20 años después de la batalla de Yavin1
CÚMULO DE KOORNACHT
FRONTERA ESPACIO YEVETHANO
Los imponentes Destructores imperial surcaban el espacio cerca de la
frontera del Imperio Yevethano. Los yevethanos habían sido una de las miles
de razas no humanas oprimidas por el Imperio en sus años dorados. Sin
embargo había algo que los diferenciaba del resto. Los pocos informes que
poseía la Antigua República sobre ellos se referían a una gran capacidad
tecnológica, con gigantescos astilleros e increíbles fábricas. Aquello bastó
para que el Emperador Palpatine se fijara en ellos. No se sabe muy bien
cuándo, algunos historiadores hablan de un período anterior a las Guerras
Clon mientras que otros hablan del período de asentamiento del Imperio
Galáctico, pero las fuerzas de Palpatine consiguieron hacerse con el control
de todo el espacio yevethano, el llamado Cúmulo de Koornacht.
Con los grandes astilleros en manos del Imperio, el Cúmulo de Koornacht se
convirtió en una de las grandes fábricas de guerra del Imperio. Sus
astilleros construían Destructores, Acorazados, cazas TIE o lo que hiciera
falta en la mitad de tiempo. Su valor era incalculable. Si algo empañaba los
beneficios del Cúmulo eran sus habitantes. Aunque durante el día hacían su
trabajo sin problemas, llegada la noche los yevethanos se transformaban y
ofrecían una fuerte resistencia a las tropas imperiales. De seis dedos,
garras retráctiles debajo de la muñeca y aspecto esquelético, los yevethanos
aterrorizaban a las tropas imperiales por las noches. El Imperio sacrificaba
muchos hombres en pacificar Koornacht. Por eso, cuando la Rebelión empezó a
ganar terreno al Imperio y éste comenzó a necesitar todos los hombres
disponibles, los yevethanos vieron su oportunidad y lograron su
independencia tres años después de la batalla de Endor.
Habiendo aprendido la dura lección de le esclavitud, los yevethanos se
aislaron del resto de la galaxia durante un lustro, construyendo una de las
más potentes maquinarias bélicas de la galaxia. Sus grandes astilleros
surcaban el espacio entre los casi 20.000 mundos que formaban el Cúmulo.
Crearon androides de combate con los antiguos pues aún a sabiendas de que
éstos carecían de la habilidad y la inventiva de los seres vivos, pronto
comprendieron que para enfrentarse a ejércitos salidos de tubos de ensayo
era más importante la cantidad.
Con su basto ejército ya construido, el Imperio Yevethano volvió a abrirse
al resto de la galaxia. Su primer objetivo fue averiguar el potencial de la
recientemente formada Nueva República que en aquellos instantes luchaba
contra las últimas fuerzas Imperiales. Con el Tratado de paz entre República
e Imperio los yevethanos vieron una nueva amenaza a su soberanía. Las dos
grandes potencias podrían unirse para acabar con su soberanía. Buscaron
crear un pacto con la Alianza Hutt pero los obesos señores del crimen
parecían más interesados en sus propios asuntos que en mezclarse con el
resto de la galaxia a un nivel militar. Para complicar más las cosas, tanto
Imperio como República estaban al cargo de varios de los 72 mundos
independientes del Cúmulo de Koornacht.
La chispa explotó del lado imperial cuando el Remanente del Imperio
estableció una base militar en uno de los planetas del Cúmulo. Ante ese acto
los yevethanos reclamaron los mundos restantes del Cúmulo y se expandieron a
todos exceptuando los tres mundos del Remanente imperial y los 11 de la
Nueva República. Aquello provocó una crisis y una guerra entre el Remanente
y el Imperio Yevethano en la que la Nueva República medio y al final
consiguió que, tanto sus mundos como los mundos del Remanente estuvieran
libres de presencia militar contentando así a los yevethanos.
Sin embargo esos mismos mundos seguían siendo los puntos calientes de la
galaxia. Los Yevethanos habían intentado hacerse con ellos aunque con formas
más sutiles que enviar una flota de guerra.
