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Jaque Mate

JAQUE MATE #2
EL Ocaso de Kali Yuga II
Más allá de lo invisible

Guión: Tomás Sendarrubias

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En el Tablero...

FICHAS BLANCAS (No metahumanos)

Rey de Blancas: Dmitri Pushkin
Reina de Blancas: Amanda Waller
Alfil de Rey: Vacante
Alfil de Reina: Nigel Campbell.
Caballo de Rey: Tariq al-Hajj Sehel
Caballo de Reina: Jacqueline Sylvard
Torre de Rey: Jade Nguyen
Torre de Reina: Ben Turner

FICHAS NEGRAS (Metahumanos)

Rey de Negras: Carter Hall
Reina de Negras: Jesse Chambers.
Alfil de Rey: Vacante.
Alfil de Reina: Henry King Jr.
Caballo de Rey: Sebastien Faust.
Caballo de Reina: Beatriz DaCosta.
Torre de Rey: Li Shen
Torre de Reina: Brion Markov

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Las Tierras del Celeste Imperio.

Li Shen tomó su forma espiritual y comenzó a correr hacia el Este, donde el Sol del Celeste Imperio aparecía clavado en el cielo, inmóvil, cubriendo con una luz sin sombras las inmensas llanuras de las Tierras del Espíritu. Como un zorro de color blanco, corrió en busca de las Tierras Natales de su pueblo, recorriendo con cada paso millas de tierra espiritual, escuchando como el viento aún traía en las Tierras Espirituales los cantos de los mongoles que mucho tiempo atrás recorrieron las Tierras Carnales. Alsyn Gazryn Zeregleenn Aduu shing mal shing torolzonoo khuoo... decía la canción, pero Li Shen no se dejó envolver por la canción, y no cejó en su carrera hacia el centro de su pueblo, el Túmulo de la Madre de los Cerezos. Pero sin llegar allí siquiera, podía percibir la corrupción que recorría las Líneas de Dragón. Cada una de las mujeres de su pueblo percibía la energía que recorría las Líneas y los Nidos de una forma, y para Li Shen es un rumor sordo, lleno de chasquidos oscuros y gritos ahogados. Y sabía lo que eso significaba. En el camino de esas líneas, pronto empezarían a ocurrir desgracias. Los bosques morirían, las familias se romperían, las manos de muchos se llenarían de sangre. Y lo peor, aún estaba por llegar.

Tras un tiempo que no podía medirse con relojes porque realmente no existía, Li Shen atisbó finalmente el inmensa colina cuya cima arañaba el Cielo sobre la que se encontraba la Madre de los Cerezos, el árbol gigantesco que daba cobijo a su pueblo. Li Shen supuso que la estarían esperando, pues desde el Túmulo se podía vigilar toda la llanura, mucho más allá del espacio que recorrería un halcón en siete días. Sin detenerse un instante, comenzó el ascenso, recitando en su mente los poemas sagrados que abrían cada una de las sendas del camino, y finalmente, alcanzó las alturas más allá del arco del Sol, donde el cielo mostraba estrellas que aún no habían nacido o que ya habían muerto mucho tiempo atrás. El gran cerezo que daba nombre al túmulo presidía lo que era la inmensa fortaleza de las Mujeres Zorro, el pueblo de las Kitsune, y varias de ellas esperaban a Li Shen, sentadas con las piernas cruzadas y las capuchas retiradas del rostro, cubiertas de ropas amarillas, rojas, y azules. El verde, el color de lo terrenal, estaba reservado para la emisaria de las Kitsune en las Tierras Carnales, Li Shen, que abandonó su forma de zorro blanco y tomó la de una hermosa mujer oriental, como el resto de sus compañeras, e hincó una rodilla en el suelo.

-Shen, te esperábamos-dijo la primera de ellas, tocada con el rojo de la sangre viva.

-Hermana Xiao-respondió Li Shen, haciendo un gesto de reconocimiento-. Las Tierras Espirituales están manchadas. Necesito la ayuda de la Vidente.

-La mancha proviene de las Tierras Carnales, hermana Shen-dijo otra de las mujeres, ataviada de azul-. ¿Has fallado en tu misión, hermana?

