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"Es alta, es fuerte, es morena... es toda una amazona. Es Wonder Woman, pero la pregunta que todos nos hacemos en realidad es... ¿quién es esa chica?”
Nicholas O’Dogherty para el NYC News
 
2055 Wonder Woman

2055 Wonder Woman #2
El hombre rojo II: Jim Hammond
(Los archivos de la Antorcha; Entradas 8233/37)

Guión y dibujo: Nememo

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Entrada 8233

La temperatura baja una décima.

Lo compenso aumentando levemente la ignición.

Sobre Legxinton con la 6º giro 30 grados al oeste. Cuando me acerco al punto de encuentro paso a modo visual zoom.

Localizo a mis objetivos al instante.

Mientras desciendo hacia ellos escaneo sus retinas y hago una búsqueda rápida en Intranet.

La chica, sin duda, es quien dice ser.

Diana Williams, la hija de Simon, más conocido como Wonder Man, con un amplio historial como miembro de Los Vengadores.

Apenas hay nada sobre ella. El registro de una licencia para conducir vehículos de servicio público. Un taxi, en concreto.

Fechada poco después de trasladarse a Nueva York.

No hay referencias a su personalidad como Mujer Maravilla. Lo ha sabido mantener en secreto, pero no hay que ser un lince para establecer las conexiones.

Lo más sorprendente es que quien lo hizo, quien estableció la conexión entre el antiguo vengador y Wonder Woman, aunque sin desvelar su identidad secreta, resulta ser, según los resultados de la búsqueda, su acompañante de esta noche. Nada menos que Nick O’Dogherty, el periodista del New York City News. Sus artículos sobre la “misteriosa nueva superheroína” me pusieron sobre la pista de Diana.

Puede sernos de utilidad para mi plan de hacer popular al grupo que pretende formar, unos “nuevos Vengadores” que sean un ejemplo a seguir en los turbulentos tiempos que corren.

Un momento. Llegan nuevos datos.

Numerosos arrestos por actos “inmorales” en la vía pública.

Curioso.

Se las ha apañado para que no trasciendan al conocimiento general, ni afecten a su carrera, pero aún así... ¿Actos Inmorales? ¡Por el amor de Dios¡

Quizá me he precipitado al querer contar con él.

Descendiendo.

Apagado en...

3...

2...

1...

Fin de la entrada

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Entrada 8234

Las presentaciones me confirman sus identidades.

La chica, Diana, parece algo hostil, pero me repite lo que me contó por teléfono, poniéndome al día: su amiga ha desaparecido, presuntamente raptada, y ella carece de medios para localizarla.

Les ofrezco poner a su disposición todos los recursos que tengo a mano, que no son pocos..

-Un momento –dice Diana- Este tipo no va conmigo, se me ha pegado por toda la cara..

-No lo sabía –respondo

- Se queda aquí-dice decidida Wonder Woman

Él interviene, airado

-Oh, venga ya, Diana, somos colegas, estamos juntos en esto

-¡¿Qué?! Serás...

Sigue una acalorada discusión en la que, no sé como, O’Dogherty acaba viniendo con nosotros.

Subimos los tres al taxi de Diana, quien conduce como una loca pero que nos deja en menos de un cuarto de hora a dos manzanas del Oracle Building.

DIBUJO 1

Ningún vehículo no autorizado, público o privado, puede pasar más allá de esa zona, pero merece la pena por ver su reacción al contemplar el edificio a lo lejos por primera vez.

La inmensa mole se yergue contra el cielo nocturno de Nueva York como un faro en la noche, un anuncio de que llegan tiempos más luminosos.

Ambos están impresionados. Es justo lo que espero que el edificio provoque en la gente, aunque, como les explico, es sólo nuestra base provisional.

-María Stark nos ha ofrecido la mansión de los Vengadores, pero todavía no está a punto.

-¿Cómo es que tenéis luces? –pregunta O’Dogherty- Creía que la restricción energética era para todo el mundo.

-Bueno... –les explico- Nuestro sistema es autónomo... ventajas de ser una empresa privada. Y el alcalde nos dio permiso para permanecer encendidos todo el tiempo que consideremos necesario, a pesar de la restricción.

-¿Abdullá os apoya? –se asombra- Sí que tenéis buenos contactos...

-Apoya la idea de refundar los Vengadores. Él...

-¿Os importa dejar las explicaciones para luego? –corta Diana- Alguien puede estar matando a Sarah mientras vosotros charláis.

Desde luego, esta chica tiene carácter.

