Anteriormente en Star Wars Academia Jedi: Tenel Ka y Jacen Solo descubrieron un nuevo templo en la jungla de Yavin IV de donde se llevaron dos misteriosas piedras negras. Kyp Durron ha dejado de ser el Maestro de Galen que ha pasado a ser entrenado por Luke Skywalker. El cazador de recompensas mandaloriano Soonah terminó su misión y ha regresado a su casa, pero ha vuelto a ser llamado para una nueva misión. La miembro de la INR, Kalenda vuelve a Coruscant después de haber completado su misión y ha entrado a formar parte de la misteriosa organización llamada Código Azul. Leia ha prometido ayuda a Luke Skywalker para mejorar la imagen pública de los Jedi.

CORUSCANT

Kalenda entró con paso decidido en la sede la INR. Todavía le daba vueltas lo ocurrido hacía apenas una hora. Sin habérselo imaginado cuando acudió a una cita con un viejo amigo, Kalenda había entrado a formar parte de una sociedad secreta llamada Código Azul dedicada a mantener la paz en la galaxia. Todavía no había tenido tiempo de asimilarlo todo, ni siquiera de hacer un mínimo de comprobaciones, cuando la INR la había llamado. Recorrió todo el camino hacia el Centro de Control pensativa pero en cuanto entró despejó su mente para centrarse en su inmediato trabajo. Quien la recibió fue el jefe de la división, un alienígena de piel ocre y cuyo pelo eran varios tentáculos. Respondía al nombre de Myst.

- Teniente.

- ¿Qué ocurre?

- A la sala de reuniones. Ya.

Normalmente Myst no era un prodigio de educación; demasiados años moviéndose entre los bajos y altos fondos acaban por agriarle a uno el carácter. Corría el rumor de que, hace mucho tiempo, habían pillado a Myst sonriendo, pero nadie podía confirmarlo de primera mano. La sala de reuniones consistía en una mesa semicircular con varias sillas y monitores incorporados a la mesa.

- Tenemos un grave problema -dijo Myst al tiempo que presionaba un pequeño botón y al instante varias fichas personales aparecieron en las pantallas de la sala-. Estas son las fichas de varios de nuestros agentes en Corellia. Hace un año comenzamos a perder contacto con cada uno de ellos. El resto intentó investigar qué había pasado pero pronto también desaparecieron. Desde hace exactamente tres meses hemos lanzado quince incursiones secretas con el objetivo de establecer una nueva red de comunicación pero todas las misiones han fracasado y los agentes han desaparecido. Estamos a ciegas.

- ¿Y me queréis mandar ahí abajo?

- Ese es el plan. Estamos razonablemente seguros de que esta vez tenemos una incursión factible y segura.

- ¿Razonablemente seguros?

- Lo sé, a mí tampoco me gusta.

- Me importa bien poco lo que te parezca. ¡Queréis enviarme a una zona hostil sin saber a lo que me voy a enfrentar!

- No tenemos otra opción. La Tercera Flota va a empezar a construirse inmediatamente y no podemos permitirnos sabotajes o cualquier tipo de robo. Además acaban de comunicarlo oficialmente, la Canciller renunciará a su cargo en Corellia y toda la familia irá con ella.

- ¿No hay otro sitio más seguro?

- La Canciller es una mujer tozuda. Hemos intentado desviar sigilosamente su atención de Corellia pero parece decidida a ir.

- ¿Cuando salgo?

- Están preparando tu alias y tu equipo. En menos de un día estarás en la misión.

Kalenda asintió resignada y cogió un pequeño dossier con información.

YAVIN IV

El ruido de los tambores era insoportable. Aquellos alienígenas de piel roja no paraban de golpear con furia sus tambores de guerra. Eran altos, de más de dos metros y una notable chepa. Sus colmillos sobresalían de la mandíbula dándoles un aspecto feral agudizado por la baba que les caía.

