CORUSCANT
Talia sacó un segundo sable láser. Luke sintió un pequeña oleada de miedo
que rápidamente corrigió, el miedo sólo le haría caer en el Lado Oscuro,
tenía que concentrarse si quería parar las acometidas de Talia. Talia tenía
una sonrisa en la boca, sabía que era superior, sabía que tenía todas las de
ganar e iba a darle una lección al Caballero Jedi más famoso del toda la
galaxia.
Y Luke atacó, era su única oportunidad. Giró el sable entre sus manos y
descargó y feroz golpe desde arriba que Talia esquivó con una voltereta
hacia atrás, luego Luke siguió atacando, esta vez con un golpe desde abajo
hacia arriba que Talia desvió con uno de sus sables, Luke no paró, siguió
atacando desde arriba, desde abajo, haciendo los más increíbles movimientos
con su sable láser pero Talia los detenía todos por rápidos que fuesen. Y
entonces Talia atacó.
Era como enfrentarse a un relámpago, Talia se movía a una velocidad
endiablada girando sobre si misma y lanzando golpes por arriba, por abajo
por todos los ángulos posibles que Luke paraba a duras penas. Talia usó la
Fuerza para empujar a Luke pero éste utilizó la Fuerza para dar un gran
salto y esquivar el ataque. Cayó detrás de la guerra Sith e intentó acabar
el combate con una estocada directa al corazón pero Talia se movió rápido y
mientras que con una espada desvió el ataque de Luke con la otra atacaba
ferozmente desarmando al joven Jedi.
Luke intentaba usar la Fuerza para atraer su sable láser pero Talia se lo
impedía.
- No eres ni la mitad de fuerte de lo que yo esperaba, no tienes habilidad
alguna, mucho potencial pero nada de práctica, nada de imaginación, te
conformas con movimientos clásicos, lentos como si. ah, entiendo, nunca has
recibido el entrenamiento completo, sólo te entrenaste para enfrentarte a
viejos o a medio androides por eso no sabes luchar contra nadie en perfectas
condiciones físicas.
Luke retrocedía intentando pensar en alguna estrategia para escapar o para
vencer a su oponente pero la Sith era hábil y no le dejaba ninguna vía de
escape, ninguna posibilidad de atacarla. Estaba simplemente derrotado, no
sabía lo que tenía que hacer. Y entonces llegó la ayuda, una patrulla de la
Nueva República montada en un deslizador iluminó la zona con sus potentes
focos.
- ¡Alto en nombre de la Nueva República!
Talia sonrió.
- Parece que tendremos que dejar esto para una próxima vez.
Lanzó uno de sus sables al foco del deslizador y corrió hacia la cornisa
donde se paró y recuperó su segundo sable.
- La próxima vez espero que me ofrezcas un mejor desafío.
Y saltó al vacío de Coruscant. Luke fue a la cornisa para ver cómo la Sith
caía hacia las profundidades de Coruscant. Pero la Sith tenía un plan,
usando el poder del Lado Oscuro consiguió controlar la mente de un conductor
y éste la rescató rápidamente. Luke no se quedó de brazos cruzados, saltó al
deslizador rápidamente, se hizo con los mandos y empezó a perseguir a su
contrincante.
- Pidan refuerzos -ordenó mientras escrutaba el denso tráfico de Coruscant
en busca de su presa-. Vamos a necesitarlos.
Si Talia era una gran luchadora no cabía duda de que sus habilidades de
pilotaje eran tan buenas o más, movía su deslizador como si fuera parte de
sí, como si todo lo que pensara se tradujera en un movimiento. Luke sabía lo
que estaba haciendo, utilizando la Fuerza todo se ralentizaba a su
alrededor, podía anticiparse a cualquier movimiento, a cualquier imprevisto
y esto hacía que su pilotaje fuese a todas luces muy arriesgado pero
increíblemente bueno.
- Tenemos que disparar -exclamó uno de los soldados que estaba con Luke
viendo que era casi imposible alcanzar su objetivo en medio del poblado
tráfico de Coruscant-.
- No, podríamos herir a alguien, tendremos que inventarnos alguna cosa -dijo
Luke sin perder de vista a su presa-.
KORBARSTU
Sentado en una pequeña silla mirando a la pantalla de su terminal había una
fila entera de agentes económicos, encargados de regir todas las inversiones
de los diversos habitantes de Korbarstu. En concreto había uno que miraba su
terminal con mucha atención, creía haber descubierto algo interesante. Hizo
descender el menú, buscando las informaciones antiguas, creía haber visto
algo muy interesante. Ahí estaba. La Corporación de Transportes Viraxo
estaba deshaciéndose de todas sus acciones rápidamente y a precios risibles.
