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Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana...



Star Wars

STAR WARS #24
El fin de la Guerra Civil Galáctica IV
Guión y portada: Ben Reilly
Guía de Personajes

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BASE IMPERIAL - REGIONES DESCONOCIDAS

Corran y Kyle habían logrado infiltrarse en la base del generador de escudo imperial. Habían creado una pequeña distracción para entrar y luego se habían valido de toda su experiencia trabajando tras las líneas enemigas para poder pasar desapercibidos. Ahora estaban agachados y pegados a la pared, dos soldados de asalto custodiaban el turboascensor que les daría acceso al generador.

- Tú te ocupas del de la derecha y yo del de la izquierda -dijo Kyle que ya estaba preparando su sable láser. Estaban lo suficientemente cerca como para dejar las sutilezas a un lado-.

- Espera. Quiero intentar una cosa.

Corran se levantó e invocó la Fuerza. Puede que no pudiera acceder a la telekinesis que los demás Jedi tenían pero a cambio era mucho más hábil controlando las mentes de las personas. Se introdujo en las mentes de los soldados de asalto. Eran dos clones pero su mente no se diferenciaba mucho de los verdaderos soldados de asalto; todo era cuadriculado, todo eran órdenes, planos y estrategias que habían sido meticulosamente introducidos en la mente del soldado, casi como una especie de lavado de cerebro.

El antiguo piloto se acercó a los soldados. Éstos no hicieron nada, estaban totalmente paralizados.

- Buen truco -reconoció Kyle-. Muy útil. ¿Recordarán algo de lo que pase?

- No, claro que no.

- Genial -Kyle escupió en el casco al soldado de la derecha-.

- Eso ha estado de más

- Eres un aguafiestas.

Los dos entraron en el turboascensor. Cuando se cerró la puerta Corran cortó la parálisis de los dos soldados. El soldado de la derecha notó que tenía algo en el visor. Se lo quitó con el guante y miró hacia el techo, tenía que haber una gotera por algún sitio. La doble puerta del turboascensor se abrió llegando al propio generador. No había nadie en la habitación.

- ¿Qué poco vigilado no? -dijo Corran-.

En ese instante de la pared salieron pequeños cañones láser. Al mismo tiempo, unas diminutas compuertas se abrieron dejando escapar un peligroso gas.

- Tú y tu gran bocaza corelliana.

- ¿Quién es ahora el aguafiestas?

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Las tropas de la República seguían esperando justo a la entrada de la ciudad imperial. Vigilaban cualquier movimiento extraño de sus enemigos y de vez en cuando disparaban al escudo simplemente para recordarle al Imperio que estaban ahí. Han estaba de pie en su centro de control móvil intentando coordinar, junto con Cray Mingla, el transporte de todos los heridos hacia el pequeño hospital que habían montado en la retaguardia. También coordinaba la vigilancia sobre los prisioneros imperiales.

No le gustaba nada estar ahí. Siempre había odiado el mando, no por la responsabilidad que suponía el tener que tomar todas las decisiones sino por el hecho de ser él quién ordenaba ir a los soldados a la muerte. Se sentía responsable de todas las muertes en su bando. También se sentía responsable de las muertes del otro bando, todos ellos (exceptuando a los clones) tendrían a alguien que lloraría su pérdida. A veces se contentaba diciendo que su deber y responsabilidad era llevar a sus chicos de vuelta sanos y salvos y que ello justificaba en cierta forma todo lo que le hacía al bando rival. Eso no impedía que al acabar una batalla siempre pensaba en que si hubiera actuado de otra forma habría salvado más gente de su banda y del bando contrario.

Entre esos pensamientos su comunicador pitó. La voz de Corran fue como un sonido liberar para Han.

- Me han dicho que tiene un ejército preparado para invadir una ciudad, general -bromeó Corran-. Seguro que le encantará este sonido -al fondo Han pudo oír el estruendo de una poderosa explosión-. Estamos en camino, Kyle dice que le dejes algún soldado de asalto para él solito

- No prometo nada -cortó la comunicación y cambió la frecuencia para llamar a todas sus tropas-. El escudo ha caído chicos, vamos a patear algunos culos imperiales.

