilizó sus poderes para lanzar una onda gravitacional hacia el Hombre de Mimbre, tratando de despejar el camino, pero aunque varios crótalos cayeron, enseguida fueron remplazados.

-¡Morid por Kalki!-gritó la Reina Kobra, y de su mano, brotó una nueva lengua de fuego en dirección al Hombre de Mimbre. Y en ese momento, una sombra se interpuso entre ella y la inmensa estatua, y el fuego envolvió a un hombre alado.

-¡No!-gritó Carter, asumiendo prácticamente el impacto completo de la llamarada, aunque el escudo que Faust había creado para él le libró de lo peor. Sin dar tiempo a la mujer a reaccionar, Carter lanzó un ataque directo con su maza, tratando de alcanzarla, pero ella saltó hacia atrás, evitó su envite, y alzando la otra mano, lanzó un rayo de hielo que sorprendió a Carter, que cayó a varios metros de donde se encontraba. La Reina Kobra se preparó para lanzar un nuevo rayo ardiente hacia el Hombre de Mimbre, pero en ese momento, vio que varios Peones de Jaque Mate, dirigidos por Henry King Jr, habían alcanzado la estructura. Un silbido de frustración y odio escapó de entre sus dientes antes de gritar.

-¡Morid por Kalki!

Espoleados por la orden, varios crótalos se lanzaron en ataques suicidas contra las tropas de Jaque Mate, y de no haber sido por la puntería de Jacqueline, ella y varios de los hombres hubieran volado por los aires gracias a uno de los terroristas de Kobra.

-¡Torre de Rey de Blancas!-ordenó Waller a través de la línea compartida-. ¡Encárgate de esa mujer!

Jade sonrió entre dientes. Sabía lo que significaba aquello. Dejó que el veneno impregnara sus garras, un veneno mortal derivado de las serpientes, un neurotóxico capaz de acabar con cualquier persona en no más de diez segundos. Aprovechando la confusión reinante, corrió hacia el crónlech, y se ocultó entre las piedras para acercarse lo más posible a la Reina Kobra.

-¡Li Shen, que no la toque!-gritó Carter, y en ese momento, mientras Jade estaba a punto de hundir sus garras en la espalda de la Reina Kobra, la Asesina Zorra Fantasma salió del suelo bajo sus pies como un fantasma y trabó sus manos, apartándola de su víctima. La mujer se giró hacia ellas, y llevó su mano a su propio detonador. Si estallaba allí, las tres morirían, sin duda. Pero no pudo pulsar el botón, y cuando Li Shen miró a sus ojos, que apenas se insinuaban en los huecos de la máscara que llevaba, vio que la mujer estaba completamente atónita y desesperada.

-Eso que notas soy yo-dijo Henry, acercándose poco a poco-, accediendo a tus sistemas centrales. Acabo de impedirle a tu cerebro que envíe ningún mensaje a tu cuerpo, en este momento eres una estatua.

Jade miró a su alrededor, y vio que el equipo de apoyo, liderado por Tariq, al verificar que no había más miembros de Kobra en las cercanías, se había unido al ataque, y que junto a Beatriz y Brion, estaban acabando con los pocos crótalos que aún no habían muerto.

-Torre de Rey de Blancas a Reina de Blancas-dijo Jade-. Misión abortada por Rey de Negras.

-Carter, ¿qué crees que estás haciendo?-aulló Waller a través del canal de radio-. ¡Esa mujer es un peligro!

-La conocemos, Amanda-respondió Carter-. Y Henry se encargará de que no pueda hacernos nada hasta que la interroguemos en el Tablero.

-¿Qué la conocemos?-masculló la Reina de Blancas-. ¿De qué estas hablando?

-Quítale la máscara, Jade-ordenó Carter, y la coreana, tras liberarse de la presa de Li Shen y lanzarle una mirada fulminante, se acercó a la Reina Kobra, que permanecía completamente inmóvil bajo la influencia de Cerebro Jr. Con cuidado, alzó sus manos y le retiró la máscara, revelando que tras ella se encontraba una mujer hindú, de unos cuarenta años, que la miraba con el odio y la desesperación de quien es prisionero en su propia cabeza.

-Es Arani Desai-dijo el Rey de Negras-. La Reina Kobra es Celsius, antigua líder de la Patrulla Condenada... y que se suponía estaba muerta.

