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Action Comics

ACTION COMICS #783
Reconstrucción
Guión: Xum
Portada: Jacobo Márquez y AngelaDini

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Superman en
ACTION COMICS
7 8 3

Superman creado por:
Jerry Siegel y
Joe Shuster

Xum, escritor
Jacobo Márquez, dibujante y entintado
Uno de los Joses, letras
AngelaDini, colores
Ben Reilly, editor asistente
Carlos Correia, editor
Marce Parra, único lector

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Nota del autor.

Este número pretende simplemente clarificar la situación de Superman y series relacionadas de la manera mas entretenida posible. No espereis nuevos desarrollos ni ideas fascinantes, eso se lo dejo al que se haga cargo de la serie mas adelante. Si, amigos, la serie esta libre.

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Utiliza una mano para abrir un hueco, sujeta la entrada con la otra. Poco a poco avanza hasta la victima enterrada bajo miles de kilos de escombros. La recoge, la protege y la lleva hasta la superficie.

- Gracias, gracias...

Superman activa sus sentidos al máximo.

- No hay nadie mas vivo en esta zona ¿cual es la siguiente?- le pregunta a uno de los bomberos, encargado de coordinar la ayuda metahumana.

- Ya esta. Hemos recorrido toda la ciudad.

- No puede ser. Mire bien el mapa.

- Aquí estan marcadas todas las zonas.

- Debe haber un error.

- Mi única función era apuntar en el mapa las zonas por las que ibamos pasando- dice el encargado mientras le enseña un mapa-. No he cometido ningún error.

- ¡HA COMETIDO UN ERROR!- Superman golpea el suelo totalmente fuera de sí. El bombero se queda palido como el papel, cualquiera en su lugar lo haría frente al metahumano mas poderoso del planeta.

El hombre de acero parece recuperar el control y la calma.

- Lamento haber estallado de esa forma. Por favor - pide educadamente -, quisiera volver a repasar cada una de las zonas.

Unos minutos mas tarde, sin haber conseguido nada, el último hijo de Krypton despega de la pequeña ciudad de Topeka sin haber encontrado lo que buscaba.

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Gotham, un cueva humeda y oscura.

Batman contempla quince monitores y realiza acciones en diez de ellos, actualmente esta realizando gestiones que le permitirán encontrar el nuevo escondrijo de Killer Croc, con un poco de suerte le pillará antes de que tenga tiempo de poner un plan en marcha.

Una de las pantallas mas cercanas muestra un letrero de suma importancia. El señor de la noche interrumpe totalmente sus quehaceres y activa una serie de controles.

- J'Onn, ha ocurrido aquello que temía. He activado el protocolo "Kriptonita", voy a darle la noticia ahora mismo, coloca a todos en posición. Tardará alrededor de cuatro minutos

- Estará preparado en dos- le contesta el Detective Marciano, desde la base lunar.

Batman activa una llamada a Metropolis.

- Clark- dice cuando lo cogen-, ven aquí. Ahora.

En menos de cuatro minutos Superman se encuentra frente a él.

- Dimelo- la mandibula del hombre del mañana esta cerrada con tanta fuerza que casi parece que su cabeza vaya a explotar de la presión.

Batman se quita la mascara, Clark Kent se da cuenta de que es el peor sintoma, su amigo solo se ponía personal cuando la situación era extraordinariamente grave.

- Los han encontrado. Han encontrado los cuerpos sin vida de tus padres- dice Bruce Wayne.

En ese mismo instante, doce de los seres mas poderosos del planeta contienen la respiración al mismo instante.

Clark Kent se lleva una mano a los ojos, seguidamente comienza a llorar. Bruce se acerca a él y le pone una mano en el hombro.

- Lo siento, Clark. Lo siento mucho.

- Es... Estoy bien- Superman se quita la mano de los ojos, Batman cree reconocer en sus ojos un sentimiento de dolor con el que él mismo tuvo que convivir durante mucho tiempo-. Voy a ver a Lois.

