THE NEW LEAGUE OF EXTRAORDINARY GENTLEMEN #4
Romasanta
Guión:
Ismael Ávalos
Portada: Jaime Espinar
Mañana de verano, A Coruña...
Un hombre joven, alto y fuerte, su pelo castaño cae sobre sus hombros. Su mirada es dura y su uniforme denota que es miembro de la guardia nacional. Escribe un informe sentado en la mesa exterior de una barraca en los patios de un castillo, donde hay unos trozos de pan, vino y algo de queso. Lleva una larga barba y puede verse en su rostro el cansancio de noches en vela y el barro en sus botas. Mientras su pluma recorre el papel una venda en su antebrazo presiona una herida que hace días que sangra...
A la atención del comendador de Su Majestad Isabel II
Un aullido rompe las noches en las montañas de Galicia, la larga noche ha traído muerte y destrucción en los últimos meses, en la zona. De forma inexplicable una bestia asusta a los lugareños y los devora. Si bien se me envió a investigar las sospechas de los actos de homicidio y rapto sobre la persona conocida como Manuel Blasco Romasanta, algo más oscuro existe en este caso. En mi primer encuentro con el sospechoso pareciera este un hombre poco formado, de constitución débil y afeminada. Trabajando este de tejedor, labor pues de damas y no de hombres de provecho. Tal es, que siguiendo sus quehaceres, cumpliendo mi misión, resolviendo la situación de forma que paso a explicar; Pasada una semana de mi investigación, el sujeto llevo forzada a una dama a las afueras del pueblo. Esa noche la calor de principios de verano era horrible y brillaba en el cielo una luna roja enorme, cosa que permitió seguir al sujeto sin luz alguna más en caminos secretos por la montaña. Fue así que siguiendo al sospechoso con la dama hasta un páramo escondido del bosque y viendo a este romper en violencia extrema intervine dispuesto a defender a la dama. Más mi sorpresa vino al comprobar que el sospechoso media dos veces su tamaño y su fuerza era extrema. Saltando encima mío, mordió con rabio mi brazo causando herida profunda. Mi habilidad con el arma de fuego me permitió acertar en mitad del pecho al individuo que aún herido, pues salpico sangre sobre mí, pudo huir mientras gemía y aullaba en una pavorosa escena.
Tras comprobar que la mujer había muerto, y con la furia de la herida en la sangre esa misma noche inicié una búsqueda de varios días entre los bosques de la zona. En mitad de tormentas de verano, de la calor del sol, busqué durante días indicios, pistas y rastros del fugitivo. Era rápido y podía decirse que se movía como una bestia, rápida y letal
Jamás he creado tanto vinculo con una de mis investigaciones y casi exhausto después de cinco días tras el individuo, en mitad de la siguiente noche, pude verle de nuevo, era aún más grande y tenía los ojos inyectados en sangre. Voto a tal que era una bestia del infierno lo que ronda los bosques. Estaba devorando un venado cuando pude disparar de nuevo, en mitad de un aullido de dolor corrió hacia una ladera cerca de un famoso castillo costero en la bahía de A Coruña, donde en los muros de la misma le perdí la pista...
Me encuentro pues en el castillo de San Antón y esta misiva es para decirle que esta noche encontraré a la bestia o moriré en el intento. Ayer encontraron cerca del muro sur del castillo una chica degollada, si me apuro no saldrá de la isla sin que uno de los dos muera, lleva dos de mis mejores tiros en sus carnes y ese dolor le retrasa y entorpece. Para cuando reciban esta carta tal vez haya muerto si es así pido que en caso de no aparecer mi cuerpo avisen a mis padres de mi muerte, y por la gloria de nuestro reino cacen a este individuo, hijo del diablo, que con fuerzas del averno aterroriza a las buenas gentes del lugar. Yo siento como me hierve la sangre, y me devora la ira... su cuello será mi bálsamo.
Pido a Dios perdone mis pecados.
Alberto Díaz de Valladares
Guardia Nacional
Al rubricar la firma con fuerza y determinación unas golosas gotas de sangre resbalan por el vendaje hasta mojar la tierra. Alberto se estremece de dolor...
- Maese Díaz, esa herida debería descansar, así como usted. No es una buena idea que salga fuera de la fortaleza en busca de ese fugitivo, al menos de momento- Le comenta el médico de la familia noble que vive en el castillo. Al llegar Alberto, la familia que regenta el castillo, rota por la muerte de una de las hijas, pensó que él podía ser el culpable, más Alberto presentó sus credenciales y mostrando sus heridas fue recibido y atendido como un salvador y posible ejecutor de justicia.
Doctor le agradezco sus cuidados, pero llevo días enfrascado en la delirante persecución de ese criminal y solo su muerte en mis manos puede apagar ahora la calor de mi furia. Demasiadas vidas inocentes ha sesgado esa bestia infernal.