Control y Combate, San Jano.

-Parece que hemos ganado-dijo Jesse, sentándose por fin en un sillón frente a su pantalla del CyC, pinzándose el puente de la nariz con dos dedos.

-De momento-masculló Dmitri, al que uno de los Peones le acababa de traer una taza de café-. Hay que organizar el traslado de los prisioneros y la limpia de la escena, pero puedo encargarme yo, entiendo que estaréis cansadas.

-Todo tuyo-replicó Amanda-. Me voy al Damero, quiero investigar sobre Arani Desai y sus antecedentes. Bárbara, necesitaré tu ayuda.

-Estoy agotada-respondió Bárbara-. Y tengo un dolor de cabeza terrible...

-Yo me encargaré-dijo Nigel, incorporándose, y Amanda, tras escrutar unos segundos a Bárbara, asintió.

-Bueno, pues entonces, yo me iré a dormir un par de horas-suspiró Jesse, incorporándose-. Que alguien me despierte cuando vuelva Carter.

Jesse, Bárbara, Amanda y Nigel salieron del CyC, que quedó en manos de Dmitri Pushkin, y se separaron por diferentes caminos poco después, dirigiéndose Jesse a la zona de Negras, Amanda y Nigel al Damero y Bárbara a la residencia de Blancas. Y en cuanto se quedó sola en el pasillo, Bárbara suspiró. Lo que tenía que hacer, tenía que hacerlo en ese momento, cuando Amanda se encontraba en otro lugar, lejos de su habitación. Bárbara guió su silla de ruedas a través de varios pasillos en los que se encontró con algunos Peones, a los que saludó antes de seguir adelante, hasta que finalmente cogió el ascensor privado que llevaba a las habitaciones de la Realeza de Blancas, aunque en lugar de dirigirse a su habitación, se dirigió hacia la de Amanda. Por supuesto, la Reina de Blancas no dejaría sus aposentos privados abiertos, pero a Bárbara no le hacía falta entrar. Había visto en alguna ocasión la habitación, y por lo tanto, sabía exactamente donde estaba ubicado el ordenador privado de la Reina. Por suerte para Bárbara, la habitación de Waller hacía esquina entre dos pasillos, y la Reina había situado su ordenador prácticamente apoyado en una pared que, en el exterior, pertenecía a una zona de mantenimiento. Bárbara entró en el pasillo, y tras mirar a su alrededor y asegurarse de que no había nadie, sacó un pequeño dispositivo que acopló en la pared, calculando que la pantalla del ordenador estaría justo detrás.

Por supuesto, Amanda había blindado sus sistemas privados contra cualquier intento de pirateo, y desde luego, Bárbara no estaba dispuesta a enfrentarse a toda la tecnología de Jaque Mate para sumergirse en los secretos de la Reina de Blancas, pero había otros sistemas más sencillos para estar al día de sus planes. Bárbara sabía que la información que aparecía en cualquier monitor tomaba la forma de señales eléctricas de alta frecuencia, cuyas oscilaciones creaban radiación electromagnética en campos de radiofrecuencia. El aparato que Bárbara había situado en la pared de la Reina de Blancas, grababa esas emisiones y las transmitía a un lector situado en las habitaciones de Bárbara. Este lector convertía de nuevo las señales de radio en imágenes... y Bárbara podría ver cualquier cosa que Amanda estuviera viendo en su ordenador. Ese sistema de espionaje se conocía como "phreaking van Eck", y era la primera vez que Bárbara lo utilizaba.

Y se sentía muy avergonzada por haber llegado a utilizarlo.

-¿Cómo estás?

Jacqueline se giró sobresaltada para encontrarse con Tariq. Ambos se encontraban en los pasillos de la residencia de Blancas, pues después de haber regresado de Inglaterra, habían tenido el tiempo justo para darse una ducha y cambiarse los uniformes antes de asistir a una reunión de control en el Damero.

-Siento haberte asustado-se disculpó el Caballo de Rey de Blancas, situándose junto a su compañera.

-No te preocupes. Y estoy bien, cansada pero bien...

-Jacquie...-susurró Tariq, poniéndole una mano en el hombro y obligándola a mirarle-. Vi como mirabas a esos niños.

-Bueno, si eso te ha molestado...