Cuando su viejo amigo desaparece Batman guarda una valiosa caja de plomo dentro de una enorme caja fuerte preparada con el único proposito de albergarla.

- Abortad "Kriptonita".

Doce de los seres mas poderosos del planeta se disuelven y se alejan de la Batcueva.

Batman se vuelve a colocar la mascara. Durante un instante había contemplado al fondo del abismo, se había encontrado frente a un cruce de caminos donde la opción incorrecta podría haber destruido el mundo tal y como lo conocían.

Cualquiera que pensará que sus medidas habían sido extremas no comprendían el pequeño universo de Superman. Esa pareja había criado al hombre de acero y le habían convertido en lo que era, su muerte y desaparición potencialmente podían haber tenido efectos imprevisibles en el último hijo de Kripton.

No le agradaba tener que vigilar a uno de sus mejores amigos, pero sabía que algunas precauciones, pese a dolorosas, habían de ser tomadas cuando se acercaban a una situación de desenlace inseguro.

No podía correr riesgos.

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En el camino a casa Superman no puede mas que recordar el horrible acontecimiento.

Mientras peleaba en el espacio contra un hombre que se llamaba así mismo igual que el difunto General Zod (la única vida que Superman se había permitido arrebatar), demasiado centrado en el combate y en desvelar el misterio de como alguien podía tener sus mismos poderes kriptonianos, no prestó atención a la primera de las sondas de Imperiex que cayó sobre la Tierra en dirección a Kansas.

El General tuvo la nobleza de aceptar una tregua, permitiendo a Superman ir hasta la ciudad de Topeka donde la sonda había caido. Todo estaba en ruinas, pero Superman no pudo permitirse permanecer mucho tiempo allí, temiendo justamente por la vida de sus padres visito su granja natal a las afueras de Smallville.

Todo estaba destruido por una de las explosiones resultantes del impacto de la sonda, y lo que era mucho peor, no había rastro de sus padres.

La continuación de la historia y como destruyeron a Imperiex fue una sucesión de pactos incomodos y sacrificios dolorosos.

Las semanas posteriores el Hombre de Acero participó en las labores de salvamiento de supervivientes. Hasta que se acabaron las personas por salvar y para su desgracia ninguno de sus dos padres se encontraba entre estos.

No pudo permitirse el privilegio de desescombrar los cadaveres. Superman era demasiado importante para perder el tiempo en tareas tan simples. Sin embargo no perdió la esperanza y uso todas sus cartas para conseguir información del posible paradero de sus padres. El último hijo de Krypton tenía enemigos muy poderosos...

El ambicioso androide Brainiac.

El todopoderoso casi omnipotente Darkseid.

Incluso el actual Presidente de los Estados Unidos: Lex Luthor.

Y tantos otros que nadie podría contabilizar, cualquiera de ellos podría haber averiguado la identidad secreta de Superman y haber decidido utilizar a sus padres en un plan para destruirle.

La verdad acabó siendo mas sencilla. El primer indicio fue encontrar la vieja camioneta de los Kent en uno de los aparcamientos de Topeka. El resto de pistas y testimonios de personas fueron sumandose hasta que finalmente los cuerpos sin vida fueron desenterrados de un enorme hipermercado que se había colapsado.

Nadie como el mejor detective del planeta para averiguar estos datos e ir filtrandoselos al hombre de acero.

Poco a poco, como quien llena una bañera gota a gota.

Cuando Superman aterrizó en la Batcueva ya intuía lo que le esperaba.

Se posa en la terraza del Daily Planet y se cambia a supervelocidad. Lois Lane al saber de su repentina desaparición le esperaba expectante.

- ¿Que ha pasado?- pregunta con voz temblorosa.

- Estan muertos.

Ambos se abrazan.

Días mas tarde es notificado oficialmente.

