En el desierto de Nevada, la radiación acumulada tras años de pruebas nucleares ha hecho la vida prácticamente imposible. Por eso, sorprende ver a tres figuras humanas de pie, recortando sus siluetas contra la noche estrellada, iluminada por la enorme luna llena.
Pero estos tres no son hombres normales. Uno de ellos es un androide, de nombre Jim Hammond, más conocido como la Antorcha Humana, que lleva más de un siglo recorriendo el planeta. Luchó contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial en las filas de los Invasores, junto a Namor y al Capitán América. Tras varios años inactivo, volvió a la vida y peleó codo con codo a los Vengadores y varios grupos de superhéroes más, defendiendo el mundo de toda clase de amenazas, hasta que se retiró de la vida pública. Hoy ha decidido volver, intentar de nuevo salvar a un mundo que ya no es el que recuerda, pero que necesita su ayuda más que nunca.
Los otros dos son dioses asgardianos. El mayor es Balder, amigo inseparable de Thor, el dios del Trueno, consejero de Asgard, y uno de los mayores guerreros del universo. Y el tercero era Magni, el dios de la Fuerza, hijo de Thor, heredero de Asgard, y que, cumpliendo el mandato de su Señor, se disponía a ayudar a Hammond en la difícil tarea de rescatar a la Humanidad.
"Es un placer volver a verte, Balder. Fue toda una sorpresa que Thor se pusiera en contacto conmigo, tras tanto tiempo. Creia que los asgardianos se habían alejado para siempre de Midgard", comentó el androide.
"Así era. La última vez que mi señor Thor habitó entre los mortales, acaecieron ciertos acontecimientos que hicieron aconsejable nuestro alejamiento. Pero Asgard y Midgard siempre estarán unidos, y ha llegado la hora en que los aesires vuelvan a pisar la Tierra."
"Me alegro, Balder. La Tierra está cada vez peor. El futuro no es el paraíso que esperábamos, sino todo lo contrario. Y la Era de los Héroes ha pasado1. Ya no hay vengadores, ni mutantes, ni nadie que intente mantener el orden. La policia es corrupta. Los gobiernos están controlados por multinacionales sin escrúpulos. Es necesario que alguien ponga orden, que alguien sirva de ejemplo a la humanidad."
"¿Acaso propones que nos hagamos con el control de los gobiernos de Midgard?", preguntó el joven Magni.
"No, joven dios, no es eso lo que propongo. Lo que tu padre me dijo fue que formáramos unos nuevos Vengadores, que sirvan de ejemplo a las nuevas generaciones. Con mi experiencia como apoyo, tus impresionantes poderes y los de los nuevos reclutas que hemos localizado, intentaremos demostrarle al mundo que otra forma de vida es posible."
"Así lo espera mi señor", respondió Balder. Se giró hacia su joven acompañante, poniéndole una mano en el hombro. "Joven señor, he de volver a Asgard. Seguid el consejo de la Antorcha, pues es sabio y de corazón valeroso."
"Así lo haré, Balder. Decidle a mi padre que intentaré ser digno del papel que me ha otorgado."
Balder se alejó unos metros, y se despidió moviendo la mano. De repente, un relámpago surgió del cielo despejado, alcanzándolo de lleno. Thor lo había devuelto a casa.
"Bien, Magni. Pongámonos en marcha. Tenemos mucho trabajo por hacer."
Dos días después, en Los Angeles.
Anna Raven salió volando por la ventana de su apartamento, moviendo sus enormes alas rojas para coger un poco de velocidad y elevarse entre las nubes. Había tenido un día realmente agotador en el trabajo, un grupo de camioneros la habían tomado con las camareras del bar y tuvieron que llamar a la policia. Anna era fuerte, podría haber destrozado a cualquiera de esos energúmenos, pero no sin descubrir su condición de descendiente del pueblo-pájaro. O, peor, podrían haber pensado que era mutante... había oído hablar de los campos de concentración...
Alejó esos pensamientos de su cabeza y se elevó, atravesando la densa capa de nubes y contaminación que cubrían la ciudad. La luz de la luna llena bañó su rostro. De repente, un brillo llamó su atención. Parecía una bola de fuego, y se acercaba a ella. Su instinto de conservación la hizo zambullirse en las nubes, intentando escapar de aquella llamarada desconocida. Pero fuera lo que fuera, parecía seguirla. Intentó esquivarla, volando lo más deprisa que podía. Pero no era capaz. La bola de fuego cada vez estaba más cerca de ella. Sorprendida, descubrió una figura humana en el interior. Se detuvo, cautelosa. Tenía más trucos en la manga si necesitaba defenderse. La figura se acercó, y se paró a unos cinco metros de ella. Era un hombre, aparentemente.
"Perdona que te haya asustado, Anne Raven."
"¿Quién eres y cómo sabes mi nombre?"
"Soy la Antorcha Humana. Conocí a tu padre hace más de un siglo, durante la Segunda Guerra Mundial."
"Me suena tu nombre, pero, ¿no deberías estar muerto o, al menos, ser un anciano?"
"Soy un androide, Anne. Y necesito tu ayuda. ¿Podemos ir a algún sitio a hablar, y a que te tapes un poco? Me da vergüenza hablar contigo así desnuda."
Anne enrojeció de repente. Con la adrenalina, había olvidado que volaba desnuda...
Minutos después, en el apartamento de Anne, Hammond esperaba a que la chica saliera de su dormitorio. Se entrenía observando la decoración, totalmente minimalista, del lugar. No había ni un solo cuadro, ni una foto, ni ningún adorno. Solo un sofá, un pequeño escritorio y un televisor. La cocina parecía igualmente desprovista de personalidad, pues tenía lo mínimo indispensable.
"Sí, sé que no tengo nada", dijo Anne, saliendo de su cuarto, con unos vaqueros y una camiseta ceñida a su cuerpo, y con sus alas ligeramente recogidas sobre su espalda. "Pero en nuestra isla las posesiones personales no estaban bien vistas."
"Anne", le interrumpió la Antorcha. "Como te he dicho antes, conocí a tu padre. Fue un hombre valeroso."
"¿Qué quieres de mi?", le espetó Anne.
"Necesito de tus habilidades, Anne. El mundo está muy mal, y necesita ayuda."
"¿Y qué puedo hacer yo?"
"Vamos a refundar a los Vengadores. Y quiero que formes parte de ellos."
"¿Yo? ¿Por qué?"
"Eres una superviviente, Anne. Y si tienes una décima parte del valor de tu padre, eres la persona adecuada."
"¿Y por qué debería interesarme? Estoy muy bien como estoy ahora."
"¿Seguro? Creía que estabas cansada de ser una camarera, de tener que ocultar lo que realmente eres. Te ofrezco la posibilidad de explorar quien eres realmente, de usar tus habilidades para el bien."
Anne se quedó callada. Meditó ambas opciones. Al final, habló.
"Esta bien, Antorcha. Cuervo Rojo volverá a volar."
Mientras, en otro lugar, unos ojos observan en un caldero místico lo que acaba de suceder. Sonríe maliciosamente. Su plan va tomando forma. Pronto, el Reino de Asgard se quedará sin heredero...
CONTINUARA
En el próximo número...
1.- Esta saga ocurre a continuación de 2055: Exequias, y antes del resto de series del 2055. Para que nos orientemos un poco...
VENGADORES, REUNIOS
Bueno, tras una larga espera, por fin aparece un número más de la presentación de estos Vengadores futuros... espero que os guste...
Y sí, ya sé que es corto... es que es la moda, la descompresión, alargar las historias hasta el infinito y tal...
¡Hasta el próximo número!
Carlos