Me llamo Lois Lane, soy becaria en el Daily Planet, pero ya he conseguido la noticia más importante del siglo. He atado cabos y he descubierto que Bruce Wayne es Batman.

Ahora todo encaja. He recopilado desde que hice mi deducción mucha información acerca del joven prodigio de Gotham y ahora tengo más pruebas que me hacen fortalecer mi teoría, además de una comparación de las palabras escogidas y de los rasgos faciales de Bruce Wayne y de Batman¹.

Hace diez años sus padres y él sufrieron un intento de atraco, que fue frustrado por un individuo cuya apariencia, por las descripciones efectuadas, se asemeja de forma notoria a la de Batman. No consideró que sea fortuito que una década después decida vestirse también de hombre murciélago.

Considero fascinante todo este asunto. Ignoro la procedencia de ese primer justiciero, pero es evidente que marco de forma significativa el futuro del niño. ¿Existe algún otro lazo entre ambos? Palabra de Lois Lane que pienso seguir investigando hasta dar con una respuesta satisfactoria.

Durante los últimos años, he encontrado evidencias de que Bruce Wayne ha contactado con diversos maestros versados en diferentes técnicas de combate. Comparando las técnicas de lucha de Batman y de los senseis de Bruce, se pueden vislumbrar movimientos en común².

Por no mencionar algo que puede constatar cualquier persona que haya prestando un mero seguimiento de las noticias relacionadas con el héroe Gothamita. Muchas de las actuaciones del vigilante han tenido alguna relación con la familia Wayne. La primera vez que actuó Batman, lo hizo deteniendo a Luciérnaga en un almacén de Industrias Wayne³.

La lista va creciendo, y es que el hombre murciélago se ocupo de arrestar a John Corben, responsable máximo de un ataque sufrido por Thomas Wayne. De hecho, llama la atención que una espina clavada en el costado de Batman fuese el difunto Lew Moxon, quien manifestaba una abierta enemistad hacia el susodicho.

No acaba aquí la conexión entre los Wayne y Batman, ya que en un giro inesperado del destino, recientemente el justiciero se ha ocupado de salvar a los Wayne de Jack Napier, el mismo que intentó atracar a la familia cuando apareció el primer Batman⁴.

A mis ojos, no cabe duda de que existe una historia oculta tras esto. Partiendo de que doy por hecho que Bruce es Batman, es evidente de que trata de proteger a los suyos de la forma en la que se ha preparado.

Según mi hipótesis, Bruce quedó impresionado por la actuación de su predecesor, decidiendo prepararse para ser su sustituto. Una vez llegado el momento de convertirse en Batman, ha ido utilizando sus recursos y habilidades para preservar de la mejor forma posible no sólo a su familia sino también a la ciudad de Gotham.

Me resulta perturbado el momento en que Bruce tuvo que encararse con el hombre que marcó sus pesadillas cuando siendo un niño Jack Napier le apuntó con un arma junto a sus padres. Las noticias dan fé de que en el primer encuentro entre Batman y Napier, el murciélago se quedo congelado, lo que estuvo a punto de acabar en una fatalidad. No es de extrañar, ya que revivir el temor de la infancia no resulta fácil para nadie. Afortunadamente, Bruce venció sus miedos, ya que no falló al detener a Napier en un fábrica de Wayne.

Personalmente, me parece encomiable el coraje demostrado por Bruce. Yo cada vez que tengo que discutir con mi padre, el General sufro de un temblor incesante de rodillas, mientras que Wayne ha sido capaz de ponerse un traje de murciélago y enfrentarse cara a cara con sus pesadillas.

Contando todo esto, sin duda tendría un artículo digno de un Pulitzer, algo mucho más jugoso que lo que vine a buscar, las impresiones de los habitantes de Gotham acerca de Batman.

Pero antes de decirle a Perry White, mi jefe y editor del Daily Planet, el bombazo que me traigo entre manos debo plantearme un gran dilema: ¿Debo hacerlo?