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El entierro tenía lugar en la vieja granja de los Kent, en las afueras de Smallville, como siempre había sido la voluntad de sus padres.

Clark Kent estaba desolado. En cierta forma no acababa de asimilar la noticia. Lois, pese a haber perdido a su padre recientemente, le servía de punto de apoyo. Ella era mas fuerte enfrentandose a este tipo de traumas, mas dura.

Desde que volvieron del funeral Clark estaba como ido, encerrado en si mismo, enfrentandose a la terrible tragedia en solitario. Continua cumpliendo con todos sus compromisos pero realiza las acciones de forma mecanica, sin poner su alma en ello.

Hasta sus articulos los escribe de forma mecanica.

- Clark, no estas solo. No tienes por que enfrentarte a ello solo.

Superman la mira con ojos tristes.

- No puedo seguir... Todo el peso del mundo sobre mis hombros y ni siquiera puedo tratar con la muerte de mis padres. Lo siento.

Ella le abraza.

- Solo eres humano, Clark. Solo eres humano.

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Una semana después en el Taller de John Henry Irons.

- ¿No teneis nada interesante aquí? ¿ningún videojuego?- dice Superboy, con actitud despreciativa, mientras rebusca entre un montón de tecno basura.

- ¿Eres tan pavo de normal o solo cuando te calzas las mallas?- le espeta Natasha Irons, sobrina del propietario del lugar.

- Y pensar que ahora podría estar con mis colegas de Young Justice, en lugar de aquí aburrido...- Se queja de nuevo Superboy-. Si no fuera por que me lo pidio el Hombre no estaría aquí.

John Henry Irons, que enfundado en su armadura es conocido como el superheroe afroamericano llamado Steel, guarda un total silencio.

Hasta hace poco apenas tenía tiempo libre ya que tenía trabajo de sobra diseñando equipo para la policía de Metropolis, era un trabajo realmente intenso y necesario debido a que el virus B13 había transformado a la ciudad en una especie de lugar ultratecnologíco con edificios que se autoreparaban y otros prodigios tecnológicos. Tuvo que dejarlo todo cuando se materializó la terrible amenaza de Imperiex y literalmente quedo al borde de la muerte luchando contra este, solo una armadura llamada Entropy Aegis (forjada en Apokolips utilizando los restos de una sonda Imperiex) pudo salvarle la vida.

Sin embargo su instinto le había dicho que algo importante ocurriría esa noche.

El doctor Emil Hamilton entra por la puerta acompañando a dos recien llegados, hasta hace meses había estado explorando el también superavanzado subsuelo de Metropolis para comprobar que no entrañaban ningún peligro por la mutación del virus B13, el interes era personal ya que su propio brazo protesico también había mutado haciendose del doble de su tamaño.

Sus dos acompañantes eran una nueva y mucho mas debil de lo habitual Supergirl y su misterioso compañero demonico Buzz, la disminución de poder de la chica de acero era debido a que Linda Danvers recientemente había perdido una parte de ella misma, el Angel Terrestre. Su antiguo archienemigo Buzz, que también había perdido sus poderes satanicos, le acompañaba en un viaje para intentar recuperarse. Ambos se habían desviado en sus planes para acudir a la llamada del Hombre del Futuro.

- Hola a todos- saluda Supergirl.

El sol queda eclipsado por una forma encima de ellos. Todos los presentes levantan la vista y ven a través del enorme tragaluz del techo la capa de Superman ondeando mientras él mismo desciende planeando a su nivel. Había algo de solemne en su pose y hasta los mas jovencitos se quedan totalmente quietos.

- ¿Por que nos has convocado?- acaba atreviendose a preguntar Steel.

- Sois mis compañeros mas cercanos, los representantes de lo que algunos llaman "la Superfamilia"- Clark levanta la vista y mira a cada uno de ellos a los ojos con una intensidad de emociones tal que todos saben que va a hacer un anuncio-. Para mí siempre habeis sido unos aliados de incalculable valor. Ya sabeis que con la Liga de la Justicia resuelvo los "grandes" problemas, pero con vosotros me ocupo de lo cotidiano, de los asuntos personales que siempre he pensado que son mas importantes. Por esa razón creo que debeis ser los primeros en saberlo.