-No-replicó orgullosamente Li Shen, mirando directamente a la mujer que la acusaba-. Juré proteger las Tierras Espirituales de las Tierras Carnales, y eso es lo que estoy haciendo. Y para no faltar a mi juramento, necesito la ayuda de la Vidente.

-La Madre Li Feng, el Crisantemo Nevado, te espera, Hermana Shen-intervino la tercera de las mujeres, vestida de amarillo-. En el momento en que la primera gota de corrupción se extendió desde los Nidos de Dragón, supo que vendrías. Pero debes saber, Hermana Shen, que el precio será alto esta vez.

-He hecho un juramento, hermana Mai-afirmó Li Shen-. Aceptaré el precio.

-Entra, hermana Shen-dijo Li Mai-. Y que obtengas la sabiduría de los Cielos, la fortaleza de la Montaña y la flexibilidad de las Aguas.

-Que el Padre de Todo bendiga tus palabras, Hermana Mai-agradeció Li Shen, incorporándose y dirigiéndose hacia una de las madrigueras que aparecían a los pies del árbol, y tomando de nuevo su forma de zorro blanco para acceder al interior de la fortaleza de las Kitsune.

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Isla Blackhawk, Pacífico Sur.

Las lanchas de desembarco de Jaque Mate tomaron tierra en la costa de la Isla Blackhawk, y Beatriz DaCosta, Caballo de la Reina de Negras, fue la primera en saltar de las barcazas. Seis escuadras de peones, tres de Blancas y tres de Negras, tomaron posiciones en la playa, mientras de una segunda barcaza, marcada con un cuadrado blanco, descendía el general Tariq al-Hajj Sehel, caballo del Rey de Blancas.

-Gambito 2 a Tablero-dice Beatriz, llevando hacia su boca el comunicador que llevaba en el brazalete de su uniforme de Negras-. Estamos en el objetivo. No hay señales de Kobra.

-De acuerdo, Gambito 1-respondió por el comunicador la Reina de Negras. Beatriz casi podía ver perfectamente en su mente a Jesse, en la sala de comunicaciones del Tablero, acompañada de su Alfil y, probablemente, de Bárbara Gordon, representando a las Blancas-. Según los informes del DOE, Blackhawk no se ha utilizado desde que la JSA se enfrentó allí a Kobra, antes de todo aquel asunto de Extant.

-En cinco minutos podremos empezar a retransmitir telemetría-dijo Sehel, mientras tres Peones de Blancas organizaban el puesto de información.

-De acuerdo-aceptó Beatriz, y con un gesto, dio órdenes a dos de las escuadras de Peones de Negras, poniéndose a la cabeza del equipo, según el plan que habían trazado Sehel y ella con Jesse y Dmitri.

-No tardes, cielo, te echaré de menos-dijo Sehel, sonriendo, mientras Beatriz se dirigía hacia el complejo que Kobra había utilizado, y que ahora parecía completamente abandonado.

-Estoy segura de que sobrevivirás sin mí-respondió Beatriz ya utilizando el comunicador. Sehel ordenó a una de las escuadras de Blancos que dieran apoyo al equipo Negro, y se dispuso a retransmitir al Tablero todo lo que ocurriera en Blackhawk.

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Keystone City.

Ben Turner dejó sobre la mesita de noche de su pensión de mala muerte una bolsa de papel y cerró la puerta tras de sí. Pensaba que con ese gesto quizá acallase los ruidos procedentes de las otras habitaciones de la pensión, o de los vecinos de los otros pisos, una amalgama de llantos de niños, discusiones y ruidos más oscuros cuyo origen Ben prefería no conocer. Pero no fue así. Ben era consciente de que aquella puerta, que no podía detener el sonido, desde luego no podría parar el más mínimo ataque. De hecho, Ben podría romper la puerta en astillas con el filo de sus dedos sin el más mínimo esfuerzo. Claro, que en Jaque Mate no habían elegido aquella pensión precisamente por sus sistemas de seguridad, si no por su situación privilegiada... para sus objetivos.

