CORUSCANT
Acababa por fin la última comprobación, Rex Janus volvió a poner los pies
encima del tablero de mandos. Hasta dentro de una hora no tendría que
efectuar el siguiente barrido con los sensores, así que podía dejar que el
sistema se encargara de vigilar la zona. Todavía no sabía cómo había
conseguido semejante chollo. Degradado por haber pilotado un caza borracho
había sido asignado al Control de Tráfico de Coruscant. Control de Tráfico
de Coruscant era el nombre cariñoso que le ponían los políticos, su
verdadero nombre era Centro de Estresificación Automática o al menos eso era
lo que resultaba ser. Ser destinado a Control de Tráfico era la mejor forma
de acabar con una persona. Sin embargo el día que Rex llegó se había
producido una baja en la sección que se encargaba del tráfico militar de la
zona. Presentó la solicitud el primero y fue aceptado inmediatamente. Su
trabajo consistía simplemente en que cada hora debería realizar un barrido
con los sensores sobre los vectores de aproximación a Coruscant. El resto
del tiempo debía dejar que los sensores pasivos se encargasen de detectar
cualquier acercamiento extraño. Le habían degradado, su sueldo era
considerablemente menor que antes pero su vida no podía ser mejor y lo más
fabuloso es que nada parecía poder truncar su actual felicidad.
Entonces sonó el pitido agudo de la alarma. Rex pensó que había vuelto a
tocar un botón con los pies, o que algún meteorito había entrado en el rango
de acción de los sensores pasivos. Molesto se incorporó por si acaso venía
el supervisor justo en ese instante y le pillara durmiendo con una posible
emergencia entre manos. Pero de emergencia nada, no había nadie tan estúpido
como para atacar Coruscant. Miró la consola, había uno, no, dos, tres,
cuatro cinco objetos no identificados. Segundos después el número aumento
considerablemente.
- ¿Pero qué demonios?
Sin pensárselo dos veces activó los sensores activos y los enfoqué sobre los
objetos no identificados. Su cara palideció. No podía ser, la Nueva
República tenía fuertemente defendido Coruscant, ninguna flota en la galaxia
podría tomar el planeta. Sin perder tiempo se levantó de la silla y pulsó el
botón de la alarma. Coruscant estaba siendo atacada.
En la superficie del planeta ciudad, Leia Organa Solo había sido llamada por
el Consejo de Seguridad. Leia había pasado el día meditando. Había delegado
las responsabilidades de gobierno en manos del General Riekkan ya que ella
prefería centrarse en su propia expiación, quería librarse de la presencia
del Lado Oscuro que sentía en su interior y para ello necesitaba tiempo.
Llegó a la sala de guerra justo cuando Fey´lya llegaba, todavía no había
podido hablar con él, tampoco es que supiera qué decirle pero si quería
librarse del Lado Oscuro tendría que hablar con él y probablemente pedirle
perdón aún a riesgo de que el bothan utilizara todo aquello para apartarla
de la presidencia.
- ¿Qué ocurre? -preguntó Leia-.
- Tenemos una flota imperial acercándose -dijo Ackbar sin dejar de mirar el
plano de batalla-. Hemos desplegado las medidas pertinentes, la Primera y la
Segunda Flota van a su encuentro.
- ¿Pueden vencernos?
- Con esa flota no.
- No sé qué pretenden -dijo Riekkan, el hombre que había dirigido a la
Rebelión en Hoth-. Ni lanzándose contra nuestras naves. oh, vamos, eso no
pueden hacerlo.
- ¿El qué? -preguntó Ackbar pero Leia ya había entendido-.
- Van a lanzarse contra el planeta.
- Pero el escudo debería protegernos -protestó Ackbar-.
- No si toda la flota se echa encima. Activen la alarma planetaria, no
quiero un civil por la calle ni un deslizador en vuelo ¿entendido?
- Sí Primera Ministro.
REGIONES DESCONOCIDAS
A Moff Shirdon no le gustaba nada lo que estaba pasando. Media hora atrás
estaba tan tranquilo en el gimnasio, liberando la tensión acumulada. Un
joven teniente le había llamado por el intercomunicador, al parecer habían
detectado una nave en las proximidades del campo de asteroides. Parecía una
simple coincidencia, una nave, probablemente unos contrabandistas, había
sufrido graves daños y se había visto obligada a salir del Hiperespacio. No
iban a ayudarles por supuesto, no querían descubrir su base tan secretamente
guardada.
Iba a retirarse cuando el oficial le dio las malas noticias.
- Señor algo ocurre.
- Quiero una explicación más concisa alférez.
