Anteriormente en Star Wars Academia Jedi: Soonah, un mandaloriano, ha sido
enviado en una misión para asesinar a un posible traidor a los
mandalorianos. Jacen y Tenel Ka han descubierto un antiguo templo en Yavin
IV. Galen es ahora el discípulo de Luke Skywalker. R2D2 se ha comprado
ruedas nuevas.
YAVIN IV
Ajustó por última vez el microscopio para poder examinar la estructura
molecular de la gema que tenía delante. Todos los escáners revelaban que
aquella gema era común y sin embargo el Maestro Jedi Streen notaba algo
extraño. No es que fuera uno de los grandes expertos galácticos en geología,
pero se defendía notablemente en ese campo. Había tenido que estudiar muy
duro para poder obtener el permiso de extractor de gas tibanna en Bespin
aunque curiosamente en aquel planeta no había ni un atisbo de roca pues era
un gigante gaseoso.
- No hay duda, es una gema corusca normal y corriente. Salvo por el color
negro en vez del rojo fuego habitual. ¿Dónde la encontraste?
Jacen recogió la gema de la mesa y la guardó en su bolsillo con la segunda
gema que había encontrado.
- Salí de paseo y la encontré tirada por ahí.
Sin saber por qué se había visto obligado a mentir. En aquel momento pensó
que Streen se iba a enfadar pues como buen Jedi habría descubierto la
mentira sobre sus palabras. Sin embargo el anciano Maestro no dijo nada,
parecía no haberse enterado. Jacen suspiró aliviado.
- Puede que hayas descubierto una nueva variedad de gema corusca hasta ahora
desconocida. Mandaré un informe a Coruscant para que lo cotejen con su base
de datos a ver si se me he pasado algo por alto.
Jacen asintió y se despidió de Streen. Aquellas piedras todavía encerraban
un interesante misterio. No las había encontrado tiradas en media la espesa
jungla si no en un desconocido templo de la ahora desaparecida raza de los
massassi. Había algo en ellas que le llamaba poderosísimamente la atención.
Consultó su cronómetro, era la hora de la clase de esgrima. Suspiró, tendría
que apartar su búsqueda otra vez debido a las desesperantes clases. Y aún
por encima era realmente malo en esgrima. Menos mal que Ben y Jaina había
partido con el grupo hacia la estación espacial Hkyuuk donde iban a recibir
varias clases de pilotaje; así al menos se evitaría un par de burlas ya que,
aunque Tenel Ka se había quedado, no era de las que se burlaban de los
demás.
Luke se sentó por primera vez en toda la mañana, abrumado por todo el
trabajo que tenía delante. Ahora se arrepentía de haber mandado a Galen con
el grupo de estudiantes a Hkyuuk. Se había enfrentado a cientos de males,
pero aquello le sobrepasaba.
- Y esto -dijo el veterano Maestro de Jedi sin apartar la vista de las
cifras-. ¿Esto tiene solución o es mejor que cerremos y pasemos a otra cosa?
Konner Grant, el ayudante del Jefe de Gabinete del gobierno de la Nueva
República le miró fijamente mientras se secaba el sudor de la frente. Había
sido enviado por la propia Canciller para intentar mejorar la imagen que la
ciudadanía de la República tenía sobre los Jedi; imagen que no hacía más que
verse devaluada cada vez que Jedi como Kyp metían las narices.
- No es sencillo. Podríais hacernos ganar una guerra sin hacer que ninguno
de nuestros soldados muriese y aún así seguirías siendo mal vistos. La gente
tiene un concepto muy retorcido en cuanto a los Jedi.
- Ayudamos a desmantelar Espíritu Rebelde -dijo Mara Jade Skywalker, la
esposa de Luke-. Eso tiene que haber valido para algo.
- La gente sólo recuerda el caza de Kyp lanzándose contra un Destructor con
rehenes. Niños rehenes, menores, no podríais conseguir peor publicidad ni
aunque lo intentaseis.
- Esto es absurdo -se quejó Mara-. Ayudamos a la galaxia, la liberamos de la
tiranía del Imperio y ahora nos hemos convertido en los malos de la
película.
- Derrocasteis un Imperio gobernado por una especie de Jedi.
- Los Sith no son nada parecido a...
- Lo sé, y cualquiera que se haya visto en medio de todo este... tremendo
tapiz galáctico lo sabe. Pero la gente de a pie no. Sólo ven gente que
manipula algo que no entiende y eso no les gusta.