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Mara creía haber cometido un grave error. Su incursión para deshacerse del líder imperial había resultado un fracaso total. No sólo había perdido a Darth Talia si no que, gracias a la traición de ésta, Gantoris y Kyp estaban solos enfrentándose con Darth Aveng. Y ahora ella tenía que vérselas con una Sith. Había estado luchando durante un buen rato ya y había mantenido el tipo. Pese a su embarazo, había podido integrarse perfectamente en la Academia Jedi y con su anterior conocimiento de la Fuerza había avanzado a pasos agigantados, superando al resto de los alumnos de tal manera que Luke tuvo que apartarla e impartir algunas lecciones extras para que Mara no se sintiera frustrada e intentase ir por caminos propios nada recomendados. Gracias a todo eso, ahora estaba preparada para enfrentarse en igualdad de condiciones a la Señora Oscura del Sith y de pronto las posibilidades aumentaron. Mara vio a su marido entrar en el mismo pasillo en el que ella estaba, rodeado de soldados de asalto a los que abatía con sus dos sables láser.

- ¡Mara!

- ¡Luke! Arriba, Kyp y Gantoris con Darth Aveng -dijo a la vez que esquivaba por los pelos una acometida de Darth Tallia-.

- ¿Puedes manejarte tú sola?

Mara no respondió y volvió a concentrarse en el combate. Luke sonrió y entró en el turboascensor seguido por varios soldados de asalto. Lucharon durante un buen rato entre saltos, caídas y veloces ataques y contraataques. La lucha les fue haciendo descender nivel a nivel del palacio. Podían escuchar perfectamente las explosiones que se producían fuera, cada vez estaban más cerca. Entonces, en uno de los pequeños descansos que las dos se daban, varios soldados de la República comandados por Han las rodearon.

- Esta es mi pelea, Solo -dijo Mara-.

- No te preocupes Jedi, puedo con todos vosotrossaghhh -Tallia gritó de dolor e hincó la rodilla en el suelo a causa del dolor que la recorría por dentro. Ante sus propios ojos, Han y Mara pudieron ver cómo Tallia comenzaba a derretirse hasta quedar convertida en una especie sopa grasienta-.

- Eaj -dijo Han-.

- Cojo tu Eaj y lo subo a Bleaj -suspiró-. ¿Qué demonios ha pasado?

- No lo sé. ¿Dónde está Luke?

- Arriba con el Sith.

- ¿Qué? Vamos a ayudarle.

- No, Luke puede encargarse de esto. Nosotros tenemos que encontrar al general imperial y ordenarle rendir sus tropas.

- Está bien -dijo sin estar demasiado convencido-.

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CORUSCANT

Leia detenía como podía los ataques de Darth Tallia. Tenía que deshacerse rápidamente de la Sith para poder alcanzar el puesto de mando y avisar a las tropas de la República que abrieran fuego contra las naves imperiales que planeaban precipitarse contra el planeta. Pero la cosa no era tan sencilla. Aquella Sith, aunque sólo fuera un clon de la original, contaba con un gran entrenamiento, tanto físico como a nivel mental. Leia por su parte nunca había tenido tiempo para dedicarse a su entrenamiento. Durante los últimos años, toda la tarea de construir la Nueva República la había ido apartando cada vez más y más. No es que hubiera deseado comenzar el camino de los Jedi, sólo lo hizo porque su hermano había insistido, al fin y al cabo si él moría, Leia sería la última esperanza de reavivar la llama de la Orden Jedi.

Su falta de entrenamiento la ponían en clara desventaja. El último año había estado practicando por sí misma; utilizaba las sesiones de adiestramiento para distanciarse del trabajo, para dejar salir su frustración. Fue el principio de su caída. Recurrir a la Fuerza como desahogo, dejar que todo el mal se filtrara a través de ella la había conducido inexorablemente al Lado Oscuro. Se preguntaba si su padre, su padre biológico no el verdadero, habría caído de igual forma. Leia había tenido mucha suerte. Si hubiera matado a Fey´lya como planeaba habría estado más allá de la redención, nunca se lo habría perdonado a sí misma. Curiosamente la Sith a la que se enfrentaba la había salvado, no con buenas intenciones claro está, pero el hecho era que de no haber sido por su intervención Fey´lya estaría muerto. La había salvado del Lado Oscuro, sin embargo Leia volvía a estar en la esa peligrosa línea.