La última tentativa se había desarrollado desde hacía casi un año. Cerca de
la frontera con el Remanente imperial, los yevethanos habían congregado una
flota de guerra con la excusa de llevar ayuda humanitaria a un pequeño
planeta que había sufrido un cataclismo a pequeña escala. La INR2 había
investigado el lugar y todavía no había llegado a una conclusión más allá de
la de que los yevethanos tenían una gran flota en la frontera. Sin embargo,
para el Maestro Jedi Kyp Durron aquello significaba algo más. Kyp había sido
uno de los primeros estudiantes Jedi de la Academia Jedi. Los años le habían
hecho crecer en sabiduría y habilidad y ahora era uno de los recursos más
valiosos de la Academia. Él y su padawan, Galen Daweri, se habían
introducido en uno de los convoyes de carga que abastecían la flota.
Hablaban en susurros inaudibles excepto para aquellos dotados en la Fuerza.
- Maestro, creo que esto no ha sido buena idea. El Maestro Skywalker y la
República nos advirtieron de no hacer más incursiones como.
- La República nos agradecerá nuestra colaboración cuando le traigamos la
información que saquemos aquí. Pueden que oficialmente no aprueben nuestros
métodos pero son eficaces y ayudan a mantener la paz en esta galaxia.
Sintieron una pequeña sacudida. El contenedor donde estaban afinados estaba
siendo transportado. Kyp se concentró y comenzó a distinguir todos los
sonidos que había alrededor. Los androides de combate no se reflejaban en la
Fuerza así que los Jedi habían tenido que esforzarse en mejorar sus otros
sentidos para compensar esa pérdida. El sonido de la respiración y el
corazón de Galen era estridente pese a estar totalmente relajado como
correspondía a un aprendiz de su nivel. Kyp ignoró esos sonidos. Escuchó el
crujir de metal de los androides de combate, estaban siendo escoltados por
seis androides.
Mantuvieron el silencio hasta que sintieron posarse el contenedor. Los
androides seguían a su lado. Kyp cogió su sable láser y contó con los dedos
hasta tres. La tapa del contenedor saltó por los aires y los dos Jedi
salieron de su escondite. Los androides yevethanos les identificaron
rápidamente como una amenaza y empezaron a dispararles.
- Iré al ordenador central -dijo Kyp al tiempo que decapitaba a un
androide-. Tú busca un modo de salir de aquí.
- Me encanta cuando planificas todo una operación al detalle
- No discutas y haz lo que te digo.
- Sí, Maestro.
Galen movió un contenedor con la Fuerza y aplastó al resto de androides que
custodiaban la sala. Alumno y Maestro se dividieron. La alarma de la nave
sonó, se había dado la alerta y los androides comenzaban a abarrotar la nave
espacial donde Galen se encontraba. Cogió con fuerza la empuñadura de su
sable láser y se dispuso a atacar a los androides. Ya casi era un Caballero
Jedi, había estado junto a Kyp los últimos seis años y había aprendido todo
lo necesario. Pese a ello, Kyp seguía diciéndole que no tenía la actitud
necesaria para ser considerado un Caballero Jedi.
La actitud. Normalmente era en la actitud donde Kyp y Galen diferían. Con
los años, Kyp se había convertido en un Caballero Jedi más pro-activo y
había inspirado esa actitud a muchos otros. Galen no creía que los Jedi
tuvieran que actuar de esa forma. Infiltrarse en una nave yevethana e
informar sobre sus acciones ilegales podía funcionar a corto plazo pero a
largo plazo sería una causa más para que Imperio Yevethano declarase la
guerra a la Nueva República.
Se agachó justo a tiempo de esquivar un rayo láser y saltó hacia el grupo de
androides de combate que tenía enfrente. La ventaja numérica que tenían los
androides se convertía en desventaja cuando Galen estaba justo enfrente de
ellos o le rodeaban. Mientras él tenía un arma de corto alcance ellos sólo
disponían de sus rifles desintegradores y mientras su arma podía desviar sus
disparos los desintegradores no hacían lo mismo con el sable láser.
Despachó a un par de androides más y entró rodando en el hangar de la nave.
Miró todas las naves que allí había intentando descubrir cuál sería la más
adecuada para escapar. Los cazas de combate eran tentadores pero al estar
acomodados para androides no contaban con el soporte vital necesario para
los humanos. Había varios cargueros pero se decidió por una pequeña
lanzadera de antiguo diseño imperial.
