Parte 1

Detrás de la segunda residencia del Zar, en una calle de Moscú dos conocidos nuestros hablan entre ellos:

-Moscú bonita ciudad... pero aún no entiendo que hacemos pasando frío V sin tener claro dónde nos vamos a alojar ¿a quién esperamos?

-Señorita Dae, al nuevo miembro debe estar a punto de llegar... Noblesse oblige... y otras cosas.

-Bond dijo que en la residencia del Zar estaba el nuevo miembro... ¿un samurái en lA calle?

-My Lady no es el samurái a quien venimos a buscar...

-Si ya veo quien viene des del fondo de la calle... ¿Lleva usted arma?- Dicho esto Miss

Dae saca de debajo de su abrigo un pequeño revolver de plateada empuñadura... femenina y letal.

En mitad del frío crece su nostalgia por su lejano país, en mitad del frío dormían ahora los recuerdos de la familia que ya no tenía. En la sala donde se alojaba había exceso de refinadas decoraciones de oro, de delicado terciopelo, de ilusiones de la ambición... Mientras desplegaba los utensilios de la ceremonia del té el espíritu del guerrero, sentado como dictaba la tradición musitaba antiguas palabras de poder para agradar a los kami. Cada gesto en la colocación de su cuerpo, de los utensilios. El Zar había sido generoso recibiéndole como hombre de honor, pero tenia problemas porque el tiempo jugaba en su contra Su mente viajaba a un tiempo pasado...

-Señor nos atacarán... el castillo no aguantará mucho más... Todos los samuráis han caído en otros territorios. Su fuego es mortal nos deberíamos rendir Señor.

-Ni hablar, será nuestra última gran batalla, fundid las estatuas de Buda, haced balas, preparad a los samuráis... La batalla del castillo Kumamoto será recordada por todos mientras queden memoria de nuestras espadas.

-Sea así señor... esta noche los dioses tendrán nuestra suerte en sus manos

-Y nuestras katanas la vida de los adversarios.

Esa misma noche el ejército imperial irrumpió como un dragón... una dotación de 20.000 soldados fieles al nuevo régimen arrasaron el castillo. Sus modernas armas de fuego quemaron hasta el alma la fortaleza de Saigo... una era estaba a punto de acabar.

A las afueras de la ciudad de Moscú, en los principios de la estepa blanca, unas figuras negras se arrodillan ante un sombrío hombre. Su gesto es rudo, y una gran barba se extiende hasta su cintura. A su lado una chica de no más de veinte años, rubia y de piel de nieve sujeta los planos de la mansión del Zar. En el momento que un curioso conejo asoma de la madriguera un humo negro de extiende delante del extraño hombre, la chica suelta un gemido lastimero. Entre el humo un hombre vestido de negro y con la marca del loto tatuada en la mejilla izquierda aparece del humo.

-Señor dudaba de sus métodos pero veo que son efectivos... ¿Sabe ya entonces dónde y como podeos matar a Saigo Takamori?

-Sí, mi señor les ofrece los planos de la mansión del Zar para que irrumpan y puedan llevar cabo sus planes...- dicho esto con voz temblorosa la chica ofrece al ninja los planos.

-Perfecto en breve mis ninjas y yo irrumpimos como las sombras en la mansión del Zar.

-Recuerden mi maestro quiere el pago reclamado

-Así será señorita Ivanova

Parte 2

-Señorita Dae ¿así recibe a sus aliados?- Su abrigo de pieles, sus seductores labios pintados de rojo con tal vez gotas de sangre resbalando en la carnosidad a modo de carmín, sus ojos azules que brillan como centellas y esa voz que invita al placer carnal.

-Querida Cristine, ya conoce a la señorita Bathory, nuestra nueva compañera en la Liga. Espero que rodeado de tan buenas damas mi fortuna sea mejor y podamos convencer al señor Takamori para nuestra causa.

-Takamori... un oriental señor V- y sus labios parecen hablar de pecado...

-Si el último samurái, expulsado de sus tierras en una batalla épica, escapó por un pacto de honor con una dama, perdiendo su honra como guerrero.

