BATMAN: LA LEYENDA #3
Oferta y demanda
Guión: David Guirado Lozano
Portada y co-argumento: Christian Cobo Giménez
Bruce Wayne estaba vestido con su traje de Batman, encontrándose rumbo a la comisaría de Gotham City. Había postergado demasiado su encuentro con el Comisario Gordon.
Hacía unos días desde que se produjo el primer encuentro cara a cara con Franchesco Monaguigui1. Desde entonces, se había dedicado a peinar la ciudad, en busca de alguna pista. Le resulto relativamente fácil, puesto que la imagen que proyectaba provocaba que el delincuente común se atemorizase. Para ellos, la apariencia que proyectaba Batman era una impresión todavía muy fuerte. Ver a una especie de murciélago humano dirigirse hacia ellos era un momento muy escalofriante, y no dudaban en contar lo que sabían.
Bruce había averiguado que Monaguigui tenía su sede en las "Fat Towers", las torres más altas de Gotham.... y poco más. Tras el incidente en Reprografía, Monaguigui se había cubierto bien el rastro.
Pero toda esa búsqueda acerca de pistas sobre Franchesco Monaguigui, había sido un medio, quizás involuntario, de retrasar su encuentro con el Comisario Gordon. Por un lado era un alivio conocer nuevos datos acerca de su predecesor, el ser alado que le salvó la vida a su familia hacia ya una década. Pero por otro, le creaba grandes dudas. ¿Cuánto sabía realmente Gordon? ¿Y si no aprobaba sus actuaciones como una suerte de vigilante enmascarado?
Todos esos pensamientos le acechaban por la cabeza, cuando entró por la puerta grande de la comisaría. Por un momento, de camino hacia allí, había pensando en entrar por la azotea del edificio, pero rápidamente había desechado esa idea. Entrando así a hurtadillas, con tanto secretismo, lo único que conseguiría sería que la Policía desconfiase de él, y Batman lo que pretendía era salvar vidas; en eso consistía su cruzada, y para ello deseaba aliarse con la Policía, no que está le temiese, desconfiase de él, o incluso intentasen detenerle.
Cuando entró por la puerta de Comisaría, se convirtió inmediatamente en el foco de atención. Todo el mundo que se hallaba allí, ya fuesen los miembros del cuerpo, detenidos o ciudadanos que se encontraban allí para formular alguna denuncia fijaron su vista en Batman. No cesaban de oírse murmullos, acerca de lo que haría allí, e incluso muchos de los que creían que era una leyenda urbana, salieron pronto de su equivocación.
- Disculpe señorita- se dirigió Bruce a la chica que atendía en el mostrador de información- deseo hablar con el Comisario Gordon.
- Si si - dijo la chica de información, nerviosa como se encontraba ante Batman- enseguida le aviso.
La chica, levanto un auricular y marcó el número que conectaba con el despacho de Gordon.
- Co- comisario- seguía diciendo la chica, impresionada- Bat- Batman, está aquí y pregunta por usted. Si, si. Muy bien Comisario. Gracias a Usted.
La chica miró a Batman y le indicó que subiese por las escaleras, mostrándole la ubicación del despacho del Comisario.
Franchesco Monaguigui y su ayudante Trizia Goblin se encontraban en su despacho de las Fat Towers.
- Trizia, esto es inconcebible. Ese condenado Batman ha retrasado nuestra operación de Reprografía2. Y no contento con ello, no dejan de llegarme informes de que pregunta por mí por toda Gotham- decía Franchesco Monaguigui a su ayudante.
- Mona, no pasa nada. Seguro que con tu brazo de Rafa Nadal, puedes solucionarlo- se mofaba Trizia de su jefe.
- ¡No te mofes, Trizia!- le regañaba Monaguigui.
- Tranquilo, Jefe - sonreía jocosamente Trizia- sabes que estoy haciendo todo lo posible por solucionarlo. Me he tomado la libertad de darle una lista ordenada, cotejada y comprobada, acerca de gente bien preparada para solucionarte este problema. ¡Te ahogas en un vaso de agua!
- Una chica muy eficiente, Franchesco - interrumpió Moxon, quien acababa de llegar al despacho de Monaguigui- Imagino que debes de ser Trizia Goblin. Monaguigui me habló mucho de ti, mientras yo estaba en prisión, querida.
