En el futuro, Marte sigue siendo casi completamente un desierto. La humanidad, en su despliegue en el planeta, apenas se centró en pequeños barracones para albergar a los mineros que iban a explotar la superficie.

El único faro de población se debe a empresas Stark y su super estructura denominada Nueva Babilonia. Como toda gran urbe, Nueva Babilonia se basa, por supuesto en el desnivel, y no solo por hallarse en un cráter, sino también por la diferencia social entre la gente en general y los mineros.

Chris Hogan es un minero que, por pura fatalidad, ha encontrado un modo de dar un giro a su pobre situación y, de paso, puede que a la de todos sus compañeros de fatigas. Una cueva de las maravillas se abrió ante él con el legado del gran Tony Stark: la flamante armadura de Iron Man. Desgraciadamente, es muy posible que Chris no llegue a darle ningún uso revolucionario a la tecnología de sus ancestros.

Por segunda vez en menos de una hora, un obús derriba al nuevo Iron Man en pleno vuelo y, por segunda vez en menos de una hora, su cuerpo blindado crea un surco en la superficie marciana.

- No quiero criticar tu táctica -Chris escucha la voz de Peter, su amigo, por el comunicador en el casco-, pero igual deberías probar a esquivar alguno.

Iron Man se levanta trabajosamente y se gira. Las tropas del ejército marciano se acercan cada vez más rápido, impidiendo poco elegantemente que llegue a las cúpulas de Nueva Babilonia. Chris piensa que no va a arrugarse más: abre sus piernas en busca de apoyo y apunta con sus manos hacia las tropas.

- Bean -gruñe más que habla-, necesito saber como sacar potencia máxima de estos... ¿cómo los has llamado?

- Repulsores -responde Bean-. Rayos repulsores. Sólo tienes que pensar en dispararlos y funcionarán. El casco se conecta directamente a tu cortex por medio de micro-implantes que comunican con la cpu de...

- ¡Tu apunta y dispara, Chris! - concluye Peter.

Así lo hace. No se oye ni un zumbido mientras la energía de las armas de la armadura atraviesa la densa atmósfera de Marte. A corta distancia, podría haber desplazado un tanque. Al disparar contra las tropas, el haz de energía crece y abarca mayor terreno. No es tan crudo como si hubieran estado cerca, pero basta para que dos hovercrafts rueden por el impacto y otros tres choquen contra ellos.

Chris ríe como un niño con juguetes nuevos. No se percata de la señal de cercanía que le dispara la armadura.

- ¿Lo habéis visto? ¡Ha sido alucinante!

- Chris, tienes una visita a las seis en punto - dice Peter, más consciente de las señales que la maqueta holográfica de Bean despliega ante él -. Es muy grande y los sensores de Bean no lo identifican.

- ¿Podría ser un... ?- Chris se gira en dirección al peligro y entonces divisa la impresionante silueta de un coloso gris que está a punto de caer sobre él -. No importa, creo que ya sé lo que es.

- ¿Qué es esa estática que suena de repente, Bean? - pregunta Peter en el interior de la cueva.

- Creo que algo acaba de golpear la cabeza de tu amigo. Ha interrumpido la comunicación.

- Pues hay que arreglarlo, Bean. ¡Y rápido!

- No hace falta que grites, Peter - dice el holograma, girándose -. Ya estaba en ello.

Chris sigue consciente, pese al golpe. Teniendo en cuenta que la enorme cosa que acaba de caer el cielo está consiguiendo abollar el casco de su armadura en la parte del abdomen a base de golpes, hubiera preferido estarlo.

Se trata de un robot gris mate, grande como la vida y muy violento. No le da tiempo para reaccionar y tampoco habla.

Iron Man cae de nuevo sobre su espalda y apoya su bota en el cuello del robot según este le intenta coger de nuevo. Enciende mentalmente el reactor y el enorme monstruo cae hacia atrás. Lástima que el mismo impulso empuje al muchacho contra una roca.

En pantalla, ante sus ojos, una señal de nivel referida a la integridad de la armadura baja un siete por ciento. Chris emprende el vuelo y, por fin, puede ver la cúpula de la ciudad. Piensa que, tal vez, la táctica que iba a emplear con el ejército funcione también con el robot.

