Portada: Soldados cargando contra un ente invisible y Dubois mirandolo todo con la mascara de la criatura.
Resumen de lo ocurrido: Dubois, un medico encarcelado en la Bastilla está a punto de verse involucrado en la toma de la Bastilla de manera forzosa. Uno de sus compañeros de celda parece ser un Indigena incapaz de hablarle. Aunque empieza a reaccionar y a comportarse como un animal tras los primeros sonidos de trifurca. El amimal resulta ser una Bestia con fisionomia en apariencia humana. Los dos escapan de la Bastilla tras recuperar las armas de la bestia. Dubois y la criatura huyen y se refugian en el bosque a las afueras de París.
Allá en el bosque se detuvo en un pequeño claro cerca de unas piedras. La
extraña criatura parecía cansada y tenia problemas para respirar, un charco
de un fluido verdoso brillante no tardó en formase a rededor de su lecho.
Por lo visto los impactos de bala también le pasaban factura. Podía morir
desangrado, o eso es lo que creí al verle pues yo era medico si, pero nunca
había tenido un paciente de esa índole.
- ¿Estas bien?
- grrrrrr......
Sus ojos se desorbitan por un instante y el titán se desmaya por culpa del
shock. No tuve mas remedio que atenderle, después de todo me había salvado
la vida y fuese como fuese era mi paciente y mi misión en ese momento era
mantenerlo con vida y sanarle. No fue complicado extraer las balas de las
heridas pues su piel era bastante gruesa y las balas no habían logrado dañar
ningún órgano interno. Era como si a un ser humano le hubieran pinchado con
miles de alfileres y que de su piel brotase sangre, en un principio las
heridas son inofensivas pero al rato la perdida de sangre seria fatal.
Taponadas todas las heridas y detenidas las hemorragias lo dejé yaciendo en
frente de un árbol, a la sombra. Después de unas horas las heridas se habían
cerrado y casi cicatrizado, parecía cosa de magia. Sin duda me encontraba
ante un ejemplar de una raza de magníficas cualidades físicas. Con esas
capacidades entendí lo difícil que había tenido que ser reducirle para
encarcelarle en la Bastilla. ¿Cómo darían con el? ¿De donde vino? Y lo más
enigmático ¿cuales eran sus verdaderas intenciones?
Mientras me preguntaba todo esto intenté conciliar el sueño, es lo menos que
podía hacer después de tal experiencia. Estaba cansado, muy cansado. Mis
parpados se cerraron y me sumí en un profundo sueño. A la mañana siguiente,
desperté molesto por los rayos de sol que me deslumbraban y acto reflejo
volqué mi atención en donde había dejado a mi paciente. Solo habían unos
harapos manchados con su sangre, se había ido. Me incorporé y trate de
averiguar su paradero pero no habían huellas parecía haberse esfumado. Un
alarido animal se escuchó entonces en el bosque. Los árboles se estremecían
y se movían agitando sus ramas pero no había viento. De la misma manera con
la que una vez le vi desaparecer en el aire se materializó frente a mi.
Aquella criatura de aspecto hercúleo portaba una pieza de caza sobre sus
hombros. Sacó un artefacto y lo clavó en el suelo. Dicho artefacto creció
hasta convertirse en una lanza de aproximadamente un metro y clavó la pieza
en el. Acto seguido la inmolo con una descarga azul que surgió de su hombro.
Se acerco a la carne humeante y arranco un buen pedazo de los cuartos
traseros del animal. Empezó a devorar su caza. Sin palabras, yo miraba
intrigado el comportamiento y costumbres del ser. Pareció importarle que yo
estuviera ahí pues me dirigió una mirada amenazante. Arrancó otro trozo,
pero esta vez me lo lanzó como si fuese mi parte. Estaba hambriento y ese
era el primer pedazo de carne que sostenía en mi mano desde hacia dos
años... comimos juntos sin preocuparnos de quienes o de que éramos.