Jacen los contemplaba escondido entre la maleza. Aquellos alienígenas eran los massassi, los antiguos habitantes de Yavin IV. Ahora bailaban hipnóticamente delante de uno de los gigantescos templos que habían construido. El joven Solo podía sentir la energía que emanaba del lugar, una energía maléfica, oscura. Se ponía enfermo, sentía fiebre y arcadas de sólo respirar aquel mismo aire contaminado por semejante oscuridad. Quería huir de aquel lugar pero el miedo y el horror le habían paralizado paralizado las piernas.

En medio de los massassi, una figura humana parecía estar regocijándose en todo el poder oscuro que de allí emanaba. Se estaba alimentado de aquella oscuridad. Aquel ser miró hacia Jacen. Sus ojos amarillos, cegados por el odio y el poder, se posaron sobre el joven aprendiz de Jedi. Jacen sintió miedo pero poco a poco ese miedo fue convirtiéndose en atracción. Podía sentir que el poder que emanaba de aquel ser no era si no todo lo que había deseado. Ese poder le podría dar la libertad que había deseado siempre, la libertad de poder tomar sus propias decisiones, la libertad de no convertirse en un Jedi.

- Ven a mi -dijo el que Jacen reconoció como Señor Oscuro del Sith-.

Jacen fue avanzando lentamente. Las piernas le pesaban. El Señor Oscuro sonreía seguro de su victoria. Entonces una figura fantasmagórica se interpuso entre Jacen y el Señor Oscuro,

- Alto -dijo la figura blanquiazul y miró hacia el Señor Oscuro-. Los sueños de este chico están bajo mi protección.

- Tú -dijo el Señor Oscuro-. Traidor.

- ¿Abuelo?

Jacen miró hacia el fantasma de Anakin Skywalker, éste le devolvió la mirada con una amplia sonrisa antes de volverse hacia el Señor Oscuro.

- ¿Cómo pudiste traicionarnos? Tenías todo el poder de los Sith en tus manos.

- Sólo hay una cosa de la que me sienta más orgulloso.

- ¿Qué esperas conseguir? Nunca podrás abandonar este plano.

- Algún día lo haré.

- ¿Estás seguro? La sangre de tus manos no es tan fácil de limpiar como crees.

- Ese es mi problema.

- Por supuesto. Pero mientras tanto, tu familia sufrirá por tus errores y él -dijo señalando a Jacen-. Él será mío.

- Yo lo protegeré.

- Puedes protegerle aquí, en su sueño. Pero hay otras formas de llegar hasta él. Recuérdame chico, ya has dado tu primer paso hacia el verdadero poder.

LOCALIZACIÓN DESCONOCIDA

Fuera la tormenta cobraba mayor fuerza. Los rayos se entremezclaban en el cielo y el retumbar de los truenos enmudecía la poca vida del planeta. Los volcanes del planeta inundaban de ceniza la atmósfera mientras la lava se esparcía por toda la superficie planetaria. La Catedral de la Oscuridad se erguía en medio del suelo volcánico desafiante a los elementos. Parecía estar hecha de sangre vertida hace siglos. Los muros se retorcían los unos sobre los otros y su altura parecía no tener fin. En su interior, en la sala de meditación, un joven flotaba a varios metros del suelo con las piernas cruzadas. A su alrededor había decenas de cristales levitando también.

La puerta de la sala se abrió y una madura mujer de pelo violeta entró. El joven descruzó las piernas y descendió al suelo para mirar a la visitante.

- ¿Lo has sentido? -preguntó la mujer-.

- Ha despertado. Después de tanto tiempo. Debemos ir en su búsqueda.

- Paciencia. No estamos preparados, todavía no.

- Existe la posibilidad de perderle para siempre. Su poder debe ser nuestro.

- La guerra se acerca, puedo sentirlo en el aire. No podemos permitirnos un desliz ahora.

- ¿Y si es destruido antes de que podamos hacernos con él?

- Si eso ocurre es que nunca fue digno de nuestra atención.