Los tres caminan por la calle hasta una gran puerta de acero forjado, gárgolas y ángeles salen del hierro y corona la puerta un dragón. Hacen sonar la cuerda de la campana que está en el exterior. En unos segundos una chica joven, de piel clara y pelirroja les abre la puerta.

-El Señor Takamori nos espera, tenemos la carta del Zar conforme podemos entrar- dice V en ruso nativo enseñando sus credenciales.

-Perfecto el Takamori San les espera.

Cuando las dos mujeres entran en la sala seguidas de cerca por V ven que el samurai sentado en el suelo musita palabras con los ojos cerrados, mientras con movimientos suaves y repetidos aplasta las hojas del té en un mortero de jade. Las piezas del té brillan pálidamente.

-V San, damas tomen asiento y beban conmigo el té- dice la voz de Takamori sin abrir los ojos

Todos respetuosamente se sientan de forma reverencial, enfrente de la mesa dónde la ceremonia se está llevando a cabo. Es pequeña, de madera de cerezo y ha sido traída expresamente para este uso. La ceremonia del té es un antiguo ritual que se ha transmitido de padres a hijos. La tradición y el honor son elementos muy importantes en la sociedad del samurái. El se ha visto expulsado de sus tierras por el nuevo imperio, y su familia asesinada... menos su hija que pudo escapar del castillo en el último momento...Su esposa en el lecho de muerte le confesó que la noche antes del ataque había permitido a Etsuko huir del castillo con su amante, el joven capitán de la guardia de Takamori para salvar a su pequeña, pese a que Saigo había dado la orden de que nadie evacuara el castillo. Cuando explotó la batalla, las tropas enemigas entraron a tropel quemando todo el castillo y aniquilando con modernas armas de fuego a los nobles samuráis. Saigo fue arrollado por los guerreros del loto negro, que se infiltraron el la retaguardia. En su puesto de mando en el castillo, los ninjas hostigaron a Saigo mientras este katana en mano lanzaba espadazos certeros... para cuando pudo acabar con los diestros ninjas que le atacaban Saigo solo pude ver su castillo arder y en la puerta de entrada, en medio de dos soldados a punto de ser violada, su esposa..

Saigo corre como él viento y en dos giros de su katana la sangre fluye a través del cuellos de los soldados-

- Saigo querido- su tez pálida anuncia la muerte- debes huir y buscar a tu hija, abandona hoy el campo de batalla, renuncia al honor de la batalla por el juramento de ver con vida y a salvo a nuestra hija, júralo.

- Amada, que me dices, debo huir como un perro sin enfrentar a mi enemigo que arrasa con llamas mi hogar... nuestra hija ha huido sin mi permiso...

- Saigo antes de morir quiero saber que guardarás de ella sin más propósito que salvar mi legado, nuestra hija Saigo es más que espadas, nobleza y castillo... huye con mis utensilios de la ceremonia del té, no volverás a Japón hasta que encuentres a neustra hija y le de mi regalo, mi última voluntad amor.

- Así lo haré querida, y vengaré tu muerte. Amor

Besa con delicadeza el cuerpo inerte de su esposa, recoge con cuidado los utensilios de la ceremonia sagrada del té y como sombra en la noche y el fuego huye jurando que pagaran por esto mis enemigos.

- Señor Takamori, ya sabe que varios países del mundo, encabezados por Gran Bretaña están poniendo a punto un equipo de soldados del nuevo siglo, y ya tenemos a tres miembros, La señorita Dae por su inteligencia y brío y Madame Bathory señora de la noche con poderes increíbles en muchos aspectos y yo mismo científico de su Majestad y... ¿señor Takamori? ¿Se encuentra bien?

- Mmm Señor V les han seguido... no estamos solos

Dicho esto un ninja negro entra rompiendo a la ventana y espada en mano amenaza a Talamori que de un salto se ha puesto en pie... Lo que el ninja no sabe es que la señora Bathory tiene hambre y en un giro ya bebe sangre fresca del cuello del enigmático ninja.

- Loto negro- dice Saigo mirando el tatuaje del brazo del difunto- No estará solo deben haber muchos más

- Pues Señor Takamori deberemos pues luchar- dice V desenfundando un extraño revólver con una voluminosa bobina de cobre alrededor.- ¿Señoras están a punto?