- Un placer, señor Moxon- respondió Trizia cortésmente.
- Bueno, Moxon- cortó Franchesco la charla- es hora de acabar con ese incordio de Batman. Bastante ha interferido ya en nuestros asuntos.
- Esa rata enmascarada es propensa a actuar cuando los Wayne están en apuros- dijo Moxon- así que para poder tenerle localizado, molestaremos un poco a los Wayne, y así mataremos dos pájaros de un tiro.
- Trizia, repasemos esa lista de nombres- sonreía satisfecho Monaguigui, con la boca bien abierta- es hora de empezar a saldar deudas.
Batman había entrado en el despacho de Gordon. El Comisario de Policía le hizo un gesto para que se sentase. Bruce tomó asiento.
- Buenas tardes, Comisario- le saludó Batman.
- Batman. Tenia ganas de hablar contigo- le contestó Gordon.
- Comisario, se todas las preguntas que tiene que hacerme- decía Bruce Wayne- Debe saber que lo que estoy haciendo, ante todo, es tratar de salvar vidas. Y que si puedo evitarlo, nadie sufrirá estando yo en activo.
- No me cabe duda de que tus intenciones son buenas- fue la respuesta del Comisario-. Pero vivimos en una sociedad con ley. Y la ley no es muy permisiva con los enmascarados, que se toman la justicia por su mano.
- De eso se trata Comisario- le interrumpió Batman- de Justicia. Todo lo que hago es por justicia, y lo hago para evitar el sufrimiento de los inocentes. Confíe en mí, por favor.
- Curioso-musitó el Comisario tras unos segundos de silencio- unas palabras parecidas a esas me las dijo hace ya una década tu... predecesor.
Bruce puso tras la máscara una expresión de asombro. Ese comentario de Gordon, era una prueba más que evidente de que si se había encontrado con el misterio personaje que él había conocido brevemente de niño.
- Comisario, ya es la segunda vez- decía Batman- que me da a entender a las claras que se encontró con alguien como yo. Déjeme decirle que yo no conozco la identidad de esa persona. Ni siquiera conozco su paradero actual. Ni nada de lo que atañe a sus circunstancias. Solo sé que trataba de salvar vidas. Lo que yo también pretendo.
- Me encontré- le explicó Gordon- con alguien vestido con un uniforme muy parecido al tuyo, prácticamente idéntico, hace una década en Comisaría3.
Entonces el Comisario Gordon le relató lo ocurrido es anoche, Como cuando era Teniente encontró a un desconocido vestido de Murciélago humano en la vieja Comisaría de Gotham. Gordon le sorprendió comprobando unos archivos e, instintivamente, le apuntó con un arma. Sin embargo, había algo en el tono de voz del desconocido, en sus palabras que le impulsó a confiar en él, y déjale marchar.
- Tu predecesor- continuaba Gordon- me pidió que confiase en él. Que en otro tiempo y en otro mundo éramos amigos. Y de algún modo le creí.
Bruce permaneció pensativo. Todos estos años, desde que ese desconocido salvó su vida y la de sus padres, había estado especulando sobre quien sería realmente ese misterioso ser alado. Sin embargo, por muchas posibles respuestas que habían llegado a su mente, jamás había podido aventurar que se tratase, tal y como ahora sospechaba debido a las palabras de Gordon, de un visitante de otro mundo, o de otro tiempo.
- Deduzco por tu silencio, que he tocado una fibra - comentó el Comisario Gordon- y según estoy comprobando en esta conversación, que yo poseo más datos sobre ese otro Batman que tú.
- Comisario- dijo Bruce- hay muchas cosas que deben permanecer para usted como una incógnita, como mi verdadera identidad. Pero sin embargo si le puedo decir que el Batman original es mi inspiración. Y que mi meta es la misma que usted: proteger y salvar vidas.
- Me alegra oír eso- dijo un complacido James Gordon.
El Comisario abrió un cajón de su mesa, y sacó un teléfono móvil.