- ¿Qué podemos hacer entonces? -preguntó Luke-.
- Hemos hecho algunas encuestas sobre qué es lo que principalmente no gusta
a la gente. Y... el 87% de los encuestados cree que los Jedi son un grupo
anárquico, sin un líder claramente definido y sin normas algunas de
actuación. Es decir, la gente cree que hacéis lo que queréis, y que aún por
encima no hay forma de pararos.
- Pero eso no es...
- ¿Verdad? Oh, sí que lo es. Quizás no sea la verdad, pero si la gente
piensa que es la verdad se convertirá en la verdad para los políticos y
actuarán en consecuencia. Resumiendo: la gente quiere orden, quiere saber
que operáis bajo algún tipo de liderazgo claro y definido y a ser posible lo
más democráticamente que se pueda.
- Quieren orden -repitió lentamente Luke-.
- Quieren un Consejo Jedi -dijo Mara-.
- El Consejo Jedi ha sido siempre una mala idea. La Fuerza es la que debe
guiarnos y no unos Maestros Jedi. No funcionó en el pasado y no funcionará
ahora.
La posición de Luke parecía tajante así que Konner decidió no insistir por
ahora.
- De acuerdo. Es sólo una posibilidad, hay otras...
HKYUUK
El reluciente transporte Jedi salió del hiperespacio después de un largo
viaje de 20 horas desde la Academia hasta llegar hasta la estación espacial
de entrenamiento de la Nueva República. La estación Hkyuuk se encontraba
orbitando alrededor del planeta del mismo nombre. En la estación las tropas
de la Nueva República recibían toda clase de lecciones de pilotaje, desde
los principios más básicos hasta las maniobras más peligrosas que sólo
estaban al alcance de unos pocos.
El planeta sobre el que orbitaba la estación había sido una vez una especie
de paraíso pero hacía una década un cataclismo lo acabó por hacer
inhabitable paro la mayor parte de las formas de vida. Gran parte de la
población murió antes de que pudiera ser rescatada. El resto decidió
instalarse en la propia estación espacial que tuvo que ser ampliada. El
resultado fue una curiosa combinación de una ciudad espacial normal con un
puesto de adiestramiento militar. Al principio, a la jefatura militar no le
hizo mucha gracia tener que compartir su espacio aún cuando se ampliase la
base pero pasados los años se había conseguido una espectacular simbiosis
entre la parte militar y la civil. Que los pilotos pudieran relajarse de la
férrea disciplina por las "calles" de la ciudad acabó por mejorar todas sus
puntuaciones y acabaron convirtiéndose en grandes peligros.
- Transporte Jedi-49, tiene permiso para aterrizar en la plataforma 2.
- Recibido control Hkyuuk, procedemos a la maniobra de atraque -respondió
Keyan Farlander, el piloto del transporte y el encargado de todo el
aprendizaje de los futuros Caballeros Jedi-. Despertaré a los chicos -dijo
mientras activaba el intercomunicador-. Sr. Pasajeros, les rogamos que vayan
despertando y que recuerden abrocharse las corres de seguridad pues vamos a
proceder a amarrar en la estación espacial Hkyuuk. Mi colega, el futuro
Maestro de Jedi Galen les comunicará su agenda para hoy.
- Gracias -dijo Galen sin poder reprimir una sonrisa. Las últimas semanas
habían sido duras por culpa de que Kyp hubiese decidido apartarle de su lado
y dejar su entrenamiento a medio terminar. Ahora era discípulo del Maestro
Skywalker pero en todo el tiempo que llevaba bajo su manto apenas si había
podido entrenar con él un par de veces. De seguir así jamás conseguiría
llegar a ser un Caballero Jedi-. A nuestra llegada a la estación el General
Kabahl nos ofrecerá una visita guiada a toda la estación que está previsto
que llegue hasta el medio día. Después de comer iremos al simulador donde
vuestras habilidades como piloto serán evaluadas y a partir de ahí se os
dividirá en varios grupos de trabajo.
Soonah comprobó por última vez su cronómetro. Se había infiltrado en la
estación Hkyuuk bajo la identidad de un joven técnico de limpieza. Su misión
era encargarse de un traidor, un rodiano que pretendía venderles a la
República. Volvió a mirar su cronómetro, faltaban sólo dos minutos para que
el transporte automatizado que venía de Coruscant trajera la última parte
del material que necesitaba. Para infiltrarse en la base había tenido que
desprenderse de su armamento, pero gracias a unos antiguos contactos éste le
era enviado por los transportes de materiales desde Coruscant. Como aquellos
transportes se dedicaban básicamente a llevar armamento a la zona militar,
sus propias armas no llamarían la atención en los escaners.