Era muy extraño, Viraxo era una Corporación muy importante, muy rica y para
vender la compañía tan tranquilamente tenía que haber una razón. Buscó en
las noticias de la holored y la trivisón, pronto encontró lo que buscaba. El
dueño de las acciones de Viraxo había sufrido una grave acusación de acoso
sexual y también estaba implicado en un asunto de malversación de fondos y
contrabando de armas. Buen elemento el tipo. Todo esto se traducía en una
necesidad imperiosa de tener mucho dinero inmediatamente para hacer frente
a todas las sanciones correspondientes (y la Nueva República era muy
sensible al contrabando de armas y más cuando iban dirigidas al Imperio) ,
así que vender Viraxo era una buena opción. El agente económico sonrió, iba
a hacer el negocio de su vida. Tecleó varias órdenes en su terminal y
rápidamente una gran parte de los ahorros de la gente del planeta se vieron
invertidos en Viraxo, iba a ser un bombazo económico y él se iba a llevar un
buen pellizco.
BIRMAT
El carguero que había llevado a Han y a Lando desde Galagea había aterrizado
en el espaciopuerto de Birmat, un lugar perdido en las profundidades de la
Galaxia que aunque pudiese parecer lo contrario era la cuna de una sociedad
tecnológicamente muy avanzada. Aquel mundo bien podría considerarse un
pequeño Coruscant tanto por sus grandes edificios como por su volumen de
tráfico. Sólo tenía un problema y es que era territorio del Sol Negro fuera
de la zona de influencia de la Nueva República, es decir, que no había
posibilidad alguna de un rescate por la fuerza.
Los guardias sacaron a Han y Lando de sus celdas, los esposaron y los
llevaron encañonados hasta la salida donde varios hombres les esperaban
vestidos con uniformes militares sin ninguna insignia reconocible aparte de
los galones debido a que aunque fuera universalmente conocida por todos, el
Sol Negro no existía como organización para los poderes galácticos.
El intercambio se produjo rápidamente, los Guardias de Galagea entregaron
rápidamente a los prisioneros a los soldados del Sol Negro. No hubo
despedidas, ni siquiera un breve intercambio de palabras. Los soldados del
Sol Negro condujeron a Lando y a Han por las calles de Birmat sin que ni la
gente ni los cuerpos de seguridad locales hiciesen la más mínima pregunta.
Todo estaba saliendo a la perfección lo cual era un problema para Han y
Lando.
De pronto hubo una explosión. Una nave de carga había explosionado en el
aire. Los soldados rodearon a Han y a Lando y prepararon sus desintegradotes
para abrir fuego. El ataque vino desde un callejón oscuro donde un grupo de
personajes habían desenfundado sus armas y comenzaban a abrir fuego.
- ¡Ahora! -gritó Han-.
Lando y Han cargaron contra los soldados del Sol Negro tirando tres al
suelo, el resto de los soldados se giró para ver lo que pasaba y ese fue su
error, sus atacantes aprovecharon la distracción y les abatieron uno a uno.
- ¡Por aquí! -gritó uno de los misteriosos asaltantes-. ¡Dense prisa!
Han y Lando no se lo pensaron, ya se preocuparían después por al identidad
de sus salvadores, al fin y al cabo pocas cosas peores podía haber que ser
entregados al Sol Negro.
- Gracias -dice Han cuando llega a junto de sus salvadores-.
- ¡Ya habrá tiempo para esas cosas después! -exclama un hombre maduro con
muestras de haber luchado en muchas batallas-. Ahora tenemos que irnos de
aquí antes de que nos atrapen, Kyp, ¿los sientes cerca?
Han miró hacia el llamado Kyp que no era más que un muchacho que rondaba la
mayoría de edad, de caballeo largo y negro a juego con sus profundos ojos.
- No, creo que todavía no se han dado cuenta de que estamos cerca.
- Mejor, cojamos el deslizador y marchémonos a los campos. No quiero tener
que enfrentarme a Seguridad.
Han y Lando fueron llevados hasta un pequeño deslizador destartalado que
tenía restos de varios impactos de desintegrador en el casco. Los dos
subieron y les ajustaron los arneses de seguridad sin que en ningún momento
hicieran ademán de quitarles los grilletes que llevaban. El deslizador se
puso en marcha y en pocos minutos y gracias a ir por diversos callejones
salieron de la gran urbe y se dirigieron hacia las blancas montañas que se
divisaban a lo lejos.
- ¿Quiénes sois? -preguntó Kyp mirando con ojos curiosos a los dos
exgenerales rebeldes-.
- ¿Quiénes sois vosotros? -respondió Han. No iba a ser tan estúpido como
revelar su nombre, por lo que él sabía estos tipos podían ser agentes
imperiales, les debía un rescate pero tampoco tenía porqué confiar en ellos
al cien por cien-.