Ahora mismo sabía que iba a perder el combate. Puede que ahora estuviera defendiéndose bien pero no había logrado atacar ni una sola vez y estaba cansándose mientras que su rival parecía totalmente fresca. Necesitaba más poder y sabía que el Lado Oscuro se lo traería de inmediato. También sabía que si aceptaba ese poder luego le sería más y más difícil renunciar a él. Pero... ¿no valía la pena sacrificar su alma para salvar las vidas de los millones de personas que vivían en Coruscant? ¿Acaso no había hecho lo mismo incontables veces en el pasado sólo que en vez de su alma era su vida? Deseó por un instante que su hermano estuviera ahí para resolver sus dudas. Entonces recordó la conversación que ella y Luke habían tenido poco antes de que Leia entrara en el Senado para declarar la guerra con los Hutt.

Luke le había contado lo que había hecho durante los meses que había estado desparecido. El joven Caballero Jedi sabía que su capacidad, su conocimiento sobre la Fuerza era muy completo, incluso superiores frente a los de Darth Talia. Aún así había perdido en su primer enfrentamiento. La razón habían sido las propias dudas del Caballero Jedi. Luke creía no ser tan bueno como los antiguos Jedi, creía no estar a la altura de la misión de reconstruir la Orden. Leia le había convencido de que había algo más en su interior y Luke lo reconoció: su madre. A Leia la historia familiar no le afectaba mucho, probablemente porque había crecido en un entorno familiar de cariño y porque desde muy joven se había dedicado en cuerpo y alma a la tarea de destruir el Imperio y reconstruir la Antigua República. Esa misión la había apartado de todas esas dudas sobre sus verdaderos padres. Pero Luke había tenido una infancia más normal. Si bien es cierto que sus tíos le querían también lo era el hecho de que le ocultaban hechos sobre el pasado de sus padres. Al principio Luke no le había dado importancia pero después de haber descubierto la verdad sobre su padre todo cambió. Es como si su madre representara la última posibilidad de inocencia de Luke; al fin y al cabo ser el hijo de uno de los seres más malvados de la galaxia no era algo fácil de sobrellevar.

Aquellas dudas eran las que habían mermado el potencial de Luke para la Fuerza. Las dudas interrumpían su conexión con la Fuerza dejándole al nivel de un simple aprendiz. Según había entendido Leia, los Jedi de pleno derecho estaban en perpetuo contacto con la Fuerza a diferencia de los simples aprendices que tenían que invocarla. Leia nunca había creído que pudiera llegar a tal maestría, en parte porque no le interesaba y en parte porque le daba miedo. Sabía que su hermano a veces se sentía guiado por la Fuerza, casi como controlado por ella y eso a Leia no le gustaba. No le gustaba porque era una mujer de carácter, fuerte y decidida y porque siempre se había revelado contra quien intentara controlarla, ya fueran sus tías de Alderaan intentando convertirla en toda una "señorita", o el mismísimo Emperador intentando refrenar sus tendencias libertarias. Si dejaba que la Fuerza la gobernase ¿perdería su libertad de elección?

Suspiró. Volvía a estar en las mismas. Estaba atrapada entre sus dudas. Pensó en sus gemelos, tenía que salvarlos y para ello tenía que tomar una elección, la elección correcta. Si sucumbía al Lado Oscuro les salvaría en aquel momento pero no sabía qué clase de cosas les podría hacer en el futuro. Su padre les había torturado a ella y a su hermano. ¿Qué iba a hacer?

"Confía en tu instinto" oyó decir a una voz de ultratumba

"Vader"

Distraerse en un momento así del combate podría ser fatal pero en aquel momento Darth Tallia parecía haberse tomado un pequeño descanso y estaba hablando sobre el Lado Oscuro pero Leia no la escuchaba en absoluto.

"La Fuerza no te controla Leia, sólo te muestra el camino. Seguirlo o no depende de ti, en ellos resiste la grandeza de la Fuerza. Yo, como muchas otras cosas, no lo comprendí hasta el final"

"¿Por qué habría de confiar en lo que dices?"

