Una mujer aparece desnuda en medio de Hyde Park, Londres.

Tumbada en el suelo lo primero que hace es girarse hacia su izquierda y vomitar.

- Gracias a Dios que no comí nada.- Murmura entre dientes. La nausea no desaparece. Intenta de nuevo vomitar pero al tener el estómago vacío no lo consigue. Por fin consigue calmarse.

Un par de vagabundos curiosos la observan con una mezcla de lujuria y extrañeza.

- Fuera de aquí, viejos, u os corto los huevos.- Les grita.

Los vagabundos, un poco sorprendidos se alejan un poco pero siguen mirándola.

- FUERA...- La chica peliroja se levanta y empieza a ahuyentarlos con los brazos como si de pájaros se tratara.

Los viejos vagabundos salen corriendo.

- Guay...- Dice la chica satisfecha.- Ahora que no hay curiosos...

Reorganiza los átomos alrededor de su piel para crear ropa de la nada.

- Un viejo truco... Adoro mis poderes...- Murmura hablando sola.- Dinero...

Crea un par de billetes de libras esterlinas.

- Peeerrfecto.

El detective Thai contempla la masacre.

Cuerpos descuartizados por todas partes. Miembros separados del resto del cuerpo.

Odiaba estar en homicidios.

- Su cafe, Thai.

- Gracias.- Contesta mientras que le quita la tapa al café.

- Bonita vista ¿eh?

- ¿Cuántos fiambres hay?

- Hemos contado tres docenas, es un buen record... Me pregunto quienes podrían hacer algo así.

- Quien.

- ¿Cómo sabe que es una sola persona?

- Tenemos una cinta de video, se grabó todo.

- Dios mío...

- ¿Le apetece ver una pelicula gore?- Pregunta Thai.

La chica llevaba el pelo corto, muy corto, apenas se podia diferenciar que fuera peliroja, algunos creían que simplemente era morena. Tenía una buena figura, pero nada voluptuosa, hubiera sido considerada algo andrógina si no llega a ser por sus anchas caderas.

- Lo primero era dormir.- Piensa.- Desde mi última misión no he dormido en tres dias. Y tampoco se acabará el mundo por que duerma un par de horas.

- Quizás muera mucha gente.- Le dice su conciencia.

- CÁLLATE... Que se jodan...- Con esa respuesta da la discursión por acabada.

Entra en un hotelucho de mala muerte.

- Quiero una habitación.- Dice nada más entrar.

- Muy bien. Son 20 la noche.

La chica saca el fajo de billetes y separa dos billetes de 10 libras cada uno.

- Tome.

- ¿Me esta tomando el pelo?

- Oh, mierda.- Piensa la chica. Siempre era en ese tipo de tonterias donde metía la pata.

- 20 Euros... ¿Qué moneda es esta?

- Espere un momento.- La chica se gira con su fajo de billetes y con un simple esfuerzo cambia el tipo de moneda.- Perdone las molestias... Tome.

El hombre se muestra desconfiado. Coge reticentemente los billetes y los observa cuidadosamente antes de por fin aceptarlos.

- A propósito.- Continúa la chica.- ¿No tendréis tabaco por aquí?

- Hay una máquina en la esquina. Esta prohibido fumar en las habitaciones.

La chica le da un billete para que se lo cambiase.

Mientras introduce monedas en la máquina de tabaco el hombre se dirige de nuevo a ella.

- ¿A NOMBRE DE QUIEN PONGO LA HABITACIÓN?- Pregunta desde la otra parte de la habitación.

Ella sonrie. ¿Por qué no dar su verdadero nombre?

- A nombre de Rachel Summers.

El teniente detective Thai acaba de rebobinar la cinta.

Le da al play.

Pasa de nuevo el avance rapido hasta que ve algo extraño. Uno de los clientes, un hombre larga cabellera rubia, se levanta súbitamente.

Se coloca justo en la salida y supuestamente grita algo.

- Lástima que sólo sea video... Si pudieramos oirlos ganaría mucho.

- Parece como si disfrutara con esto.- Comenta Thai.

- Es mi primer homicidio múltiple.

Una chica joven se levanta también. Tenía una bonita figura.

En un par de segundos eran los únicos que permanecían de pie.

- ¿Le has dado al botón de avance rápido?

- No.

Los dos policias miran la pantalla boquiabiertos.

Rachel en primer lugar cambia molecularmente su cama para eliminar toda la suciedad que se amontonaba desde hace decenios.

Luego se tumba encima de la colcha y enciende un cigarrillo.

Era extraño como pese a tener un superpoderoso poder mutante no podía dejar de fumar.

Adoraba fumar en la cama.

Veía el humo subiendo hasta quedarse en el techo...

Podría haberse "materializado" su propio paquete de tabaco, pero nunca tenía el mismo sabor que uno auténtico.

- Ojalá tuviera marihuana.

Se sentía con ganas de echar un polvo.

Los últimos 4 habían sido con Franklin, empezaba a sentirse mal sólo de pensar en acostarse con otra persona.