- Señor, han desactiva las defensas de nuestros asteroides y el campo se
está abriendo.
- ¿Qué? ¿Cómo es posible?.
- Están utilizando una clave secreta, no figura en nuestros bancos de datos.
- Informe a Lord Aveng y de la alarma general, estamos siendo atacados.
Las estelas se convirtieron en estrellas y el Ala-X de Typho Celchu salió
del Hiperespacio a la hora acordada. Ante él se encontraba toda una flota
imperial alrededor de un planeta que ya se estaba movilizando para
interceptarles. Miró hacia la pantalla de su computadora de abordo donde se
traducían los silbidos de su unidad R4.
- Todas las naves han salido del Hiperespacio en su posición. Perfecto,
acuérdame de felicitar a Wedge. -leyó lo que su unida ponía en pantalla-.
No, estoy seguro de que todo funcionará perfectamente -Tycho conectó la
radio al tiempo que echaba una mirada a su pantalla de objetivos, los
Destructores todavía no habían lanzado sus cazas-. Alas informen.
- Jefe Rojo a la escucha
- Jefe Azul a la escucha
- Jefe Naranja a la escucha
- Jefe Gris a la escucha
- Jefe Verde a la escucha
- Alas en posición de ataque -ordenó Tycho-.
Los alerones-S de los Alas-X y Alas-B se desplegaron preparando a los cazas
para la inminente batalla.
- Que la Fuerza nos acompañe -dijo Wedge por el intercomunicador-.
- Bien Pícaros -dijo Tycho-. Somos la punta de lanza del ataque así que
estad listos.
Los 12 ala-X que formaban el Escuadrón Pícaro se adelantaron al resto de
cazas y formaron en V.
- Saltamos en cinco, cuatro, tres, dos, uno. ¡¡Ya!!
Las estrellas se conviertieron en estelas dando paso al Hiperespacio para
una milésima de segundo después volver al espacio normal pero justo delante
de una de las dos plataformas de defensa Golan que tenía la base imperial.
Tycho esperaba que todos los miembros del Escuadrón le hubieran hecho caso y
hubiesen desconectados las alarmas de objetivo que se disparaban cada vez
que el caza estaba fijado en la mira de un enemigo. Si no lo habían hecho
ahora mismo estarían sordos o medio locos por el sonido, ya que la
plataforma de defensa había fijado todas sus miras en los cazas.
- Esperad a que disparen -ordenó el alderaaniano-.
- Siempre he sido un temerario pero esto es ridículo, ¡¡estoy esperando a
que me dispare toda una plataforma de defensa!!
- Si no tienes lo necesario para estar en este escuadrón Siete será mejor
que te vayas -la alarma indicó a Tycho que ya se habían efectuado los
disparos. Tycho soltó la palanca de control y su unidad R4 comenzó a
efectuar las maniobras evasivas acordadas que los llevarían lejos de ahí.
Miró por encima de la ventanilla de su carlinga y justo a tiempo vio
aparecer la figura del YT-1300 más famoso de toda la galaxia: el Halcón
Milenario.
La estrategia había salido a pedir de boca. Primero los Pícaros se lanzaban
a la plataforma que desataba todos sus misiles contra ellos. Luego el Halcón
Milenario aparecía delante sin tener que preocuparse durante unos instantes
de los misiles. Y entonces soltaba su carga especial, una pequeña nave de
asalto que se pegaba al casco de la plataforma justo como acababa de hacer.
- Buena suerte chico -oyó decir a Han por el comunicador-. Tycho, ¿qué tal
si antes de reunirnos con la flota hacemos saltar por los aires a algunos de
esos TIE?
Tycho sonrió. Por mucho que pasara el tiempo Han seguiría siendo ese
contrabandista cínico con corazón de oro.
- Me parece bien. Así podremos enseñarles a estos novatos lo que es pilotar.
En la plataforma imperial todo eran prisas. La extraña maniobra de los
pilotos había resultado en una nave de asalto pegada al casco. Los soldados
de asalto fueron alertados y rápidamente acudieron al lugar donde la nave
rebelde se había acoplado. Cuando llegaron vieron cómo se dibujaba en el
casco un círculo, probablemente gracias a un taladro láser. Prepararon las
armas y apuntaron. Hubo una pequeña explosión y la parte del casco se
desprendió formando una puerta más o menos del tamaño de una persona. Los
soldados de asalto dispararon concienzudamente aunque no podían ver a través
del humo que se había generado debido a la explosión. Cuando creyeron que ya
habían causado el suficiente estropicio pararon para permitir que el humo se
disipase y acabar con los posibles supervivientes.