"No puedo pedirte que confíes en mi, te he hecho demasiado daño y tienes todo el derecho a odiarme. Pero recuerda, el odio sólo lleva al Lado Oscuro"

La voz de su padre se disipó justo en el momento en que Tallia reemprendía su feroz ataque. Leia al fin tomó su decisión. Liberó su mente y confió en que las palabras de su padre fueran ciertas, al fin y al cabo el odiarle la había conducido a ese camino. Quizás su padre fue una vez el monstruo llamado Darth Vader pero también había sido Anakin Skywalker. Por primera vez Leia pudo ver más allá de la máscara de Vader y vio a su padre y a su madre correr por los verdes prados de un planeta alienígena; pudo sentir el amor que se profesaban el uno al otro y gracias a ese amor tan puro y tan intenso supo que su padre la quería. Esa verdad se abrió camino en su corazón despejando sus dudas, la Fuerza no la controlaría porque no estaba en su naturaleza el hacerlo. La Fuerza, como muchas otras cosas, no era ni buena ni mala, era el ser vivo quien decidía qué cara de la moneda escoger. Leia escogió la luz.

Al abrirse a la Fuerza Leia sintió un mundo nuevo de sensaciones, eran todo tan distinto, tan brillante y oscuro a la vez. Pero no tenía tiempo para aquello. Se concentró en su adversaria, antes le había parecido que se movía como el rayo. Ahora parecía moverse increíblemente despacio, como si sus pies estuvieran pegados al suelo o algo parecido. Leia no se lo pensó dos veces, desvió la estocado que iba directamente hacia su plexo solar y contraatacó con un mandoble que seccionó la mano de una sorprendida Tallia que calló al suelo retorciéndose de dolor. Leia notó que el dolor de la Sith no era sólo por su mano perdida. Ante sus ojos el clon de Tallia comenzó a deshacerse de una forma bastante desagradable. Leia no perdió el tiempo, reactivó las comunicaciones.

- Aquí la Primera Ministro Organa Solo, disparad a cualquier nave imperial que se acerque al planeta.

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BASE IMPERIAL - REGIONES DESCONOCIDAS

Darth Talia, la original, se movía entre la sombras del palacio imperial. Por lo que podía ver por los ventanales, las tropas de la República ya habían conseguido entrar y estaban acercándose cada vez más al palacio. No comprendía cómo su Maestro había cometido un semejante error de cálculo. Su plan había sido atraer a la Quinta Flota hasta la base imperial para dejar así menos protegido Coruscant. Talia suponía que el haber robado y entregado los planos de la base había decantado la balanza a favor de la República. Y eso no le gustaba

El propio plan de Talia era vengarse de su Maestro, y destruir sus planes de conquista galáctica era una buena forma de hacerlo. Pero Talia no sólo quería la venganza, quería controlar toda la galaxia y para eso necesitaba la flota imperial, flota que estaba siendo masacrada. Su plan original había consistido en guiar a los Jedi a un enfrentamiento contra Aveng; confiaba en que pudieran si no matarlo al menos sí dejarlo herido para que Talia pudiera rematarlo. La aparición de las Talias clónicas había supuesto un problema. Ahora eran ya demasiados adversarios.

Sin embargo Talia contaba con algo que al principio no había previsto. Repasando los planos del palacio imperial había encontrado una cosa curiosa. En el nivel 130 había un hueco, un espacio en donde no había nada y era un espacio lo suficientemente grande como para albergar una habitación. Talia supo enseguida lo que era.

Llegó al nivel 130. Los soldados que normalmente vigilarían el nivel estaban concentrados en las puertas del palacio intentando evitar que la República ganara una batalla que ya estuvo decidido desde el momento que las tropas republicanas habían entrado en la ciudad. Avanzó hasta llegar a la pared contigua a aquel misterioso espacio. No tenía tiempo para andarse con remilgos así que activó su sable láser y creó una pequeña puerta. Como imaginaba, aquello era una sala de clonación, la sala donde la había clonado.