Abandonó su puesto y se dirigió hacia la zona de descarga. El transporte
estaba atracando en esos momentos. Todo el proceso estaba automatizado así
que cuando el atraque se hubiera completado las bodegas se abrirían y los
droides comenzarían a descargar el material. Dobló una esquina y encontró su
objetivo. Los droides esperaban pacientemente a que la maniobra de atraque
se completase. Se acercó al último de ellos y conectó su panel de datos al
cuadro de mandos del droide. Se introdujo en el núcleo de memoria del droide
y lo reprogramó para que, una vez dentro de la nave, le trajera su
cargamento especial. Cerró el cuadro de mandos y se dispuso a esperar a que
todo siguiera el curso normal de acontecimientos. Ahora sólo quedaba
encargarse de ese traidor y escapar lo más rápido posible hacia Coruscant,
donde su contacto lo llevaría de nuevo junto a su gente.
CORELLIA
Kalenda comprobó por trigesimocuarta vez su tarjeta de identidad. Todo
estaba perfecta. La habían expedido recientemente y el proceso de
envejecimiento prematuro había sido concienzudamente aplicado. Aquella
tarjeta parecía tener una década por lo menos. Repasó mentalmente el perfil
de su actual alias. Mujer blanca, de unos 28 años, propietaria de un pequeño
comercio en Ryloth, esperando pasar las primeras vacaciones de su vida en
Corellia. No había nada que debiera llamar la atención de quienes de las
personas equivocadas.
Pero Kalenda seguía estando preocupada. Todos, absolutamente todos los
agentes de la INR de Corellia había resultado muertos o desaparecidos. En
toda la, por otra parte reciente, historia de la INR no había un caso
semejante. Y Kalenda no creía que se hubieran dado casos semejantes en la
Antigua República. El hacer desaparecer a tan ingente cantidad de miembros
de la agencia, sin que ni siquiera uno de ellos o incluso uno de sus
contactos hubiera transmitido alguna información, por críptica o poco
contrastada que fuera, se antojaba casi imposible.
Una pequeña sacudida puso inmediatamente en guardia a Kalenda. Al ver que
nada pasaba y que nadie reaccionaba a la sacudida se tranquilizó y pensó que
el piloto debería de recibir alguna que otra clase sobre cómo salir del
hiperespacio con suavidad. Aunque no fuera una gran nave de pasajeros, de
esas que aparecen en las holopelículas, un piloto que producía semejante
sacudida al desacelerar del Hiperespacio estaba, cuanto menos, un poco
verde. Y entonces hubo otra sacudida. Las luces parpadearon unos segundos
antes de apagarse y ser sustituidas por las luces rojas de emergía.
Kalenda se agradeció profundamente el haber tenido la gran idea de ponerse
ropa cómoda pues lo que venía iba a ser muy movidito. Se encaminó en
dirección al puente de mando pues quería saber de primera mano qué es lo
estaba pasando. Pero antes de llegar se enteró de que las cosas estaban peor
de lo que pensaba.
Una de las paredes del transporte saltó literalmente en pedazos. Entre el
humo, decenas de soldados comenzaron a entrar en la nave. Kalenda les miró
fijamente. Vestían totalmente de negro e iban tapados con cascos que
impedían que les reconociesen. No eran piratas, estaban demasiado
organizados e uniformados como para serlo. Eran... otra cosa.
En medio de todo el caos Kalenda se percató de otra cosa. Aquellos soldados
sólo disparaban armas aturdidoras lo cual era un sinsentido. Aquel era un
transporte de pasajeros normal y corriente, no había ni joyas, ni fortunas
ni nada especialmente valioso o al menos lo suficientemente valioso para que
costeara todo el despliegue hecho para detener la nave y sacarla del
hiperespacio. Lo cual sólo dejaba una posibilidad: la buscaban a ella.
Estaba atrapada. Aunque pudiera esconderse durante un tiempo acabarían
encontrándola y después quién sabe quién sabe lo que harían con ella.
