Anteriormente en Star Wars Academia Jedi: Soonah, un mandaloriano, ha sido
enviado en una misión para asesinar a un posible traidor a los mandalorianos
en al estación espacial Hkyuuk. En esa misma estación, Jaina y Ben Skywalker
han sido enviados para realizar un entrenamiento con cazas de combate; Galen
y Keyan Farlander les tutelan. Jacen y Tenel Ka han descubierto un antiguo
templo en Yavin IV. Galen es ahora el discípulo de Luke Skywalker. R2D2 ha
ido al taller a que le cambien el aceite.
HYUUK
Jaina Solo fijó sus ojos en la lejanía. Había acudido a la cubierta de
observación para relajarse mirando las estrellas. La conversación que había
mantenido con Ben la había alterado lo suficiente como para que, al volver a
su camarote, no pudiera concentrarse en su discurso. Su discurso. Jaina
realmente no quería saber qué le había hecho exigir escribir el discurso
ella misma. Tenía a decenas de ayudantes dispuestos a escribir un precioso y
perfecto discurso para el día en que se convirtiera en princesa de Nuevo
Alderaan, día que cada vez estaba más cerca. Probablemente fuese el día más
importante de su vida. Su madre iba a ser coronada Reina pero todos sabían
que lo haría perfectamente pero Jaina era una incógnita. Todos los ojos iban
a estar posados en ella, examinando todo lo que hiciera, dijese o incluso
pensase. Y tenía que hacer un discurso sobre lo que quisiese, lo cual era
bueno porque le abría un abanico infinito de posibilidades. Infinitas
posibilidades y no había podido pasar de la primera palabra.
- ¿No se supone que tenías que estar acostada en tu camarote?
Galen Deweri, padawan de Luke Skywalker, entró en la cubierta de
observación. Había sido enviado para vigilar a todos los estudiantes de la
Academia mientras estaban en la estación aprendiendo a pilotar cazas
estelares.
- No sabía que teníamos toque de queda.
- Mañana será un día duro. Una comandante de escuadrón debería estar
descansada para los ejercicios.
- Sí. Comandante de escuadrón, yuupi
- ¿No estás contenta?
- Tanto Ben como Ganner derribaron más cazas. Ellos deberían ser los líderes
del escuadrón.
- Cierto, abatieron más cazas pero puntuaron negativamente en trabajo en
equipo. Tú organizaste al resto del grupo y planeaste cuidadosamente una
estrategia de ataque y defensa ofreciendo protección a los miembros más
débiles. El Almirante quedó gratamente sorprendido de tu actitud y
habilidad.
- Será el único, porque el resto...
- Parece que hoy no estamos optimistas.
- Nah, no es eso. Me preocupa Ben, no se ha tomado muy bien el castigo y...
me preocupa.
Galen sonrió.
- Eres la mayor, ¿verdad?
- ¿Eh? Sí ¿por qué preguntas?
- Las hermanas mayores suelen preocuparse por el resto de la familia.
- Sólo soy unos segundos mayor que Jacen -Jaina meneó la cabeza en señal de
negación-. Vale, puede que me preocupe por Ben y por mi hermano pero es que
los dos parecen tan perdidos, tan incautos, tan... no sé, a veces creo que
tienen demasiado presión, Ben quiere salirse de la sombra de su padre y
Jacen ni siquiera quiere ser un Jedi pero le obligan.
- ¿Y tú?
- ¿Yo? Tengo que hacer un discurso que ni siquiera he empezado, seguir con
mi entrenamiento Jedi, demostrar que no soy un peligro para el resto de la
galaxia como lo fue mi abuelo y estoy tan cansada, a veces quiero gritar,
escapar, desaparecer, tengo un montón de emociones que luchan unas con otras
o se juntan, o luchan y se juntan; todo a la vez. Creo que me estoy
volviendo loca.
- Yo creo que no. Eso que te atormente se llama adolescencia, nos pasa a
todos.
- ¿Y tiene cura?
- Creo que es una de esas cosas que sólo el tiempo cura -Galen suspiró y
pensó en sí mismo-. En algunos más tiempo que en otros.
- Y yo era la que estaba siendo pesimista. -bromeó Jaina-. Estoy segura de
que pronto serás un Caballero Jedi.
- Al menos hay alguien que lo piensa. No sé, a veces pienso que debería
dejarlo todo y dedicarme a otra cosa. No tengo manera de Jedi.
- Lo hiciste muy bien frente a Espíritu Rebelde1
- Es la filosofía Jedi, creo que -Galen se quedó callado un momento, algo
había llamado su atención-.
- ¿Qué ocurre?
Galen tiró a Jaina al suelo justo en el momento en que la estación recibía
un impacto directo que hacía que varias de las vigas se precipitasen hacia
el suelo. Estaban siendo atacados.