Mis intenciones son las de labrarme un futuro como periodista. Sin duda, no es algo que está al alcance de cualquiera. Quizás se diría que no tengo abuela, pero creo que cualidades no me faltan. Y para más inri ahora disponga de una noticia en potencia que sería el empujoncito necesario para cumplir mi sueño.

Pero, ¿eso está por encima de todo? ¿Qué sería de Bruce? Uno de los enemigos que se ha labrado podría ir a por él o a por sus seres queridos. Por no mencionar que si bien sus capacidades de lucha seguirían siendo las mismas, pero se eliminaría el factor psicológico que infunde el terror de ver a un hombre misterioso vestido de murciélago en los criminales, quedando mermada su capacidad de actuación.

La periodista que hay en mí se avergüenza de dudar de la publicación de este notición, mientras que el ser humano que debo ser reniega de mi por pensar siquiera en revelar al mundo la exclusiva que tengo entre manos.

Debo dar vueltas a muchas cosas antes de tomar una decisión definitiva. Este asunto es demasiado espinoso y delicado para tratarlo a la ligera. ¿Soy mala persona por querer anteponer mis deseos de triunfar? ¿Soy una fracasada por dudar tanto de dar el paso que me llevaría de cabeza al éxito?

Dios sabe que tengo la cabeza hecha un bombo y necesito algún dato más que me ayude a decidirme por una vertiente o por otra. Lo que es de cajón es que la decisión que tome debe de ser pronto, es de locos prolongar esta incertidumbre por más tiempo.

Os voy a contar un secreto: He pinchado la emisora de la Policía. Sé que no es el colmo de la ética pero si una buena forma de estar al loro de lo que se cuece en esta ciudad. En concreto, me interesa ver en acción a Batman.

Sabiendo lo que sé, con acercarme a la Mansión Wayne, ya podría ver al hombre que se esconde bajo la capucha del murciélago, pero lo que necesito es verlo actuar en vivo y en directo, ya que a lo mejor de esa manera logró saber si voy a publicar la noticia bomba o no.

Se conoce que me acompaña la suerte ya que me una de las primeras conversaciones que captó se encuentra relacionada con Batman, ya que el Comisario Gordon informa a un par de agentes que el enmascarado está a pocas manzanas de mi actual posición deteniendo a una banda local.

Voy corriendo como alma que se lleva el diablo, con el corazón a punto de salirme por la boca, desenado de llegar a la escena antes de que el show haya acabado. No me quedo decepcionada ya que ahí estoy yo, viendo el gran momento con mis propios ojos.

No es la primera vez que veo en persona a Batman. Ey, recordad que fui yo la que realizó preguntas más que jugosas en la rueda de prensa en la que anunció que pasaba a colaborar con la Policía⁵.

Pero hay que reconocer que verlo en acción es otra cosa, de eso no cabe duda. Parece que él es el centro de la escena, exhumando un carisma que atrae los focos de los presentes. No sabría decir si es la capucha que le oculta el rostro, la larga capa que le ondea o todo su ser en su conjunto, pero lo cierto es que si lo ves en acción, da la impresión de estar viendo a un icono, a una leyenda viviente, en acción.

Pude llegar a tiempo de observar como dejaba inconscientes a un par de atracadores y es una experiencia que recordaré mientras viva. Lo primero en que me fije fue en su rostro. Denotaba una especie de media sonrisa cuando entraba en acción. No era para nada una risa de demente ni algo que se le pareciera, sino un gesto que parecía invitar a la gente a que confiase en él.

Verlo en movimiento era algo mágico. Tengo la oportunidad de verle saltar con una gracilidad digna de un acróbata, dándole simultanéame una patada a uno de los atracadores, armado con una pistola. El delincuente se desploma ipso facto al suelo.

El otro criminal saca una navaja ipso facto pero eso no ablanda en lo más mínimo a Batman. Intenta clavársela, pero con la ayuda de su capa que le sirve de escudo no llega ni a rajar al vigilante de Gotham.