- ¿Siempre me darán tan bien de comer señor V?- dice Bathory relamiendo la sangre de su mejilla

- Señor V mi pistola está a punto- dice la joven Dae.

- Pues señores creo que bajar por la escalera será divertido -dice Saigo porque ahí vienen.

El ruido de varios hombres corriendo por la escalera enmarca la escena con los cuatro miembros de la liga armas en mano saliendo de la habitación...

Parte 3 y última

Tiros, mordiscos y espadazos llevan a los 4 aventureros hasta la parte baja de la casa y después hasta la calle. Salen de todas partes y mientras Saigo desmiembra ninjas a pares por un lado cerca de la puerta de entrada de la residencia, Bathory aún disfruta aterrorizando a varios de ellos mientras se aposta indemne a los shurikens que le lanzan.

En la calle se amontonan cuerpos de ninja mientras otros aparecen de techos, esquinas atacando sin respiro.

Por otro lado V con su revólver eléctrico lanza rayos a diestro y siniestro. Su estilo de disparo parece algo cómico pero efectivo.

- Señorita Dae ¿ya esta operando como le dije?

- Pues si señor V pero entre el ruido y algún disparo para salvar mi rostro es difícil pilotar hasta aquí a Nictea

- Señora Dae hicimos las pruebas y usted era la más indicada, tráigala hasta aquí que no ve que sin un enjambre estos molestos ninjas.

- Ya queda menos- Mientras dice esto Cristine tiene enfrente suyo una especie de mando de avión acoplado a varias bobinas, una larga antena y un espejo con destellos. Solo levanta la mirada del espejo para disparar a algún ninja que se acerca demasiado

-Malditos cobardes, dad la cara, porque el loto negro morirá en mis manos- grita Saigo mientras se lleva pro delante a tres ninjas con su katana, de filo poderoso y un mango negro decorado con tres flores de cerezo en plata.

- Señorita Dae ¿queda mucho?- dice V dando un golpe de púgil a un ninja a la par que dispara su pistola

- Señor V. le comento que ya tenemos aquí a Nictea. Nictea!! Lluvia de proyectiles! Acción!

En ese momento una ráfaga de ametralladora barre la primera fila de ninjas delante de un sorprendido Saigo, mientras en la cara de V se dibuja una sonrisa

- Señoras y señores, pilotada por Cristine Dae os presentamos a Nictea el nuevo y flamante zeppelín de batalla de la nueva liga de los hombres extraordinarios.

- Saigo, Bathory rápido suban por la escala mientras mantengo a raya a los ninjas con el armamento de Nictea

Arriba, en el cielo un flamante zeppelín tapa el débil sol de la ciudad y oscurece la nieve manchada de sangre. La ametralladora mantiene alejados a los ninjas mientras la liga sube por la escala lanzada des del vientre de la cabina.

Una vez los cuatro están sanos y salvo a bordo de la aeronave, se acomodan en la sala de mando, junto al timón.

- V ya tengo el control y he puesto rumbo a Londres.

-Señorita Dae ya le dije que usted pilotaría a Nictea, con ella y su fuego de apoyo poco debemos temer.

-Señor V francamente impresionante, y si como decía su carta me ayudaran a encontrar a mi hija cuenten con mi Katana para tan noble empresa.

-Takamori San bienvenido a la Liga.

De esta manera al ponerse el sol un zeppelín plateado con el ruido de sus motores se aleja de Moscú dibujándose el palacio del Zar de fondo... pero mientras en la residencia asaltada del Zar, en el desorden de la habitación.

- Ivanova su maestro estará contento aquí tiene la taza de té que nos pidió de Takamori San pero le debo informar que nos estaban esperando... tres extraños guerreros y una aeronave que jamás he visto han hecho caer lluvia de muerte sobre mis soldados. Saigo escapó...

- Fu Leng mi maestro le agradece su trabajo y las noticias que nos reporta, pero quiere ofrecer al Loto Negro un acuerdo de más posibilidades para todos... ¿Le interesa?

- Un placer trabajar para vos.

Ivanova alza la taza de te y observa con atención la piedra incrustada de Jade.

CORREO EXTRAORDINARIO

En el próximo episodio Luna llena... aulla el lobo!!!