- Para poder proteger y salvar vidas mejor, hay unas normas que facilitarían eso- proseguía hablando Gordon- y facilitaría mucho las cosas que considerases unirte a la policía, tanto de cara a ganarte la confianza de la gente, como para disponer de acceso a bases de datos de criminales, información de los casos, etc... Por las declaraciones de Lynns4, acerca de cómo le venciste, por no mencionar a todos los rateros que has ido atrapando, es evidente que te encuentras preparado para esto.
- Pero, Comisario, no puedo poner en peligro mi verdadera identidad. Además tengo otras obligaciones- dijo Batman, mientras pensaba en no poner en peligro la vida de sus padres, si los criminales a los que arrestase llegarán a descubrir que Bruce Wayne era Batman; por no mencionar que en un unos meses, tras finalizar el verano, entraría en la Universidad y un puesto en la policía podría dificultar eso.
- No te preocupes- dijo Gordon mientras extendía su mano y le dio a Batman el móvil que había sacado antes del cajón- lo había previsto. No hace falta que te dediques a tiempo completo, tan solo actuarías cuando te necesitásemos. Para las emergencias, aquí tienes este móvil. Es una línea segura, y me serviría para ponerme en contacto contigo. Y sobre tu identidad.... Hace años tuve un golpe de fe con tu predecesor y ahora voy a tenerlo contigo. Seguiría siendo un secreto.
- Comisario, debo pensar en todo esto- le dijo a Gordon un agradecido Batman- pero sepa que en cualquier momento, puede contar conmigo para lo que sea.
Tras esto, Batman y James Gordon se dieron la mano y se despidieron. Cuando Batman abandonó el despacho del Comisario, Gordon se sentó en su sillón. Ya no cabía ninguna duda. Batman le había dicho que se dedicaría a salvar vidas como su predecesor y que el anterior enmascarado había su inspiración. Que Gordon supiese el Batman anterior, el aparecido hacía una década, tan solo se había ocupado de salvar a los Wayne de ser asesinados por un tal Jack Napier, un matón a sueldo de Moxon, y tras eso había desaparecido. Coincidía la edad que tendría el joven hijo de la pareja de la que aparentaba este Batman, por no mencionar que el acto del enmascarado que salvó a sus padres podría ser la fuente de inspiración que le había mencionado. Para más inri, el primer acto del nuevo justiciero había sido salvar una fábrica de Wayne de un pirómano. Pese a que no le había dicho nada a Batman, para Gordon no cabía duda: Bruce Wayne era Batman.
Había anochecido y en el parque Robinson Amanda Hood hacia un poco de footing nocturno. Iba pensando en sus problemas. Tenía 23 años, pero había sufrido muchos desengaños amorosos, desde que iba al instituto, no había dado pie con bola en la búsqueda de lo que era un novio ideal, y parece ser que su actual pareja, Travis, no iba por buen camino. Ella lo consideraba demasiado celoso, cuando ella era incapaz de engañarle con nadie.
Mientras ella hacia footing, en un arbusto cercano, un hombre casi completamente desnudo se encontraba escondido dentro, acechando a su próxima victima. Víctor Zsasz era un hombre de grandes apetitos. Lamentablemente, estos consistían en arrebatar vidas, si podía ser a basa de cuchillazos. Hasta la fecha, había sido muy discreto, un mendigo por aquí, una prostituta solitaria por allá... En definitiva, gente que pocas personas echarían de menos, y que eran fácilmente olvidables. Oh, pero él no las olvidaría nunca, no señor. Su vida había transcurrido vacía de sentido, hasta el día que arrebato su primera vida. Las muertes de las personas a las que él arrebataba la vida, eran preciados momentos, que se quedaban a fuego grabados a él. Tanto, que por cada vida que segaba, él se hacía una cicatriz con algún cuchillo. Tenia cicatrices por todo su cuerpo, una por cada vida que había arrebatado. Esas marcas le hacían evocar el momento de la muerte de sus victimas, victimas a la que él liberaría de la frivolidad y del vació de sus vidas. Y ya había elegido a la siguiente.
Demasiado tiempo había perdido conteniéndose, eligiendo solo a las lacras de la sociedad, matando en casos aislados. Finalmente se había apoderado de Zsasz ansia y las ganas de matar, que pesaban ya más que la necesidad de pasar desapercibido. Esa noche, se había dejado llevar, preso de la necesidad de matar.
