BATMAN #587
Agente herido I
Feliz cumpleaños
Guión: Alex García
Los eventos de esta saga suceden en lugar del crossover Agente Abatido, Herido o como sea que se tradujo.
"Todos sois buenos polis. Estoy orgulloso de vosotros"
Con estas palabras James Gordon abandona la taberna "El Arado de Kelly", donde sus compañeros de la Comisaría le han organizado una fiesta de cumpleaños. Acelera el paso, hacía diez minutos que tenía que estar en casa de su hija, Bárbara; lo cierto es que él mismo se sorprende al haberse quedado tanto tiempo en la fiesta, no pensaba que fuese a disfrutar tanto de la velada. Y es que Jim no ha vuelto a disfrutar de la vida desde Tierra de Nadie.
Sarah, su dulce Sarah. Gordon se habría derrumbado hace tiempo de no estar ella ahí, su amiga, su compañera, tanto en la vida personal como la profesional, la única mujer que de verdad le ha entendido, y su principal motivo para vivir. Y ahora...
Sarah está muerta. El Joker, esa maldita gárgola sonriente de rostro blanco y cabellos verdes, la mató mientras ella intentaba salvar a todos los bebés de Tierra de Nadie, secuestrados por el Joker en un intento de asesinar la esperanza.
Después de matarla, el maníaco simplemente... se entregó. Así de simple, y de vuelta a Arkham, cumpliendo la ley. Pero Gordon no iba a dejarle ir tan fácilmente, no después de que ese monstruo matase a su mujer y dejase postrada en una silla de ruedas a su hija Bárbara. Hizo falta hasta su última gota de autocontrol para no matarle... sólo le destrozó la rodilla de un disparo.
No es un consuelo que el Joker no vuelva a dar un paso sin que el dolor le recuerde a Gordon, no es suficiente. ¿Por qué ese maldito asesino está empeñado en acabar con sus seres queridos? Y a pesar de eso, la parte de Jim que hace de él un gran policía no deja de recordarle que en ese momento rompió la ley, disparó a un hombre desarmado y que se había entregado... años atrás cuando pasó lo de Bárbara él le había recordado a Batman que debían creer en el sistema, que debían demostrar que funciona, lo creyó entonces y lo cree ahora, a pesar de lo que le hizo al Joker. Pero no deja de pensar que si alguien se hubiese saltado las reglas hace tiempo... su mujer seguiría viva y su hija podría caminar.
Y ese alguien no es Batman... ese alguien es él. Obsesionado con cumplir la ley, con seguir el sistema, ha dejado que el Joker haya matado a cientos de personas, cuando una simple bala podría haber acabado con él, sobrarían los testigos que testificarían que había intentado escapar, incluso que llevaba un arma oculta.
Pero ese tipo de policías eran los que habían empañado el nombre de Gotham durante tantos años, y Jim siempre ha sabido que si empezaba a usar sus métodos acabaría como ellos... no importan los motivos, cuando uno escoge el camino equivocado no puede dar marcha atrás.
Y otro motivo... el otro motivo es un hombre que por sí solo limpió las sombras de Gotham trabajando, irónicamente, desde las mismas sombras. El hombre que ayudó a Gordon a limpiar la corrupción del Departamento de Policía, del Ayuntamiento y darle nuevas esperanzas a la ciudad. Un hombre al que, aunque nunca le había enseñado su verdadero rostro -tal vez porque esa máscara sea ya su verdadero rostro-, le confiaría su vida sin pensárselo dos veces.
Batman. Si hay alguien a quien Jim haya llamado amigo suyo de verdad, es él, a pesar de no conocer su identidad. O mejor dicho, de no tener confirmación de esa identidad. Gordon es un buen policía y ha trabajado demasiados años con el Señor de la Noche como para no llegar a conocerle tan bien como a sí mismo, y formular una teoría... pero no le interesa confirmarla. Incluso el propio Batman estuvo a punto de revelarle su secreto durante TdN... pero le detuvo; el intento fue suficiente para reafirmar la confianza entre ambos.