- Kyp, no hables con los extranjeros -le reprendió el conductor-. Podrían
ser peligrosos, Garitha lo averiguará.
- No creo que sean peligrosos -replicó Kyp-.
- Lo decidiremos en casa, cuando los Cuerpos de Seguridad estén sobre
nosotros.
- Nunca se atreven a salir de la ciudad -Kyp parecía un poco enfadado,
quizás resentido por una vida un poco monótona y no del todo satisfactoria,
o al menos eso era lo que pensaba Han-. Y conmigo aquí no nos pueden
detectar, por eso vengo, ¿no?.
- No hay que tentar a la suerte. Esperaremos respuestas cuando lleguemos a
nuestro campamento base y no quiero oír nada más, ¿entendido?
- Sí -dijo a regañadientes Kyp-.
Todo aquello le daba mala espina a Han.
CORUSCANT
La persecución continuaba. Varias patrulleras más se habían unido al
incesante intento de captura de la peligrosa luchadora Sith pero era casi
imposible, pilota perfectamente su nave, esquivaba cualquier deslizador que
se le pusiera enfrente, surcaba el tráfico con peligrosas maniobras
produciendo incidentes entre sus perseguidores, sólo Luke parecía tener la
pericia suficiente para mantenerse a una distancia relativamente cercana.
- ¡Tenemos que detenerla inmediatamente! -bramó un oficial de seguridad que
estaba al lado de Luke-. Si consigue descender podrá perderse entre la
población.
- Entonces tendremos que jugar en su mismo terreno.
Si había algo que le gustara a Luke aparte de ser Caballero Jedi eso era
pilotar. Todavía podía recordar cuando era joven y surcaba junto a su amigo
Biggs los peligrosos caminos del Cañón del Mendigo, una formación rocosa por
la que anteriormente había circulado un caudaloso río. Aquello le había
ayudado a formarse como piloto y ahora iba a poner en práctica toda su
habilidad junto con su talento con la Fuerza.
Aceleró todo lo que nave le permitía y se colocó en paralelo con la novia de
Talia. Ésta le miró y sonrió como si todo fuera un juego para ella. Luke se
fue acercando, los oficiales que iban con él desenfundaron sus
desintegradote y apuntaron a Talia.
- ¡En el nombre de la Nueva República detenga la nave inmediatamente o
abriremos fuego!
Talia se ríe a carcajadas. Antes de que Luke pueda hacer algo, varios rayos
de pura energía salen de la mano de Talia e impactan en los pilotos, algunos
caen al vacío, otros caen muertos y otros sólo aturdidos.
- A ver si puedes seguirme -desafía Talia-.
Talia inició un veloz picado, Luke la siguió sin pensárselo dos veces
haciendo descender su nave a gran velocidad hasta ponerse justo detrás.
Cedió los controles a un oficial que estaba ya medianamente recuperado del
anterior ataque de Talia e hizo una locura más propia de su juventud que de
su actual condición, se levantó del asiento y se dejó caer hasta la nave de
Talia quien no pudo disimular su sorpresa y comenzó a hacer girar de un lado
hacia otro su nave para intentar lanzar fuera a Luke quien estaba agarrado
como un mynock al casco de la nave. Luke miró hacia abajo, la superficie de
Coruscant estaba cada vez más cerca. Sacó su sable, la hoja resplandeció
justo delante de él y la clavó salvajemente en el casco de la nave buscando
destruir algunos de los sistemas principales de la nave. Por la pequeña
sacudida que dio la nave y la sombra de preocupación que cruzó por la cara
de Talia lo había conseguido.
Talia luchaba con los controles pero éstos no respondían y la nave seguía
cayendo en picado, ahora ya sin control alguno, contra la superficie del
planeta. Luke se soltó, vio la nave de Talia precipitarse hacia la
superficie pero ahora tenía otras cosas de las que preocuparse, la más
importante era sobrevivir. Como había planeado, la nave de los Cuerpos de
Seguridad de Coruscant ya estaba maniobrando para interceptar su caída y en
breves instantes Luke pudo agarrarse y salvarse. Talia no tenía tanta
suerte, sólo logró levantar el morro en el último instante pero aún así la
nave impactó brutalmente contra el suelo. Una persona normal habría muerto
en el impacto. Talia era una persona normal. Justo después de que una gran
explosión destruyera lo que quedaba de la mano, Luke pudo ver cómo la
guerrera Sith escapaba cojeando del lugar de la explosión. Luke ordenó a su
piloto que descendiera e inició la persecución a pie.