Subimos directamente al centro de operaciones. Gran parte del edificio está vacío, pero trasladé a las últimas plantas todo el material logístico que pude reunir desde el breve espacio de tiempo que hace que decidí reunir de nuevo al grupo, aparte de los dispositivos con los que el Oracle ya contaba.

Me ha sido de mucha utilidad hasta ahora.

Una vez en la sala despliego la pantalla del sistema de rastreo e intento explicárselo a ambos de una forma sencilla.

-Este sistema está basado en las “Human IP”, ya sabéis, la identificación digitalizada de todo ser vivo del planeta gracias al cual podemos localizar a cualquiera ya que el registro es absolutamente obligatorio desde el 2037. La particular configuración energética de cada persona hace que nuestro sistema pueda extrapolar los datos y diferenciar entre “simples” humanos e individuos con picos energéticos excepcionales o diferentes, ya sabéis, mutantes, androides, metahumanos... Lo que sea...

Me da la impresión de que, al menos O’Dogherty, se ha perdido, pero no considero necesario extenderme más en este punto. Amplío el punto de vista de la pantalla hasta obtener una vista parcial de Manhattan. Cientos, miles de pequeñas luces parpadean y se mueven sobre el plano de la ciudad. Entre ellas destacan algunas de diferente color.

-¿Veis? Las amarillas pálidas son homo sapiens standars. Las verdes, más fuertes, seres con algún tipo de cualidad extra.

Amplío aun más la vista y hago que el programa pase la grabación de las 24 horas precedentes.

-Veamos quien rondaba por tu casa anoche, Diana.

Por el ángulo de visión periférico veo como Diana frunce el ceño cuando reconoce su barrio y luego, su edificio, su apartamento.

-Una única luz amarilla. Esa debe de ser tu amiga. Espera, pido confirmación.

A la derecha de la pantalla se despliega la ficha correspondiente a la HumanIP solicitada: Sarah Miller, 27 años, ilustradora de cuentos infantiles, etc.

-Es ella-dice Wonder Woman.

Poco después aparece una luz verde. El sistema la identifica como Diana Williams.

La Diana “de verdad”, a mi lado, arruga más y más la frente.

Su signatura desaparece de la pantalla.

Aparece otra. Pido su ficha, pero el sistema la deniega.

>Desconocida, desconocida, desconocida...> vemos parpadear en la pantalla.

-¿Cómo puede ser? –me pregunto en voz alta, más por deferencia hacia mis acompañantes que otra cosa- Quien quiera que sea conoce el sistema y tiene recursos suficientes para enmascararse.

Mmm... esto va a ser más complicado de lo que creía.

De repente aparecen en la pantalla varias luces más. Son verdes, pero más pálidas, como si fuesen reverberaciones de la primera. En todo caso, ni mucho menos seres con entidad propia.

-¿Un mutante con capacidad para duplicar cuerpos, quizá? Sé que en la Patrulla-X hubo uno...

Diana, O’Dogherty y yo mismo vemos como las luces verdes rodean a la amarilla –a Sarah- y como, juntas, comienzan a desplazarse.

-¡Se la llevan!-grita exaltada Diana- ¡Esos cabrones se llevan a Sarah!

Intento tranquilizarla. Sí, estamos viendo como la raptan, pero eso ocurrió en el pasado.

-Es una grabación, ¿recuerdas?

De todas maneras la entiendo. No es agradable de ver, pero ya no podemos hacer nada.

Corrijo.

-Nada exactamente, no

Hago que el programa siga la ruta de las luces. Atraviesan toda la ciudad y finalmente se detienen en los muelles.

Paso a modo tiempo actual. Siguen allí. Por lo menos la luz amarilla sigue parpadeando.

-Sarah está viva –digo, y casi suelto un suspiro de alivio.

Entonces, Diana me sorprende. Aunque quizá debería haber esperado su reacción. Sus antecedentes familiares no son precisamente un ejemplo de estabilidad emocional.

-¡Ya basta! –grita.

Y le da tal puñetazo a los paneles de control del sistema que los manda a hacer puñetas.

Costará repararlos.

Fin de la entrada

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Entrada 8235

-¿Se puede saber qué haces?

Ignora mi pregunta y se lanza directamente al hígado, si se puede decir de esa manera.

-¿Has estado vigilando mi apartamento? Espiándonos a mí y a Sarah... ¡¿Todo este tiempo?!

No acabo de entender el motivo de su enfado. Intento razonarlo.

-Sólo desde que comenzaron a aparecer los artículos de O’Dogherty en el NYC News, hace unos meses.