Cuando Amanda iba corriendo, el cogió una rama que colocó a la altura de su tobillo cuando iba a pasar al lado del arbusto donde Zsasz se encontraba agazapado. Esto provocó que la chica se torciese el tobillo y quedase indefensa, con el mismo torcido, en el suelo.
Rápidamente, Víctor Zsasz salió de su escondite, le puso a la chica la mano en el hombro y la arrastro adentro del arbusto. Allí, Zsasz subía y bajaba su cuchillo, hundiéndolo en el cuerpo de Amanda, una joven que gritaba y gritaba, pero nadie la socorrería y jamás saldría de entre esos matorrales con vida, mientras que su asesino saldría con una cicatriz más.
En la mansión de los Wayne, sonó el teléfono, siendo Alfred, el Mayordomo, el encargado de coger el aparato.
- Mansión de los Wayne- dijo el mayordomo inglés al descolgar el aparato.
- Al habla Lew Moxon- fue la respuesta.
- Creo- le respondió Alfred- que se debe de haber equivocado de número, pues para usted no habrá nadie nunca en esta casa.
- ¿Qué sucede?- interfirió Thomas Wayne, quien oyó hablar a su mayordomo.
- Se han equivocado de número, señor- fue lo que respondió Alfred.
Thomas le miró a los ojos, mientras cogía el teléfono de las manos de su mayordomo.
- Aquí Thomas Wayne- saludaba.
- ¡Thomas, viejo amigo!- se escuchaba por la otra línea- Moxon al habla.
- ¿Qué quieres, sucia rata?- decía Thomas, habiendo perdido ligeramente la compostura el doctor Wayne.
- Thomas, viejo amigo, enterremos el hacha de guerra- decía Moxon maliciosamente. Es hora de dejar atrás el pasado y sus fetiches. De hecho deseó que seamos socios, fusionando mis empresas con las tuyas.
- Eso, jamás- fue la respuesta de Thomas.
- Thomas, al fin y al cabo - dijo Lew Moxon haciendo un chasquido- somos empresarios. Y te propongo un negocio. Como te decía, fusionemos nuestras empresas. Fundemos una nueva. Tu capital correspondería al 45% de las acciones de la empresa, mientras que el mío correspondería a otro 45%. El otro 10% serían correría a cargo de un buen amigo mío.
- Nunca haría tratos contigo. De ninguna clase .La balanza no cuadra, Moxon- replicó Thomas- ¡Y lo sabes!
- Bueno, he intentado negociar- decía Lew Moxon- pero ya que no quieres ser un hombre razonable, pues no seremos hombres razonables.
Thomas Wayne colgó el teléfono. Alfred inmediatamente, le dijo que no se preocupase, que tarde o temprano Moxon volvería a la cárcel. Thomas apenas escuchaba a su mayordomo y amigo, pues sabía que su antagonista era un hombre de recursos, y rezaba por no haber puesto a Bruce, su hijo, o a Martha, su esposa, en peligro.
Vicky Vale se encontraba volviendo a casa. Había pasado una tarde con su amiga Julie Madison. Vicky iba pensando en Julie, su mejor amiga. Habían ido juntas mucho tiempo, desde que ambas eran pequeñas. Julie siempre había sido una chica un tanto seria, a la que le costaba abrirse a la gente. Sin embargo, desde que salía con ese indeseable de Roman Sionis, estaba cambiando. Se estaba volviendo un tanto más arisca. El otro día, sin ir más lejos, mandó rápidamente a Bruce Wayne a paseo, y de forma desagradable.
Vicky pensaba que Bruce era un encanto, un joven llenó de vida, apuesto, guapo, y de lo más simpático. Desde luego, mucho mejor que Sionis.
Mientras Vicky iba pensando en sus asuntos, no notó que alguien le acechaba. Se trataba de Víctor Zsasz. Iba ataviado con una gabardina de color gris, recogida de un cubo de basura la cual ocultaba su cuerpo lleno de cicatrices. Tras la última muerte en el matorral, tras acuchillar salvajemente a Amanda Hood, sentía que sus instintos le pedían más sangre. Quería volver a experimentar esa misma noche la emoción de arrebatar una vida y sentir como la emoción y el placer de segar una vida recorría todo su ser.