El General Kabahl recuperó casi inmediatamente la compostura. El impacto que
había sufrido la estación le había lanzado contra la pared del fondo.
Afortunadamente el golpe sólo el había aturdido momentáneamente. Luego, el
concienzudo entrenamiento militar entró en acción.
- Informe de daños -ordenó el general calamariano-.
- Impacto directo. Hemos perdido las cubiertas 13 a 16 -comprobó de nuevo
los datos y continuó dando el parte con desolación-. El hangar norte ha sido
completamente destruido.
- ¿Qué nos ha atacado?
- El impacto ha sobrecargado el relee de los sensores. Tardaré unos segundos
en reajustar los parámetros para poder obtener una lectura clara.
Galen entró en ese momento en el centro de control visiblemente preocupado.
- ¿Qué está ocurriendo? -preguntó el joven padawan Jedi-.
- Eso es lo que quisiera saber yo. ¿Y esas lecturas?
- Las tengo pero algo raro está pasando.
- Se le ha entrenado para ofrecer una respuesta más concisa teniente.
- Lo sé señor pero no recibo ninguna lectura de los sensores. Ahí fuera no
hay nada.
- ¿No hay nada? ¿Entonces qué nos ha disparado?
Galen tocó el hombro del General Kabahl y le señaló la imponente figura de
un Destructor Estelar clase Victoria a través del ventanal del centro de
control.
- ¿Cómo han conseguido eludir nuestros sensores? -preguntó el Teniente-.
- Ese no es el problema ahora mismo -dijo Kabahl que también se hacía la
misma pregunta-. Que todas las baterías defensivas abran fuego. Si piensan
que esa reliquia de las Guerras Clon va a poder contra esta estación
espacial lo llevan claro.
- Baterías defensivas cargadas.
- ¡Fuego!
El espectáculo debería de haber sido impresionante. Decenas de haces de luz
verdoso deberían haberse precipitada contra la forma triangular del
Destructor Victoria acribillando los escudos hasta que éstos cediesen para
luego dirigirse contra el plastiacero del casco. Debería haber sido así pero
en realidad nada ocurrió.
- Teniente, informe.
- Señor, las baterías tienen luz verde, se ha producido una descarga de
energía pero no ha habido disparos.
- ¡Eso ya lo sé! -gritó enfadado Kabahl-. Lo que quiero que averigüe es por
qué nada parece funcionar como debería.
- Sabotaje -dijo Galen atrayendo la atención del anfibio General
calamariano-. Eso explica por qué los sensores no detectaron la llegada del
Destructor.
- ¡El Destructor ha lanzado naves de desembarco! -informó el Teniente-.
- ¿Nos queda algún caza operativo?
- Negativo señor. El hangar sur está dedicado al transporte de suministros y
tráfico civil.
- Ordene a las dos fragatas que vuelvan inmediatamente. De la alarma general
y ejecute el procedimiento civil de emergencia 7B. Que el Sargento Perkins
reúna a sus hombres y haga frente a cualquier contingente enemigo.
- Sí señor.
- Iré junto a mis estudiantes -dijo Galen-. No dude en llamar si necesita
ayuda.
Ben Skywalker no sabía cómo las cosas habían podido llegar a este extremo.
Había ido a hablar con Ganner. Los dos habían tenido un pequeño
enfrentamiento horas antes y Ben quería zanjar el asunto. Lo había
encontrado en el simulador, intentando colarse dentro para practicar un poco
más. Hablaron pacíficamente. De cómo una charla pacífica llegó a convertirse
en una pelea era algo que a Ben se le escapaba.
Ben se agachó en el último momento para esquivar el puñetazo de Ganner y
contraatacó con una patada al estómago del muchacho. En un combate cuerpo a
cuerpo Ben tenía las de perder, Ganner era prácticamente un armario que se
machacaba el cuerpo a diario en el gimnasio mientras que Ben... bueno, Ben
no destacaba precisamente por sus músculos.
Falló el último puñetazo y Ganner aprovechó para cogerlo por la cintura,
alzarlo en el aire y llevarlo hacia una pared. Sin embargo Ganner cometió un
error al intentar empotrar a Ben contra la pared. No se dio cuenta de que la
pared no era tal sino una puerta que al notar la cercanía de los dos se
abrió automáticamente. Ganner perdió el equilibrio y ambos cayeron al suelo
rodando y sin dejar de golpearse mutuamente hasta que el frío cuero de una
bota les paró. Ambos dejaron de golpearse y alzaron la cabeza. Un rodiano
les apuntaba con un bláster, parecía estar haciendo algo en una terminal
puesto que había colocado un pequeño aparato encima del teclado táctil.