En ese momento el viento se revolvió, alborotando la capa de Alberto, mientras un extraño sonido, un zumbido enrarece el ambiente. Una sombra tapa el sol de mediodía se nubla uno instantes, justo antes que unas voces y griterío llenen la escena.
- Ha vuelto a atacar... el carnicero de los montes... ayer a la noche destripó a mi familia, auxilio, por favor!!
- ¿Qué sucede Pedro?- dice el guardia que estaba vigilando la puerta por donde ha entrado el lugareño. Lleva este la ropa destrozada, sangre en pies y cara. Descompuesto e histérico se lanza al suelo gimiendo....
- Dios nos ampare, ese asesino es una bestia salvaje, hijo de Satán, dios mío...
Tanto Alberto como el doctor acuden a la ayuda del hombre. El doctor levanta del suelo al pobre lugareño y con ayuda de Alberto lo sientan en uno de los bancos.
- Traed algo de agua para lavar las heridas y una copa de lico de almendras para este hombre
Alberto viendo las heridas adivina que esa fiera, ese malnacido hijodalgo es lo que le ha causado los cortes y rasguños... su mirada se vuelve ruda mientras pregunta.
- ¿Quién es? ¿Dónde le han atacado señor?
- Soy Pedro, el cabrero.... en esta época del año mi mujer, mi hija y yo vivimos con el rebaño cerca de los picos de la montaña y conforme el frío avanza bajamos a los refugios hasta devolver el rebaño al castillo. Al llegar al refugio ayer encontramos a un vagabundo, casi desnudo dormitando en él. Al vernos echó a correr.... Tal vez herido o algo porque sangraba de un costado.
Alberto recordaba aquella herida perfectamente de su último encuentro... así que el ritmo de escapada era menor... los tiros a bocajarro sirvieron de algo...
- ¿Dónde puedo encontrar a ese refugio? ¿Qué sucedió? hable
- El vagabundo volvió ayer al oscurecer... gritaba como una bestia y entró saltando de forma extraña en el refugió... los perros huyeron y después de luchar con él mientras escupía gruñidos me lanzó con tal fuerza por la puerta que antes de desfallecer solo pude ver como mi mujer e hija gritaban de dolor.. Las violó y devoró delante mío... esta mañana desperté y el refugió estaba quemado.... habían extrañas señales en el suelo y solo supe salir corriendo hacía aquí...
- Dígame por Dios dónde estaba ese refugio y esta misma noche daré caza a ese animal, esa persona venida a menos que el diablo se lo llevé, bajará a los infiernos aunque sea atado a mi pierna...
- Señor el refugio está a unas horas de camino de aquí, es fácil llegar siguiendo el torrente de agua del sur que baja hasta la ría.
Al fin se podía adivinar un final para este ser... si partía ahora mismo, antes del anochecer esa bestia caería presa de su ira. Aunque la herida le dolía, la noche de descanso le había ayudado a recomponerse y esta oportunidad era única para acabar con ese asesino despiadado.
Al oeste de la villa, en un apartada ermita de montaña unas figuras negras ofrecen cánticos y sangre de cordero a extraños dioses. Una alta sombra embozada observa de lejos todo el ritual, mientras unas estelas y pequeñas descargas púrpuras brotan de sus pies, ligeramente elevados del suelo. Una
- Señor, el santuario esta preparado, esta noche la luna cumple el ciclo... como ha predicho todo esta en su lugar.
- ¿Has enviado a Fu Leng a Egipto Ivanova?
- Sí maestro, desde Moscú tal como dijo, Fu Leng y el clan del Loto Negro han ido a buscar el espejo de Cleopatra a Egipto... para encontrarse con ese tal Shchelman
- Schlieman, Heinrich Schlieman. El nos podrá poner en pista del tesoro, pero ahora querida bésame... tengo hambre de tí Ivanova
La figura se abalanza sobre la atractiva joven que entre gemidos de placer, se desploma en los brazos de su maestro. Unas golosas gotas de sangre caen al suelo mientras los cánticos se elevan des del refugio hacia el cielo. Una cabra bala desesperada antes de morir entre espasmos.
La caminata estaba resultando más larga de lo que parecía. Alberto ya podía ver a lo lejos el refugio del pastor dónde podía empezar a rastrear. Era ya media tarde y le quedaba poco tiempo de luz para poder seguir a la bestia. Al acercarse al refugio extremó las precauciones; pistola en mano, cuchillo en la zurda y pies ligeros para no delatar su presencia.... Caía ya el suave naranja de la tarde sobre las crujientes hojas de los árboles y una luna llena se dibuja en el cortado horizonte de las montañas cuando sin previo aviso un rugido le hice volverse.