Proseguimos nuestro camino a mi ver errante. Estaba muy equivocado, un
artefacto que proyectaba una luz me mostró la verdad, andábamos hacia algo
concreto. Pero a las afuera de Paris no había mas que bosque y.
- ¡Dios! Es Versalles. quieres ir a Versalles.
Mis palabras no parecieron preocuparle. Versalles fuente de tramas de la
corte escondía mas que los secretos de alcoba del día a día; algo más
importante se escondía en sus bosques, algo que parece que la familia real
escondía desde hace mucho tiempo. Había oído hablar de armas secretas y de
fusiles experimentales que podían disparar hasta 4 proyectiles sin necesidad
de recarga pero no creo que fuese eso lo que anduviera buscando.
Recorrimos algunas leguas a pie y tras una colina pudimos ver el castillo de
Versalles y sus bosques. Varios centinelas hacían la guardia en la entrada
principal de palacio y otros tantos estaban descansando en los barracones
cerca de la entrada. No era muy inteligente entrar por la puerta grande.
Parecía que a mi compañero también le inquietaba ver tanta gente así que
decidió dar un rodeo al castillo, lo cual me extrañó mucho ya que no tendría
ningún problema en entrar. Lo que el buscaba estaba detrás del castillo
escondido en los jardines pudiera ser. Dicho así parecería que si algo
estuviera en los jardines de Versalles podría ser visto por cualquiera pero
creanme que no es así. Los jardines de Versalles eran una extensión de
bosques y malezas que habían pertenecido a la realeza desde los tiempos de
Luis I y que eran usados como coto de caza y como escenarios para las
grandes actuaciones y festejos de la corte. Sus bosques se extendían mas
allá de lo que el ojo alcanzaba a ver. Tampoco Versalles era exactamente un
castillo; fuertemente defendido no dejaba de ser una gran extensión de
alcobas y habitaciones para mantener entretenida a la corte y al rey.
Rodeamos Versalles hasta llegar a los jardines, muchos centinelas estaban
apostados allí como si esperasen a alguien en concreto, creo que ya se
habían percatado de que mi extraño amigo no tardaría en volver para reclamar
algo suyo. Se paró delante de mi y se giró poniéndome algo en la muñeca. Era
algo así como una muñequera de bronce con algunas estrías y marcas que no
llegaba a entender. Pulsó una de esas marcas y escuché un ruido como el que
se escucha cuando una piedra cae por un precipicio pero no llega a tocar
fondo. Luego me puso algo en los ojos, una especie de monóculo. Apretó
entonces un botón de su brazalete y desapareció ante mis ojos. Algo me
golpeo y rozo el monóculo. Fue increíble cuando lo vi. podía verle con el
monóculo pero con el otro ojo el era invisible. Por lo visto yo también lo
era o eso pensé al intentar apartar unas ramas que se encontraban en mi
camino y no ver mis manos. Empezó a avanzar hacia los guardias. Ninguno de
ellos se inmutó de su vigorosa presencia. Hice lo mismo que el, aunque con
un poco más de recelo no acababa de creerme lo que pasaba. Mientras pasaba
entre los guardias en un alarde de confianza pisé una rama seca. CREKKKK!
- ¿Has oído eso?
- Si, pero no veo a nadie.
- Algo no me gusta ve a llamar al capitán.
- Enseguida.
Un sonido metálico se escuchó cuando uno de los centinelas rompió la
formación y se alejó del grupo corriendo. Con el monóculo pude ver como la
bestia había desenvainado unas cuchillas retráctiles de sus muñequeras y se
disponía a saltar sobre él. Saltó unos 20 metros hasta colocarse justo
delante del soldado y le asestó un cuchillazo en el estomago. Hundió
lentamente la cuchilla en el estomago mientras lo levantaba y este a su vez
se retorcía con movimientos convulsos y emitía sonidos de llanto. los demás
centinelas asombrados por ver a su compañero levitar y sangrar sin razón
aparente armaron sus bayonetas y se replegaron en formación de circulo.
