El suelo había cedido bajo sus pies y los dos amigos habían caído hacia un final incierto. Mucho antes de que llegaran al suelo Chris se había quedado inconsciente al golpearse la cabeza contra una piedra. Cuando despierta busca a Peter pero no lo encuentra. Se levanta con dificultad, tiene cortes por todas partes. Tarda un momento en darse cuenta pero lo hace, su casco está roto.

- Eso significa que aquí abajo hay aire pero ¿cómo es posible?.

Camina tambaleándose, al parecer su pierna no ha salido muy bien parada después de la caída. Debía de estar en una sección de la Gran Fosa porque no se explicaba la presencia de aquellos túneles en donde se encontraba. Aunque lo más raro es que pudiera respirar, si Stark-Fujikawa tenía la tecnología necesaria para crear algo semejante no entendía porqué no la comercializaba; con todo el lío de la colonización de Júpiter se harían de oro.

Siguió andando hasta que divisó a lo lejos lo que a todas luces era una gran puerta de metal en medio del planeta Marte. Se acercó y en efecto, era una gran puerta de metal y Peter la estaba observando cuidadosamente también sin el casco protector que en teoría le tendría que proporcionar el oxígeno suficiente para respirar.

- ¡¡Chris!! -llamó a su amigo-. Como me desperté y vi que estabas bien decidí explorar un poco.

- ¿Qué es esto?.

- Una puerta.

- Gracias, no me había dado cuenta -dijo sarcásticamente Chris-. Me refería a qué hace aquí una puerta como esta y si seguimos con las preguntas cómo es que podemos respirar.

- En cuanto a tu segunda pregunta, al parecer estamos en una especie de burbuja con oxígeno. Mientras investigaba todo esto descubrí una gran sección de túneles. En uno de ellos pude ver una especie de distorsión con un penal que marcaba el final de la burbuja.

- ¿Y quién puso todo esto aquí?.

- Fíjate.

Peter señaló una de las esquinas donde había un pequeño panel. Rascó un poco de barro que había por el panel.

- ¿Barro?.

- Sí, supongo que habrá ríos subterráneos por aquí. Pero ahora fíjate bien.

Cuando Peter apartó el barro se pudo ver claramente el logotipo de Empresas Stark.

- ¿Empresas Stark?.

- Sí. Esto debe de ser un puesto avanzado de cuando construyeron Nueva Babilonia.

- Eso no tiene sentido. Si tenían la tecnología para construir una burbuja de aire ¿por qué no usaron la tecnología en Nueva Babilonia y se olvidaron de la Gran Cúpula?. Y además, ¿quién construiría un puesto avanzado bajo tierra?.

- Y yo que sé sólo es una teoría.

- Está bien, ¿has intentando abrir la puerta?.

- Sí, pero no reacciona a nada.

- ¿Has dicho las palabras mágicas?

- ¿Qué palabras mágicas?

- ¡¡¡Ábrete sésamo!!!

Y el sésamo se abrió.

- No me puedo crear que haya funcionado -dijo Peter-.

- Ni yo...

Nueva Babilonia.

El sol se filtraba por las rendijas de la persiana. Michael Stark abrió la persiana para ver el desolador paisaje de Marte. Ante él había una gran nada, el planeta era un completo desierto. Miró hacia abajo y pudo ver la gran ciudad de Nueva Babilonia. El tráfico era denso, los coches voladores se apelotonaban en las carreteras celestiales intentando llegar a sus destinos. Las fuerzas de seguridad intentaban reparar los daños causados por un transporte que se había estrellado contra el ayuntamiento en protesta por la situación de Marte.

Cerró la persiana. No le interesaba en lo más mínimo aquellas patéticas gentes ni el planeta. Si estaba aquí era porque su futuro suegro había querido ponerle al frente de la filial de Stark-Fujikawa en Marte para prepararle para casarle con su hija, una niñata estúpida que Michael había encandilado para poder recuperar en parte el antiguo negocio familiar que su abuelo Anthony Stark había arruinado.

Recordar a su abuelo le encendió la sangre. Aquel viejo inútil había apoyado a los superhéroes en malos tiempos y como consecuencia los inversores le retiraron su apoyo. Eso combinado con unas malas inversiones hicieron que la empresa se fuera a pique y su padre John Stark y él tuvieron que vivir desde aquella en la pobreza, malviviendo en trabajos poco remunerados. Pero todo eso había pasado ya, la boda de Michael les iba a devolver a la grandeza.

Se ajustó el traje y salió de su habitación. Rápidamente una lluvia de consejeros se le acercó. Entre ellos estaba su secretaria, con la que mantenía una relación sentimental.

- ¿Qué tenemos para hoy Roberta?

- Tiene cita con el alcalde a las 9:00, luego tiene una reunión de acreedores a las 10:15, más tarde prometió pasarse por la guarnición del ejército. Por la tarde...

