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Predator: El Prisionero de la Bastilla

PREDATOR #1
El Prisionero de la Bastilla I
Guión: X-Cout

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Año 2002, en algún lugar de la rue Jean Sastre en Paris. Un joven camina por un entramado de puestos ambulantes y se detiene delante de uno que le llama la atención. El tendero parece un hombre viejo, tiene un libro en su mano y lo lee atentamente sin prestar atención a su puesto. El joven se acerca y observa el puesto con curiosidad. El puesto esta lleno de libros viejos y escritos antiguos. Uno de los libros que sobresale de la pila cae al suelo; el dueño no se inmuta y el joven lo recoge y lee la portada. "Diario de P. Dubois". El lomo del libro ya deteriorado por el tiempo estaba manchado y las hojas ya estaban muy amarillas. Antes de abrirlo una mano cae sobre el hombro de joven.

- ¿Piensas comprar eso?

- Oh... lo siento señor, se había caído al suelo y yo solo quería...

- ¡Silencio!

- Pero...

- Nada de peros. Las cosas no caen al suelo por error. Quieren ser encontradas. Coge ese libro y quédatelo, tómalo como un regalo del viejo Thewood. Jajaja (risa alocada). Además hacia años que nadie se interesaba por él. No creo que hubiese podido venderlo.

- Gracias señor.

Dicho esto el joven cogió el libro y se fue andando hacia su casa. Una vez en su casa lo deposito encima de la cómoda. Después de ver que en la televisión no ponían nada interesante se dijo así mismo si lo de hoy no había sido un día muy extraño. Se propuso entonces leer el diario ya que no tenia nada mejor que hacer. "Diario de P. Dubois" No parecía un diario, parecía mas bien un relato, pasando paginas el joven no dejo de ver que no habían ni fechas, ni parrafos de anécdotas. Todo lo que pudo apreciar fue una inscripción el la parte superior de la primera pagina: "Cuídate de los monstruos que nublan la razón no son mas que diablos que a veces llegamos a ver cuando perdemos la esperanza." No entendió muy bien su significado y empezó a leer:

Saludos, la historia que ahora leerá le parecería una novela fantástica sino fuese porque yo soy la prueba viviente de tal historia. Año 1789 de nuestro señor, según mis cálculos debe de ser 13 de julio, o eso creo. Todo esta tranquilo, miro el río en el que se refleja la luna y la verdad yo seria feliz salvo por el hecho de estar aquí encerrado; en una celda oscura con paja en el suelo y un plato de barro roto. Tiempo difíciles, así los describiría yo. El pueblo esta apunto de rugir y Luis XVI no tardará en caer por la revolución. Aunque yo ya no me preocupo por ello. Estoy aislado, desconozco donde me encuentro realmente; aquí en la bastilla podría esta encerrado con el mismísimo Robes Pierre y no lo sabría nunca. Mi destino es incierto, pasan lo días, los meses e incluso los años. La única prueba que tengo mi existencia son unos garabatos que hago rascando en la pared. 2 años, 3 meses y un día, eso es lo que marcan mis muescas. ¡Oh! Pero perdón. Tanto hablar de mi situación me ha hecho ser un descortés. Me llamo Dubois, Pierre Dubois. Soy medico y resido en... perdonen, residía en la rue Jean Marie de Paris. ¿Mi pecado? Talvez ser un buen medico. El caso es que hace 2 años, se formó un alboroto entre la guardia de su majestad y unos ciudadanos revolucionarios; yo fui apresado mientras curaba a uno de los heridos (plano de Dubois atendiendo a un herido de balloneta revolucionario):

- ¡Déjenme!

- Levántese y siga con su camino ciudadano.

- ¡Soy medico por el amor de dios esta mal herido! Necesita atención medica.

- Es un rebelde, no necesita cuidados. Y ahora apártese y siga su camino ciudadano.

- ¡No!

Después de esto el guardia intento apartarme de mi entonces paciente y forcejee con él, lo ultimo que recuerdo es que algo me golpeó por la espalda, probablemente la culata del arma de otro soldado. Me desperté ya aquí. Sin un porque, sin una razón, sin un juicio.

- ¡¿Es eso justo?! gritaba Dubois el la oscuridad.

- ¡Eh! ¡Cálmese! Ya vuelve a delirar solo.

- Oh, perdóneme...

- No pasa nada compañero, la verdad es que tanto tiempo en este lugar podría volver loco a cualquiera.

El que habla es el prisionero de la celda de enfrente, la verdad es que no puedo ver nada mas que tres celdas desde mi posición así que supongo que el de enfrente. Su nombre es Charles Derric. Por lo que se podía apreciar desde el comedero (única apertura de las celdas) era un hombre corpulento, de estatura media y con una cara torcida y dura. Decía que había sido condenado por asesinato. Según decía el, un día que se encontraba en el puerto de Marsella borracho como una cuba empujo a un transeúnte al agua y este se ahogó. Después de esto Charles huyo hasta ser apresado hace 2 meses cerca de Monmartre en Paris. Es la única compañía que tengo desde hace tiempo, no era un hombre muy elegante en el habla pero en esa situación la verdad no podía pedir mas. Era un pobre desgraciado que compartía mi suerte.