Todos contienen la respiración.

- Voy a retirarme indefinidamente.

- ¡VENGA YA!- exclama el impulsivo Superboy.

- Silencio, enano- le regaña Natasha Irons.

- Callaos los dos. Dejadle explicarse- les dice Supergirl.

Las tres caras se giran al Hombre de Acero.

- Esta batalla contra Imperiex ha tenido un grave precio psicológico y no me veo capaz ahora mismo de seguir adelante con mis responsabilidades. Me duele enormemente pero algunos allegados me han hecho darme cuenta que no puedo llevar todo el peso del mundo sobre mis hombros. Je. Bueno, no puedo hacerlo mientras aun este recuperandome de ciertas heridas.

- Así que no es realmente indefinido- dice Henry Irons mientras sonríe.

- No- Clark le devuelve levemente la sonrisa-. Pero no se cuanto tardaré en volver a estar al cien por cien. De todas formas, hasta que eso ocurra quiero que vosotros os hagais cargo de algo que es realmente importante para mí. Quiero que protejais Metropolis.

John Henry Irons le coloca la mano en el hombro como signo de confianza, sabía de la identidad secreta de Superman y la perdida de sus padres.

- Será un honor.

- Je je je... Ya veremos si cuando quieras volver los habitantes de Metropolis aun te prefieren a tí- contesta insolente Superboy, con una sonrisa pícara en su rostro.

- Haré todo lo que pueda- le contesta Supergirl.

- No os pido mas que eso- dice amargamente Superman-. Y antes de irme hay algo que debería hacer.

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Daily Planet.

- No puedo creer que esto este ocurriendo- exclama Perry White, el editor del periodico mas importante de Metropolis-. Mis dos reporteros favoritos recogen los trastos y se van.

Lois Lane recogía todos los documentos y archivos que durante años habían ocupado su mesa.

- Ha sido un año duro, aunque yo no estaba excesivamente unida a mi padre, Clark adoraba a los suyos.

- Lo entiendo, pero creo que lo mejor para él sería recuperar la normalidad- afirma Perry, bienintencionado.

Lois suspira.

- Clark necesita reencontrarse a si mismo. Volver a reconducir su vida. Recuperar sus origenes. Cuando este bien ambos volveremos al Daily Planet.

- Vuestro puesto de trabajo os estará esperando el tiempo que haga falta- le comunica White-. Puesto que no puedo disuadiros, os apoyaré al cien por cien en vuestra decisión.

- Gracias.

- Aunque no creo que vayas aguantar de niñera de Clark ni una semana- dice Perry, intencionadamente provocandola.

- ¿¡Niñera!? No, hombre, si yo voy a aprovechar este parón para escribir de una maldita vez ese libro del que llevo hablandote durante años...

- Siempre la misma Lois Lane- sonríe el editor.

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Laboratorio de John Henry Irons.

El anfitrión se ha calzado su nueva armadura hecha con tecnología de Apokolips. Su sobrina vigila unos controles.

- Temperatura descenciendo- proclama la jovencita.

Superboy y Supergirl mantienen la distancia de un enorme contenedor criogenico. Poco a poco este comienza a descongelarse y una figura humana se va definiendo. Su rostro y traje se parecían al de Superman pero estaba surcado de unas terribles heridas que le hacían parecer una versión futura. El ser finalmente abre unos ojos totalmente resplandecientes de energía.

- Eradicador, Imperiex ha sido destruido- dice el propio Superman.

Eradicador, un antiguo programa Kriptoniano que había cobrado vida propia y se había unido a un humano, parecía confundido.

- Eso... Es imposible.