Ignoró a las réplicas de sí misma que se estaban gestando y fue directamente al ordenador principal. Ahí encontró lo que buscaba. De lo que había aprendido de la historia de los Sith es que éstos siempre habían sido desconfiados y más después de que durante la última guerra Sith se hubiera establecido la regla de sólo un maestro y un aprendiz. Los Sith habían acabado traicionándose los unos a los otros en busca del poder absoluto, eso obligó a restringir su número. Si Darth Aveng quería un ejército de clones Sith, tenía que tener a su vez un sistema para poder asegurarse su control y eso era lo que Talia había encontrado: un sistema de destrucción. Lo activó sin ningún miramiento, ahora todos sus clones deberían estar derritiéndose. Tenía vía libre para matar a su Maestro

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Luke saltó hacia el encuentro del Lord Sith. En el aire intentó golpearle con el sable de la derecha mientras se defendía con el sable izquierdo. Nunca había peleado contra alguien que blandiera un sable de doble hoja. Los sables sencillos eran muy difíciles de controlar, alguien que utilizara uno de doble hoja tendría que ser un auténtico maestro con una habilidad extraordinaria.

El choque de sables resonó por la sala. Los dos cayeron al suelo. Luke lanzó un barrido con su sable y Aveng lo esquivó dando un salto con una voltereta aprovechando para intentar atacar a Luke quien se movió rápidamente para interceptar el ataque son su segundo sable. El Jedi se levantó y volvió a lanzarse al ataque encadenando varios golpes laterales seguidos sin encontrar nada más que la hoja del Sith. Luke entonces intentó dar una estocada directa al estómago de Aveng pero éste asió con fuerza su sable y con un veloz giro lograr desviar el golpe de Luke y aprovechar la inercia para repetir el mismo golpe de su adversario. Luke saltó una décima de segundo antes. Aveng le siguió en el salto. Era un salto de quince metros

Luke descargó un feroz golpe intentando frenar el salto de Aveng pero éste detuvo el golpe como si nada y comenzó una serie de veloces ataques que Luke apenas si pudo detener. Cuando llegó al cenit de su salto, Luke dio una voltereta alejándose de Aveng. Cayó con gracia rodando hacia el lugar donde Aveng iba a aterrizar y justo un par de metros antes saltó hacia él extendiendo los brazos. El Sith no tenía escapatoria ninguna pues no podía esquivar el golpe y su sable le imposibilitaba detener los dos golpes laterales que Luke iba a realizar. Sin embargo Aveng no se rindió. Aprovechando la confianza de Luke utilizó la Fuerza para lanzar su sable láser. Luke tuvo que defenderse con toda su fuerza pero aún así estuvo a punto de ser atravesado por el sable y perdió los suyos. Intentó recogerlos con la Fuerza pero Aveng le bloqueaba al igual que él hacía con el sable del Lord Sith. Volvió a centrar su atención hacia Aveng pero fue un segundo demasiado lento para esquivar el puñetazo que éste le dio. Luke se tambaleó y Aveng aprovechó al momento para golpearle con furia en el estómago. Luego le dio un codazo en toda la cara y una patada en todo el plexo solar.

- Esto es lo que pasa cuando te metes con un Lord Sith -Aveng cogió la cabeza de Luke y la golpeó contra su rodilla ante lo cual el Jedi cayó al suelo. Aveng lo levantó en el aire y, ayudado con el poder del Lado Oscuro, lanzó a Luke contra la pared de enfrente.

Pero el Maestro Jedi no se dio por vencido y en el último instante consiguió agarrar al Sith y ponerlo delante de tal modo que fue quien impactó contra la pared quedando momentáneamente aturdido. Luke se levantó dolorido por los golpes, entonces una sensación de peligro le sobrevino. Confió en su instinto y se agachó esquivando una plancha de metal que se clavó en la pared. Su rival no había perdido el tiempo.

- ¿Es todo lo que sabes hacer? -preguntó Darth Aveng-.

- Todavía me reservo algunos trucos.

Darth Aveng rió.