YAVIN IV

Se encontraba de rodillas frente a las tumbas de sus padres. Con su mano recorría el contorno de la piedra que dibujaba las figuras de los que habían sido, hasta su asesinato, gobernantes de Hapes. Ahora Tenel Ka les había sucedido y se había convertido en Reina. Desde aquel fatídico día todo había cambiado. Sus sueños, sus esperanzas de futuro, había tenido que abandonar todo en lo que había puesto su esfuerzo y a todos a los que consideraba amigos. Había tenido que ser fuerte. Su abuela, la antigua Reina de Hapes, siempre había intentado modelar a Tenel Ka a su imagen. Cuando su hijo murió, la antigua Reina utilizó todas sus artimañas y más para llevar a Tenel Ka por el camino que ella deseaba. Pero Tenel había sido fuerte, había conseguido separarse de su abuela e incluso había conseguido un marido que era todo lo que su abuela odiaba y más.

Se despidió sus padres como acostumbraba a hacer y salió del antiguo mausoleo. A la salida su marido le esperaba. Estaba sonriente, erguido y con su inigualable porte. Era un auténtico príncipe azul. Tenel Ka corrió a abrazarle y besarle. Mientras le abrazaba notó algo extraño en su espalda. Se separó por un instante y comprobó que, justo en la espalda de su marido, había unos extraños hilos. Los tocó extrañada y fue siguiéndolos poco a poco hasta su origen. Atravesó medio palacio hasta llegar al origen de los hilos: su abuela. La antigua Reina tiraba de los hilos, manejaba al que Tenel Ka había creído su verdadero marido.

Iba a decirle algo cuando escuchó los gritos de una multitud que la reclamaban. Dejó a su abuela allí y fue hacia el balcón más cercano. Abrió las dos puertas y salió al exterior donde había miles, millones de personas que gritaban su nombre. Era increíble oírlos, se sentía poderosa, excitada, un cúmulo de nuevas y viejas sensaciones que se entremezclaban en una correcta y extraña pauta.

- Tienen una gran fuerza, sus gritos me refiero.

Tenel Ka miró hacia el balcón. Justo encima se encontraba Jacen Solo que miraba fijamente a la multitud con un aire ensimismado.

- ¿Qué haces aquí? -preguntó-.

- Siempre he estado aquí -contestó Jacen sin apartar la vista de la multitud-.

Por primera vez Tenel se dio cuenta de un aire etéreo parecía envolver a Jacen que era más traslúcido de lo que acostumbraban a ser los series vivos.

- Son tantos -dijo Tenel Ka refiriéndose a la multitud que gritaba su nombre-. Puedo sentir su esencia en mi interior, como si fuera dueña y señora de sus vidas. Mis seguidores...

- ¿Tus seguidores? -dijo Jacen y por primera vez miró fijamente a Tenel Ka-. Tus víctimas.

Tenel Ka se fijó esta vez más en la multitud. Jacen tenía razón. Aquellas personas no gritaban su nombre para adorarla sino en busca de venganza. Eran esqueletos vivientes enmarañados en un lodazal de sangre y fuego que avanzaban sin para hacia su reluciente palacio. Miró hacia Jacen pero éste también se había convertido en un esqueleto que se abalanzaba hacia ella. Bajó su mano hacia la empuñadura de su sable láser y lo activó. No sabía qué estaba pasando pero sentir el cómodo peso de su sable láser la tranquilizó, al menos hasta que descubrió que el propio sable láser estaba hecho del hueso de un cadáver y lo tiró gritando. Intentó correr hacia el interior del palacio pero los cadáveres ya lo habían tomado.

- No puedes escapar -dijo el maltrecho cadáver de su abuela, la Reina Madre de Hapes-. Pagarás por lo que nos hiciste.

Estaba acorralada, asustada. Los cadáveres estaban escalando las paredes del palacio. Un relámpago iluminó el cielo y empezó a llover sangre. Los primeros cadáveres se abalanzaban sobre ella, mordiéndola. Su ropa comenzaba a rasgarse desvelando unos harapos manchados de sudor y barro. Angustiada, desesperada, temerosa, levantó las manos.

- ¡¡¡No!!!

De sus manos salieron varios relámpagos de pura energía consiguiendo un poco de espacio. Tenía qué pensar, todo aquello era muy raro. Un cadáver la cogió por la espalda, no podía librarse de él y entonces despertó.