Pero Franklin ahora debía ser un cuarentón... Y su hija debia tener más o menos 20 años... Imaginad la sorpresa...

Viajera temporal. Saltando del pasado al futuro. De nuevo al pasado. Y SE DA CUENTA DE QUE ESTABA EMBARAZADA.

Se les rompió un condón. Rachel estaba casi segura.

Viajó hasta cuando Franklin tenia 30 años y después de parirla le dejó a su jovencísima hija a su cuidado.

Así que ahora mismo ella tenía 27 años y Franklin debía tener 40 o 50. Tenía un poco de lío para acordarse de las edades de todo el mundo.

Si ella tenía 27 y su hija unos 20 podría intentar hacerse amiga de su hija.

Desecha inmediatamente la idea.

No porque le pareciera que alteraría el espacio-tiempo (después de todo el espacio-tiempo siempre se solucionaba solo) sino porque la idea era un poco marciana.

Estaba en el 2055, de eso estaba segura.

Al día siguiente.

- Aurora.

- Dime jefe.

- Tengo sed de sangre.

- ¿Quieres hacerlo aquí?

- Ya sabes lo que dijo Siniestro. Hay que matar a todos los que podamos antes de Octubre. En Octubre ocurrirá todo. Cuanto mas frágil sea la relación entre humanos y mutantes mejor.

Dos amantes hablaban justo en la terraza de un restaurante londinense.

- ¿Y si me decís dónde está Siniestro y acabamos antes con el tema?- Los dos se giran. Una mujer con el pelo rojo y corto les miraba, levantaba unas gafas de sol para mirarles a los ojos mientras hablaba.- Supongo que seréis una de sus celulas de Merodeadores.

- A POR ELLA.

Aquella que llamaban Aurora no pierde el tiempo y se abalanza a toda velocidad contra Rachel.

Le golpea el estómago con tanta fuerza que le rompe un cuatro costillas en un par de segundos. Ignorando el dolor Rachel la destripa con su poder telequinético.

- ¿Te molesta que me haya cargado a tu novia?- Le pregunta al acompañante. Rachel se sujetaba las tripas. Le dolía mucho.

Este era un hombre alto y fuerte, llevaba una larga melena rubia y también le faltaba un buen afeitado.

- No importa. Pensaba dejarla.- Explica.- Dentro de poco morirás. Aurora te ha debilitado lo bastante como para que yo te machaque.

Justo cuando el Merodeador está a punto de rematar de un zarpazo a Rachel ésta rueda ágilmente por el suelo y se pone fuera de su alcance.

- Mami era telequinética y telépata.- Dice.- Papi tenía factor curativo mutante y sentidos aumentados. Yo heredé lo mejor de cada uno.

El Merodeador carga de forma berseker contra Rachel, esta vez ella interpone un par de obstáculos para evitar las garras del extraño.

- He de suponer que eres la desaparecida hija de los Summers. Siniestro siempre tuvo mucha curiosidad por saber dónde demonios te habias metido. ¿Fue duro cuando tu padre se enteró de que su mujer le habia puesto los cuernos?

- Eso es parte de mi vida privada. ¿No seras tu el famoso Dientes de Sable? Siempre he querido enfrentarme a uno de los enemigos de mi papi.

Rachel esquiva facilmente el ultimo ataque del Merodeador.

- Nops. Soy mucho mejor que él. Soy el Salvaje. Siniestro me puso al mando de los Merodeadores cuando Creed murió.

- Bueno, creo que ya hemos hablado bastante.- Reorganizar la materia inorgánica era cosa facil, la orgánica ya era otro cantar. Por eso habia tenido que utilizar su telequinesis para destripar a Aurora.

Ahora iba a utilizar su último truco.

Telepatía.

Hay que concederle al Salvaje que tenia unos bloqueos psiquicos increibles. Pero no lo bastante increibles como para detener a Rachel Summers.

- Ya se donde ocurrirá.

Utilizando su telequinesis para levitar simplemente desaparece volando de ahí.

El Salvaje queda tumbado en el suelo.

- Dios, no me pateaban el trasero así desde que deje Beta Flight.- Murmura entre diente. La incursion psiquica de Rachel le habia dejado una poderosa resaca.

Se levanta y camina torpemente hacia el interior del restaurante. Cruza la cocina y sale a un callejon.

Allí se gira hacia una figura entre las sombras.

- Me has complacido mucho, Kyle.

- Ya le dije, señor, que si alguien era capaz de engañarla con recuerdos implantados ese era yo.

- Ahora mismo Rachel Summers seguro que salta en el tiempo al futuro hasta el fatidico Octubre, donde ella cree que ocurrirá la Masacre Mutante. Mientras tanto le tenderemos una emboscada.

El hombre antes conocido como Chico Salvaje sonrie.

- Estos superheroes son un tanto predecibles. Lastima lo de Aurora, esta noche le iba a pedir que se pusiera el viejo traje de su madre antes de follármela.

- El futuro nos pertenece... Rachel Summers y el resto de superheroes no son más que mosquitos que aplastare sin piedad... Lo dice SINIESTRO.

Fin.