-No te pongas a la defensiva conmigo-la interrumpió él-. Obviamente no he vivido lo que tú has vivido, pero te aseguro que comprendo que...

-Que aún no he superado que mi hija y mi marido murieron en un ataque terrorista cuando unos locos decidieron estrellar aviones contra el World Trade Center y que yo sobreviví porque estaba de servicio para el ejército francés. Es eso.

-Si necesitas descansar...

-Necesito detener todo esto antes de que otras madres tengan que pasar por lo que yo he pasado, Tariq. Y eso no voy a conseguirlo charlando en un pasillo o asistiendo a terapia. Lo voy a conseguir llegando a tiempo a la reunión que tenemos en el Damero.

Sin más, Jacqueline se giró y se alejó de Tariq por el pasillo en dirección al Damero. El general Sehel la siguió, negando con la cabeza.

-Lo primero, enhorabuena por el resultado de la misión, Carter-dijo Amanda, abriendo la nueva reunión en el Damero-. Ha sido todo un éxito.

-Muchas gracias-aceptó el Rey de Negras, bebiendo un sorbo de té-. Faust permanecerá allí con dos escuadrones de Peones de Negras para limpiar todo aquello y asegurarnos de que no hay nuevos intentos de Kobra para atacar Stonehenge. Las víctimas del sacrificio necesitarán terapia, y aún así, dudo de que alguna vez consigan superar lo ocurrido. Al menos, no ha habido bajas civiles.

-¿Qué hay de Arani Desai?-preguntó Bárbara.

-Está sedada y confinada-respondió Carter-. Henry...

-Tiene un fuerte condicionamiento mental-explicó el Alfil de Reina de Negras-. Su mente ha sido violada y modificada hasta puntos que nos resultan inconcebibles... El escáner ha revelado incluso la existencia de diferentes injertos de tejido cerebral. Desde luego, no estaba haciendo lo que estaba haciendo por voluntad propia.

-Vamos a trabajar en eso cuanto antes-continuó diciendo Carter.

-Cuanta más información obtengamos de ella, mejor-asintió Amanda-. Nosotros, por nuestra parte, hemos encontrado algo que puede ser interesante. ¿Nigel?

-Ahora mismo-dijo el joven británico, y de inmediato, una imagen apareció en un holograma sobre la mesa del Damero, la imagen de un hombre de aspecto hindú, vestido con traje y bata blanca.

-¿Quién es?-preguntó Beatriz, y Nigel lanzó una nueva imagen, ese mismo hombre vestido con una armadura verde de aspecto demoníaco.

-Ashok Desai-dijo el muchacho-. Un científico indio, padre de Arani Desai... y que se enfrentó a la Patrulla Condenada bajo la identidad de Kalki...

-Y aquí tenemos a Kalki por fin-masculló Jade.

-He cotejado los datos que teníamos en nuestros archivos con el doctor Niles Caulder, y los ha confirmado. Desai trabajaba con Caulder en el desarrollo del suero de la inmortalidad, y tuvo la brillante idea de probar en sí mismo una versión de prueba del suero, lo que le provocó una reacción mutagénica. Según el doctor Caulder, el metagén de Desai le convirtió en un portal viviente a un lugar que el propio Desai definió como "el Infierno". Aunque Caulder consiguió diseñar una armadura para Desai que mantuviera controlado ese portal, no pudo evitar que se volviera completamente loco. Autoproclamándose Kalki, Desai se hizo con una base en Jamaica desde la que consiguió el control de un satélite que podría haber acabado con la vida en la Tierra, lo cual fue impedido por la Patrulla Condenada. Lo último que tenemos sobre Kalki en los archivos es que murió cuando Celsius destruyó su armadura y fue devorado por sus demonios interiores... literalmente.

-Bueno, ya sabemos de varios nombres de personas que parece que tienen billete de ida y vuelta al reino de los muertos, así que tampoco sé por qué nos sorprendemos-masculló Ben.

-¿Y como encaja nuestra invitada en todo esto?-preguntó Tariq.