La pensión, que tenía el imaginativo nombre de "Ned´s Beds", se encontraba en uno de los suburbios de Keystone, muy lejos del centro de la ciudad, una zona donde construcciones de dudosa habitabilidad se mezclaban casi aleatoriamente con plantas industriales y almacenes. Y Ned´s Beds estaba justo en frente de una vieja papelera que Kobra había utilizado durante su intento de infiltrarse en Keystone, intento que había sido frustrado por Linda, la novia de Wally West. Ben abrió su maleta, sacó un ordenador portátil y lo conectó a la electricidad, y acto seguido, introdujo en el puerto USB un conector para Internet. De inmediato, apareció un escritorio típico de Windows, pero Ben seleccionó una carpeta de programas y lanzó un antivirus que le pidió un código de acceso. Ben abrió un compartimento disimulado en el interior de su cinturón, y extrajo una pequeña tarjeta USB, que conectó en otro de los puertos del portátil. De la tarjeta, copió la contraseña, un conjunto aleatorio de 1098 bits, generado por los sistemas de encriptación de Jaque Mate y supervisado por la propia Bárbara Gordon. Con la clave correcta, el programa simulado como un antivirus cumplió su función, y de inmediato, el ordenador de Ben conectó por línea segura con el Tablero.

-Gambito 3 en posición-dijo Ben, al ver que en la esquina superior derecha de su ordenador se abría una pequeña ventana en la que aparecía el rostro de Bárbara Gordon-. Y las cucarachas de este sitio pueden ser peores que Yihad Carmesí.

-¿Eso es un chiste?-masculló Bárbara-. Empiezo a estar muy asustada.

-Asustada estarías si tuvieras que dormir en esta cama-respondió Ben.

-Estoy segura de que has dormido en sitios mucho peores-sonrió Bárbara-. Y seguiría charlando contigo, pero tengo a dos metros de mi a la Reina de Blancas y me está mirando como si estuviera planteándose la posibilidad de que yo sea su desayuno para mañana.

-Salúdala de mi parte-gruñe Ben, mientras se incorpora y coloca en el cristal de la ventana que da hacia la vieja papelera un mecanismo minúsculo que extrae de su neceser de viaje, de un falso tubo de pasta de dientes, y que en cuanto está situado, conecta con el portátil por Wi-Fi seguro. Vuelve ante el portátil y se sienta en la cama-. Transmitiendo-se limita a decir, y Bárbara asiente a la cámara. Ben busca en la memoria del ordenador y conecta un reproductor de imágenes, de modo que unos instantes después se encuentra viendo un episodio de "Kung-Fu" (el sentido del humor de Bárbara), mientras come arroz con verduras y curry.

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Sala del Damero, San Jano.

-Estamos ya recibiendo los datos de los Gambitos 2 y 3-informó Henry King Jr, el Alfil de Reina de Negras a los asistentes a la reunión, mientras en las pantallas holográficas de las paredes, comenzaban a aparecer los datos que se iban recibiendo tanto de Keystone como de Blackhawk. Ocupando sus posiciones se encontraban Amanda Waller y Dmitri Pushkin presidiendo el lado de Blancas, con Nigel Campbell, Bárbara Gordon, Jacqueline Sylvard y Jade Nguyen junto a ellos. Por el lado de Negras, Carter Hall y Jesse Chambers estaban junto al propio Henry King, que era el único que estaba incorporado, Faust, y Brion Markov-. De momento no tenemos nada de Gambito 1, pero debido a la peculiar naturaleza de su misión...

-Se supone que esto es una agencia de inteligencia...-masculló Nigel-. Todo esto de la magia me pone los pelos de punta... ¿No deberíamos solucionarlo todo con gadgets increíblemente avanzados, persecuciones en carretera y teniendo sexo con modelos de proporciones inverosímiles?

Faust enarcó las cejas y se dibujó en sus labios una sonrisa sarcástica, pero la mirada de Waller fue suficiente para hacer que Nigel guardara silencio y enrojeciera hasta las raíces del cabello.

-Si el señor Campbell ha terminado de comentar Quantum of Solace, podemos continuar-comentó Henry, que no se resistió a lanzar una pulla a su equivalente del bando Blanco, haciendo que Nigel enrojeciera aún más si eso era posible-. Los resultados de los dos Gambitos son parecidos, ambas localizaciones continúan abandonadas.

-Pues algo se nos ha escapado-masculló Amanda-. Quiero que contactéis con Sehel y con Turner. Necesitamos posicionar a Kobra, no podemos quedarnos de manos cruzadas esperando a que Burr vuelva a atacar.