Detrás suyo había una bestia de casi dos metros, su pelaje marrón contrastaba con sus dos ojos brillantes. Sus fauces se abrían en una poderosa mandíbula con afilados colmillos. Sus garras parecían cortar el aire, era un terrible lobo gigante, pero con un rasgo de astucia e inteligencia en sus rasgos poco usuales... a parte ser erguía sobre dos patas.
- Bestia del infierno... tu demonio de los avernos en nombre de la santa cruz vuelve al infierno.
El disparo dio de pleno en el pecho de la bestia y esta soltó un aullido mientras se lanzaba sobre Alberto en un salto de más de seis metros. El mordisco rabioso que recibe solo hace que doblarlo de dolor en mitad de una delirante escena de sangre y bajo la luz menguada del día la poderosa Selene se alza entre las montañas mostrando todo su esplendor de plata... baña de forma generosa el valle.
En ese momento una fiebre recorre el cuerpo maltrecho de Alberto mientras el lobo empieza a comer su carne... un fervor que surge de dentro de su corazón y hace que se retuerza... con una fuerza sobrenatural lanza contra unas rocas a su agresor, sus huesos parecen quebrarse, su pile quema, y sus manos crecen de forma incontrolada... grita, gime, se retuerce, aúlla a la luna...
Un sonido de motor rellena el ambiente y antes de saltar sobre ella, una mujer bella, fría y con el hedor de la muerte recibe un impacto de algo en su costado... le duele pero avanza, grita y aúlla
- Takamori ataca al otro yo me encargo de este
- Bathory sama no me ordenes mi acero doblegará al omi sin problemas- Katana en mano el samurai ataca a Romasanta.
- Curiosa biología mi anestésico no le ha afectado... me pregunto si me dejará estudiarle- dice V des de un lado de la escena con su fúsil multiusos... mientras toma una fotografia de la escena con su vcam
Primero tendremos que cazarle con vida!!!- dice Bathory mientras salta por encima de la cabeza del lobo que le ataca mientras con el tacón le asesta un golpe en la nuca.
La noche ha caído y la luna brilla... el recien convertido lobo cae y rueda unos mentros por el suelo. El zeppelín lanza unas redes sobre la bestia... este las rompe con facilidad y poderoso se alza y aúlla respirando rabia y exhalando brutalidad.
- Takamori ¿Cómo anda el tuyo?-grita V
- Listo este no dará más problemas... dice el samurai desclavando su katana de una profunda herida en el pecho del lobo
- Pues ven hacia aquí porque mis electroredes no funcionan... el siguiente miembro de la Liga anda un poco desairado
- Yo más bien diría que anda salvajemente cabreado... aunque aún guarda algo de su atractivo de soldado pese a sus fauces
- Miss Bathory le sugiero que guarde sus impulsos porque ahí viene....
El lobo enfurecido salta sobre los tres miembros de la liga, mientras ellos se dispersan para ofrecer más desconcierto al lobo. Bathory se eleva como flotando y desaparece en mitad de una niebla espesa... por su parte Takamori lanza unos estiletes sobre el lobo des de uno de los flancos...
- Espero que la leche de amapola con la que los he impregnado aplaque al omi
- Perfecto pero creo que una descarga de mi rayo aturdidor puede ser más convincente
Mientras dices esto V lanza sobre el lobo una descarga de su fusil que hace retorcerse de dolor a la bestia mientras este cae al suelo mientras gime.
- Espero que el siguiente miembro no lo tengamos que cazar de esta manera...
- No por lo visto no creo que la siguiente miembro la tengamos que cazar más bien hacer la lazada jejeje
Una vez subidos al dirigible y con el hombre lobo en una jaula, la liga se reúne en torno a una mesa de madera en la cabina del dirigible, la lechuza. Son ellos el futuro del nuevo siglo, los héroes del mundo que está por venir.
Cristine Dae y su ángel de la guarda, V el mejor científico de todos los tiempos, la Muerte Nocturna y dama de los oscuro Bathory , la espada letal de Takamori y un hombre lobo, el capitán del ejército Español Alberto Díaz de Valladares.
- Amo sigue vivo...
- Perfecto eso inútiles casi lo matan... llevarlo al altar rápido antes del amanecer
En la capilla olvidada los cánticos oscuros prosiguen y Romasanta se transforma en hombre de nuevo rodeado de símbolos y un fuego... antes de poder volver en si un figura negra que se levanta unos centímetros del suelo flotando mientras con un gesto parte el cuello del hombre lobo y lo envuelve en un abrazo de muerte... la sangre fluye y los cánticos a dioses oscuros prosiguen en un amanecer que trae en vísperas del nuevo milenio el terror.
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