-La situación de Arani Desai es... compleja-prosiguió Nigel-. Apareció cuando se dio por primera vez por muerta a la Patrulla Condenada original, reuniendo a una segunda Patrulla Condenada. Ella decía ser la mujer de Niles Caulder, y afirmaba que sus poderes, emitir fuego y hielo, procedían de una mutación creada por el suero de la inmortalidad que el Doctor Caulder había desarrollado. Con el tiempo, se reveló que la situación era más compleja. Arani era la hija del Doctor Ashok Desai, y huyó de su padre cuando este se volvió loco a causa de su transformación en Kalki. Estuvo deambulando por las calles de Calcuta hasta que cayó mortalmente enferma, y hubiera muerto de no haberse encontrado con Niles Caulder, que probó con ella su suero.

-Caulder afirmó durante mucho tiempo que no había estado casado con ella-intervino Waller-. Pero finalmente, tras la muerte de Celsius enfrentándose a los Gil´Dishpan durante la invasión que diversas razas extraterrestres organizaron hace años, Caulder admitió haber estado casado con ella como medio para continuar con sus experimentos.

-Las pruebas de ADN confirman que sin dudas es ella-intervino Henry-. Así que debemos asumir que ella también ha regresado de entre los muertos.

-Un momento-interrumpió Bárbara, revisando los sistemas que tenía ante ella-. Mierda. Me están pasando información de una nueva oleada de atentados de Kobra.

-Ponlo en línea prioritaria-ordenó Dmitri, y de inmediato, los hologramas de Kalki desaparecieron para ser sustituidos por varios mapas del mundo y cifras que bailaban continuamente.

-Atentados en Chicago, Buenos Aires, Berlín, Ciudad del Cabo, Yakarta y Camberra-informó Bárbara-. Aún están calculando las bajas. Pero esta vez han sido incluso más descarados, de los seis lugares se enviaron mensajes a las centrales de policía más cercanas con un mensaje.

-Muero por Kalki. Muero por Kali Yuga-susurró Jesse-. Desai nos está provocando.

-Necesitamos a Arani-dijo Carter-. Necesitamos la información que nos puede dar. Quiero iniciar con ella un tratamiento de choque para eliminar el condicionamiento.

-¿Cómo?-preguntó Dmitri.

-Henry y yo tenemos algunas ideas, pero va a ser complicado-explicó Carter-. Pero es una operación de riesgo, no voy a negarlo.

-Estamos en una situación desesperada-respondió Dmitri-. Blancas aceptan.

-Muy bien-dijo Carter-. Henry, nos ponemos a trabajar inmediatamente. Bárbara, mantenedme informado de cualquier noticia...

-Deberías irte buscando tu propio Alfil, Hall-gruñó Waller, pero no puso más inconvenientes-. Si consigues algún avance con Celsius, quiero estar informada.

-¿No lo estás siempre?-sonrió Jesse, mientras la Realeza se dispersaba para cumplir con sus trabajos.

-¡Morid por Kalki! ¡Morid por Kali-Yuga!-gritó Arani, intentando librarse de las ligaduras que la mantenían sujeta a la mesa en la que se encontraba tumbada y teniendo tales espasmos que en algunos momentos, Carter pensó que iba a partirse el espinazo. La mujer les miraba con odio, y ni Henry ni el Rey de Negras dudaban de que de no tener sus poderes interferidos por nanotecnología, ambos estarían abrasados o congelados. Henry suspiró y puso sus manos a ambos lado de la cabeza de Arani. Dio un pequeño empujón con su mente, y entró en el cerebro de la mujer.

Las imágenes que se sucedieron en su mente eran una auténtica locura, y por un momento, Henry temió haber mordido más de lo que podía masticar, y temió verse arrastrado por el maremágnum de pesadilla que le asaltó. Imágenes de infiernos, de demonios, de destrucción y de pérdida le atacaron como si Henry fuera un virus y aquellas fueran las defensas. Pero finalmente, consiguió reponerse al asalto inicial y creó a su alrededor una serie de escudos telepáticos para filtrar aquellos ataques. Tenía por delante un duro trabajo, eliminando los bloqueos hipnóticos y de condicionamiento que le habían sido impuestos a Arani, pero lo más duro sería acabar con los implantes de tejido cerebral. Carter había tratado de localizar a Pieter Cross, el mejor especialista en medicina metahumana que había en la Tierra, pero no se encontraba disponible, así que tuvieron que encontrar una solución de urgencia. Henry tendría que crear bloqueos neuronales que aislasen el tejido extraño, en espera de poder someterla a la cirugía necesaria para eliminarlo.