- <Rehenes. Perfecto, puedo necesitaros más adelante2>
- General Kabahl
- ¿Sí Teniente?
- Tengo un mensaje de nuestras fragatas señor. I-Informan de una explosión,
al parecer se han dirigido hacia una trampa.
- ¿Cuál es su situación?
- La Conciliador ha sido destruida. La Kenosia informa de fallo general en
sus motores; están siendo arrastrados por la gravedad del agujero negro.
- Lo tenían todo planeado. Esto se pone cada vez mejor.
YAVIN IV
La noche estaba a punto de caer sobre la cuarta luna del gigante gaseoso
Yavin. Las clases de la Academia Jedi se habían dado por concluidas hasta el
día siguiente. Los aprendices disfrutaban ahora de una copiosa cena
preparada según las necesidades de las cerca de 20 especies diferentes que
conformaban la clase de aquel año. Pronto, todos aquellos alumnos serían
puestos a disposición de cada uno de los Maestros Jedi de la Orden que los
acogerían como Padawans y que les entrenarían hasta convertirlos en
Caballeros Jedi.
Jacen Solo acabó la sopa de carne de nerf. Tenía que reconocer que, después
de cinco años el cocinero seloniano había acabado cogiéndole el pulso a la
comida humana; no como la primera vez que pudo probar uno de sus guisos que
casi podía usarse para tapar los agujeros de las paredes de la Academia.
Se levantó de la mesa y abandonó el comedor para dirigirse hacia su
habitación. Había preparado el equipo durante el descanso del mediodía para
poder salir antes de que anocheciera puesto que la noche marcaba el
principio del toque de queda que todos debían respetar y que les prohibía
alejarse de las proximidades del templo. Además una vez declarado el toque
de queda, era totalmente imposible escaparse de la Academia Jedi sin que
ninguno de los Maestros Jedi se diera cuenta.
Recogió su mochila y comprobó que tenía las dos gemas corusca. Su objetivo
de la noche era dirigirse al Templo massassi que había descubierto3 e
investigar un poco más sobre su origen. Tendría que quedarse toda la noche y
probablemente por la mañana mandarían a alguien a buscarle y le echarían la
bronca pero no le importaba en absoluto. Se dirigió al hangar donde pidió
una moto jet al guardia de turno y salió a toda velocidad para adentrarse en
la espesa jungla de Yavin IV. Surcó los antiguos caminos de la civilización
massassi, aquella que una vez había sido la raza habitante de la luna. Su
desaparición, datada de hace más de 4000 años durante la primera de las
Guerras Sith, todavía seguía siendo un misterio para los historiadores
galácticos. Muchos creían que un fenómeno cataclismático podía haber sido la
causa, habías indicios de ello pero nada que resultara concluyente; otras
creían en la posibilidad de que la propia guerra entre los Sith y la Antigua
República hubiera acabado con ellos, pero aún en el peor de los casos una
campaña del nivel que se realizaban en aquella lejana época no debería haber
bastado como para extinguir a una raza entera.
La vegetación planetaria, cuanto más se acercaba al templo, empezaba a
marchitarse. Era un fenómeno curioso en opinión de Jacen. La tierra, los
árboles, parecían haber sufrido las consecuencias de un gran incendio; un
incendio cuyas consecuencias no habían sido capaces de superar. Detuvo la
moto jet en cuanto llegó al claro donde se encontraba el Templo. De su
mochila sacó una vara luminosa y la activó. Abrió la pesada puerta de madera
en el templo y se aventuró en su interior.
En cuanto entró volvió a sentir aquella sensación de pesadez y nerviosismo
que le había embriagado la primera vez que había entrado en el templo. El
aire parecía estar muy cargado, la humedad hacía que la camisa se le pegara
a la piel. Aquel lugar parecía enfermo y Jacen se estaba contagiando de su
enfermedad. Caminó por los amplios pasillos de piedra ojeando los grabados
que el pueblo massassi había realizado milenios atrás. Su historia, la
historia de los massassi estaba inscrita en piedra pero era totalmente
incomprensible para Jacen, al menos por el momento.
- Miras equivocadamente los grabados.
Jacen se dio la vuelta. Un hombre estaba justo a su espalda. Vestía
totalmente de negro y llevaba una capucha que le cubría la mitad del rostro.
Parecía emanar una extraña sensación de seguridad, de tranquilidad, de
equilibrio como Jacen no había sentido antes.
- ¿Quién eres?
- A lo largo de los años se me ha conocido por muchos nombres. Pero el
primero de ellos fue Exar Kum, Caballero Jedi.
HYUUK
Para cuando Galen llegó, Keyan Farlander ya había conseguido reunir a todos
los aprendices Jedi en una misma habitación y los había tranquilizado como
buenamente había podido.