- ¡señor! ¡¿Que ha sido eso?!
- No lo se, mantén la posición.
- Abrid los ojos chicos algo raro está pasando.
- ¡Disparad a lo que se mueva!
- ¡Pero señor ahí no hay nadie!
La criatura avanzaba tranquila como acechando a sus presas. Esos pobres
diablos no sabían a que se enfrentaban. Yo era testigo del horror y la caza
de ese ser. Primero partió en dos el fusil de un soldado y luego lo atravesó
con la parte de la bayoneta. Después todos empezaron a disparar hacia donde
su compañero caía muerto. Mientras recargaba su fusil uno mas de los
soldados era desmembrado en el acto cayendo de encima de otro que empezó a
chillar de terror. Uno de los soldados intentó huir pero algo lo atravesó y
lo dejó clavado a un árbol. Uno tras otro fueron cayendo cada uno de la
forma más atroz. El teniente y el último soldado se encontraban espalda con
espalda intentando cubrirse el uno al otro. La bestia se detuvo y los miró
durante unos segundos, sacó algo de su hombro y de esa cosa salio una llama
azul que separó a los dos de una explosión, el teniente quedó mal herido en
el suelo y el soldado sacó su cuchillo y miró en todas direcciones. La
bestia apuntó y sobre él disparó su arma. El soldado cayó de rodillas con el
cráneo destrozado por el impacto y se desplomó sobre el suelo. Volví a ver
la lanza formarse de lo que parecía una simple vara de metal. El teniente se
arrastraba por el suelo cuando la lanza se clavó en su espalda. El cuerpo
paró en seco y quedó fulminado como si una marioneta hubiera caído al
sueldo. Arrastró los cuerpos y se adentró en la maleza. No quise seguirle
sabia que iba a hacer. Trofeos de guerra, cruelmente así los llamé. Volvió
más tarde con su zurrón lleno mostrándome un camino entre los árboles.
Me trataba como a un halcón o un perro de presa, algo así como un siervo de
caza, solo que aquí no cazábamos ciervos o conejos sino a hombres. Seguí
caminando invisible entre los árboles hasta llegar a unas instalaciones.
Parecía una granja con un gran cobertizo pero estaba lleno de soldados. No
estaban muy inquietos, no habían oído los gritos de sus compañeros por lo
visto, ni habían corrido la voz de alarma. La bestia me agarró y de un salto
trepo a la copa de un árbol. Desde el pude ver como si de dentro del
cobertizo sobresaliera la punta de un barco.
- ¿Un astillero, pero si estamos lejos del mar?
En efecto tenia toda la pinta de ser un astillero pero lo que vi a
continuación fue mas desconcertante. El casco de la nave estaba del revés y
tenia ruedas. Era metálico y dentro de el podrían cobijarse unos 40 hombres.
Por lo visto era un carro de combate de ultima generación preparado para el
asedio. Una idea revolucionaria para nuestro tiempo pero que no había sido
nunca vista en un campo de batalla. Esa idea tenia que haber sido copiada de
algo, y todo apuntaba a que era lo que mi compañero buscaba.
De otro salto nos colocamos encima esta vez del cobertizo. El tejado estaba
muy deteriorado como si este lugar hubiera estado abandonado desde hacia
mucho tiempo.
Aunque la actividad en el interior daba la impresión de todo lo contrario;
habían multitud de obreros trabajando en la nueva arma.
Él se detuvo a observar y pulsó algo en su brazalete, luces centelleantes y
neblina empezaron a manar del gran artefacto. Aprovechamos la confusión de
los operarios y de los soldados para entrar.
- ¿No pretenderás hacer lo que pienso que vas a hacer no? No puedes
enfrentarte a todos solo.