El proceso llevó siete horas, durante las cuales Carter no se movió ni un momento del lado del Alfil de Reina de Negras, y permaneció allí revisando los informes procedentes de los nuevos atentados, que habían sumado 1700 bajas a las que ya se habían producido en los atentados anteriores. Jesse y Dmitri habían comenzado a preparar un plan de prevención con Asesina Zorra Fantasma, tratando de aislar posibles nodos donde pudieran producirse nuevos ataques, mientras Amanda se reunía con la ONU para explicar sus avances. Pero finalmente, Arani guardó silencio, y luego, comenzó a llorar.

-¿Qué hemos hecho, dios mío? ¿Qué hemos hecho?-sollozó, y tras tomarse un tiempo para asegurarse, Carter se incorporó y abrió las ligaduras, de modo que Arani se encogió sobre sí misma mientras Henry, agotado, se dejaba caer sobre una silla.

-¿Sabes quien eres?-preguntó Carter, y ella le miró un tanto confundida-. ¿Sabes cual es tu nombre?

-Arani Desai-Caulder-dijo ella-. Y también te conozco a ti, Carter Hall. Eres el Rey de Negras de Jaque Mate, y fuiste Hawkman.

-Sé que has trabajado con Kobra-respondió Carter-. Y también sé que no lo has hecho de forma voluntaria. Del mismo modo, sabemos que Ashok Desai se ha hecho con el control de Kobra, y estoy seguro de que quieres devolverle todo lo que te ha hecho.

-Quiero devolver a Kalki al infierno del que no debería haber salido-gruñó Arani, y Carter sonrió.

-Puedo ayudarte con ello-dijo Carter-. Y puedes ayudarnos a detenerlo. Ya has lidiado con Kalki en el pasado, y has liderado durante bastante tiempo a la Patrulla Condenada. Necesito una persona combativa, inteligente y capaz de luchar. Arani, quiero que seas mi Alfil.

TABLERO DE JUEGO

Ya se ha revelado quien es el nuevo líder de Kobra. Ashok Desai, Kalki. Por si no le conocéis, este personaje hizo su aparición en los primeros números de la Patrulla Condenada vol2 de Paul Kuppenberg, números que leí cuando era muy crío, y por algún motivo, tanto el villano como su hija, Celsius, se me quedaron grabados en la memoria. Por eso aquí están de vuelta, cada uno en un bando.

Y ahora, conozcamos un poco más a los Caballos de Jaque Mate...

Sebastien Faust: El hijo de Félix Faust, el villano clásico de la JLA, el hechicero que va vendiendo su alma por piezas a los demonios para obtener poder. Y no solo la suya, sino la de su propio hijo, Sebastien. Faust tuvo un papel importante durante la saga El Día del Juicio, en la que se produjo la conversión de Hal Jordan en el Espectro, y ha aparecido ya en DCTopía, en JSA: El Plan Destino. Dentro de Jaque Mate, será uno de los líderes de campo, y asesor en asuntos mágicos de la Realeza.

Beatriz DaCosta: Fuego era miembro de los Guardianes Globales, y cuando la ONU canceló estos para dar prioridad a la JLI, ella y su amiga del alma, Hielo, se pasaron al bando ganador, es decir, formaron parte de la Liga de la Justicia en su división americana. Sus poderes son obvios simplemente mirando su nombre en clave. Y sabemos que antes de formar parte de los Guardianes Globales, Fuego fue agente de los servicios secretos brasileños. En Jaque Mate, actuará como uno de sus más eficientes líderes de campo.

Jacqueline Sylvard: No la busquéis de manera oficial, porque su primera aparición ha sido en DCTopía, aquí en esta misma serie. Jacqueline actúa como Caballo de Reina de Blancas, y procede de los servicios de inteligencia franceses. Es una estupenda francotiradora, y además, ha dedicado su vida a su trabajo, pues desde la muerte de su marido y su hija en el 11S, no ha vuelto a tener más vida que su lucha contra el terrorismo, lo que ha la llevado a Jaque Mate.

Tariq al-Hajj Sehel: El Caballo de Rey de Blancas, es un árabe que participó en los años sesenta y setenta en varias campañas contra Israel, y que a día de hoy, es probablemente en mejor estratega de Jaque Mate, aportando su experiencia de años.