BASE MANDALORIANA - JASTER, SOONAH y su MAESTRO GOZNIAK

Sus órdenes habían sido claras. Tenía una nueva misión, debía recoger todo su armamento y equipaje útil y embarcarse en el carguero asignado. Pero todo aquello era demasiado raro. Normalmente no iba a ver a su líder, Jaster Mereel para que le asignase su misión. Tampoco era habitual que Gozniak le acompañase y menos que le insistiese en la necesidad de comprobar si su estado físico era el adecuado para realizar una misión de alto peligro. A todo eso se le unía el hecho de llevar exactamente 3 días viajando. Soonah había podido contar más de treinta entradas y salidas del hiperespacio. Se dirigiesen hacia donde se dirigiesen una cosa estaba clara, no querían compañía de ningún tipo.

Acabó de realizar sus ejercicios y se secó el escaso sudor con una toalla. La puerta de su habitación se abrió y Gozniak le esperaba. No se dirigieron nada en el camino hacia el puente de mando.

- Bienvenido -dijo Jaster que estaba sentado en el sillón de manda y mirando las estrellas-. Supongo que te habrás preguntado qué haces aquí.

- Algo se me ha pasado por la cabeza.

- Tú eres unos de los pocos a los que hemos asignado cierto tipo de misiones, todas ellas orientadas hacia un fin concreto.

- Mi última misión.

- La información que recuperaste para nosotros ha sido la última pieza de un rompecabezas de más de una década. Hemos estado manteniendo esta operación en secreto durante años, sobre todo por su... "complejidad" Ahora estamos casi listos pero tenemos un problema.

- Alguien quiere traicionarnos -dijo Gozniak-. Es un agente doble que quiere entregarse a la República a cambio de inmunidad. Lo tenemos localizado en una estación espacial de la República -Gozniak suspiró-. Quiere jugárnosla y sabe demasiado de nuestros objetivos. No podemos permitirnos ese problema ahora mismo.

- Haré que desaparezca -dijo Soonah-.

- Asegúrate de que no tenga nada contra nosotros -le ordenó Jaster-. Eres un buen chico Soonah, ya eres hábil cuando pilotabas para mí. Lamento no poder contarte todos los detalles pero cumple esta misión y no tendrás que volver a preocuparte del futuro. Ahora vete, una nave te espera con las coordenadas para tu destino.

Soonah dio medio vuelta y se fue. Gozniak se quedó y fue Jaster el primero que rompió el tenso silencio que se había formado.

- ¿Seguro que está listo?

- Lo he entrenado yo mismo durante años. Es mi mejor hombre. Puede hacerlo.

- Eso espero. No quiero perder 20 años de mi vida por un error de novato.

- Lo hará bien.

Jaster no contestó. Una señal rojo en el tablero de manos llamó su atención. Lo pulsó, era el intercomunicador.

- La nave de Soonah ha entrado en el hiperespacio.

- ¿Está el misil Nova listo? -preguntó Jaster-.

- Armado y preparado.

- Dispara.

Jaster activó la telemetría y un panel holográfico mostró la trayectoria del misil. Gozniak se sentó en el sillón de pilotaje e hizo que el carguero diera media vuelta. Activó la velocidad hiperespacial para realizar un microsalto.

- Estamos a distancia de seguro -informó Gozniak-.

- Veamos si todo este esfuerzo ha valido la pena.

Ambos contuvieron el aliento. Cerca del sol del sistema, el misil explotó. La explosión cegó todos los sensores de la nave. Los escudos que protegían la nave de las distintas radiaciones comenzaron a fluctuar al mismo tiempo que el caso chirriaba. Eso era lo que ocurría en el carguero, a un sistema de distancia de la explosión. En el centro del sistema el sol se había colapsado y había explotado. La onda expansiva iba destruyendo planeta por planeta como si de simples cristales se tratase. Hoy había habido suerte, aquel sistema no contenía ni un ápice de vida inteligente. Mañana todo podía ser diferente. Jaster no había visto nada más bello en su vida.

- La República está condenada.

LA TASCA DE MOS EISLEY

Holadola

Otro numerito, este ha costado lo suyo terminarlo sin razón aparente la verdad. Pero bueno vayamos ya con las cartas de este mes.