Así que por ahora, el status quo sigue igual, mientras como cada año, Gordon va a visitar a su hija.
"Hissssss".
Gordon alza la vista; sentada sobre una valla, Selina Kyle, Catwoman, le observa, divertida.
"¿Has tenido una buena fiesta?", pregunta, burlona. "¿Te han hecho muchos regalos?"
Jim reacciona rápidamente. En los últimos meses Catwoman ha estado haciendo equilibrismo sobre la línea que separa la cordura y la locura, llegando a unirse a Harley Quinn para secuestrarle. Por tanto no es de extrañar que rápidamente desenfunde su arma y apunte a la enmascarada.
"Estoy a punto de tener otro", responde. "Estás arrestada".
"Cógeme si..."
Catwoman se interrumpe; algo no está bien en esta escena. En un callejón, tras Gordon, un hombre, en el que ella no había reparado, apunta a la espalda del comisario con un arma.
Instintivamente, Selina salta hacia Gordon. Este, a pesar de los últimos encuentros con la ladrona, sigue sus instintos y evita disparar. En el momento que sus cuerpos chocan oye varias explosiones y siente un dolor lacerante en el brazo.
Catwoman se levanta rápidamente, buscando al tirador. Oye sus pasos mientras se aleja a la carrera, y cuando va a saltar tras él nota el dolor en su pierna y la humedad de la sangre que brota de su herida. Tropieza y cae de rodillas.
"Maldita sea", murmura.
"Parece que te debo una", susurra Gordon, apretando los dientes por el dolor. "Un día me apuntas con un arma y otro día me salvas la vida"
"Sí, bueno", responde ella, con una media sonrisa, ", soy una mujer complicada".
"No podría ser de otra forma", cierra los ojos por el dolor. "Sarah..."
Preocupada por el retraso de su padre, Bárbara Gordon interviene las comunicaciones de la Policía, un viejo hábito cuando era Batgirl y que se ha acentuado con sus actuales actividades, consiguiendo información para héroes que puedan necesitarlo, con el alias de Oráculo.
"10-108, tenemos un agente herido", el corazón le da un vuelco al reconocer la voz de Renee Montoya, "repito, tenemos un agente herido, han disparado al Comisario Gordon..."
Oh, Dios, no, piensa Bárbara. Como hija de policía sabe que esto puede pasar en cualquier momento, y más viviendo en Gotham City. Cualquiera de los criminales, con o sin trajes y nombres extravagantes, que infestan la ciudad...
"...creemos que ha sido Catwoman", continúa Montoya en la radio, "ha sido vista abandonando la escena del crimen, ignorando los avisos. Envíen una ambulancia..."
Catwoman. Un escalofrío recorre la espalda de Bárbara; el comportamiento de la ladrona los últimos meses había sido... errático, por decir algo, pero jamás se le hubiese ocurrido que intentase matar a su padre. No es que sea sorprendente que el espíritu corrupto de la ciudad sea capaz de arrastrar a todos sus habitantes con ella. Pero esto... Catwoman no es una asesina, ¿por qué empezar ahora?
"Rectifico, Catwoman no es sospechosa, el Comisario lo ha confirmado, está herido pero no es grave. El sospechoso es un varón, caucásico..."
Bárbara no oye la descripción, lo único que oye es lo más importante: su padre está herido pero bien. Entonces, libre temporalmente de sus preocupaciones como hija, Oráculo abre línea de comunicación con Batman. No obtiene respuesta, ni tampoco de Nightwing; es probable que ambos se estén ocupando del mismo asunto. En cualquier momento compañeros de su padre vendrán a buscarla para darle la noticia y acompañarla al hospital; no puede permitirse esperar a que alguno de los dos esté disponible. Se conforma con la mejor alternativa.
"Hola, Chico Maravilla, tengo un trabajo para ti...."
"Lo que quieras, Babs".
Batman y Nightwing acechan a un grupo de hombres del Joker -vestidos, cómo no, de payasos-, que intentan ganarse el favor de su jefe, actualmente en Arkham, instalando explosivos en ordenadores personales en varias tiendas de electrónica.