- ¿Qué es ese ruido? -preguntó uno de los soldados-.
Proveniente de la nave había un constante siseo agudo. Uno de los soldados
se acercó y vio un extraño resplandor verde y otro azul. Se acercó más y de
pronto salió disparado contra la pared sin motivo aparente. El humo que
envolvió la sala se apartó como por arte de magia y un hombre rubio salió a
gran velocidad de la nave. Luke Skywalker comenzó a derribar uno por uno a
los soldados imperiales con sus dos sables láser. Detrás del Maestro Jedi
salieron los alumnos de la Academia Jedi.
- Poned vuestros cronómetros en marcha -ordenó Mara-. Streen, Kirana Ti,
Tionne, quedaos, proteged nuestra salida y no dejéis que nuestra Sith arme
jaleo. Los demás venid conmigo -miró hacia su marido que había acabado con
el último soldado de asalto-. ¡¡Luke vámonos!!
El grupo de Caballeros Jedi avanzó a través de la plataforma encontrándose
ocasionalmente con algún soldado de asalto. Doblaron una esquina y de
repente todos se pararon.
- Es una trampa, nos están rodeando -dijo Luke que lo había sentido a través
de la Fuerza-. ¡¡Corred!!
Pero era demasiado tarde. A ambos lados del pasillo comenzaron a aparecer
soldados de asalto que iban mejor preparados que el resto. Los soldados
imperiales montaban un cañón de repetición esperando que la mayor velocidad
de sus disparos pudiera atravesar el infranqueable muro de los sables láser
que los Jedi blandían. Sin embargo Luke Skywalker no permitía que ningún
disparo por rápido que fuera pudiera llegar a sus alumnos. Sus dos sables
láser cortaban el aire del pasillo pero aún así el resistir no era
suficiente para Luke.
- ¡Kyle necesito una salida!
Kyle Katarn, antiguo mercenario, dejó inmediatamente lo que estaba haciendo.
Asió fuertemente su sable láser y lo clavó en el suelo, fundiéndolo para
conseguir un perfecto agujero al nivel inferior. Por su parte, Gantoris y
Kyp Durron se pusieron al lado del ex- mercenario para protegerlo de
posibles ataques.
- ¡Listo Maestro Skywalker! -anunció Kyle al mismo tiempo que se apartaba de
la abertura que había hecho-.
Luke Skywalker dio dos pasos atrás. Rápidamente su mujer, Mara Jade
Skywalker fue a coger el sitio que acababa de dejar.
- Yo iré al núcleo de potencia. Los demás esperad a que el tiempo se termine
y salid de aquí.
- Vete ya -le ordenó Mara-.
Luke se despidió con la mano de su esposa y se metió en el agujero cayendo
al nivel inferior donde le esperaba todo un pelotón de soldados de asalto
que le rodeó y apuntó con sus desintegradotes.
- Ríndete escoria rebelde, no tienes escapatoria.
El Maestro Jedi sonrió. Hincó una rodilla en el suelo y abrió las manos
donde tenía los dos sables láser haciendo parecer que se rendía. Nada más
lejos de su intención. En cuanto abrió las manos los dos sables láser se
elevaron en el aire y se activaron. Antes de que los soldados pudieran
disparar los dos sables láser comenzaron a girar alrededor de Luke cortando
todo soldado que se interponía en su camino.
Recogió sus dos sables y echó a correr hacia el núcleo de la nave. Mientras
tanto sus alumnos habían conseguido librarse de la pequeña encerrona que le
habían tendido.
- Iré al hangar -dijo Corran mientras acababa con un soldado de asalto-.
- Llévate a Nichos y a Cray contigo -le ordenó Mara-.
- Entendido. Seguidme.
La puerta al hangar estaba bien protegida pero no era problema para Corran.
Aunque debido a una cuestión genética inexplicable no tenía acceso a la
telekinesis típica de los Jedi, el antiguo miembro del Escuadrón Pícaro era
un maestro en al arte de manipular mentes. Invocando a la Fuerza se
introdujo en la cabeza de los soldados de asalto, acto seguido éstos
comenzaron a disparar contra un rencor invisible que sólo estaba en sus
mentes.
- Dejémoslos disparar al aire.
Kyp y Gantoris eran la avanzada del grupo de Mara que se dirigía hacia la
armería, aunque realmente casi eliminaban a todos los soldados que les
salían al paso.
- Mira -le indicó Gantoris al joven Kyp-.
Uno de los soldados de asalto había aparecido con una bazooka. Gantoris
extendió la mano para arrebatárselo con la Fuerza pero Kyp le detuvo.
- Deja que lo intenten.