Antes de que yo no pueda decir ni mu, deja también inconsciente al golpear velozmente con su puño al criminal que le acababa de intentar acuchillar.

No doy crédito como alguien es capaz de enfrentarse sin pensárselo dos veces, con una sonrisa en la boca, a gente armada. Puede que sintiese gratitud por lo que le paso hace años, pero ¿Es capaz de llegar a esos extremos en su cruzada?

Antes de que pueda seguir divagando, me sobresalto al notar como alguien me ha puesto la mano en el hombro. Es alguien familiar, cuya identidad en este caso no me sorprende ni lo más mínimo. Se trata de Renée Montoya, agente del cuerpo de Policía de Gotham, a quién ya entrevisté con motivo de mi artículo⁶.

- Eres esa chica Lane, ¿verdad?- pregunta Montoya, aunque doy por hecho que ya sabe la respuesta.

- Así es- le contestó- Tienes buena memoria.

- No puedes estar aquí, esto es escena de un crimen- me dice, con la cara seria.

- Ok, sin problemas. Ya me marcho. Tan sólo quería ver a Batman en acción- digo, y realmente no le estoy mintiendo.

- Renée, espera, no pasa nada. Conozco a esta chica- dice Batman interviniendo en la conversación.

- Está bien. Supongo que luego te pasarás por Comisaria para declarar sobre la detención de ese par de quinquis- le contesta Montoya.

- Por supuesto- dice Batman con una voz que denota confianza- Luego nos vemos.

Tras despedirse de Renée Montoya, se acerca hacia mí y me insta a caminar a su lado. Hay que decir que Bruce Wayne gana mucho vestido así de murciélago. No es que antes fuese feo, pero imagino que como hija del General, me atraen los hombres de uniforme.

- Me han comentado que has ido por ahí preguntando a la gente acerca de mí, Lois- me dice intentando pillarme.

- Así es. Por cierto, ¿te acuerdas de mí?- le preguntó intentando que le haga decir que ya me ha visto como Bruce⁷.

- Claro, ¿cómo olvidarme?- contesta, mientras yo me doy palmas con las orejas. Ya ha mordido mi anzuelo.

- Ajá- murmuró, esperando ver su reacción.

- Es imposible olvidarme de la becaria que tanto destacó en la rueda de prensa- dice él sin despeinarse, mientras yo me maldigo por olvidarme unos instantes de ese acontecimiento⁸.

- Si, fue un día muy movidito. Si me lo permites, me gustaría hacer un par de preguntas- digo, cruzando los dedos para obtener algo muy jugoso.

- Supuse que querrías hacerlas. Yo estoy encantando de poder contestártelas. Todo sea por colaborar con los medios- dice Batman. Lo dice de tal forma que cualquiera diría que no tiene nada que esconder, aunque se trate de todo lo contrario.

- Bien. Empecemos. Primera pregunta: ¿Cuál es tu verdadera identidad?- le pregunto así de sopetón, sin anestesia.

- Esa es fácil de responder. Soy Batman- contesta, sin que ni tan siquiera le tiemble la voz- Esa es toda la identidad que puedo hacer pública.

- ¿Por qué? Si quieres que la gente confié en ti, ¿Por qué ocultarse debajo de esa capucha?- interrogo, con la esperanza de saber más de los motivos de Wayne por ocultarse.

- Es muy fácil de adivinar. Como Batman, puedo ayudar a mantener esta ciudad libre de criminales, sin que se vea afectada mi identidad de, digamos, civil- contesta, pareciéndome muy lógica esa respuesta.

- ¿La gente confiará en ti si no les dices quién eres?- insisto, tratando de sacarle algo más.

- Eso espero. Ya lo dice el dicho: ?Por sus actos los conoceréis?. Eso es lo que yo pretendo. Si la gente duda de lo que hago por ir enmascarado, que sean mis acciones las que hagan que las personas crean en mi y que estoy aquí por ellos.- replica, añadiendo una sonrisa de boy scout al final de la frase. Realmente el tipo cree de corazón en lo de ser un justiciero.