Me soltó cerca de un arcón de herramientas y empezó a caminar hacia su
extraña nave. Un fogonazo de luz salió de nuevo de su hombro y calcinó a 5
operarios que miraban perplejos la nave. Los demás operarios horrorizados
salieron en desbandada hacia las puertas del gigantesco cobertizo. Uno de
ellos no tuvo la suerte de sus compañeros y cae abatido por una lanza que lo
atraviesa. Los que logran huir hacia el bosque dan la voz de alarma a los
soldados.
- ¡El monstruo! ¡Ha regresado para vengarse!
Pelotones de guardias rodean el cobertizo y empiezan a entrar por oleadas,
aunque ninguno de ellos tiene la menor oportunidad. Sudor y sangre se funden
en la batalla. Invisible como la muerte, los va cazando de uno en uno. Fuera
del cobertizo la siguiente oleada de valientes solo puede escuchar los
lamentos, lloros y alaridos de sus compañeros. Era un espectáculo cruel
donde los que se creían cazadores eran cazados. Finalmente las oleadas
cesaron y sólo uno entró. llevaba puesta una mascara como la del monstruo.
¿Otra? ¿Como era posible? Sabían entonces quien era, o peor que era. El
soldado se adentro sin ningún temor dentro del cobertizo. No parecía un
soldado común, era fuerte y tenia objetos extraños como los del monstruo por
todo el cuerpo.
- ¿Crees que no podremos derrotarte, en serio lo crees? ¡Lo hicimos una vez
y lo volveremos a hacer! ¡¿Me oyes o es que tienes tanto miedo que ahora no
quieres luchar?!
- Grrrrrrrrr!!!
La bestia delató su posición y un rayo sale disparado hacia ella, esta vez
lanzado por el soldado. El rayo no alcanza a la criatura pero hace que tenga
que saltar para esquivar el golpe.
- ¿Que tal sienta cuando pruebas algo de tu propia medicina eh? Yo no soy
como los de ahí fuera ju ju ju. ¡Yo soy una nueva clase de soldado, un súper
soldado! Con vuestra tecnología seremos invencibles. lastima que no podamos
imitarla, pero como ves. podemos usarla.
Un basilisco de furia sale de la oscuridad y arremete contra el soldado, si
ningún problema el soldado esquiva los golpes y saca un disco igual al que
la bestia me dejó. El monstruo había perdido el don del ataque furtivo y pos
sorpresa. Aquel soldado si que podía verle y por lo visto se había preparado
a conciencia para situaciones como esta.
- ¡De veras crees que tus patéticos intentos darán resultado esta vez vamos
a ver que tal te sienta esto!
Lanza el disco y corta varias cuerdas de anclajes antes de impactar con la
criatura. La bestia retrocede con un tajo enorme a la altura del externón.
Sangre brota de la herida y la bestia va poco a poco desplomándose sobre el
suelo. Apoyada ya contra una pared se queda en de cuclillas jadeando.
- Jajajaja, ¿tan poco aguantas? Creí que ibas a dar la talla, auque por lo
que veo no eres nada sin tus aparatos. Creo que te voy a hacer un favor y te
voy a matar aquí mismo antes que los de fuera te capturen. Oh. no me lo
agradezcas. creeme el placer es mío.
- Grrrr rrr . Rrr.
No podía ver que aquel hombre la matase así, no después de lo que habíamos
pasado, no era mi amigo pero tampoco me dejó morir en aquel lugar cuando
tubo la oportunidad de salir el solo. y dios es testigo de que lo hubiera
logrado el solo. Me armé de valor y empuñe ahora yo el disco que me había
dado. Concéntrate, directo al pecho, directo al pecho, directo al pecho.
pensaba. Lance. Justo cuando el disco dejo de tocar mi mano supe que había
errado el tiro esta vez. El disco se desviaba hacia abajo. El soldado se
giró y se quedó perplejo mirándome. No podía creer lo que estaba viendo. No
esquivó el golpe y el disco le seccionó los talones.
