San Petesburgo

Lucía un tenebroso sol de amanecer, sin ánimos ni lenguas de luz, en las calles de la ciudad construida con el sudor y sangre de muchos. Una silueta magra, apagada, se asoma a una pequeña ventana de uno de los despachos de la universidad. El muro colosal, la fenomenal fachada del edificio enmarca su cuerpo y unas dulces gotas de sangre resbalan por el borde de la misma.

- Otra noche que se apaga sin su muerte en mis manos, maldita sea que tras matar al señor de las tinieblas, al mismo Nosferatu, esta impía bruja se escape de mi, pero...

V estaba sentado en un sillón de alas anchas, en mitad de un extraño cuarto. El olor a ajo se mezclaba con el humo de unas extrañas hierbas quemadas en el fondo de una vieja estufa de latón. Por toda la habitación, había infinidad de crucifijos, en mitad de antiguos volúmenes de magia, fisiología, biología y cábala.

- Tranquilo Sire Helsing, su astucia en la caza de vampiros es mundialmente conocida y sus técnicas usadas por la mayoría de las órdenes de caza... además ya sabe a que hemos venido mi compañera y yo.

- Lo se- mientras sus ojos grises, su barba ruda, y su pelo alborotado se giraban hacia V- pero me niego a trabajar para ustedes, soy un solitario , un hombre campo, un lobo que caza sin manada.

Cristine escuchaba atentamente mientras bebía en una taza de porcelana china un magnifico te aromatizado con canela. Su vestido verde era impresionante, su pelo recogido hacia atràs con aquel broche que su Ángel le había regalado. Un delfín de plata que parecía mecerse en las ondas de un mar de noche y luna que era el cabello de la joven.

- Señor Van Helsing, entiendo su frustración, me fascina su personalidad por lo que he leido en el viaje hacia aquí, así que igual que protegió a Mina Harker anteriormente le pido que me proteja a mi en esta aventura. Su corazón no se vuelve miel al ver mis ojos implorando su ayuda...

- Absurdo, nefasto, infructuoso, una liga de héroes para el nuevo siglo... una nueva era, mire señorita, yo pertenezco al pasado, a una lucha que empezó hace siglos en la blasfemia de la noche... mi lucha no es la suya. A parte ha nacido un mal en esta tierra que no bebe sangre para existir y le temo más que a nada que he visto en mi vida...

-Bueno señor Helsing tiene una noche más para su cacería,...

- Jajajaja... una noche donde tenemos todos una oportunidad. Ustedes me acompañarán para que tengan experiencia en el campo de los no muertos. Eso sé lo único que necesitan de mi...

- Entendido hoy una hora antes del anochecer mi compañera y yo le acompañaremos en la cacería de ese vampiro...

- No vampiro no, vampiresa, porque nos enfrentamos a la señorita Elisabeth Bathory, la condesa siniestra y no saben hasta que punto será peligroso... y excitante.

Cristine y V salieron del despacho y al subir al carruaje V pensativo comentó:

- Señorita Dae, Abraham Van Helsing no es el mismo que antes o nos está engañando, hay alguna cosa que no me deja creer sus palabras... Bathory eh porque temerle más que a Drácula.

- Si en eso tienes razón, ni con mis intentos de seducción he podido cambiar su opinión sobre la liga. Bond no estará contento sin él...tal vez deberíamos asegurar al siguiente miembro.... y darle más tiempo al profesor para acabar con sus tema en Rusia.

A la noche en una de las frías calles de la ciudad una chica joven camina a la luz de la luna, unos pasos se pierden en los suburbios, un aliento de hielo persigue el calor de la sangre, una sombra se abalanza contra una triste y solitaria dama... pero en realidad es Cristine como cebo y rápidamente Van Helsing salta des de la azotea de un edificio blasfemando contra la dama negra.

Esta altiva, majestuosa en su no-vida, vestida con una capa de terciopelo verde esmeralda, sus ojos brillan rojos de rabia, sus morena melena se eriza como un gato y sus dientes como sables resplandecen a la luz de la luna mientras grita:

- Van Helsing estúpido, no lo entiendes!!!

- Solo entiendo que debes morir ramera del diablo!!!

En un rápido movimiento las uñas de la mano de ella bailan y silban sobre la cabeza del anciano doctor produciendo una herida que le desploma en el baldosado. Entonces ella, se agacha y con una suavidad maternal recoge con el dedo una gota de la sangre de la frente del doctor y la bebe, saboreando con los ojos cerrados el néctar de la vida.