- Eso que dices al final es una buena pregunta. ¿Qué es lo que pretendes hacer? Es decir, ¿Qué es lo que buscas vistiéndote cada día de Batman?- preguntó. Sin duda esto ayudará a que resuelva muchas de mis dudas.

- Busco que nadie muera en Gotham- dispara esa respuesta como una bomba atómica.

- Eso, aunque muy admirable, me temo que es imposible- le digo, sintiéndome una niña mala que explica a un niño pequeño que Santa Claus no existe.

- Lo sé, lo que pretendía decir es que mi intención es posponer en la medida de lo posible que la gente sea asesinada. Bueno, siendo sincero mi labor abarca a todo tipo de crimen.- contesta. Esto encajaría con el momento en que vio como el primer Batman hizo lo mismo con el joven Bruce y su familia. Él también pretende salvaguardar a las personas del crimen.

- ¿Salvarías incluso la vida de un criminal? Ha llegado a mis oídos que hasta te enfrentaste al ?Segador? cuando intentaba purgar a Gotham de criminales. Hasta salvaste a Jack Napier, conocido delincuente- lanzo esto al aire, esperando obtener alguna reacción al mencionar a una persona clave como Napier.

- Toda vida es sagrada para mí. Debe de serlo. Hay cosas que son intocables, y ese es mi respeto por la vida humana, hasta la de escoria como Napier- contesta, frunciendo el ceño.

- Según mis fuentes, existió un Batman hace una década, aunque sólo, hasta donde llega mi información, tuvo una única intervención. Al igual que tú, este justiciero salvó a los Wayne de Jack Napier. ¿Esto es casual o existe una relación entre ambos hechos?- esta es la pregunta del millón de dólares. No sólo puedo adivinar su conexión con el hombre murciélago original, sino que incluso la suerte puede favorecerme y poner en un compromiso a Wayne.

- Si, es cierto. Existió otro Batman hace diez años. No sé si tuvo una única actuación o no, pero si es completamente correcto que no soy el Batman original. No me lo has preguntado pero estoy seguro de que quieres saber si tengo alguna relación con él-aquí Batman realiza una pequeña pausa- Bien, lo cierto es que tuve la oportunidad de verle en acción. Fue toda una inspiración para mí y me decidí a seguir sus pasos, comprobando que la muerte se puede evitar. Al menos, temporalmente-responde. Y le tengo justo donde quería. En esa única aparición, uno de los escasos testigos fue un Bruce Wayne de ocho años de edad. Ya es mío.

- Con respecto a tu otra pregunta,- continua hablando Bruce Wayne/Batman- hubiese preferido ahorrarme ese encuentro con Napier, pero supongo que el destino ha querido que repitiera el papel de mi predecesor, salvando a los Wayne de Jack Napier. Esto no fue algo planeado, pero salió así. En cualquier caso, me alegra que en ambas situaciones de peligro para los Wayne haya habido un Batman para salvarles la vida.

- Es indudable. Cualquier hijo estaría contento de haber salvado la vida a sus padres- digo abriendo la caja de Pandora. Es hora de poner las cartas sobre la mesa.

Batman se queda callado por unos instantes, que a mí se me hacen eternos.

- Ya era hora de que admitieses que lo sabías- dice Bruce Wayne, descolocándome por completo.

- ¿Qué? ¿Lo admites, así sin más?- pregunto, incrédula de lo que me está pasando.

- Sin más no, quería cerciorarme de que realmente habías averiguado mi identidad. Al parecer, la chispa de sospecha que planté en ti ha dado su fruto- comenta Batman, desquiciándome aún más. Si mi instinto va por donde yo creo, este tío lo tenía todo preparado.