Derribado por el golpe se desplomó sobre la criatura que aprovechó el
instante para sacar las cuchillas de la muñequear y hundírselas en el pecho
al soldado. Sostenido por el brazo del predator atravesándole el pecho, la
mascara del soldado cae al suelo rodando y dejando ver su cara de horror y
de espanto.
- Nooo. . . ahh. . .
- * Jajajaja, ¿tan poco aguantas? Creí que ibas a dar la talla* . . .
Fueron las primeras palabras que aquella bestia pronunciaba en mi idioma. Y
también fueron las ultimas. el cuerpo del soldado cae inerte frente al del
cadáver de la bestia que había usado su ultimo suspiro para acabar con su
presa. Parece que los que esperaban en el exterior no se había cerciorado de
la situación y no sabían que su campeón había sido derrotado. Arrastré el
cadáver hacia la nave creyendo que podría hacer algo por él y en ese momento
una compuerta se abrió como por arte de magia ante mi. Algo me impulsó a
entrar así que seguí arrastrando aquel enorme cuerpo hacia el interior; la
compuerta se cerro detrás de mi. Los soldados inquietos por no tener
noticias volvieron a reanudar sus oleadas. Esta vez no encontraron
resistencia, solo cadáveres y una nave inerte. Dentro de ella había un olor
a azufre y un clima húmedo. estaba rodeado de cráneos de animales que no
alcazaba a clasificar sino fuera por el más extraño de mis sueños. La nave
comenzó a moverse, primero a elevarse destrozando el cobertizo y luego
aceleró bruscamente sin poder yo reaccionar. Tal fuel la situación que me
cogió desprevenido y me golpee la cabeza quedando inconsciente.
Me desperté horas mas tarde rodeado de seres como la bestia. Por lo visto la
nave havia aterrizado y algunos de sus antiguos tripulantes la habían
abordado.
- ¿Donde me encuentro?
No obtuve respuesta, por lo visto estaban enterados de mi pequeño viaje con
la Bestia y de nuestra escapada de la Bastilla. También estaban al corriente
de la muerte de su compañero. Uno de ellos se postró ante el cadáver con un
cuenco. Vertió en el un poco de la sangre aun fresca de la criatura y me lo
ofreció a beber. Ante tal expectación y no se aun muy bien porque, no dudé
en beber de aquel cuenco. Tenia un sabor amargo y metálico. No creo que
llegue nunca a olvidar ese momento.
Me dejaron ir en una jungla y con algunas provisiones. tardé un mes en
encontrar la civilización. Años mas tarde decidir contar mi historia. Nadie
me creyó. Descubrí un raza diferente que habita entre nosotros pero que no
seria descubierta nunca. Y hoy 15 de octubre de 1850 me he armado de valor
para contarla y dejarla escrita para que alguien goce de mis aventuras.
Pierre Dubois
El joven cerró el libro y pensó en la historia como si sólo fuese una
novela más de las que acaban archivadas en tu recuerdo y que no dejan de ser
mas que cuentos sobrenaturales.
Justo al poner el diario en la estantería una tarjeta se desliza. la tarjeta
cae al suelo y el muchacho la recoge. En ella pone: "Literatura de
anticuario P. Thewood" el chico la lee y la recoloca en el diario, aunque
algo le ronda por la cabeza pero no sabe y no consigue encajar la pieza del
puzzle. No le dio importancia y se fue a la cama.
DEPREDADORES
Final de la miniserie, espero que os haya gustado. Intentaré ser mas fiel a
las fechas para la proxima vez. Palabra de X-Cout.
Si quieres nominarme manda un mensa al 7777 (chipazard@homail.com) con la
palabra "Dubois". Esta vez solo se sortea una entrada para los topis del año
que viene. ¿quien sabe? ¡Tu puedes ser el proximo en ver en directo la
muerte de una estrella!