Necesitaba una distracción rápida, algo para ganar un tiempo prudencial que
la dejase pensar. No podía escapar en las cápsulas de salvamento puesto que
la nave de sus agresores la capturarían con facilidad antes de que pudiera
alejarse lo suficiente. Quizás podría coger a uno de ellos, matarlo, coger
sus ropas y suplantarlo, aunque se le antojaba difícil pues no sabía si en
principio aquellos hombres eran humanos o a qué facción pertenecían, podía
acabar en una situación más peligrosa aún. Tampoco es que tuviera muchas más
elecciones. O quizás sí.
Sacó de su bolsillo la pequeña insignia de la República que había recibido
de los hombres de Código Azul. Ésta era una buena ocasión para probar sus
recursos. Presionó el centro de la insignia.
- Aquí Kalenda. Si estáis escuchando esto chicos, me vendría bien algo de
ayuda.
Parecía que nadie acudía. Quizás no tenían tantos recursos como querían
hacer creer. Sea como fuere Kalenda tenía que moverse. Fue hacia la cabina
de mandos. Como había supuesto, en el momento en que se dieron cuenta de que
no podían librarse y de que estaban siendo abordados, la tripulación había
desaparecido. Kalenda no podía culparles, el suelo que recibían era mísero y
en los abordajes normalmente la tripulación era la primera en ser lanzada al
vacío. Así que, cuando llegó a la cabina de mandos ésta estaba desierta. Se
acercó a uno de los paneles de mando.
- ¿Necesitas ayuda?
Kalenda dio un respingo. Se suponía que estaba sola pero una de los pilotos
debía de haberse escondido.
- Yo...
- Has pedido ayuda.
- ¿Ayuda?
- Tu insignia.
- ¿Eres de Código Azul?
- Sí. Estaba intentando triangular tu posición pero hay muchas
interferencias.
- ¿Quiénes nos atacan?
- Ni idea. Pero han usado un crucero interdictor para sacarnos del
Hiperespacio y tienen un par de cruceros ahí fuera. Están organizados.
- Y van a por mí. ¿Cómo demonios sabían que iba a venir?
- No dispongo de esa información. Pero tengo el modo de sacarte de aquí.
- ¿Ah sí?
- Camuflamos un Ala-A en la bodega de carga por si pasaba algo como esto.
Tendremos que abrirnos paso entre los soldados.
- Para eso venía aquí -dijo Kalenda mientras manipulaba un panel de manos-.
Listo, perderemos la gravedad en 3, 2, 1.
La gravedad artificial de la nave se desconectó. Kalenda y su compañera se
elevaron y empezaron a flotar. Para que nadie pudiera reconectar la
gravedad artificial Kalenda sacó su bláster y disparó a todos los paneles de
mano del puente.
- Esto hará que ellos se muevan más lentos. Pero nosotras tampoco nos
podremos mover con comodidad.
- A unos metros de aquí hay un compartimiento con botas magnéticas. Las
usaremos y saldremos de este cascarón.
HKYUUK
Ben esquivó el ataque del último de los cazas. Hizo subir su Ala-X y ejecutó
un veloz giro para ponerse a la cola de caza TIE. Miró por última vez su
puntuación. Había derribado 15 cazas, lo que le ponía empatado con Ganner
Rhysode y cuatro por encima de Jaina. Y Ganner se estaba acercando a su
posición.
El caza TIE seguía ejecutando maniobras de evasión evitando todos los
disparos de Ben.
- Ese es mío, Skywalker.
- Ni en sueños.
Ben desconectó sus escudos y redirigió toda la potencia hacia los motores y
las armas consiguiendo acercarse más al caza. Puso toda su concentración en
la pantalla de objetivo. Corrigió el rumbo, cada vez el caza TIE se acercaba
más a su ángulo de disparo, ya estaba casi a tiro. Y entonces varios
disparos de Ganner lo alejaron. Ninguno impactó, pero la maniobra brusca del
caza TIE antes los disparos lo sacó totalmente de la trayectoria de Ben.
- ¿Pero qué haces?
- Te dije que ese caza era mío.
- Ahora verás.
Ben exprimió hasta la última gota de potencia de su caza pero Ganner seguía
al acecho. Y casi tenía el caza a tiro cuando varios disparos impactaron en
su casco y tuvo que desviarse. No podía creer que Ganner le hubiera
disparado.
- Te pones en mi camino Skywalker.