Todavía quedaba otro problema para resolver. Las puertas del hangar estaban
totalmente selladas. Localizó el control, estaba en la parte superior junto
a las plataformas de mantenimiento donde se arreglaban los cazas. Flexionó
las piernas y dio un gran salto aterrizando en medio de una de las
plataformas. Los androides todavía tardarían un poco en llegar. Se acercó a
la sala de control y la abrió gracias a su sable láser. Un androide de
control le esperaba, era poco menos que un cilindro con brazos que
controlaba todo el lugar. Un suave movimiento de su sable láser y no quedó
nada reconocible del androide.
- Veamos si pudo encargarme de esto -tecleó varias órdenes pero no hubo
respuesta-. Vaya, esto va a ser difícil -intentó un par de trucos que había
aprendido en Coruscant pero el ordenador seguía bloqueándole el acceso-.
Tendré que ponerme serio -ésta vez clavó su sable láser en la consola. Hubo
un cortocircuito y las puertas comenzaron a abrirse-. Nunca falla. Ahora
sólo falta esperar por Kyp.
YAVIN 4
ACADEMIA JEDI
Jaina Solo esquivó en el último momento el gigantesco árbol y aceleró a
fondo. Su moto-jet estaba paralela a la de su compañera de estudios Tenel
Ka. Estaban realizando un ejercicio en la Academia Jedi, el centro donde
todo aquel que aspirase a ser un Caballero Jedi debía de pasar un año.
Transcurrido ese año, el alumno era asignado a un Maestro que lo educaría
hasta que creyera oportuno. Jaina llevaba ya un par de meses en la Academia
junto a su hermano gemelo y a su primo.
El objetivo de usar las moto-jet era acrecentar el grado de conexión con la
Fuerza. Inconscientemente cualquier persona utilizaba la Fuerza en momentos
de gran tensión. Algunas personas lo confundían con la suerte, pero la
verdad es que lo único que hacían era seguir su instinto aumentado por su
conexión con la Fuerza. Llevar la moto-jet por el bosque mejoraba sus
reflejos y reacciones.
Normalmente sus moto-jet llevaban un pequeño generador de escudos que entre
otras cosas les reducían la velocidad pero Jaina había encontrado el modo de
desactivarlo. Tendrían que tener más cuidado pues un choque ahora resultaría
mortal pero Jaina y sus amigos eran consumados pilotos. Ahora mismo estaba
punto de llegar a la meta, sólo tenía que dar la vuelta al río y llegar al
paso que habían construido y ya podría ver la meta.
Entonces escuchó un grito, no de dolor sino de pura excitación y diversión.
Levantó la vista, el sol la molestaba hasta que una sombra lo cruzó. Jaina
vio a su primo, Ben Skywalker, literalmente volando con su moto-jet y
adelantándolas.
- ¡Os espero en la línea de meta! -gritó-.
Jaina y Tenel Ka se miraron y las dos aceleraron a fondo. A Jaina le
impresionaba su joven amiga. Tenían la misma edad pero Tenel Ka era ya toda
una guerrera. Su legado era impresionante, era hija de una de las brujas de
Dathomir, Teneniel Djo, y del Príncipe Isolder de Hapes. Su vida había
pasado a medio camino entre la opulencia de los 72 reinos hapanianos y la
dureza de las tierras de Dathomir. Aquella combinación había convertido a
Tenel Ka era una luchadora formidable.
- ¿Qué hace? -preguntó la heredera hapaniana dirigiendo su mirada hacia
Ben-. Se ha pasado del límite.
Jaina miró a su primo. El bosque había sido marcado para orientar la carrera
y Ben había salido justo en el sitio donde se suponía que tenían que
desviarse para evitar el río.
- No. no estará pensando en...
- ¿En saltar? Tu primo siempre ha estado loco.
Las dos amigas se miraron y sonrieron. No iban a permitir que Ben se saliera
con la suya tan fácilmente. Jaina esquivó una rama baja y aceleró a fondo.
Ya tenía a Ben justo delante. Entonces se encontraron con el barranco. Jaina
no pudo evitar sentir un punto de miedo pero lo desechó rápidamente, tener
miedo no la ayudaría en nada. Dio todo la potencia que le quedaba a su
moto-jet y levantó el morro. No pudo reprimir un grito de júbilo en el
momento en que saltó. Siguió avanzando durante varios metros y luego la
gravedad hizo su trabajo. Comenzó a descender a gran velocidad y transfirió
todo la energía a los motores. Su velocidad empezó a disminuir pero aún iba
demasiado rápido. A escasos metros del agua del río transfirió la mitad de
la energía los repulsores que permitían a la moto-jet mantenerse elevada en
el aire. La transferencia masiva de energía hizo que la caída se parase
justo a tiempo y Jaina pudiera seguir su camino.