-Están en línea-dijo Bárbara, poniendo la mano en su pantalla táctil y arrastrando hacia el aire dos hologramas, que parpadearon ante ellos, mostrándoles los rostros de Tariq al-Hajj Sehel y Ben Turner.

-Amanda, como ya le he dicho a Bárbara, en Keystone no tenemos nada. Absolutamente nada-dijo Ben, sin darle tiempo a Amanda siquiera a preguntar. El tiempo que ambos habían compartido cuando Amanda había estado al frente del Escuadrón Suicida hacía que Ben conociera a "El Muro" hasta el punto de ser una de las pocas personas capaz incluso de adelantarse a las preguntas de esta.

-No me es suficiente-gruñó ella-. Tariq...

-Amanda, tenemos algo aquí-dijo el árabe, serio-. Beatriz acaba de ponerse en contacto con nosotros desde el interior de Blackhawk Island. Nigel, te paso la línea de conexión directa.

-Correcto-respondió el Alfil de la Reina Blanca, que desvió la imagen recibida desde Blackhawk Island a uno de los monitores centrales de las paredes, y envió líneas secundarias a Keystone y de vuelta a Blackhawk, para que Ben y Tariq pudieran ver también la retransmisión de Beatriz.

De inmediato, en el inmenso monitor digital apareció la imagen retransmitida por Beatriz DaCosta desde el interior del complejo de Blackhawk Island con la mejor calidad que el dinero podía comprar. Beatriz se encontraba en lo que parecía ser una especie de templo, o al menos, así se había habilitado aquella zona del complejo de la isla. Las paredes aparecían decoradas con frescos de temática religiosa en los que la imagen más recurrente era la del propio Kobra, y Beatriz parecía estar ubicada inmediatamente tras un pesado altar de granito. Había varios peones de Negras y de Blancas rodeándola, haciendo mediciones y anotando datos, y Beatriz miraba hacia arriba con el ceño fruncido.

-Caballo de Reina Negra, informa-ordenó Jesse, y Beatriz miró finalmente hacia la cámara, asintiendo.

-Sea quien sea quien dirige ahora Kobra, no es Jeffrey Burr-dijo Beatriz, y le hizo una señal al peón que retransmitía las imágenes al Tablero para que alzara la cámara. Al instante, los miembros de la Realeza presentes en el Damero, pudieron ver a lo que Beatriz se refería. Aún con sus ropas de Kobra, el cadáver de Jeffrey Burr colgaba encadenado de las muñecas a dos de las paredes. Los hombros se le habían dislocado, y un reguero de sangre seca le cubría la boca. No solo estaba muerto, sino que debía llevar así varios meses.

-¿Cuánto tiempo lleva muerto?-preguntó Carter Hall, cruzando las manos bajo la barbilla.

-A falta de autopsia, las muestras del espectrógrafo nos dan un margen de noventa a ciento diez días-respondió Beatriz-. Vamos a descargar el cuerpo, Sehel ya tiene preparado un contenedor refrigerador sellado para trasladarlo al Tablero y proceder a una autopsia completa.

-A simple vista, ¿cual dirías que es la causa de la muerte?-intervino Jesse, y la cámara volvió hacia Beatriz, que se cruzó de brazos, suspirando.

-He contado nueve puñaladas-dijo-. Una en la garganta, una en cada pulmón, una en el hígado y una en los genitales; y luego, una en cada muñeca y una en cada tobillo.

-Un asesinato ritual-masculló Faust, recuperando en su monitor personal las imágenes de Jeffrey Burr y ampliándolas para examinar las heridas-. Beatriz, ¿alguna idea de cual podría ser el arma?

-Me halaga tu confianza en mi, Sebastien-sonríe Beatriz-. Pero ni siquiera he visto el cuerpo lo suficientemente cerca.

-Estoy segura de que tienes experiencia suficiente como para hacer alguna hipótesis-gruñó Amanda, y por un momento, Beatriz miró a la cámara con los ojos chispeantes, y por un segundo, Bárbara pensó que iba a entrar en ignición.

-Un arma curva, de unos veinte centímetros de longitud-respondió finalmente-. Algo parecido a un puñal sij1.

-Muchas gracias, Beatriz-replicó Amanda.

-Permiso para cortar la comunicación-escupió el Caballo de Reina Negra.