- ¿Que haces esta noche Dubois?

- Pues creo que me quedaré en casa.

- Jajajaja (risa tosca). En verdad Dubois, tiene usted un peculiar sentido del humor.

- No tanto como el vuestro.

- ¿Y tu amigo, no dices nada esta noche tampoco? (dirigiéndose a la celda mas apartada)

- Déjele Derric desde que estoy aquí no le he oído hablar, talvez no pueda.

Ya se hacia oscuro cuando se empezaron a oír voces de tumulto en la ciudad. La masa se agitaba fuera y por un momento supe que esa noche no iba a ser como las anteriores. La tranquilidad y silencio de la mazmorra se veía quebrada mas y mas. Derric no tardó en dormirse y yo no quise darle mayor importancia.

A la mañana siguiente fui despertado por un ruido molesto y estruendo roso. (Dubois es deslumbrado por un rayo de sol que sale de los barrotes de la celda) Después me pareció oír un tamborileo.

- ¡Tambores! ¿Tambores?

- ¿Cómo dice?

- He dicho que escucho tambores, no los escuch...

¡¡¡¡¡BOOOOOOOOOOMM!!!!!

Un sonido ensordecedor acabó mi frase y la conversación con impaciencia. Un cañón, era un cañón, pero no pertenecía a la fortaleza. La guardia de la Bastilla estaba horrorizada viendo al pueblo alzándose en armas contra ellos. Era la revolución, había estallado la revolución. ¿Pero, contra la Bastilla? Un nuevo sonido se oyó en el calabozo, era algo así como un rugido aunque no reconozco animal o persona capaz de producirlo. La verdad es que sabíamos poco del prisionero del calabozo del final del pasillo. Era un hombre callado que solo se le oía respirar a forzejeos y moverse de forma pesada. Yo siempre quise hablar con él, pero él solo escuchaba mis historias sin decir una sola palabra. Yo solo percibía una silueta que se movía entre las sombras y que de vez en cuando se sentaba y se quedaba inmóvil al verme hablar. Debió de ser alguien muy peligroso para el rey porque lo tenían en la celda más apartada y oscura de la Bastilla. Dios sabe que le hicieron a ese pobre hombre para que ya no pudiese hablar. Pero hoy después de mucho tiempo estaba reaccionando, se movía, saltaba y ¿gruñía?

- Ya le dije Dubois que su amigo era un poco raro, ahora aparte de loco se cree un perro jajajajaja.

- El caso Derric, es que nunca lo vi tan excitado. Dijo Dubois con un aire preocupado.

- Parece que el muy idiota se este divirtiendo.

- No diga sandeces Derric.

Dicho esto vi pasar al carcelero que se puso a inspeccionar el cierre de todas las celdas como si por un momento temiera nuestra huida. Hecho esto salio corriendo y se dirigió hacia la salida del cuartel de la guardia. Vi también pasar a varios guardias armados mirando por los pasillos como buscando a alguien. Uno de ellos me miró y percibí en sus ojos que algo terrible estaba pasando, pude ver su miedo.

- ¡Derric, en cualquier momento van a entrar!

- Mejor. Si tenemos suerte hasta seremos libres ¿no cree?

- No es que no comparta su entusiasmo amigo mío, ¿pero cree de verdad que dejaran que salgamos por las buenas?

- ¿No estará sugiriendo que nos pasaran a bayoneta antes de la toma de la Bastilla?

- Me temo que si...

Sabía perfectamente que la guardia tendría órdenes de eliminar a todos los presos si la Bastilla fuese tomada. Era una solución lo bastante lógica para eliminar a los posibles futuros rebeldes. Estaba tan nervioso que no pensaba con claridad y empecé a imaginar cosas. Tantas, que tuve que romper el silencio que nos separaba.

- Un cañón, la revolución, ruido en los pasillos de la guardia corriendo y ¿ahora que? Dijo Dubois con aire preocupado mirando hacia todas direcciones.

Por un instante lo pude ver. Algo que no había percibido en años, de los barrotes de la celda del prisionero desconocido salían unas manos que los sujetaban. Y lo que me sobresaltó fue reconocer dos manos gruesas con garras y anillos en forma de calaveras.

Fin del primer numero

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DEPREDADORES

Bueno para los que no me conocen soy un nuevo guionista que me gustaria "monopolizar" (a menos que alguien me ayude) el universo de alien vs predator. por el momento este es mi primer numero y ya se que es corto pero ya intentaré sacar numeros mas lasgos. Mi nombre es fruto de otra de las mentes enfermas de guionistas de marveltopia (XUM) y para los que no lo conoceis es X-Cout. Por el momento os dejo con la miniserie el "Prisionero de la Bastilla" espero que os guste.

Si quieres nominarme manda un mensa al 7777 (chipazard@homail.com) con la palabra "Thewood". Entre todas las nominaciones se sortea un viaje para ver a las ballenas del mar muerto.

 
 
   
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