Diana mira con furia al periodista, que se encoge de hombros y sonríe como si la cosa no fuera con él. Prosigo mi explicación:

-Por aquel entonces yo ya tenía casi al completo la cuota de candidatos a formar el grupo, pero me llamó la atención el nombre y el parecido del traje con el del antiguo vengador. En un rastreo inicial aparecieron 15.587 Williams hembras que podían encajar en el perfil buscado. Aplicando otras variables, como el área de actividad, complexión física, etc., quedaron reducidas a 57, a las que sometimos a un seguimiento tras el cuál quedamos convencidos de que la chica que buscábamos eras tú.

Por eso te envié la carta invitándote a unirte al grupo a esa dirección, aunque como no respondiste, llegué a pensar que nos habíamos equivocado.

DIBUJO 2

-Tú, engreído... ¡robot!

Ignoro el matiz... ¿racista? –no sé si se puede clasificar como tal.- de su comentario Da igual, nunca me ha importado demasiado. La cojo del brazo, intentando tranquilizarla.

-Diana, no hay motivo para que te pongas así, sólo pretendo ayudarte...

-Ya has hecho más que suficiente–está furiosa, fuera de sí- -¡Tal vez si hubieses mirado mejor podrías haber evitado que se llevasen a Sarah! ¡Quién sabe si no has sido tú y tu bonito sistema de rastreo quien los ha puesto sobre nuestra pista!

Me tenso a mi pesar. Si hay algo que odie es la ineficacia.

-Eso es imposible, créeme, los sistemas de seguridad del Oracle son...

-Oh, tú y tus datos objetivos... No te voy a decir lo que puedes hacer con ellos ¡Quítame las manos de encima!

Reacciona demasiado rápido, empujándome hacia atrás. Acto seguido coge carrerilla y se lanza por uno de los ventanales de la sala de control, haciendo añicos el cristal blindado.

Genial, otro gasto más.

-Sabes como tratar a una dama ¿eh, Hammond?

-O’Dogherty... -me froto las sienes. Si no supiera que es imposible, juraría que me está dando dolor de cabeza...

Me callo. Ocurre algo extraño.

Mientras miramos por la ventana rota vemos como Diana se desliza por el aire como una flecha, pero luego su vuelo parece vacilar y tras unos segundos de duda, cae en picado.

Sin pensarlo, me lanzo por la ventana.

Oigo que O’Dogherty grita a mi espalda.

Ignición en...

1...

2...

3 segundos...

Fin de la entrada

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Entrada 8236

Recojo a Diana a apenas unos metros del asfalto. Elevo el vuelo.

Ella se revuelve entre mis brazos.

-¿Qué coño haces, Hammond?

-Uh... ¿Salvarte?

-Cuando necesite que un tipo como tú me rescate te lo haré saber, ¿vale?

-Bueno... parecías un poco apurada, ¿no? ¿Qué te ha pasado?

-Bah... el viejo cinturón de papá. Se le habrá gastado la batería o algo así, dímelo tú, eres el experto...

-Si me estás diciendo que usas el antiguo cinturón de Wonder Man para volar, mis estimaciones son que lo más probable es...

-¡Oh, calla ya! ¿Es que no tienes sentido del humor?

-Ya veo, Estabas... ¿haciendo un chiste?, ¿es eso?

-Olvídalo. De todos modos, mi forma iónica hubiese aguantado el impacto, no sería la primera vez.

-¿Entonces por que no has cambiado a ella?

Diana parece dudar. Por sus algoritmos y latidos cardiacos casi puedo sentir su lucha interior para decidirse entre confiar en mí y contármelo o seguir con lo que creo que es una pose de chica dura.

Finalmente, opta por lo primero:

-No lo controlo, ¿vale? No controlo el cambio entre mi forma normal y la iónica Ocurre sin más, al parecer cuando más lo necesito. Papá creía que era alguna especie de mutación, ya sabes, por haber heredado sus genes alterados y todo eso.

Mi mente sopesa algunas posibles respuestas, pero decido dejarlo para más adelante y centrarme en el problema inmediato.

-Está bien. ¿Quieres que te acerque a los muelles? Si tu cinturón no funciona...

-De acuerdo...

-¿A los muelles, entonces?

-A los muelles.

Diana me mira directamente a los ojos. Toda la furia que había en ella se ha calmado.

-Hammond... Jim... no quiero que le pase nada a Sarah, ¿vale?

-No te preocupes, Diana, todo va a salir bien, te lo prometo.

Acelero la velocidad.

Me gusta cumplir mis promesas.

Fin de la entrada

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Entrada 8237

Para cuando llegamos al punto señalado por el sistema de rastreo ya hemos limado casi todas las asperezas que había entre nosotros. Sin necesidad de hablar demasiado.