-Puedes seguir trabajando, Beatriz-respondió Jesse, mirando con seriedad a Amanda, que sonreía maliciosamente. La comunicación con Blackhawk se cortó, aunque Bárbara mantuvo abiertos los canales con Sehel y Turner.

-Nueve puñaladas-masculló Faust-. Una por cada uno de los avatares de Vishnu.

-Lo que nos lleva de vuelta al concepto de Kalki-dijo Carter- ¿En qué demonios nos estamos metiendo?

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Corazón de la Madre de los Cerezos, Tierras del Celeste Imperio.

Li Shen recorrió convertida en una zorra blanca las cavernas que se extendían bajo el inmenso árbol que daba cobijo a la mayor de las madrigueras de las Kitsune en las Tierras Espirituales. La fuerza de las Líneas Dragón era allí tan intensa que la mujer a la que en las Tierras Carnales llamaban Asesina Zorra Fantasma sintió que el pelaje se le erizaba. El entramado de túneles era inmenso, y Li Shen sabía que sólo podría encontrar al Crisantemo Nevado si esta deseaba ser encontrada. El control de la Madre de las Mujeres-Zorro sobre aquellas cavernas era completo, y los pasillos podían surgir, desaparecer o variar sólo por su voluntad. Pero Li Feng esperaba a su chiquilla, y el camino que esta tuvo que recorrer fue relativamente corto, antes de encontrarse finalmente en una inmensa caverna, cuya cúpula se perdía en las sombras, y en la que las luciérnagas resplandecían en las alturas como si fueran estrellas. Las paredes de piedra negra habían sido pulidas hasta que su superficie se había vuelto prácticamente reflectante, y en ellas se movían sombras que pertenecían a otros reinos de las Tierras Espirituales, algunos de ellos aliados de las Mujeres-Zorro, y otros alienígenas y extraños, sobre los que Li Feng, el Crisantemo Nevado, mantenía vigilancia.

Y en el centro de aquella sala se encontraba la propia Madre Li Feng, sentada en un trono de alabastro y jade, ataviada con una túnica blanca con bordados rojos y dorados en los que aparecían las siluetas de un dragón, una garza y un tigre. Era una mujer anciana, de rostro arrugado y cabellos blancos, recogidos en una gruesa trenza que caía por encima de uno de sus hombros y se enroscaba en su cuerpo delgado hasta concluir cerca de una de sus rodillas. Miraba a Li Shen, y sonreía.

-Madre-dijo la Asesina Zorra Fantasma, tomando su forma humana, y arrodillándose ante la Madre de su raza, que acarició sus negros cabellos con delicadeza.

-Hija...-susurró Li Feng, tomándola con suavidad del mentón, y alzando su mirada-. Te he añorado, y he temido por ti. Las Tierras Carnales pueden ser un lugar muy difícil y muy peligroso.

-La corrupción de las Tierras Carnales ha comenzado a amenazar las Tierras Espirituales-asintió Li Shen-. Hay hombres malvados que ansían forzar un giro de la Rueda del Drahma, y quieren hacerlo envenenando las Líneas Dragón.

-Por eso has venido-dijo la Madre-. Necesitas la ayuda de tu pueblo.

-Necesito que escrutéis los tiempos por venir-asintió Shen-. Necesito que atisbéis para mi los siguientes movimientos de la Rueda, para averiguar donde volverán a atacar. Tengo aliados entre los hombres de las Tierras Carnales, y se están esforzando para impedir que los Hombres Malvados tengan éxito, pero necesitan ayuda que sólo está en nuestras manos.

-Sabes que el precio por contemplar el estanque es alto, Shen-susurró Li Feng, y la joven asintió.

-Lo pagaré.

Li Feng se incorporó del trono en el que se sentaba, y con un gesto, le ordenó a Li Shen que la siguiera. Shen se alzó, y se acercó junto a la Madre a uno de los rincones de la caverna, donde había un remanso de aguas negras y quietas como un espejo. El Crisantemo Nevado se dobló sobre sí misma como un sauce oscilando al viento, y sumergió una de sus manos en las oscuras aguas, alzándose acto seguido y dejando que las gotas cayeran de vuelta en el estanque. Las aguas oscilaron, y la Madre cerró los ojos. Li Shen sintió como una docena de agujas se le clavaban en el cuerpo, detrás de los ojos, en las palmas de las manos y en cada una de sus vértebras, y pudo ver una luz dorada que brotaba de sus ojos, su nariz y su boca, que oscilaba en el aire unos instantes, y que luego desaparecía en las negras aguas. Una profunda tristeza se apoderó de Li Shen, pues aunque las Mujeres-Zorro eran inmortales, lo que estaba sacrificando en aquellos momentos era parte de su inmortalidad, y sus últimos días llegarían mucho antes que los de sus hermanas. Y de pronto, una imagen apareció en la mente de Shen, un amplio círculo de piedras erectas, y lo que parecía ser una estatua ardiente situada en su interior.