Ganner ya se había puesto a su altura. Enfadado Ben giró velozmente
abalanzándose sobre el caza de su compañero. Ganner lo esquivó a tiempo pero
ya todo se había salido de madre. Los dos se habían olvidado por completo
del caza TIE y se disponían a enzarzarse en una pelea. Y entonces el
simulador se desconectó automáticamente y se abrieron las carlingas. Keyan
Farlander, su instructor de vuelo les esperaba fuera bastante enfadado.
- ¡¿Pero qué demonios ha sido eso?!
- Nosotros sólo...
- ¡Déjalo! No quiero saberlo. En décadas de servicio jamás había visto nada
semejante. Los dos quedáis asignados al grupo D, con los principiantes. Así
a lo mejor aprendéis algo sobre el trabajo en equipo y el compañerismo.
Ahora marchaos.
Ben miró a Ganner que tenía una estúpida mirada de diversión en la cara. Ben
era el que tenía más que perder si era asignado al grupo de los
principiantes. Salió de la sala todavía enfadado, sabía que Ganner le tenía
manía pero que llegara a sabotearle una prueba, eso era algo que no acaba de
entender. ¿Qué demonios le había hecho él?
- Ben, ¡espérame!
- No estoy de humor Jaina.
- Espera -le cogió del hombro para pararle-. Ganner es un idiota...
- Dime algo que no sepa. El muy... tiene envidia de mis habilidades, no
puede soportar que sea más poderoso que él.
- No debiste dejar que te arrastrase a su juego.
- Lo sé. Es sólo que, a veces... me pone enfermo. Y no sólo él. Todos. Nos
tratan como si fuéramos un peligro en potencia.
- Sí. Lo sé. Siempre nos exigen más, nos ponen a prueba a cada momento
esperando a que fallemos.
- Estoy harto. No pienso vivir a la sombra de mi abuelo o mi padre.
- No podemos hacer mucho.
- Quizás tú no puedas, pero yo sí.
El General Kabahl entró en el centro de control de la estación. Había sido
sacado de la hora de inmersión diaria que todos los calamarianos necesitaban
así que no se encontraba de muy buen humor lo que reflejaba su piel con un
marrón más oscuro de los habitual.
- ¿Qué ocurre?
- Hemos recibido una señal de socorro. Un transporte de mercancías ha
sufrido una avería y está siendo succionado por un agujero negro.
- ¿Tripulación?
- 2000 personas.
- ¿2000? Es de los grandes. Movilice nuestras dos fragatas para que vayan a
socorrerlos inmediatamente.
- Sí, señor.
CONTINUARÁ
LA TASCA DE MOS EISLEY
Holadola
Antes que nada. Fé de erratas: en el número anterior, el último pasaje no
ocurre obviamente en la base mandaloriano si no en un sistema estelar
bastante lejano. Lo siento, ida de pinza :P
Y en cuanto a este número, es presentación de la penúltima saga de esta
etapa donde sólo dejaremos dos cabos sueltos que serán resueltos al final...
lo prometo :D
Empezamos con las cartas. La primera de T-Reilly sobre el número 31
En cuestion de narracion es el mas completo de los tres, dialogos y
narracion estan bien engarzados, se te hace facil de leer, con dialogos
fescos y adecuados.
Eh, mola lo de los diálogos. Siempre he creído que se me daban absolutamente
fatal.
Me encanta Star Wars asi que creo que no soy muy imparcial.
¿Y a quién no le encanta Star Wars? Bueno, a la gente sin gusto claro :p
No soy un esperto asi que lo unico malo que destaco del numero es que no
lei los anteriores y apenas entiendo algunas cosas.
Esperemos que los resúmenes y la guía de personajes acaben por orientarte
algo más. O que yo mismo me ponga a hacer un megaresúmen... mira, eso no
estaría mal hacerlo en el anual de este año fíjate.
Y llegó el turno de los habituales de la sección. Xumer hablando sobre
el 31.
Al sr Reilly (el mas antiguo, no Mr T) le ha dado por copiarle la idea a
Morrison y ha cambiado la cabecera de la serie cuando ya llevaba un porron
de números publicados... Seguro que ahora decidirá seguir el proceso,
siguiente paso "Asombroso Spiderman Y SUS ESPECTACULARES
AMIGOS".
Eh, se lo cambié en el número 26 ¿ahora te das cuenta? :P Y eso no fue idea
de Morrison, que lo de cambiar nombres a las series con muchos números ya se
hacía en tiempos de Stan Lee.