En cuanto estuvo estabilizada echó una mirada. Ben había conseguido al igual
que ella dominar la mato pero Tenel Ka la había calado y ahora estaba
totalmente empapada pero bien. La carrera iba a ser un mano a mano entre
ella y Ben.
Los dos jóvenes Jedi se internaron de nuevo en el bosque y volvieron al
trazado normal. Ya podían ver la línea de meta desde su posición, estaban
codo con codo. Entonces se les cruzó de frente una moto. Jaina se desvió a
la izquierda, tuvo que frenar en seco y se lanzó de la moto para no chocar
contra un árbol. Ben pro su parte se fue hacia la derecha con tan mala
suerte de que su moto chocó contra una piedra y lanzó a Ben por los aires.
- ¿Pero estás loco? Podías habernos matado.
El piloto cruzó la línea de meta donde esperaban varios Maestros Jedi. Una
vez ganada la carrera se acercó hacia Jaina. Ésta pudo ver a simple vista
que su moto-jet había sido modificada a tenor de las soldaduras y remaches
que no estaban en las demás motos. El piloto se quistó el casco. Jaina lo
reconoció enseguida; era Ganner Rhysode, un muchacho de color y amplios
pectorales que llevaba amargándoles la vida a Jaina y a sus amigos desde que
habían empezado en la Academia.
- Si no sabes pilotar no deberías meterte en esto -dijo Ganner-.
Ganner le ofreció la mano a Jaina para ayudarla a levantarse pero ésta la
rechazó de un manotazo. Los demás estudiantes comenzaron a llegar. La joven
Solo vio a su primo levantarse de entre la maleza y sacudir la cabeza.
- Parece que os gusta trastear con las moto-jet, ¿eh? -dijo una voz
tremendamente familiar-.
A Jaina le vino su moto a la cabeza. Se dio la vuelta y vio que cuando había
saltado la moto se había estrellado contra un árbol partiéndose en dos. Pero
eso no era lo peor, lo peor era que su tío, Luke Skywalker, la estaba
mirando fijamente con cara de desaprobación y quizás con un poco de
diversión.
- Yo... bueno. ya sabes tío Lu. Maestro Skywalker que. la mecánica.
velocidad -sabía que estaba balbuceando y sabía que su tío no la
interrumpiría hasta que parase o hasta que le diera la risa-. Lo arreglaré.
- Eso está bien. Y tú -dijo señalando a su hijo-. ¿Te lanzaste por un
barranco?
- Eh no había peligro, ya lo había hecho otras veces -dijo seguro de sí
mismo-.
- ¿Ah sí? ¿Y cuándo fue eso exactamente?
La cara de Ben reflejó perfectamente el tierra trágame que cruzaba su mente.
- No quiero que lo volváis a hacer. Si a alguno de vosotros os paso algo
Leia me hará senador o algo peor -dijo con una sonrisa en la boca-. Por
cierto, ¿habéis visto a Jacen?
Como si la preguntaba hubiera llegado a oídos del muchacho, Jacen Solo
apareció encima de su moto-jet, entrando lentamente en última posición.
Jaina se llevó las manos a la cabeza, Jacen no había querido entrar en la
Academia Jedi pero sus padres le habían obligado tanto por el potencial que
tenía como por las posibilidades que tenía de caer en el Lado Oscuro. Como
respuesta Jacen había estado pasando de las clases, esforzándose al mínimo.
- Seguro que ha hecho lo que ha podido -dijo Jaina defendiendo a su hermano
por mucho que su actitud le pareciera infantil e idiota-. Nunca le ha
gustado mucho la velocidad.
- Si sigue así le pondré de compañero de habitación a Raynar.
- No pensaba que pudieras ser tan cruel -dijo Jaina con los ojos muy
abiertos-.