- ¿Qué está ocurriendo? -preguntó cuando Galen entró en la habitación-.
- Alguien ha aparcado un Destructor Victoria delante.
- ¿Sabemos quiénes son?
- Ni idea pero una cosa si sé, no son aficionados, sabían perfectamente lo
que hacer -se frotó por un instante la frente, estaba empezando a cansarse
de todo esto-. ¿Están todos?
- Faltan Ben y Ganner -dijo Jaina, que se había acercado a los dos adultos-.
- Genial. Iré a buscarlos -echó a andar pero se paró casi al instante, como
si acabase de recordar algo-. Jaina, coge un arma y ven conmigo.
- Eh, Galen, no puedes llevártela -le intentó recordar Keyan-.
- Si no me la llevo conmigo esperará a que te despistes y te dará esquinazo.
Prefiero mantenerla vigilada.
Keyan miró para Jaina que sonrió y se encogió de brazos.
- En marcha.
La explosión pilló a Soonah por sorpresa. El joven mandaloriano se vio
volando por los aires cuando aún no había terminado de ponerse su armadura.
Su entrenamiento entró a partir de ese momento en acción. En cuanto tocó
suelo rodó para evitar males mayores y se levantó velozmente llevándose las
manos hasta el pequeño bláster de bolsillo que llevaba en su mono de
trabajo. Miró a ambos lados del almacén donde se encontraba. No había nadie.
Recogió su armadura y fue hacia el ventanal más cercano donde vio el
Destructor Estelar clase Victoria que atacaba a la estación y las naves de
desembarco que se acercaban a ella. No tenían ninguna posibilidad ni de
acercarse a la estación antes de que las armas de ésta las pulverizasen.
Soonah acabó de ponerse la armadura al mismo tiempo que cogía una túnica que
le cubriría casi por completo, evitando que los guardias pudieran
reconocerle. Normalmente no habría usado su armadura para un asesinato, ya
que prefería la discreción. Pero ahora, con la estación en situación de
alerta no le quedaba más remedio que ir bien preparado. Miró de nuevo por el
ventanal y siguió viendo el Destructor.
- ¿Dónde demonios están los cazas?
Una idea le cruzó repentinamente la cabeza y echó a correr. Tenía más o
menos localizado a su objetivo pero debía darse prisa. Aquellas naves no
eran simples naves imperiales, si no naves del Segundo Imperio, el grupo
revolucionario que estaba en contra del Almirante Garnet. Y eso no era lo
peor, su objetivo no iba a traicionarles a la República si no al propio
Segundo Imperio.
CONTINUARÁ
1.- Star Wars Academia Jedi #26-29
2.- Traducido del rodiano
3.- Star Wars Academia Jedi #28
LA TASCA DE MOS EISLEY
Holadola
Curiosamente este número es el que menos me ha costado escribir en mucho
tiempo. Si ha tardado ha sido culpa de los desgraciados que me han hecho
ponerme a ver Star Trek La Nueva Generación. Si esto tiene éxito que a mi me
lo expliquen, pedaaaaaaazo truño.
Vamos directamente con las cartas. Empezamos con multiplexor.
Sobre la portada mejor no hablar. Deberiamos prohibir las portadas en
Marveltopia.
Por diso sí :P
El resumen se agradece de corazón... Me alegra ver que mencionas a
R2D2.
Hh, yo soy el que pide resúmenes, tenía que dar ejemplo.
La escena de Jacen mintiendo me recuerda demasiado a Bilbo y Gandalf al
comienzo del Señor de los Anillos.
Es posible, aunque ha sido inconscientemente. Y no, no se va a pasar las
próximas 1500 páginas diciendo mi tesoro ni va a hacer un peñazo de viaje.
¿Los Jedis tienen problemas de imagen? Juas juas juas...
Mira que mala es la gente, dos usuarios de la Fuerza se montan una dictadura
y al final acaban metiendo a todos en el mismo saco :P
Ben Skywalker comienza a parecerme algo siniestro. Je je je...
Aún está verde, aún está verde.
Permiteme que no coincida. Vader es el verdadero, Anakin solo era un
simple sintoma de debilidad cuando vio que estaba a punto de morir.
Me refiero a que Anakin es la parte buena, el Lado Luminoso y Vader la mala,
el Lado Oscro. Son como dos personalidades.
Je je je... Como se nota que no me he leido la mayoría de libros y
basicamente me centro en la pelicula.
Y centrándote en las pelis deberías llegar casi a la misma conclusión.
Vamos, con los cambios en la edición en DVD se nota que incluso Vader no se
reconoce a sí mismo como Anakin Skywalker.
Y nada más, comentarios, sugerencias, amenazas de muerte y esas cosas a la
dirección de siempre.
Que la Fuerza os acompañe
Ben_reilly@terra.es