Empezamos con una carta de José González sobre el número 29

¡Que portada! ¡Y hay que ver lo que a triunfado la lambada!

Hasta en los rincones más inhóspitos de la galaxia han bailado la lambada alguna vez. Y por no ponernos a hablar de la macarena, que si no....

Joder con Kyp abriendo fuego a tope. Menos mal que luego se aclara que son disparos precisos para averiar e inutilizar.

El chaval, que tiene la sutileza de Jabba después de haberse tomado una buena fabada.

Muy buena la forma en que Galen engaña al guardia con una ilusión. Por un momento, pensé que iba a usar el típico truco Jedi para convencer a su adversario.

Es que Galen ha sido entrenado por Kyp y le gusta lucirse :P De todas formas siempre es bueno hacer cosas nuevas, para no aburrir al personal.

Se me ha hecho un poco largo este enfrentamiento con Espíritu Rebelde. Tal ves por eso me ha parecido de menor calidad a lo que nos tiene acostumbrado el clon.

No, si a mi también se me ha hecho largo. Debe ser eso de tener planeado todo un número pero que al final acaben siendo 4.

Vamos ahora con una carta del peculir Mr. Multiplexor, jefe o co-jefe de la linea Terrortopia que prometo empezarme a leer pero ya.

La pericia y capacidad del Clon para ir acumulando a personajes, tramas y subtramas parece infinita. Tiene una enorme ventaja que consiste en que realmente da la impresión de estar dentro de un enorme universo con miles de ramificaciones, pero se producen dos desventajas: una es que a veces te sientes abrumado por la cantidad de personajes que debes recordar y otra es que sientes que algunos de ellos estan siendo desaprovechados.

Sí, la verdad es que lo de las tramas se está convirtiendo en algo increíblemente complejo. Hasta yo me olvido de las tramas que tengo que resolver pero bueno, es parte de la gracia de la serie :D

La primera desventaja se ve parcialmente resuelta al añadir la guia de personajes (un link al comienzo de cada capitulo no estaría de mas) y la segunda a veces es compensada con creces cuando esperas pacientemente. Personalmente era de los que creía que Han Solo estaba medio arrinconado ante la popularidad de su esposa y me agrada comprobar que no es que estuviera ejerciendo de marido calzonazos sino que dedicaba su tiempo a montar una red de espionaje a nivel galactico.

He añadido un link al principio del número si eso era a lo que te referías. En cuanto a Han es cuestión de temática, me he centrado desde el principio en la Orden Jedi y ahí no mete mucha zizaña. De todas formas algún día conseguiré tiempo para sacar una miniserie sobre Han, aunque lo que más me apetece es escribir algo sobre las Guerras Clon.

A proposito, no acabo de entender el cambio de nombre a la serie...

Es para diferenciar épocas. La primera se llama Star Wars Imperio porque narraba las peripecias de la Guerra Civil Galáctica, ésta es Academia Jedi porque se centra en el período es que los hijos Skywalker y Solo empiezan su camino como Jedi y la siguiente será... bueno, el nombre ya desvela algo así que mejor me callaré :D

Castigo: Escribir sin consultar ninguna web y de memoría toda la genealogía de la familia Skywalker. Padres, hijos y espiritus santos.

Lo pondré en la web

Y por último otra carta de José González comentando el número 30

Es de agradecer la información sobre los mandalorianos.

Había que hacerlo, al menos así sabréis por qué hacen lo que hacen y cómo es que siguen vivos.

Curiosos los sueños profécticos de Jaina Solo y Ben Skywalker. Los de la primera son más de su madre que suyos. O quizás es que espera seguir los pasos de Leia. O de Han.

O de ninguno de ellos pero se ve empujada a hacerlo.

Y hablando de Solo, eso del Código Azul que se ha montado con los amigotes, ¿le convierte en la Sombra de la Republica ;)? (¿Descubrirá alguien la referencia?)

¿Sombra de la República? ¿Tiene algo que ver con Babylon 5? :P

Y nada más, comentarios, sugerencias, amenazas de muerte y esas cosas a la dirección de siempre.

Que la Fuerza os acompañe

Ben_reilly@terra.es