"No entiendo qué pretenden conseguir con esto", susurra Dick Grayson, ", se supone que debería ser un chiste pero no le veo la gracia".
"Nunca le he visto la gracia a las bromas asesinas del Joker"
Nightwing asiente, luego sonríe brevemente.
"En su defensa diré que tampoco le veías la gracia al Gordo y el Flaco".
"No le veía la gracia a que visionases las cintas en el monitor de la Batcueva", replica mientras extrae varios batarangs de su cinturón. "Ahora, si podemos volver al asunto en cuestión..."
"Por supuesto, jefe", replica mientras extrae varias armas arrojadizas con su propio diseño, recordando su antifaz, "pero que conste que era porque la televisión de mi habitación era demasiado pequeña".
Saltan a la vez, fruto de varios años trabajando juntos. Los proyectiles impactan en las armas de los matones, causando el suficiente daño como para obligarles a soltar las armas; otros impactan en la cabeza, atontando a sus víctimas. Para cuando los criminales quieren darse cuenta, ambos justicieros se encuentran entre ellos, golpeándoles sin piedad.
Uno de los payasos consigue apartarse, alcanzando el panel de luces de la tienda. Esperando que la luz les dé algo de ventaja contra el murciélago, acciona la corriente general, restaurando las luces y por consiguiente, las televisiones de la tienda.
"...en San Luke, donde el comisario Gordon ha sido ingresado en Urgencias..."
Batman se detiene, como congelado. El payaso al que sujeta ni pestañea.
"...hace 15 minutos. Gordon fue víctima de dos disparos..."
Nightwing, aunque presa del estupor, reacciona rápido, golpeando contundentemente a uno de los criminales en el estómago con el puño al tiempo que remata a otro de una patada en la mandíbula. Con el rabillo del ojo contempla a su compañero, que no reacciona.
"...aún no se tienen sospechosos, pero se ha visto a la misteriosa ladrona Catwoman abandonando la escena del crimen..."
El payaso se libra de la presa de Batman y retrocede, acercándose a uno de los ordenadores-bomba.
"...se desconoce el estado exacto del comisario, pero nos aseguran que está fuera de peligro..."
Sólo entonces la atención de Batman se aparta de las pantallas y se vuelve hacia el enemigo que se ha escapado, forcejeando para activar la bomba. Un batarang, de menor tamaño que los anteriores, se clava en la frente del payaso, otro en su mano derecha. El payaso va a gritar de dolor pero una fuerte patada en la mandíbula se lo impide. Un desagradable crujido anuncia la rotura de su mandíbula mientras se desmaya.
"Eso ha sido excesivo, ¿no crees?"
"No tengo tiempo para perder con esta escoria", se lleva la mano al oído, activando el comunicador interno. "Oráculo".
No obtiene respuesta. Nightwing mientras tanto esposa a los payasos inconscientes.
"Probablemente esté con su padre", comenta.
"Robin".
"Aquí estoy. Supongo que ya os habéis enterado", la voz de Tim Drake se ve algo amortiguada por el ruido del tráfico.
"Así es. Necesito..."
"...que localice a Catwoman y averigüe su implicación en el tiroteo", termina por él, ", Bárbara me pidió lo mismo. Estoy en camino".
"Espero tu informe. Batman cierra".
"¿Al San Luke, pues?", pregunta Nightwing, "podemos ir en la ambulancia que lleve a ese infeliz".
Ignorando el tono de reproche de Nightwing, Batman abandona el lugar a la carrera.
"¿Cómo está, doctor?"
El cirujano se quita la mascarilla y sonríe.
"Bastante bien, Srta. Gordon. Es un hombre muy fuerte para su edad, y no parece haber perdido su sentido del humor. De hecho le dijo al anestesista que estaba tan acostumbrado a ser drogado por payasos, espantapájaros y chalados en general que tendría que doblar la dosis con él". Se oye un grito de dolor tras la puerta del quirófano y varios improperios. "Y parece ser que no lo decía en broma. Si me disculpan... en breve podrán pasar a verle."