Me gusta eso de ella.

Si logro que supere su reticencia inicial, y parece que vamos por buen camino, trabajaremos bien juntos.

Aterrizo a unos 500 metros del objetivo. Si el enemigo es mínimamente inteligente habrá establecido un perímetro defensivo. Es probable que incluso nos esté esperando. Cubrió su señal para que no lo identificásemos, pero no se molestó en borrarla, ni en esconder el rastro hasta aquí, cosa de lo que seguramente es capaz.

Todo huele a trampa, pero intentaremos ser precavidos, de todos modos. Con un poco de suerte tendremos el factor sorpresa de nuestro lado.

El cielo empieza a clarear, pero aún hay oscuridad suficiente para moverse sin ser detectados.

Le indico a Diana que se abra por la derecha. Avanzamos manteniendo contacto visual.

Todo va perfecto, y, entonces, nuestro plan se viene abajo.

Un ruido estridente rompe el silencio de la noche nuestras espaldas.

Es... ¡¿ el taxi de Diana?!

Ese idiota de O’Dogherty nos ha seguido en el coche, y encima lo está forzando al máximo. Lo lleva cambiado de revoluciones.

Aterriza cerca de mí.

-Eh, chicos –grita como un poseso- ¿No pensaríais dejarme atrás, verdad? Tengo que ganarme las habichuelas y escribir mi artículo.

Diana se precipita hacia él y le tapa la boca.

-¿Realmente eres tan idiota, O’Dogherty, o es que vas puesto de nitrocalita? Me dan ganas de romperte el cuello.

Me acerco a ellos.

O’Dogherty cabecea de un lado a otro y abre mucho los ojos. Veo a Diana capaz de cumplir su amenaza.

-Ya da igual, Diana, todo Manhattan ha debido oír eso.

Diana lo suelta. O’Dogherty se pone a susurrar.

-No voy puesto, lo juro. No había pensado...

Lo corto. Mis sensores de movimiento han detectado algo.

-¡Estad atentos!

O’Dogherty empieza a decir algo, pero se calla cuando unas sombras rojizas, fantasmales, empiezan a surgir de todos lados.

DIBUJO 3

No utilizo el verbo “surgir” al azar.

Sus cuerpos traspasan los tablones de los muelles. Atraviesan las paredes de la nave de almacenamiento más cercana.

Nos tienen rodeados, pero nada más. No hacen nada que indique que nos van a atacar.

Entonces una voz que me resulta familiar, pero horriblemente deformada, como si saliese a través de ruedas mecánicas mal engrasadas y que se arrastra con un desagradable chirrido sordo de fondo, comienza a hablar.

-Espero... que... mis... sinteclones... no os... hayan... asustado. Sólo... quieren asegurarse... de que... no... os... largáis... sin que... pueda... daros... la... bienvenida.

Me vuelvo hacia el lugar de donde procede la voz.

Su cuerpo también ha cambiado, pero no lo suficiente como para que no pueda reconocer en él al último vengador que esperaba ver con vida:

La Visión.

El androide se acerca a Diana abriéndose paso entre... ¿cómo los ha llamado? ¿sinteclones?. Todos nos mantenemos quietos, pero en tensión.

Su mano mecánica acaricia el cabello de la chica. Creo percibir un destello de reconocimiento en los ojos de ella. Imposible decir lo que hay en los ojos de él.

-Siento... todo... esto, pero tenía... que verte... hija mía.

Diana aparta la mano de La Visión bruscamente.

-¿Qué te enrollas, tío? ¿Dónde está Sarah?

-Per... dón... ? Tu amiga está...bien...pero tu otra...frase...No...domino...la jerga...neoyorkina...Demasiado tiempo...alejado....Yo...

-¡Que de qué estás hablando! ¿Quién coño eres tú?

-Oh...claro...per-do-na...yo...Yo...soy...tu...verdadero... Padre.

Fin de la entrada

CONTINUARA

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WONDERLAND

Hola, amigos de las “maravillas”.

Antes de nada, señalar que podéis leer las críticas a esta colección , al completo, en el foro de Marveltopía, donde Correia ha habilitado un espacio donde cada serie va recogiendo lo que se dice de ella, cosa que supongo ya sabéis la mayoría, pero bueno....

Aunque he respondido algunas cosas allí mismo, ha sido sobre la marcha, y no con la amplitud que me gustaría (espero que sepáis disculpadme, ya que soy el primero que pide comentarios y críticas, son fundamentales para saber que piensa el personal de lo que escribes) Como además soy fan de los correos tradicionales (ey, ¿por qué ya no los hacen en los cómics Marvel que se publican en España) pues repito aquí lo que me parece más interesante de lo que se ha dicho del nº1.