Raynar Thurl era el hijo de uno de los más importantes comerciantes de Nuevo
Alderaan. En cuanto Jacen y Jaina llegaron a la Academia, y sabiendo que en
cuanto su madre fuera coronada Reina de Nueva Alderaan ellos pasarían a ser
príncipes, Raynar se les había pegado como una lapa. El chico era un creído,
llevaba ropas llamativas que como solía decir su tío Luke dañaban los ojos
de cualquier ser vivo.
- El Halcón Milenario ha entrado en órbita Maestro Skywalker.
Quien había hablado era Keyan Farlander. Keyan había sido pilota de la
Alianza cuando era joven y había sido el piloto del único Ala-Y que
sobrevivió al ataque. Luke había detectado años más tarde la presencia de la
Fuerza en el piloto pero éste prefirió no ser un Caballero Jedi y seguir
siendo piloto. Cuando se jubiló, Luke le ofreció un puesto en su Academia
como Adiestrador de vuelo para enseñar a los estudiantes cómo pilotar un
caza.
- De acuerdo. Espero que traiga noticias de Coruscant. Id a prepararos, no
queremos dar una mala impresión a vuestro padre.
El Halcón Milenario cruzó las pocas nubes que había en el cielo e inició su
aproximación final a la Academia Jedi. Ni Jaina ni Jacen habían visto a su
padre desde que había llegado a la Academia. Miró a su hermano y notó que
estaba nervioso. La última vez que se vieron habían estado discutiendo y la
cosa no había acabado muy bien, no sabía cómo recibiría a su padre. Jaina
esperaba no tener que hacer de árbitro porque aunque no apoyaba la decisión
de Jacen, en el fondo sabía que su hermano tenía el derecho de decidir su
propio destino.
El antiguo carguero YT-1300 se posó en la pista de descenso del templo
massassi que servía de sede a la Academia Jedi. Poco se sabía de la
desaparecida raza de los massassi, de toda su cultura sólo habían quedado
los inmensos templos sobre los cuales ningún historiador había logrado
deducir su utilidad pues los massassi no parecían adorar a ningún tipo de
dios.
La rampa de la antigua nave se desplegó. Una niña y un niño pequeños, de
ocho años cada uno, fueron los primeros en descender corriendo.
- ¡Anakin, Anna! -dijo Jaina mientras se acercaba junto con Jacen y Ben
hacia los dos pequeños-.
Jacen y Jaina abrazaron al pequeño Anakin Solo mientras que Ben cogió a su
hermana Anna y la subió rápidamente al caballito.
- ¿Cómo van las cosas por Coruscant pequeña chispa? -preguntó Ben-.
- Aburridas -se quejó la pequeña-. Desde que te fuiste mamá no me deja coger
el aerodeslizador. Sólo puedo quedarme en casa y estudiar. ¡Pero el tío Han
nos ha dejado pilotar el Halcón a mi y a Anakin al salir del hiperespacio! Y
yo lo he hecho mucho mejor y además.
- Vale, vale -dijo Ben no queriendo que su hermana hiciera como siempre y
empezara a hablar y a hablar sin parar-. Ya me lo contarás luego. Eh,
Anakin, has crecido mucho desde la última vez que te vi.
- Sí.
El joven Anakin Solo era un niño bastante tímido, sobre todo comparado con
el resto de la familia. Mientras que a sus años Jacen, Jaina y Ben ponían en
apuros tanto a sus padres como al servicio de seguridad de Coruscant, Anakin
no parecía tener interés alguno en causar problemas. Era bastante cerrado en
si mismo.
De la pasarela bajó Chewbacca que abrazó a los jóvenes Jedi. Los había
cuidado desde su nacimiento y les había ayudado en alguna que otra trastada
contra Han Solo. Su vínculo de sangre con Han se había extendido al resto de
la familia.
El siguiente en bajar fue el propio capitán de la nave, el antiguo general
Han Solo. Todos se quedaron un poco tensos sin saber cómo iba a reaccionar
cuando se encontrase con Jacen. Fue Luke quién rompió la tensión haciendo
una perfecta reverencia a Han.
- Bienvenido alteza.
Han gruñó. Desde que el Consejo de Alderaan había decidido reinstaurar la
monarquía en Nuevo Alderaan Han había tenido que sufrir constantes bromas
por parte de Luke sobre aquél hecho. Lo peor era que Han no podía
devolvérselas puesto que la situación de Luke respecto de la monarquía
alderaaniana no era muy clara. En un principio debería estar excluido pues
aunque era el hermano de Leia nunca había sido adoptado por Bail Organa, el
último monarca de Alderaan pero en el caso de que Leia y sus descendientes
directos no pudiesen llegar al trono no había una línea de sucesión clara.