- Los Jedi y vuestros trucos. ¿Cuándo os daréis cuenta de que eso no os sirve de nada? Habéis estado en la galaxia miles de años al lado de vuestra patética Antigua República y de qué os ha servido. Guardianes de la paz -se mofó-. Si hubierais aceptado el verdadero poder de la Fuerza nada de esto habría ocurrido... cuántas guerras podríais haber evitado. Esta galaxia -dijo señalando el mural de piedra que había encima de su trono y que representaba la galaxia- sería un lugar mejor si la gente como nosotros tomara el mando.

- Sólo podemos aconsejar. No tenemos derecho a decidir lo que otros han de hacer.

- Sí lo tenéis. Sois mejores, podéis manipular la Fuerza. Ellos no entienden eso, se burlan de ello, no respetan nuestra mayor grandeza. Y todo por vuestra culpa. ¿En qué habéis convertido esta galaxia?

- En un lugar interesante para vivir.

- ¿Interesante? ¿Calificas esta inmundicia como interesante?

- Sí. Una galaxia que cuando estaba ahogada en la tiranía se rebeló contra un rival que le superaban en número. Creo que lo están haciendo bien.

- Entonces eres más estúpido de lo que pensaba.

Luke suspiró

- Tu ejército está perdido. Ríndete ahora. No tiene por qué morir nadie.

- Al contrario. Quien muera aquí traerá la perdición para su bando.

Automáticamente los dos liberaron los sables láser y los atrajeron a dos respectivas manos.

- Esto es un error.

- Los Jedi sois los errores.

Con un grito de furia Darth Aveng se lanzó al ataque. Sus acometidas eran violentas y rápidas. Desplegaba el poder del Lado Oscuro en toda su maldad. Luke podía sentir su odio hacia la República, hacia los Jedi. Darth Aveng era la expresión del propio Lado Oscuro pero por algún motivo Luke no quería acabar con él. Si pudiera traerlo de vuelta como hizo con su padre, el Lado de la Luz ganaría un poderosísimo aliado.

Luke contraatacó. Esquivó uno de las hojas de Aveng y movió la suya en un arco descendente para volver a encontrarse con la otra hoja de Aveng. Entonces Luke le propinó una patada a Aveng en la rodilla haciendo que éste tuviera que hincar la rodilla en el suelo. Luke preparó su golpe definitivo pero no contó con que Aveng se volviera loco de furia en ese instante. Aveng saltó hacia Luke como un animal herido, gritando y desplegando toda su fiereza. Luke no había visto nunca nada igual. Intentó detener las acometidas de su rival pero pronto se encontró retrocediendo hacia la pared.

Uno de los feroces ataques de Aveng hizo que perdiera el equilibrio lo que éste aprovechó para propinarle una patada y hacer que cayera al suelo. Cuando intentó incorporarse se encontró con los pies de Aveng apoyados en sus manos y con su sable láser peligrosamente cerca de su garganta.

- Has perdido -dijo Aveng-. No tienes la capacidad para enfrentarte al Lado Oscuro.

- Esto no tiene por qué acabar así.

- Cuando te mate iré a esa Academia Jedi tuya y convertiré a todos tus alumnos en esclavos del Lado Oscuro.

- Aún puedo perdonarte la vida.

- ¿Perdonármela tú? No creo que entiendas bien tu situación.

- Eres tú el que no la entiende.

Como si tuviera una revelación Aveng dio la espalda. Ante él se encontraba el sable láser de Kyp, flotando. Tuvo que girarse y mover su sable rápidamente antes de que Luke activara la hoja. Lo consiguió pero había tenido que liberar a Luke en el proceso. Se volvió a mirar al joven Caballero Jedi quien ya se había levantado. Luke descargó toda su fuerza en un golpe ascendente. Aveng intentó detenerlo pero fue demasiado lento. La hoja blancoazulada impactó justo en el centro del sable láser de doble hoja. Aveng se había quedado sin defensa posible y Luke lo aprovechó. Movió velozmente su otro sable láser y atravesó el estómago de Darth Aveng quien todavía no se creía lo que había pasado.

- No puede ser

Entonces se produjo una gran explosión

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La puerta de la sala voló en pedazos. Los soldados de la República entraron corriendo y dispararon a cualquier cosa que tuviera un arma en la mano. Detrás de ellos entraron Mara Jade y Han Solo. Estaban en un búnker imperial que había servido de base de operaciones. Habían llegado hasta el corazón mismo del mando imperial y delante tenían al Moff Shirdon, artífice de la fuerte defensa imperial.