Aún cojeando Talia era muy rápida y sabía moverse por la ciudad, se metía en
los callejones más peligrosos de la ciudad, cogía los turboascensores en el
último momento. Luke estuvo a punto de perderla en varias ocasiones para al
final consiguió darle caza. Activó su sable de luz, dio un salto de siete
metros, cayó justo delante de ella y sin pensárselo comenzó a atacar. Talia
se defendía de las acometidas de Luke como podía, había encendido uno de sus
sables y retrocedía esquivando los ataques de Luke. Si no tuviera una pierna
magullada no estaría en esta situación.
Luke sabía que ahora tenía una ventaja momentánea y debía aprovecharla, no
tendría otra oportunidad. Lanzó varias series de golpes de arriba abajo
intentando mermar la resistencia de Talia, luego cambió y lanzó una estocada
directa a su corazón pero Talia se inclinó hacia un lado y paró el ataque.
Rápidamente Talia contraatacó y girando sobre sí misma lanzó un golpe desde
arriba pero Luke había aprendido el truco y él también se movió y paro el
golpe de espaldas. Luke se movió entonces rápido y girando lanzó un golpe a
media altura aprovechando la inercia de su movimiento. Talia tuvo problemas
para pararlo, la violencia del golpe estuvo a punto de tirarla al suelo.
Herida como estaba sus superiores habilidades en combate no le permitían
ganar, sólo sobrevivir, tenía que reconocer que Luke no era tan débil como
le había parecido en un principio.
El Jedi atacó volvió a atacar con combinaciones de golpes desde arriba y
desde abajo, sólo que ahora más intensamente y combinando varias
direcciones. Talia sólo retrocedía. En uno de los ataques las espadas
entrechocaron. Los dos adversarios intentaban ganar la lucha en la que sólo
valía la fuerza física. Pero Talia era demasiado lista para prolongar un
combate en el que no tenía muchas esperanzas de salir ganando, así que
recurrió a otra estrategia. Localizó a dos borrachos que estaban cerca y
manipuló sus mentes para que disparan a Luke, éste tuvo que dejar su combate
contra Talia para desviar los dos disparos que sus atacantes le habían hecho
y Talia lo aprovechó, se sumergió en la ira, en todo su dolor, contactó con
el Lado Oscuro, el Reverso Tenebrosos de la Fuerza, el origen del mal. Con
aquel oscuro poder a su lado lanzó varios rayos de energía pura hacia Luke
que salió despedido varios metros antes de chocar contra una pared. Luego,
Talia concentró todavía más su poder y derrumbó un cacho de pared de
plastiacero sobre Luke sepultándolo. Ahora podría escaparse tranquilamente y
avisar a su Maestro.
LAS REGIONES DESCONOCIDAS
Darth Aveng estaba sentado en su trono observando, a través del gran
ventanal que tenía en su sala del trono, la galaxia. Estaba conectando con
la inmensidad del poder del Lado Oscuro, sentía todo el odio que podía
generar una galaxia, sentía los grandes poderes que en la galaxia había,
sentía a la gente y pronto, muy pronto todo aquello sería suyo.
Con una breve indicación conectó el holoproyector y la obesa figura de Durga
el Hutt apareció inmediatamente.
- Está hecho -dijo Darth Aveng con una sombra de poder en su voz-. Luke
Skywalker ha sido derrotado.
- <Perfecto. La fase dos empezará inmediatamente1>
La imagen desapareció. Darth Aveng se acomodó en su trono y siguió mirando
las estrellas. Alzó una mano hacia una de ellas y la rodeó. La miró
fijamente, como si pudiera ver todo lo que rodeaba a esa estrella, como si
estuviera conectado con esa estrella a un nivel más allá de la propia
existencia. Y entonces cerró su puño sobre la estrella.
A cientos de años luz, una estrella explotó sin previo aviso, sin ningún
motivo científico. Y durante los siglos de los siglos aquella explosión
permanecería como uno de los misterios más insondables de la galaxia.
PRÓXIMO NÚMERO: Luke toma una importante decisión, Han y Lando hacen un
importante descubrimiento en Birmat que puede significar la definitiva
vuelta de los viejos tiempos a la galaxia Mara llega a Coruscant, veremos en
acción al Escuadrón Pícaro y el Sol Negro empezará a jugar sus cartas. Todo
esto en. Transiciones de Luz y Oscuridad.
1.- En Huttés
LA TASCA DE MOS EISLEY
Holadola
Bueno, un número cortito pero con acción no os quejéis. Bien, no hay una
carta, ni siquiera un comentario de la lista de guionistas de la casa,
empiezo a pensar que nadie lee esta serie. En fin, yo seguiré con mis
paranoias sobre Star Wars aunque me gustaría que le dieseis una oportunidad
a la serie, quizás os guste y si no siempre podéis enviar vuestras críticas
y sugerencias a la dirección de más abajo.
Nos vemos, que la Fuerza os acompañe
ben_reilly@terra.es