El primero que escribió fue Xum (¡premio¡)

Empieza diciendo que el comienzo del número le recuerda demasiado a Zin Zity, la parodia (leedla, malditos) y la verdad es que lleva razón, los pocos fics que escribí hasta entonces eran sobre personajes urbanos y malhumorados, aunque es pura casualidad. Creo que voy distanciándome de eso, de hecho, este número 2 tiene un tono diferente, aunque Diana sigue con su tozudo carácter, algo que señalan también otros comentarios. Bueno, la Wonder Woman de Marvel resulta que es así, aunque no me preguntéis porqué. Supongo que no ha tenido una vida demasiado fácil o puede que sea más fachada que otra cosa y en el fondo sea una chica dulce y cándida (nah....)

Xum también comenta:

“Hum... ¿El Hombre Maravilla odiaba a los androides? ¿Es esto un guiño a su historia con la Visión?”

Pues...creo que la respuesta se empieza a intuir en este mismo número, ¿no?

Otra cosa que llama la atención es la profesión de Diana.

Jose González, por ejemplo, dice que le encanta. Cito literalmente:

“Un trabajo no habitual en el mundo de los supertipos y que tiene varias ventajas: se mueve por toda la ciudad, tiene una radio a mano y puede aparcar en cualquier sitio y salir a pelear... con vaya usted a saber”

Pues...¡le sacas más ventajas de las que yo había pensado, ja, ja¡ Las tendré en cuenta.

A Jose en general le gusta el número. Destaca también lo de los cortes de energía. Sí, Nueva York, de noche y a oscuras...Brrr

Sobre los dibujos, parece ser que todo el mundo está de acuerdo en que le gustan, sobre todo la portada (¿porqué será?) aunque Jerónimo Thompson, pese a que le guste, piensa que le sobran algunas líneas.

Como comenté en el foro, era un “experimento” ya que la hice con una técnica algo diferente a la habitual y a mí no me convencía mucho el resultado. Y luego va el Correia y me dice que es el mejor dibujo de los que me ha visto. ¡Vivir para ver¡

El favorito de Xum es el de Diana saliendo de la comisaría, aunque dice que no entiende lo que significa el conejo blanco. ¡Hombre, Xum, pues no significa nada¡ Aunque ahora que caigo, poner un conejo en un comic protagonizado por una superheroína lesbiana lo mismo es un mensaje subliminal o algo así, pero no, no, para nada.

A Jerónimo Thompson le gustaba esa ilustración, incluyendo el conejo (¡y dale con el conejo, esto traerá cola¡)

Hablando de Jerónimo, no sé si promocionar esta serie como “la serie de Marveltopía que lee la competencia” ya que hay un par de comentarios de sendos guionistas de AT (¡bienvenidos¡) , el citado Thompson (Linterna Verde, Flash) y The Stranger (Punisher, Sutura, por citar las dos en las que yo participo como dibujero, y cientos de series más. Bueno, no cientos, pero sí que el tío escribe bastante, Daredevil, Nocturne, etc. y bien)

Jerónimo dice que Wonder Woman es “la única serie Marveltopía que sigo (os leería más, pero estar al día en lo publicado por Action Tales ocupa todo mi tiempo).”

Hombre, pues dale una oportunidad a otras de Marveltopía, que las hay y muy buenas (je, je) Sin salir del universo 2055, están Los Vengatas (muy relacionados con esta Wondy) o Hulka, o los 4F de Narutaki...en fin.

Jerónimo destaca el ritmo de la serie, que hace que se lea bien (¡gracias¡) aunque, dice, ”analizando el número no se puede decir que ocurran demasiadas cosas, ni que las que ocurren sean demasiado apasionantes, pero las cuentas de tal forma, que no hay más remedio que seguir leyendo hasta el final.”

De nuevo, gracias por el elogio a la narrativa, aunque no esté muy de acuerdo en lo de que la historia avance poco, aunque es cierto que mis fics tienden a ser cortos. De hecho, los prefiero así, para que se lean rápido en el ordenador.

Y por último, mi colega Stranger, que escribió hace poco, por lo que no tengo su comentario a mano y no puedo analizarlo más detenidamente, pero que decía que esta Wonder Woman le gustaba más que la de Dc. ¡Toma ya comentario guay para cerrar el correo¡

Así que eso es todo.

En el próximo número: “¡he aquí... la Visión¡”. ¡No os lo perdáis¡

 
 
   
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