- Cuando fui a la mansión Wayne... escogiste con cuidado y a propósito las contestaciones que me diste. ¿Es así?- preguntó, aunque ya conozco la respuesta antes de que me la diga.

- Muy cierto- replica, como si tal cosa. Es increíble hasta donde ha llegado su manipulación.

- ¿Por qué lo has hecho? ¿Qué te aporta?- le comentó. No sé si sabe o si ha razonado bien el riesgo que corre habiéndome dicho quien es.

- He estado estudiándote desde que lanzaste aquellas preguntas tan comprometidas en la rueda de prensa en que nos conocimos. He visto que haces preguntas que no muchas personas están dispuestas a hacer. Necesito alguien como tú para que me ayude en mi cruzada- dice. Me está dando la impresión de que quiere reclutarme para alguna causa. Creo que es demasiado impulsivo con sus razonamientos. Ni siquiera he decidido si voy a hacer público mi descubrimiento de su identidad secreta.

- Me vas a perdonar la franqueza pero no he tomado la decisión de, ahora que sé al 100 % que bajo tu más cara se esconde Bruce Wayne voy a sacar de ahí un reportaje- confieso, ateniéndome a las consecuencias que me puedan acarrear estas palabras.

- Sé que no lo harás. Cuando todavía no lo has hecho, dudo que lo hagas ahora. Y estoy seguro por que una persona que lanza la mirada crítica como tú lo has hecho, no busca únicamente el reconocimiento del público, sino que se preocupa por él. Me pareció que eras de fiar con las respuestas que le diste a Monaguigui cuando lo entrevistaste. Indudablemente posees un sentido de la responsabilidad⁹

- ¿Cómo sabes lo que paso en la entrevista con Monaguigui?-pregunto, muy sorprendida. ¿Acaso me estaba espiando?

- Un joven de unos 15 años te puso un micrófono de tamaño diminuto en tu grabadora, cuando le entrevistaste. Pues bien, le di unos dólares a cambio de eso- confiesa Batman¹⁰. En verdad, su osadía no ha tenido límites.

- Vamos a ver si lo he entendido. ¿Me manipulas, me espías y me ofreces en bandeja tu identidad secreta? No entiendo que pretendes de mi. Puede que no sea la reportera codiciosa que se supone que debo querer ser, pero eso no te da derecho a manejarme así- respondo muy furiosa de ser usada como un títere.

- Me disculpo por entrometerme en tu intimidad, pero tenía que estar seguro de que podía confiar en ti. Necesito tu ayuda y primero quería saber que era digno de tu confianza, dando un importante paso al decirte mi verdadera identidad. Lois, necesito a alguien que este metido dentro de un periódico, que reciba un gran tráfico de información. Aunque estoy al tanto de muchas cosas gracias a mi colaboración con la Policía, necesito a una persona honrada, con gran intuición y una capacidad de deducción como la tuya para que colabores conmigo manteniéndome al tanto de noticias en exclusiva que deba saber- explica, siendo muy sincero conmigo o eso creo. Realmente sus palabras suenan reales y casi me tiene convencida.

- ¿Quieres que te de información clasificada, como, que se yo, que viene un importante cargo a Gotham y puede ser víctima de un atentado?- pregunto para cerciorarme de que le he entendido bien.

- O de los tejemanejes que se le pueda escapar a la Policia de Gotham, como información que pueda darte algún soplón del periódico- añade Batman. Sin duda, se nota que tenía preparado este movimiento. No obstante no me termino de decidir de ser la confidente de un justiciero enmascarado.

- No lo sé, Bruce. Esto me ha venido demasiado por sorpresa. Necesito pensármelo más. Maldición, tengo demasiado fácil la tentativa de revelar quién eres a la prensa.

- Antes me preguntaste qué es lo que busco vistiéndome cada día de Batman. Ampliaré ahora mi respuesta diciéndote que lo que busco es poder devolver la enorme deuda de gratitud que tengo hacia mi predecesor. Pero no sólo por eso. Es por ayudar a la gente. No quiero pecar de soberbio, pero estoy aquí para hacer el bien a los demás. Tú también puedes hacerlo ayudándome a mi- me dice, casi suplicándome.