El soldado disparó. El misil se dirigió hacia Kyp que no podía desviarlo con
su sable de luz como había hecho con los innumerables disparos de
desintegrador. Pero eso no significaba que careciera de recursos. Alzó la
mano y en una pequeña invocación de la Fuerza hizo que el misil diera media
vuelta y explotase ante los atónitos soldados.
- Buen trabajo -dijo Gantoris y en ese mismo instante sonó la alarma de su
cronómetro-. Tenemos que volver a la nave.
Cuando Luke escuchó el sonido de la alarma estaba justo donde había
planeado: delante de la puerta que daba acceso al reactor. Se paró un
segundo delante de la puerta para pensar su siguiente movimiento, notaba la
presencia de los soldados de asalto al otro lado de la puerta; se habían
atrincherado para evitar que Luke pudiera dañar el núcleo. Clavó su espada
de luz en el panel de control lo que hizo que la puerta se abriera de golpe.
Los soldados le esperaban con sus armas listas para disparar en cuanto
hiciese algún movimiento extraño.
Pero el Maestro Jedi no les prestaba atención alguna. Su mente estaba
concentrada en la tubería de seis pisos más arriba. La tubería, de gran
tamaño, comenzó a temblar hasta que se partió de ambos lados y cayó hacia
los soldados; éstos levantaron la mirada y justo en ese instante de
desconcierto Luke lanzó, con su mano derecha, una pequeña bomba que se
adhirió a la pared del núcleo. Un Maestro Jedi debe saber qué batallas
luchar y cuales no repitió en su mente.
Fue desandando todo el camino hacia la nave de asalto donde su mujer se
estaba enfrentando a un par de soldados de asalto.
- Llegas tarde -le reprochó su mujer-.
- La bomba todavía no ha estallado -Luke lanzó su sable azul hacia los dos
soldados que cayeron ante la hoja láser-. Vamos dentro.
Los dos entraron en la nave y fueron hacia la cabina de pilotaje. Luke iba a
sentarse en el asiento del piloto cuando Mara se metió por medio.
- Necesitamos a un piloto de verdad -dijo Mara-. Siéntate y mira cómo se
pilota.
La alarma que habían programado para que les avisara cuando la bomba
explotase comenzó a sonar. Mara activó todos los instrumentos, saltó los
agarres magnéticos y puso potencia máxima justo a tiempo, porque la
plataforma defensiva estallaba en una explosión de luz y colores
destellantes. Ahora había un hueco en la defensa planetaria del Imperio; las
naves de la República se acercarían rápidamente y el ataque de superficie
podría comenzar.
CONTINUARÁ
PRÓXIMO MES: La batalla de superficie empieza mientras que en Coruscant algo
extraño está pasando.
LA TASCA DE MOS EISLEY
Holadola
Eh. hay acción, ¡¡hay acción!! Sí y estáis leyendo la misma serie de siempre
:P Y ahora vamos con las cartas. La primera es de Blai Collado Cabrera
(espero haberlo escrito bien) que es una nueva adquisición de MarvelTopía y
como tal tardaré meses en localizar en alguna serie :P Blai dice:
Tienes razón, es un número de transición y se nota. Pero es un buen
número de trabsición, sitúa muchas cosas y ... tiene unos puntos de humor
muy Star Wars.
Bueno apuntado queda que te gustó el número, a ver si este te gusta igual (y
es que de tanto pasar de la acción no sé si me habré acordado de cómo se
escribe :P
Nuestra siguiente carta es de Xumer, paso de deciros todas las series que
hace porque esto podría alcanzar proporciones bíblicas.
¿Será alguna especie de broma del destino que SW y FX salgan siempre en
las mismas semanas?
¿Todavía no te has dado cuenta de que Jose y yo somos la misma persona? :P
Sipes Clon, es un número de transición, pero se agradece... Mas que nada
para saber exactamente donde esta quien y que coño van a hacer...
Esa era la idea. Espero que nos os hayáis perdido con los personajes porque
con la próxima gran historia serán los mismos de ahora (más o menos) y otros
tantos. vale, a lo mejor el que me voy a perder soy yo :P
Y muy interesante lo del ataque a la capital.
Jejeje, y aún no sabes lo mejor
En cuanto al tema del tamaño no te preocupes, tu haz lo que te salga. Si
queda mas grande pos mas grande. Aun sigues muy lejos del tamaño "Capote"
:D
¿Quieres decir que la tenga más pequeña que Capote? (la serie, claro) Dios,
mira lo que me haces hacer, chistes típicos si es que..
Nada más, ya sabéis dónde podéis rajar de la serie y todo eso
Ben_reilly@terra.es