- Hagámoslo fácil -dijo Han y automáticamente Mara puso la hoja del sable láser en la garganta del oficial imperial-. ¿Te rindes, verdad?

- Asqueroso rebelde -Mara acercó más la hoja-. Sí, nos rendimos.

- Sabia elección. Dejemos a esta basura aquí y vayámonos a ayudar a Luke.

Los dos salieron del búnker y cogieron un deslizador que los llevó hasta el palacio imperial. Por el camino se encontraron con algunos focos de resistencia, soldados imperiales que se negaban a rendirse pero que eran rápidamente reducidos por las fuerzas republicanas. Entonces, cuando estaban cerca del palacio imperial escucharon una gran explosión. Miraron al cielo, uno de sus cazas Ala-Y había sido abatido y descendía sin control.

- Luke -dijo Mara con un nudo en la garganta-.

El caza se estrelló contra el palacio imperial.

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CORUSCANT

Leia subió todo lo rápido que podía hasta la sala de guerra donde Ackbar la esperaba impacientemente. Leia se sorprendió ante este hecho puesto el calamariano siempre había sido un hombre muy tranquilo pero en ese momento y por alguna extraña razón estaba fuertemente alamardo. Leia se temía lo peor, si su mensaje no había llegado a las tropas espaciales y la flota imperial había comenzado a precipitarse contra el planeta.

- Princesa nuestras tropas...

- ¿Recibieron mi mensaje?

- Sí alteza pero lo que quiero decir es que hemos recibido un mensaje de la flota imperial. Quieren reunirse con usted para negociar su rendición.

CONTINUARÁ

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PRÓXIMO MES: 25 números después llega... ¡¡El Gran Final!!

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LA TASCA DE MOS EISLEY

Holadola

Ya sólo queda un epílogo que debería llamarse "Vamos a cerrar cabos sueltos" o también "Lo que Claremont no hace nunca" :P Veamos, no sé si os habrá gustado pero decidí cargarme todo el combate con los clones de Talia y en menor medida el de Luke y Darth Aveng. Más que nada porque me parecía aburrido contar otra pelea de sables láser.

Ahora tocan las cartas, empezamos con una de nuestro amadísimo editor Chucky Correia sobre el número 22

estaba por no comentarlo, para darle al clon razones para pensar que no me la leo y ver si se atreve a meter sexo explicito... :P

Tu sabes que un día haré la prueba :P

La verdad es que me pierdo con tantos personajes, sobre todo porque no los conozco (excepto a los principales de las pelis, los demás nunca me han llamado tanto la atención, y nunca me ha dado por los juegos o las novelas)

Ok, intentaré situarlos un poco mejor aunque algunos sólo están en forma de cameos sin sentido :D

Pero está bien narrado. Y manejas bien los tempos... Eso si... Star Trek rulez! :PPPP

¿Star Trek? ¿El universo donde nunca pasa nada? Jejeje

Ahora le toca a Blai sobre el mismo número

Mejor:El final, de esos con suspense de los de verdad. Algunas escaramuzas están muy bien desarrolladas, y esos detalles de meterse en la cabeza de los personajes por un momento... (lo del piloto de Alderaan antes de disparar), le dan mucha riqueza a la narración

Vale, yo pensaba que entorpecían la narración y hacían la cosa más plomazo :D

Peor: A lo mejor me has pillado en un mal día, pero creo que esta vez no logras evitar la confusión. Ya desde el principio no sitúas al lector de manera adecuada y a lo largo de todo el número hay momentos en qué uno no sabe muy bien qué está pasando

Intentaré cuidarlo más pero es difícil, tengo mucha gente por ahí perdida :D

No por introducir muchas escenas de acción se obtiene un relato más ágil.

La idea no es acción para ser más ágil, la idea es tener un final como el de las pelis, con 30 minutos de acción y explosiones varias que tan bien quedan en pantalla (pero que son jodidas de traspasar al texto)

Xumer para el mismo número 22

Mola, moooola... Tenía ganas de ver este número... ¿Alguien ha visto el "trailer" del juego de la Guerra de las Galaxias rollo Counter Strike?