Mientras tanto, Bruce se encontraba balanceándose por encima de la ciudad con su Batcuerda, muy cerca del domicilio de Vicky Vale. Se encintraba rememorando el encuentro con Gordon en su despacho, dándole vueltas a muchas cuestiones que se le planteaban.
Una era una propia cuestión de identidad. Su predecesor, quien le sirvió de fuente de inspiración, le había dicho al Comisario Gordon hace una década que "en Otro Mundo y en Otro Tiempo eran amigos". ¿Qué significaba eso? Bruce Wayne se estaba planteando muchas respuestas, pero muchas se le antojaban absurdas y disparatadas, como una mala novela de ciencia ficción. ¿Y si se trataba de un Batman de una especie de realidad alternativa? ¿O quizás se trataba de un visitante del futuro? Al fin y al cabo, ahora estaban empezando a colaborar, y ese ser alado le dijo a Gordon que en un futuro serían amigos. Entonces, ¿Bruce se había inspirado a si mismo? Todas estas ideas podían ser un tanto fantasiosas, por lo que Bruce se concentró en considerar la oferta de Gordon.
Por un lado, sería muy beneficioso para su cruzada el colaborar con la Ley, puesto que así obtendría una suerte de reconocimiento, además de que podría emplear los recursos que le brindaba la Policía, como una buena base de datos.
Pero poco más puedo detenerse Bruce Wayne a seguir meditando sobre esos asuntos, ya que de golpe y porrazo, contempló algo inesperado. Vio debajo suya a Vicky Vale, la amiga de Julie, siendo acechada por un misterioso hombre con gabardina, que se encontraba sacando un cuchillo, sin que Vicky se percatase.
En ese instante, Batman deseó tener alguna especie de objeto arrojadizo, que le sirviese como arma ofensiva que poder lanzar a distancia. En lugar de eso, lo que hizo fue emplear la velocidad que llevaba para aterrizar entre ambos, lanzando un grito, confiando en que eso sirviese para distraer al hombre del cuchillo de Vicky, su objetivo hasta la fecha.
A fe que le consiguió, puesto que se abalanzó a fuertemente contra Batman, empleando su cuchillo. Afortunadamente, Bruce logró desplazar su cuerpo hacia atrás, para acto reflejo propinarle una patada que tiro al agresor al suelo.
Al caer a tierra, Zsasz se desprendió de su gabardina, antes de incorporarse de nuevo, para así tener más libertad de movimientos. De este modo, Bruce Wayne pudo comprobar, puesto que no llevaba más ropa debajo de esa gabardina, que el cuerpo de ese hombre se encontraba lleno de cicatrices, con forma de tajos.
Ese momento de aturdimiento fue aprovechado por Víctor Zsasz para intentar asestarle otro cuchillazo. Bruce pudo detenerlo con un giro de brazo, protegiéndose con su capa. Acto seguido desarmó a su atacante, arreándole una patada en la mano.
Batman no dudó en golpearle para dejarle sin sentido. Usando su "Batcuerda", pudo así inmovilizar a Zsasz, atándole. Una vez neutralizado el atacante, llamó inmediatamente a Gordon, usando el móvil que este le había dado en Comisaría.
Mientras llegaba la policía, Bruce pudo contemplar como Vicky Vale rompió a llorar, como efecto del shock que suponía el saber que de no aparecer este "Batman", con casi toda probabilidad hubiese muerto acuchillada.
Batman se acercó a ella, y, bajo su capa, le abrazó para consolarla. El saber que había podido salvar la vida de esa chica, viendo su mirada de agradecimiento, pese a las lágrimas, fue un determinante para tomar una decisión.
Cuarenta minutos más tarde, la Policía de Gotham ya se había hecho cargo de Víctor Zsasz, poniéndolo bajo custodia. Batman se encontraba de nuevo hablando con Gordon en su despacho, tras haber prestado él también declaración.
- Comisario, he estado pensando en su oferta de hace un rato- decía Bruce.
- ¿Cuál ha sido tu decisión?- le preguntó Gordon.
- Ha sido, como le dije en mi declaración, pura casualidad el dar con este Zsasz.- evadió Bruce la pregunta directa del Comisario- Usted ha escuchado las declaraciones de ese monstruo. Mientras su hombre ele interrogaba, ha afirmado haber matado a más de cien personas a lo largo de toda su vida, incluida una pobre chica esta tarde.