Bárbara rompe a llorar, no se lo ha permitido hasta ahora, pero pasada la tensión no hay motivo para seguir conteniéndose...
Renee Montoya la abraza, para ella Jim Gordon es también como un padre y comprende por lo que está pasando. Incómodo con la escena, el teniente Harvey Bullock agarra un puro de su chaqueta, se lo mete en la boca y se limita a mordisquearlo ya que una enfermera más fea que un demonio y el doble de ancha que su viejo coche le ha quitado el mechero. En realidad no tiene nada en contra de la enfermera pero el odio que siente hacia quien haya disparado al comisario y la falta de nicotina para calmarse no le ponen en el mejor de los humores.
"¿Dónde puñetas está?"
"Atkins está abajo, tranquilizando a la prensa", responde Crispus Allen, sin levantar la mirada de su bloc de notas. Mordisquea su bolígrafo mientras medita sus impresiones sobre los indicios del caso.
"No me refiero a Atkins sino al maldito murciélago. ¿O es que tenemos que colocar una señal en la habitación del comisario para que sepa llegar? Eh, Montoya, coge una linterna y uno de los dichosos artefactos en forma de murciélago que tenemos en el depósito de pruebas y enchúfala en la habitación del Comi, que no sea porque no le damos facilidades".
Allen suspira mientras aparta el bloc y mira su reloj.
"15 minutos sin hablar de Batman, todo un récord. Cualquiera diría que lo tenemos en nómina."
"Allen, si tengo que volver a oír otra batallita sobre lo autosuficientes que son los polis en Metrópolis con un tío que les lleva a los chorizos volando dentro de sus coches, juro que meteré el cañón de mi pistola en mi oído y apretaré el gatillo", replica Bullock.
Probablemente el cañón se atascaría con la cera, piensa Allen, si bien juiciosamente se lo calla ante su superior.
"Crispus", interrumpe Montoya, intentando desviar la atención, ", sabemos que eres relativamente nuevo aquí y que te cuesta aceptar la presencia de Batman. Créeme cuando te digo que todos hemos pasado por esa experiencia, al principio a todos nos cuesta aceptar que un civil disfrazado de Halloween nos salve el pellejo... pero contra gente como Dos Caras, Joker o el Espantapájaros... si algún día estás cara a cara con alguno de ellos seguramente necesitarás su ayuda".
"Con todos los respetos, Montoya, si algún día pasa eso pensaré que no estoy haciendo bien mi trabajo"
"Al menos estará vivo para pensarlo, detective", replica Bárbara con frialdad. Estúpido obstinado, piensa para sí.
"Holas, chicos, lo siento pero mamá no puede atenderos, me temo que me he hecho daño en una pierna"
Los gatos siguen a su dueña, esperando atención, comida o tal vez ambas. Con fastidio, Selina se quita los guantes y les sirve comida antes de tratar su herida.
"Lo sé, lo sé. Lo primero es lo primero. ¡Que aproveche!". Se acerca cojeando ligeramente al baño.
"Esto es lo que pasa por ayudar a un poli". Mientras coge lo que necesita para tratar su herida se percata de que falta uno de los gatos. "¿Julius? ¿Dónde estás?"
"Aquí"
Alerta por la voz se abalanza sobre los guantes, poniéndose uno de ellos y activando las garras mientras se gira para enfrentar al intruso.
Apoyado contra el sofá, con actitud despreocupada, está el joven ayudante de Batman, Robin. Sostiene al gato que falta, que ronronea plácidamente mientras le acaricia la cabeza. El joven sonríe al tiempo que dice:
"¿Te cojo en mal momento? Tenemos que hablar..."
CONTINUARÁ....
BATCUEVA
Bueno pues ya está aquí el parto más difícil de DCTopía. Empezamos algo más atrás de la continuidad actual para establecer la situación de Gotham, fusilando algo de la saga original para darle forma a ésta, espero que aún así sea de vuestro agrado. Para cualquier tema el contacto es alexmola@gmail.com.