Hay una guía donde he aprendido cosas tan útiles como que los Wookies
también pueden ser Jedis y que todos los Mandaclorianos se parecen como
gotas de agua...
¿Por qué pensabas que los wookies no podían ser Jedi? Son criaturas de la
Fuerza. Y los mandalorianos, es intencionado, sólo se distinguen por los
colores de su casco que hacen referencia a cada uno de los tres clanes. Y
hay otro motivo claro, pero sería revelar ciertas cosas :P
Jacen Solo también es tentado por el lado oscuro... ¿Realmente hay algún
miembro de la progenie de Vader (para mí siempre será Vader, por mucho que
tu le llames Anakin) que no sea tentado por el lado oscuro? Parece que
llevan lo de corromperse en la sangre... Como esa otra
familia, los Guerra.
La tentación del Lado Oscuro es común a todos los seres de la galaxia Jedi o
no. Todos tienen la capacidad de caer en el Lado Oscuro y todos deben de ser
tentados (vamos, como la vida misma te da la oportunidad de ser un cabronazo
o no). Lo que pasa es que sólo nos centramos en la tentación de unos pocos,
que me gusta llevar muchos personajes pero toda una galaxia sería excesivo
:P Además están soñando, todo puede ser una especie de visión (como aquella
que tenía Luke en el Imperio Contraataca) o producto de sus ansiedades
(¿acaso no te daría pavor acabar convirtiéndote en tu malvado abuelo?) Y es
Anakin, Vader es su Lado Oscuro, Anakin es el bueno y el verdadero.
Dicho sea de paso podrías aclarar lo de los Sith. ¿Hay muchos Señores del
Sith? Hasta este momento pensaba que solo quedaba Darth Talia (recuperala,
recuperala)...
Siempre dos hay, un maestro y un aprendiz, ni más, ni menos.
¿Tenel Ka también? Menuda nueva generación de Jedis, si los jóvenes son
el futuro nos espera uno la ostia de puto...
Y ahora imagínate que la única posibilidad que le queda a la galaxia de
sobrevivir a lo que viene sea que el Lado Oscuro triunfe.
Buen número, sigues mejorando y liando aun mas las tramas. Quizá molaría
mas algo mas de concisión... A ver si me explico, un número centrado
únicamente en los Mandalorianos (Soonah) o Alias, lo digo mas que nada por
que como vas dando ligeras pinceladas a lo largo de muchos números, es
realmente fácil que el impacto del personaje se diluya. Con un número
dedicado solo al personaje sería mas fácil para el lector perfilarlo y luego
recordarlo...
No me suelen gustar los números que se centran en un personaje, siempre
acabo pensando en que se pierde sensación de unidad. Lo que pasa es que en
esta serie creo que a veces me paso, una cosa es manejar dos personajes o
dos, acciones que no 7 como en este número.
De todo el número me quedo con las cripticas palabras de Vader:"Algún
día abandonaré este plano"...
¡Pero si es lo menos críptico del número! :P
Y última carta, de José González sobre el mismo número.
Con la misión de Kalenda nos enteramos que la canciller(¿que apellido
usa?) va a renunciar a su cargo. Creo que no se había revelado
anteriormente.
Utiliza el Organa Solo. Y no es que renuncie, es que se le acaba la
legislatura y no puede volver a presentarse.
Siguen los sueños. En este caso los de Jacen Solo y Tenel Ka. Más
interesantes los del primero.
Y los resolveremos en esta saga nada más. Palabra de mini tropa de asalto.
El interludio en el planeta volcánico es intrigante.
Esto no lo resolveremos en esta saga, ni en la siguiente y la siguiente...
sí, es en esa :P
Pero lo superan los juegos armametísticos de los Mandalorianos.
En esta tampoco se resuelve y en la siguiente, sí!!
Me ha entretenido a medias. Los nuevos personajes aun no me han llegado
como los antiguos y eso juega en contra. Las diversas tramas en curso
tampoco ayudan. Quizas con menos de ellas al mismo tiempo y trabajando más
en las que se usen, mejoraria el todo.
Vale, vale, captado. Menos tramas. A partir de ahora sólo abriré una y
empezaré a cerrarlas. Y no te preocupes porque los nuevos personajes no te
acaben de llegar, sólo es su presentación. Cuando empiece la leña ya te
gustarán más.
Y nada más, comentarios, sugerencias, amenazas de muerte y esas cosas a la
dirección de siempre.
Que la Fuerza os acompañe
Ben_reilly@terra.es