Yo nops, yo ví uno que parecía en Battlefield 1942 pero en rollo SW

Me gusta el rollo GUERRA que llevas y como van replegandose. Ta muy entretenido

Esa era el aspecto a reflejar

No se por que dices que no te acaba de gustar el como lo has acabado por que yo creo que mantienes el nivel.

Es que no me gusta escribir acción, prefiero trastear con los personajes y montar líneas argumentales.

Rafael Heras también hablando sobre el 22. Estoy seguro de que Rafael escribe una serie pero a riesgo de meter la pata como en el anterior correo con Blai (y es que no escribe Ultimate Defensores si no Daredevil... no me juzguéis, los dos empiezan con D :P) creo que pasará de decir cual... venga, debe ser Buscadores y si no pos oid, Buscadores también está muy interesante :D

Me ha gustado y mucho, pero claro soy un fan de SW.Creo q narras muy bien la accion para reflejar la batalla, pero me tendre q leer to lo anterior para opinar mas .

Vale, todas mis pajas mentales con la acción quedan arruinadas por tu culpa, ¿estarás contento no? :P Uh, y alguien se va a leer mis 22 números anteriores... ¿Cuántos fallos de continuidad encontrará? :D

José González, jefe supremo del Escuadrón Supremo también habla sobre el 22

<¡Joder, que cabrón!. Nos has dejado con la duda de quesucede de verdad en el ataque a Coruscant, Ben. Sin duda esta parte del numero es mucho mejor que la de las regiones desconocidas.

Si hubiera hecho este correo cuando tocaba te remitiría al número siguiente pero como ya ha salido pues... leo tu siguiente comentario sobre el 23

Había olvidado la parte de Coruscant. Pues no ha sido para tanto. El Imperio tenia todos los cabos atados:"O nos destruis o os destruimos. Sea como sea, nosotros ganamos"

Ah, pequeño saltamontes... todavía queda el Plan C... ¿Qué plan C? Juju, cerramos saga en el 25

Ben ha tomado prestada la maquina de hacer clones del Bullpen. Devuélvela para que la serie continue. Los guionistas suelen morir con inusitada frecuencia 8)

Nada, o me dais 200 millones de euros o os quedáis sin máquinas... está claro que no puedo hacer una serie sin clones, Spider-Man, X-Man, SW, Justicia Joven... en fins...

El diálogo de Chewbacca te a quedado muy fluido. Se nota que dominas el wookie.

Es mejor que el Chewi rugió, Chewie gruñó... además si Chucky saca su alemán de diccionario en sus números de Invasores ¿por qué no sacar mi wookie inventado? :P

La parte de Darth Aveng te ha quedado mucho mejor. Así como la llegada de Luke.

Esa parte me gustó escribirla porque los personajes hablan y dices cosas importantes, no sólo pelean.

Y por último le toca hablar a Blai

la escena final de Star Wars, tanto el diálogo como el combate (aunque eso del maloso pretando las clavijas al bueno de turno para que recurra al lado oscuro ya esté un pelín sobado)

Hombre sí manida está. Pero con Gantoris intenté hacerlo algo distinto, en vez de cabrearlo que le atacara mediante el miedo... eso debería contar positivamente ;) Además no es sólo que lo cabreen para que se pase al Lado Oscuro, si no que se distraigan.

pero el recurso del clon de meterse por un momento en la cabeza de los personajes insignificantes, al más puro estilo homérico, hay que saber mesurarlo. Está bien para introducir escenas, o en los interludios, pero cuando lo sitúas en pleno combate, como en lo del soldado abatido por Luke), deberías tratar de ser más sintético, para no romper tanto el ritmo

Oh esa escena. En realidad quería mostrar por una vez el otro lado, mostrar cómo son los imperiales, luego cambié a la idea de mostrar a alguien en principio inocente y que lo transforman en un soldado puro y duro... total, que quedó todo hecho un batiburrillo de ideas.

Y nada más, comentarios, sugerencias, amenazas de muerte y esas cosas a la dirección de siempre

Ben_reilly@terra.es

 
 
   
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