-Lo tengo-susurró Li Shen, mientras las lágrimas corrían a raudales por sus mejillas.

-Lamento lo que has perdido-dijo la anciana Madre, mientras Li Shen se apartaba del estanque. Dos lágrimas cristalinas caían también por sus apergaminadas mejillas-. Pero ahora, vuelve a las Tierras Carnales, con el viento en tu espalda, rauda como el relámpago que rompe el cielo, y que los años que has perdido den su fruto en los que te quedan por vivir.

-Gracias, Madre-respondió Li Shen, mientras se arrodillaba de nuevo ante ella antes de recuperar su forma de zorra blanca y correr de vuelta al exterior, a la Madre de los Cerezos. Allí, ladró para despedirse de sus hermanas, pero no se detuvo y corrió de vuelta por los caminos del Espíritu para abandonar las Tierras Espirituales y volver a las Tierras Carnales.

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Palacio de las Sombras, Orillas del Río Huai He, China.

El espejo osciló un instante, y Li Shen emergió de él como si surgiera de las aguas, retomando su forma de mujer, ataviada de verde. Se quitó la capucha, y escrutó su alrededor, dispuesta a desenfundar una de sus dagas hasta que se dio cuenta de que estaba sola. Se encontraba en una pequeña habitación, una sala dominada por una mesa cubierta por completo de mapas en papel, pergamino y papiro, y complejos diagramas dibujados sobre ellos con carboncillo.

La puerta se abrió, y Shen desenfundó uno de sus puñales, que refulgía con una luz fría, pero cuando vio la forma sombría que entraba en la habitación, devolvió el puñal a su funda de piel, y bajó la cabeza en señal de respeto.

-Hombre Inmortal en las Sombras-saludó Li Shen, alzando de nuevo la mirada para encontrarse con la impresionante figura de un hombre, de cerca de dos metros de altura, envuelto en una túnica negra sin adorno alguno, con el cabello negro y largo recogido en una coleta baja, y una cuidada barba oscura.

-Asesina Zorra Fantasma-dijo el hombre, imperturbable-. Espero que el viaje a las Tierras Espirituales haya resultado fructífero.

Li Shen le miró incómoda, pero finalmente asintió, y comenzó a contarle lo que había ocurrido tanto en las Tierras Espirituales como en el Tablero desde que se había convertido en parte de Jaque Mate.

Sólo cuando el Hombre Inmortal en las Sombras estuvo satisfecho, Li Shen pudo adentrarse en los caminos del Espíritu para alejarse de China y volver a San Jano.

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El Tablero, Isla de San Jano.

-Stonehenge.

La voz de Carter Hall sonó grave en el Damero, que se encontraba completo después de que los tres Gambitos regresaran al Tablero, ocupando cada uno su puesto alrededor de la mesa.

-Si el Nido de Dragón de Stonehenge es corrompido, la ponzoña se expandirá por las Líneas Dragón de forma irremediable-explicó Li Shen.

-Pero Stonehenge no se encuentra en un lugar poblado-intervino Jacqueline-.Si pusieran allí una bomba, no conseguirían más que romper piedras.

-Pero no planean algo tan simple como poner una bomba-respondió Li Shen-. La imagen que vi... era como una especie de extraño ritual, una estatua de madera en llamas...

-Un Hombre de Mimbre-masculló Faust, incorporándose-. Es un viejo ritual pagano, de origen celta. Se utilizaba para asegurarse las buenas cosechas y la riqueza de las tierras...

-Y consiste en masacrar a un grupo de hombres encerrándoles en una gigantesca jaula de mimbre con forma humana a la que le prende fuego-concluyó Carter-. Conozco la historia.