- Me lo tengo que pensar. Siento ser así de brusca, pero he de tomar una decisión. Por lo pronto, tienes mi palabra de honor de que no haré pública tu identidad. Siento que suene así de egoísta, pero mi sueño es el de ser periodista, y puede que entre en contradicción con la tarea que me propones de tener que darte mis fuentes. Eso comprometería mi ética periodística, lo siento- digo, pudiendo comprobar cómo la decepción se apodera del rostro de Batman, pero he decidido ser franca con él.

Sin darme cuenta, me he puesto nerviosa y he tirado mi móvil al suelo, por lo que me agacho un momento a recogerlo. Sin embargo, al levantar la cabeza Batman se ha marchado sin decir adiós.

Al día siguiente, retorno a Metropolis. Mientras estoy montada en el tren voy reflexionando acerca de Batman.

Sin lugar a dudas, es un idealista. Es alguien que se pone día tras día un disfraz de un murciélago para tratar de marcar la diferencia en una lucha imposible. Trata, mediante sus métodos, de preservar la vida. Se enmascara para así proteger a los suyos, cosa que resulta curiosa pues precisamente fue el que el Batman original protegió a su familia uno de los motivos que le impulsaron a tomar la decisión que cambiaría su vida para siempre.

No pienso publicar un artículo que le destrozaría la vida a Bruce Wayne, por lo que me limitare a darle a Perry mi recopilación acerca que los habitantes de Gotham tienen de Batman.

Quizás haya decepcionado al justiciero al decidir que no podía traicionar a mis fuentes, pero tengo otras formas en las que le puedo ser de utilidad. En lo sucesivo, pienso que desde el Daily Planet aportaré una información y opiniones positivas sobre Batman. Por ahora soy una becaria y poco se notará mi mano, pero pienso ascender a reportera de primera página y cuando llegue ese momento pienso hacer que el periódico apoye a Batman.

FIN DEL EPISODIO

1.- Eso ocurre en el amazing, spectacular, sensational y avenging número anterior.

2.- Mantes, podéis ver algunos de esos senseis y el entrenamiento de Bruce en el número 1 de la serie hermana Leyendas de las Calles de Gotham.

3.- En el histórico primer número, pero estoy seguro de que lo sabes, ¿verdad, efendi?

4.- En el número 12 de esta, vuestra serie favorita.

5.- Efectivamente, eso paso en el número 4 de Batman: La Leyenda Nº 7.

6.- En el número anterior, has podido leer la entrevista.

7.- También en el número anterior.

8.- Si habéis ido siguiendo Batman: La leyenda, sabréis que eso paso en el número 4.

9.- En el número anterior podéis ver la entrevista a Monaguigui.

10.- Si no os lo creéis a Lois Lane, podéis revisar el Nº anterior de Batman: La Leyenda.

CARTAS LEGENDARIAS

Bueno, he aquí el final, por ahora, de la historia de Lois. En el número siguiente, podréis disfrutar de Batman contra el enemigo que menos os esperáis, garantizado.

Tomás Sendarrubias García "Leído el primer número de esta nueva temporada de Batman. Je, je je. Intrépida Lois. Pero David Guirado Lozano, se te notan los colores, que todos los que apoyan a Batman son mucho más simpáticos y elocuentes que los que no... La verdad es que abordas un tema interesante, un poco trasfondo Civil War. Y es un tema muuuy interesante..."

Muchas gracias, Tomás!!!! Cuando lo objetivo se vuelve subjetivo y viceversa XD Por eso me han salido así esos personajes XD

Y hasta aquí hemos llegado. Lo que siempre os digo podéis enviar vuestras dudas, comentarios, impresiones, cheques en blanco al portador a davidguiradoalzira@hotmail.com o bien podéis visitar el grupo de facebook de Marveltopia.