- Señorita, esta ha sido una mala idea … y ahora olvidará mi rostro para siempre...- Su voz ha cautivado a Cristine que se siente adormecida, como reconfortada en el frío de la noche...

Bathory, observa de nuevo el cuerpo de Van Helsing. Le lanza una mirada desairada y tras colocarse bien su capa empieza a caminar hacia la salida del callejón. Sus pasos resuenan, su oscuridad amansa las sombras de la luz lunar. Entonces detrás de ella como un fantasma aparece V.

- Señorita Bathory, no se gire, no se mueva y no la rociaré con mi aerosol de ajo y plata marca de la casa... así que usted al fin y al cabo no es tan monstruo como pensábamos...

- Quien es usted y a que se refiere...

- Elemental.. usted ha tomado sangre de Helsing sin matarle y no decir que ha renunciado al cuello de mi compañera así que se ha enamorado de él.

La rabia y tristeza en la cara de la condesa es evidente... sus facciones frías se mojan de lágrimas de sangre.

- Lo reconozco señor V.. veo sus pensamientos y mi respuesta y mi única cosa a decir es ¿Realmente puede hacerlo?

- Si puedo... si colabora en la Liga usaré mi invento... la máquina del tiempo ara evitar que beba sangre de Helsing la primera noche de su encuentro y así no se enamore usted de él.

- Y entonces seré libre de este deseo, libre para volver a ser el depredador que era...

- Libre para que la cace.. si señora Condesa pero primero deberá servir a la Liga de los hombres extraordinarios.

- Bien... cuando y donde nos encontraremos..

- Dentro de dos noche es Moscú... pero por favor conozco sus costumbres y no se marchará de aquí sin que hagamos un pacto de sangre que le ate a su palabra.

- V es usted todo un lord inglés... de verdad quiere beber mi sangre

- y usted beberá la mía- mientras se corta con un estilete la palma de la mano- prefiero el té de las cinco pero mire a lo que conduce la mala vida...

Ella bebe con seducción de su mano... su olor, sus ojos todo invita a la pasión. Él recibe un golpe en el corazón cuando la sangre de vampiro fluye en sus venas... siente la noche, la luna y la sombra …

Al lucir de nuevo el sol unas cenizas adornan el pavimento y los pajaritos anuncian el alba.. Cristine se despierta abrumada y con un terrible dolor de cabeza... en frente suyo Van Helsing se limpia con un pañuelo sangre seca de la cara y V se apresta a ofrecerle un abrigo...

- Así señor V dice que la vampiresa me atacó y mientras intentaba devorarme usted...

- Si yo mismo con mi invento la rocié de mi mezcla de nitrato de plata y ajo en aerosol... una arma de mi invención que diseñé inspirado en sus lecturas

- Increíble arma y muy buena su astucia al decir que no acudiría a la cacería.. Gracias por su ayuda pero me siento frustrado al no haber sido yo el que de muerte a la diablesa.

- Tranquilo Señor Van Helsing creo que aún podrá cazar más, unido a la liga...

- No, esta noche he fracasado esto demuestra que mi tiempo paso... usted es el futuro.. no me perdonaré haber fallado. Señorita Dae disculpe mi fallo he puesto su vida en peligro me retiraré como cazador mi tiempo ha llegado. Señorita, Señor aquí muere la leyenda de Van Helsing.

Al decir esto el hombre se coloca un sombrero amplio, se cubre con su anciano abrigo y mirando al sol de la mañana camina despacio dejando atrás el callejón...

- Pero V se va .. Bond se enojará hemos fallado...

- No tranquila, el seguirá cazando lo se... y en cuanto lleguemos a Moscú entenderás que no todo ha sido un fracaso en esta misión... solo te diré que ya somos 3 en la liga y que no es la última vez que veremos a Van Helsing. Eh Señor Van Helsing tenga le regalo mi prototipo de arma.

- ¿Como?- dice el anciano que ya estaba a punto de girar la esquina- Que me quiere regalar esa arma, no entiende que dejo todo esto..

V se acerca corriendo hacia Van Helsing y contemplando la luz de la mañana con los sentidos agudizados aún por la sangre le dice con una enigmática sonrisa:

- Por si vuelve a cazar.

- Está bien hijo como tu digas pero imploro a Dios dejar esta vida

- Amén

CORREO EXTRAORDINARIO

Tras una larga espera, recuperamos a los Hombres Extraordinarios con un nuevo autor. ¡Esperamos vuestras opiniones!