- Si- continuó James Gordon- e incluso tenía esas cicatrices, autoimpuestas como un recuerdo de cada una de sus victimas. Ese número de marcas hubiese crecido de no se por ti.
- Lo que pretendo decir, es que esta noche logré detener a un asesino, y lo que es más importante, ayude a salvar una vida.- se explicaba Batman- con la ayuda de los archivos de la Policía, podré dar con más criminales y proteger a más gente. Por lo que mi respuesta es un si, Comisario. Pasaré a ser un colaborador de la Policía de Gotham.
- Bienvenido- dijo un sonriente Gordon.
- Pero será con unas cuantas reglas- sonrió también Bruce- como dije antes, nada de mostrar mi verdadera identidad, y solo acudiré por Comisaría cuando se me necesite para alguna emergencia o necesite consultar algún archivo para mis casos.
- Casos de los que me imagino que nos mantendrás informado- fue lo que dijo Gordon.
- Por supuesto, Comisario- le tranquilizó Batman- al fin y al cabo, trabajamos para el mismo bando.
FIN DEL EPISODIO
1.- Para nosotros, los mortales, fue en el número anterior de esta serie.
2.- De nuevo en el Nº 2 de "Batman: La Leyenda".
3.- El primer encuentro se produjo en el mítico Batman Nº 500 USA (Clásicos DC: Batman Nº 6 de Planeta De Agostini). Y tened en mente ese número a lo largo del resto de la conversación entre Gordon y Batman.
4.- Garfield Lynns, alias Luciérnaga. El enfrentamiento se puede encontrar en el inmortal primer número de esta misma serie.
CARTAS LEGENDARIAS
Bienvenidos al tercer número de Batman: La Leyenda. De nuevo me toca dar las gracias por las opiniones recibidas sobre el segundo capítulo.
ROBERTO CRUZ:
"La historia avanza dentro del formato elegido por el autor (quizás peque por unos capítulos un tanto breves pero si mantiene este ritmo de publicación tampoco le diremos nada) Es en este capítulo dónde comenzamos a ver las consecuencias de la aparición de este Batman que quizás yo demandaba en el capítulo anterior. Vemos aparecer al elenco de secundarios que parece pasarán por la serie que (espero) den más juego en futuros capítulos. Interesante será ver como evoluciona la relación con el Comisario Gordon..."
Muchas Gracias por tus opiniones, Roberto :)
Como puedes ver, amigo Roberto, en este mismo número, "Batman: La Leyenda" pasa a tener episodios algo más extensos que los dos primeros números. Eso me ha venido sobrevenido debido a la cantidad de sucesos que tenía previsto incluir en cada número, además claro está, de las peticiones generalizadas sobre que aumentará la extensión de los episodios y que tanto agradezco
Sobre Gordon, este mismo número ha sido crucial en el sentido de que va a empezar a perfilarse más su relación, la cual poco a poco irá evolucionando.
Sobre los secundarios, voy a dar una pequeña pista: Ninguno de los personajes que salen en la serie, ya sea un habitual de las series de Batman de toda la vida (Lucius Fox, las chicas, los Wayne, Gordon, etc.) como de nuevo cuño (como Monaguigui o Trizia Goblin) están ahí por algo, y hay planes para todos ellos. Muchas gracias por escribir y por tus interesantes comentarios, Roberto :)
Bueno, nenes y nenas, hasta aquí los comentarios recibidos. Tan solo un par de cositas más:
En Breve, si no lo ha hecho ya, saldrá por esta misma web una nueva serie de un servidor, protagonizada por Spoiler, también conocida como Stephanie Brown. Si menciono eso en este correo no es por damre publicidad, lo que quería es aclarar es que el Franchesco Monaguigui que aparece por las páginas de esa serie, obviamente no es el mismo que el que aparece en "Batman: La Leyenda", debido a que la serie de Spoiler transcurre en la continuidad oficial de DCtopia, y esta de Batman, es un "Elseworlds".
Deciros que os espero a todos en el próximo número de "Batman: La Leyenda", donde habrá más peripecias de Bruce y del cast de secundarios. Muchas gracias a todos.