- Gracias al sacrificio de muchos de nosotros conseguimos trasportarle al pasado, justo antes del Big Bang, donde habrá sido consumido por las mismas energías que le dieron la vida.

- Oh, Dios mio...- Eradicador se lleva las manos a la cabeza, consternado. De repente se levanta como si hubiera recordado un dato importante-. Debo volver a exiliarme de la Tierra. Mi presencia os pone a todos en peligro...

- Alto- le para Clark-. He estado pensando en tí. Al ser parte de mi antiguo mundo, Kripton, eres parte de mi pasado y me siento responsable. La última vez que volviste, a tu manera, intentabas hacernos entender el peligro de Imperiex. Al no comprender tus palabras te aprisionamos, si nos hubieramos esforzado mas quizá nuestra defensa hubiera sido mejor y no hubieramos perdido tanto.

- Debo irme.

- No. Eres un recurso valioso y quiero que te quedes en la Tierra.

- Perderé el control sobre el programa Kriptoniano de erradicación de otras culturas.

- Los programas pueden ser modificados, Steel te ayudará a dominarlo. Y la compañia humana te equilibrará. Tengo confianza en tí, creo que puedes lograrlo.

El hombre máquina mira a Superman y se ve estremecido por la confianza en sus ojos.

- Lo intentaré- acaba cediendo.

- No te pido mas.

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Clark Kent mira por última vez su piso vacio.

- Venga, lentorro- le grita Lois desde el ascensor.

El Hombre de Acero sale de su hogar durante todos estos años en Metropolis y cierra la puerta detrás de sí. Le da un par de vueltas a la llave, camina poco a poco hasta el ascensor y su mujer pulsa el botón de bajar. Cuando las puertas se cierran lanza un suspiro.

- ¡Venga!- les grita un pelirrojo desde el camión de mudanzas que habían alquilado-. ¡Tengo una cita esta noche!

La pareja se sienta al lado de su amigo y juntos comienzan a conducir hacía las afueras de Metropolis, luego salen hacía Kansas y mas tarde camino a Smallville.

El trio de amigos comparte el viaje como si de un ritual se tratará, bromean, juegan a las cartas, hacen turnos para conducir, comen juntos y hablan de los viejos tiempos. Jimmy Olsen hace todo lo posible para animar a su mejor amigo.

Clark siente una enorme tristeza mientras deja su ciudad adoptiva y comienza a adentrarse en el lugar en el que pasó la mayor parte de su niñez. Los recuerdos agridulces de sus padres vuelven poco a poco.

Salieron con el amanecer y llegan a la granja de sus padres cuando el sol se estaba posando. Jimmy se despide y Lois, cansada por el viaje, se duerme en la cabina del camión.

El Último Hijo de Kripton camino solo por la casa en ruinas mientras que los últimos rayos de sol le alcanzan y la noche se hace mas presente.

- Mañana comenzaré a reconstruirte- se dice a si mismo mientras mira la antigua casa donde fue adoptado por una extraordinaria pareja. Sus poderes no le convirtieron en lo que ahora es, fueron ellos los que realmente le construyeron, quienes crearon a Superman. Sus recuerdos seguían siendo igual de intensos que al comienzo del viaje, pero era como si el dolor fuera cada vez menor.

Y por primera vez desde hace semanas comienza a sentir alivio.

Mira los extensos campos de su granja mientras levanta el vuelo y siente esperanza, se da cuenta de que aun no esta preparado para volver a su antigua vida, pero al mismo tiempo sabe con absoluta certeza que ese momento acabará ocurriendo a su debido tiempo.

El Retorno de Superman.

De momento se conformaba con ser un hombre granjero en Kansas.

Desciende de nuevo y se introduce en la cabina del camión, abraza a su mujer mientras cubre a ambos con una manta.

- Ugh... Clark. Has vuelto.

- Si, he vuelto- responde él al mismo que mira las estrellas.

Fin.

 
 
   
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