- Muy gracioso -contestó Han-. Espera a que sea rey y pueda decidir a quién
nombrar senador.
- No soy ciudadano de Alderaan.
- Siempre podemos adscribir Yavin 4 a Nuevo Alderaan.
- Vale, ya dejo las bromas.
Los dos amigos se abrazaron. Han se acercó a sus hijos para darles otro
afectuoso abrazo pero Jacen lo rechazó y volvió al templo.
- Todavía sigue enfadado, ¿eh?
- Se le pasará.
- No le culpo por odiarme. ¿Estás seguro de que es la mejor opción?
- Jacen y Jaina fueron entrenados desde pequeños para que en caso de otro
secuestro pudiesen avisarnos o al menos causarles problemas a sus captores.
No saben gran cosa pero dejar el entrenamiento a medias es peligroso, lo sé
por experiencia. Tendrá que esperar a convertirse en un Caballero Jedi, sé
que no es justo pero no podemos dejarle ir y arriesgarnos a que caiga en el
Lado Oscuro.
- Lo sé, lo sé. Pero sigue sin gustarme. Debería poder hacer lo que quiera,
sólo tiene catorce años.
- Dejémoslo estar así. Pronto se dará cuenta de que su actitud no le lleva
nada -los dos viejos amigos comenzaron a caminar de vuelta al templo-.
¿Traes noticias de Coruscant?
- Veamos. Leia quiere matar a Fey´lya, Fey´lya quiere matar a Leia, los
corellianos quieren matarlos a ambos, el gabinete de Leia quiere matarme a
mí y el tráfico es un infierno. Lo de siempre.
- ¿Y con respecto a Kyp?
- Ah. A Kyp quiere matarle todo el cuerpo diplomático, o al menos que les
pague las horas extras que están haciendo para evitar una guerra con el
Imperio Yevethano.
- Su información era correcta. Los yevethanos estaban violando.
- Cuéntaselo a Leia cuando llame esta tarde.
- ¿Leia va a llamar?
- Sí.
Luke tragó saliva.
- ¿Cómo de enfadada estaba?
- Veamos. yo estoy aquí y no dándome la gran vida en Coruscant. ¿Tú que
crees?
- Genial. Y Kyp no llegará hasta la noche. Galen y él tuvieron que cambiar
de nave por el camino así que tendré que cargar con las culpas yo sólo.
HIPERESPACIO
Soonah se recostó contra el casco de la nave de transporte, jadeando y
totalmente exhausto. Se sacó su casco mandaloriano y lo lanzó. Buscó por su
armadura algún signo de herida pero sólo había algunas rascaduras poco
serias. Había sido una misión peligrosa pero todo el entrenamiento que había
recibo de los mandalorianos, el mejor grupo de mercenarios de la galaxia,
había servido para algo. Conectó su comunicador.
- Base Mandalore, aquí Soonah ¿me recibís?
- Aquí Base Mandalore. ¿Recogiste el paquete?
- Sí, pero me encontré con algunos de nuestros antiguos amigos Hutt. No han
mejorado su puntería.
- El paquete estará intacto, ¿verdad?
- Afirmativo. Voy al punto de reunión, llegaré a las cero horas.
- Entendido Soonah. Un grupo irá a recogerte.
Cortó la comunicación y sostuvo en sus manos el pequeño disco de datos. Sólo
les faltaba una pieza para terminar el trabajo que habían empezado hace
trece años.
1.- Para quienes no lo sepan, la batalla de Yavin es la batalla final del Episodio IV. Este número continúa desde el final de Star Wars Anual 2004
2.- Inteligencia de la Nueva República
LA TASCA DE MOS EISLEY
Holadola
Antes de nada una puntualización, el anual que se sacó el mes pasado tenía
un pequeño error; la última historia no transcurría 24 años después de la
batalla de Yavin, sino 20. Un pequeño fallo de tecleo :D
Bien, dicho esto empezamos nueva saga. Esta será más corta que la anterior
(al menos eso esperamos todos) y estará más centrada en las actividades de
la Academia Jedi que en los protagonistas de las pelis. Espero que os guste.