- ¿Me oye alguien?- pregunta a su radio sin obtener respuesta -. ¡Maldita sea, yo no valgo para esto!

Ultimo ataca de nuevo y golpea a Chris en la espalda, remolcándolo hacia el cielo en un frenesí de golpes. Desesperadamente, el muchacho hecha manos y piernas hacia delante y activa a la vez repulsores y cohetes, compensando el impulso de su agresor. Sale disparado hacia atrás, rebotando contra Ultimo y lanzándolo hacia el suelo, que no llega a tocar en cualquier caso.

Harto de llevar las de perder, Chris inicia el contraataque.

Nueva Babilonia. Laboratorio privado de Michael Stark, gerente de la empresa.

Debería estar preparando su boda con Vanessa Fujikawa y los documentos para la fusión de las dos empresas, pero se encuentra conectado a una red virtual con la que controla las acciones de Ultimo, su gran invención en materia de armamento y caramelito que hará que su participación en Stark-Fujikawa sea algo más jugosa.

No quiere admitirlo, pero disfruta bastante del conflicto y goza con ansia casi sádica ante su más que posible victoria con el fantasma de su abuelo.

- Puedes intentar lo que quieras, "Iron Man", pero tu armadura será mía.

Ultimo recibe dos puñetazos seguidos en la cara y otro en el torso, seguido de un rayo repulsor en el abdomen y una patada propulsada hidráulicamente en lo que, en un humano normal, hubieran sido los testículos. Puede que haya notado alguno de los impactos, pero no lo muestra en absoluto.

Los rayos en las manos del robot lanzan a Iron Man contra el tejado de la cúpula, que se quiebra levemente ante el impacto. Chris se da cuenta que, si se enfrenta al monstruo allí, miles de personas podrían morir. Ha llevado la pelea al peor de los escenarios y Ultimo se acerca para matarlo definitivamente.

Esquiva los rayos que le lanza y ve como estos rebotan contra la cúpula sin causar daños, gracias a Dios. Esquiva un par de disparos más pero no se da cuenta de que Ultimo los está usando para acercarse y agarrarle. Es consciente cuando una férrea mano le agarra de un tobillo y le empotra contra la cúpula. Chris nota como se rompe y como su cuerpo se encaja en la abertura. En ese momento, sabe que, si se retira de ahí, el vacío acabará con la gente de abajo.

La cueva de las maravillas.

Peter está cada vez más histérico y Bean cada vez más harto.

- ¡No le oigo, tío, no le oigo! ¡Chris va a palmarla si no le ayudamos, Bean! ¡Haz algo, coño!

Bean se gira, el rostro constreñido por un enfado galopante.

- ¡Escucha, estúpido humano, lo hago lo mejor que puedo! ¡Mejor que tú, que seguramente no tengas ni %&$@# idea de lo que cuesta conectar de nuevo unos receptores averiados a larga distancia! ¡Así que cállate de una vez y déjame hacer mi trabajo!

Ultimo está apunto de machacar a Chris. Salta hacia su presa con las manos abiertas, dispuesto a arrancarle el cuello, tal como le ordena remotamente su señor, Michael Stark.

Puede que sea suerte, o tal vez, adrenalina, pero Chris sabe en ese momento exactamente que hacer. Agarra las palmas de las manos de Ultimo con las suyas propias, de forma que los orificios de las armas del robot queden parejos a sus rayos repulsores. Nota como su cuerpo se clava más en la cúpula bajo el peso del gigante, pero aguanta, clavando talones y codos en la superficie de cristal.

- ¡Espero que nadie encuentre tus putas tuercas, cabrón! - grita Iron Man.

Dispara sus repulsores y la energía se despliega dentro de Ultimo. Los rayos de Chris y los propios mecanismos del robot empiezan a destrozarle por dentro.

Lo primero que revienta son los codos de Ultimo. Luego su pecho, piernas y, finalmente, su cabeza.

El cuerpo inerte del titán cae hacia un lado y comienza a resbalar lentamente por la cúpula y Chris por fin respira. Entonces se da cuenta que las barcazas voladoras del ejército le han rodeado mientras la lucha terminaba, y unos cuantos soldados le apuntan ahora con sus armas.

- Perdonad que no me levante -, dice Chris. Luego, se rinde.

HOMBRE DE HOJALATA

¡Decidnos qué os parece!