-El ritual del Hombre de Mimbre en Stonehenge liberará la Ponzoña sobre el Nido de Dragón-afirmó finalmente Li Shen.

-Necesitamos un operativo completo sobre Stonehenge para ayer-ordenó Amanda, y Jesse asintió.

-Yo lo dirigiré personalmente-dijo Carter, y tras unos segundos de silencio, sus tres compañeros asintiendo.

-Entonces, organizarás el equipo-aceptó Dmitri-. Aunque si aceptas mi consejo, yo pondría en funcionamiento a toda la Realeza.

-Lo haré-asintió Carter-. Turner, te quedarás en el Tablero, quedas a cargo de la seguridad de la Realeza.

-De acuerdo-dijo Ben, sabiendo que en los protocolos de Jaque Mate se establecía que una de las Torres debía permanecer siempre en el Tablero mientras hubiera Reyes, y como al menos uno de los Reyes en todo momento en San Jano, era imposible que las cuatro Torres participasen simultáneamente en una misión.

-Henry-dijo Carter, volviéndose hacia Cerebro Jr.-, Bárbara y Nigel permanecerán en San Jano, pero te quiero en el campo-. El telépata asintió, y Carter se volvió hacia el resto del equipo-. Tariq, Jacqueline, Faust, Beatriz, Li Shen, Brion y Jade... os quiero en marcha en quince minutos. Nos vamos a Inglaterra.

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1.- El "sijismo" es una religión india que surge del conflicto entre hinduísmo e islamismo. Promueve la creencia en un único dios, y en los diez gurús del sijismo. Uno de sus atributos es el kirpan, una especie de puñal ceremonial que no debe ser desenfundado para atacar, pero puede utilizarse para defenderse a sí mismo o a un tercero.

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TABLERO DE JUEGO

Kobra ya no se encuentra al frente de Kobra, irónicamente. Y su nuevo dirigente, parece tener intereses de lo más destructivos. ¿Y quién es...? Eso, en el próximo número. Hoy, veremos a otros cuatro miembros de la Realeza, las Torres.

  • Li Shen: La Torre del Rey Blanco, conocida con el pintoresco nombre de Asesina Zorra Fantasma. En el Universo DC oficial, la Asesina Zorra Fantasma es uno de los personajes que Morrison creó para los Diez Grandes en 52. En DCTopía, he tratado de llenar parte del misterio que envuelve a este personaje, y aquí será una de las Mujeres-Zorro de la mitología china, enviada por sus hermanas a las Tierras Carnales para defender sus reinos de las Tierras Espirituales. También se encuentra el servicio de un enigmático personaje, el Hombre Inmortal en las Sombras... Pero eso lo exploraremos más adelante.
  • Brion Markov: Uno de los personajes de Jaque Mate que no necesita presentación. Geofuerza, Príncipe de Markovia, hermano de Terra, miembro de los Outsiders en su primera encarnación liderada por Batman... Fue herido por Vandal Savage en su ataque a la Atalaya de la JLA durante "Crisis de Familia", y cuando sus heridas sanaron, pasó a formar parte del equipo de Jesse Chambers como Torre de Reina Negra.
  • Jade Nguyen: Chesire ha sido siempre uno de los personajes más interesantes del universo DC. Coreana de nacimiento, entrenada por la Liga de Asesinos, amante de Roy Harper (Speedy/Arsenal) y madre de su hija Lian, y culpable de lanzar una bomba atómica sobre Qurac, provocando la destrucción de buena parte del país... En DCTopía la hemos visto formando parte de los Seis Secretos que atacaron a los Titanes bajo el mando de Lena Luthor, y estuvo a punto de acabar con la vida de Bushido, prácticamente recién llegado al grupo. Por sugerencia de Amanda Waller, Dmitri Pushkin la ha convertido en la Torre del Rey Blanco, con la premisa de que alguien tiene que hacer el trabajo sucio.
  • Ben Turner: El último de las Torres, elegido personalmente por Amanda Waller para ser la Torre de la Reina de Blancas. Aliado temporal de Richard Dragon, consiguió pasar a primera línea del Universo DC en el Escuadrón Suicida de Rick Flagg y Amanda Waller. Es un especialista en artes marciales, y una de las personas que mejor la conoce (probablemente, para su desgracia).
  • Y bueno... en el próximo número, más.

     
     
       
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