Tenemos dos cartas pendientes comentando el número 25. La primera es del
desaparecido Xum, veamos que nos dice:
Genial. Me encanta esta serie, acción, mogollon de personajes,
situaciones y trama a tutiplen... Coño, puede que parezca tu fan número uno,
pero es que creo que te superas número a número
¡¡Tengo un fan número uno!! . ¡¡Tengo un fan!! :D Pues si crees que la serie
ya tenía mucha acción, muchos personajes, muchas situaciones y mucha trama
prepárate porque esta nueva etapa tiene más acción, más personajes, más
situaciones y más trama. si no nos liamos todos puede quedar algo chulo.
Si quisiera rebuscar un fallo diría que apenas has desarrollado a los
estudiantes Jedi (intuyo que lo harás en la siguiente saga) pero la verdad
es que es un fallo totalmente insignificante dado el nivel de ideas que
desarrollas paralelamente
Sí, pero es que me quedé sin espacio para tanta cosa. Los únicos que os
tenían que acabar sonando en vuestra cabeza eran Kyp y Gantoris. Y bueno,
viendo el título de esta nueva etapa "Academia Jedi" supongo que te
imaginarás que los Jedi van a tener un papel bastante interesante.
Finalmente se logra la paz, pero en lugar de provocarnos la sensación de
una pelicula que se acaba, ocurre todo lo contrario al verse como los
peligros son mas tangibles y elaborados que anteriormente. Darth Talia es un
enemigo con un potencial formidable, me impresiona que un personaje de nueva
creación pueda llegar a jugar un papel tan importante en el universo de Star
Wars (y que halla llegado hasta ese punto de una forma tan natural). Luke,
Leia y los demás personajes principales también juegan siempre algún papel o
tienen algo que decir en la historia.
Uh., ya verás lo que ha hecho Darte Talia en estos trece años, no ha tenido
tiempo para aburrirse.
Quizá me gustaría mas que desarrollases a Han Solo, Lando o Chewie... Una
pequeña aventura por separado les haría justicia
Esta vez tienen una trama en la que son personajes principales. Bueno Lando
no, pero es que Lando está ocupado intentando hacerse rico con algún negocio
no legal del todo :P
Me gusta el nuevo jefe de las fuerzas imperiales y el planteamiento de
persona honrada que sigue ¿es creación tuya o ya existía previamente?
Es creación mía. Quería un imperial medianamente simpático. También tendrá
una trama para él solito.
Bueno, como puedes deducir del entusiasmo que me has provocado obtienes
por esta maravilla de número dos xumifantes. Tengo ganas de ver hacía donde
desarrollas la serie próximamente...
Gracias. La serie seguirá por el mismo camino, aunque. bueno, ya lo verás :D
Y nuestra última carta es de José González, escritor de Escuadrón Supremo y
Doc Extraño y que ya es un habitual por este correo.
Este numero me a parecido más flojo de lo habitual. Si, se ha resuelto la
guerra en curso pero a sido todomás diplomático que otra cosa. La batalla se
resolvióen el numero anterior. Este 25 es un epílogo que creo que debió
incluirse en el 24 de forma resumida
Bueno, la idea de esta saga era tener la última media hora de película, que
consta de 25 minutos de acción y 5 de relax para cerrarlo todo. Como quería
cerrar casi todas las tramas de una forma satisfactoria y dejar otras
abiertas prefería hacerlo con espacio para explayarme. Y bueno, la forma
diplomática de cerrar la guerra es lo habitual en estos conflictos, no
puedes arrasar al enemigo así por los buenas y menos cuando te enfrentas ya
no a nivel país contra país sino a miles de planetas contra miles de
planetas.
Sin embargo, es muy interesante que Talia quede como maestra Sith. Una
mujer en el que simepre hemos visto a un varón.
No lo digas muy alto por ahí pero. las mujeres cuando quieren ser malas, son
peores que los hombres. y Darte Talia quiere ser muy mala.
Tambien queda pendiente el asunto de los hutt y el de Corellia, este
último me intriga sobremanera
Los Hutt aparecerán, aunque poco, veremos cómo ha evolucionado su situación
y alguna que otra cosilla. De Corellia. bueno, mi editor no me deja hablar
:P
Y nada más, comentarios, sugerencias, amenazas de muerte y esas cosas a la
dirección de siempre.
Ben_reilly@terra.es