- Déjelo -dijo Stark rápidamente. Estaba totalmente harto de tanta reunión estúpida-. ¿Hay algo verdaderamente importante que no sea jugar con políticos o con comerciantes?.

- Bueno -dijo Roberta consultando su agenda electrónica que estaba incorporada en unas elegantes gafas-. Ha habido una explosión en la Gran Fosa seguida de un movimiento sísmico... y como el alcalde no ha tenido ningún escándalo sexual los periodistas han ido rápidamente al lugar de los hechos y...

- No estaría mal que me pasara para hacer ver que Stark-Fujikawa se preocupa por sus empleados, ¿no?.

- En efecto.

- De acuerdo, iremos después de que haya ido al laboratorio a completar una cosa.

Michael saludó a sus otros consejeros con los que no había ido y se marchó en el ascensor privado que daba acceso a su laboratorio. Una vez que estuvo allí encendió las luces y pudo ver su gran laboratorio con pequeños y grandes inventos repartidos por toda la estancia. Michael entró con pasa firme y miró a sus dos pequeñas joyas, una armadura minera, especializada para terrenos dificultosos y su mayor proyecto, un proyecto con el que volvería a meter a Stark-Fujikawa en la carrera armamentística. Sólo de pensar en todo el dinero que iba a tener le hizo sonreír.

Las profundidades de Marte

Peter y Chris se adentraron con cuidado en la cueva. Estaba totalmente a oscuras pero por el eco que había hecho la puerta al abrirse dedujeron que aquella cueva secreta o lo que fuese era bastante grande. Los dos activaron las linternas que contenían sus trajes atmosféricos.

- Será mejor que no nos separemos -dijo Chris-. No me gusta nada este sitio.

- A mi tampoco.

Avanzaron un poco intentando no tropezar con las piezas de metal, herramientas y diversas cosas que había por el suelo. Al parecer el terremoto había sido de una intensidad considerable.

- No podemos seguir dando vueltas como idiotas -dijo Chris-. Mira a ver si encuentras el control de las luces.

- ¿Qué te hace pensar que hay luces?

- Que la gente no querría ir pegándose hostias contra la pared todo el tiempo.

Los dos amigos buscaron infructuosamente el panel de control de las luces durante unos minutos hasta que se cansaron y se sentaron en el suelo.

- La cueva es muy grande -dijo finalmente Peter mientras se acomodaba en el frío y duro suelo-. Si el panel está al final...

- Un momento, antes la puerta se abrió cuando hablamos, ¿no?.

- Sí...

- ¡Luces!

Y las luces se encendieron. La cueva se revelaba ahora como un centro donde había gran cantidad de ordenadores y diversos dispositivos que ni Peter ni Chris conocían.

- Impresionante -dijo Peter-.

- Esto no es un puesto avanzado... más bien parece un laboratorio.

- Empresas Stark se afincó en Nueva Babilonia, en la superficie. ¿qué querrían hacer aquí abajo?.

- Quizás estaban escondiendo algún tipo de proyecto secreto pero tuvieron que abandonarlo cuando la empresa quebró.

- No es así exactamente -dijo una tercera voz-.

Peter y Chris se giraron asustados, en frente de ellos había un holograma de unos cuatro metros que no mostraba emoción alguna.

- ¿Qué eres? -preguntó Chris-.

- Mi nombre es Bean, soy el encargado de velar por la seguridad de este recinto.

Eso no sonaba precisamente tranquilizador.

- Nosotros sólo pasábamos por aquí -dijo asustado Peter-.

- Oh, no os preocupéis -dijo Bean como si se hubiera dado cuenta de que su anterior tono era demasiado amenazador-. Este laboratorio está equipado para permitir el acceso sólo a determinadas personas. Si habéis conseguido pasar la puerta principal es que estáis entre ellas.

- ¿Quiénes son esas personas autorizadas? -preguntó con curiosidad Peter-.

- Los patrones genéticos autorizados son: Stark, Rhodes y Hogan.

- ¿Hogan?. Yo soy un Hogan.

- Por eso has podido entrar.

- ¿Y qué es todo esto? -preguntó Peter más interesado en otras cosas que en las relaciones familiares de Chris-.

- Esto es un laboratorio construido por Anthony Stark durante los primeros días de la colonización de Marte.

- No hay nada de este laboratorio en los registros -dijo Peter-.

- Empresas Stark lo mantuvo en secreto incluso a Shield. En teoría este iba a ser el nuevo hogar de Tony Stark desde controlaría las actividades del Hombre de Hierro.

- ¿Y qué le pasó?.

El holograma pareció dudar un momento.

- Esa información no está disponible.

- ¿Y qué le pasó al Hombre de Hierro? -preguntó Chris-.

- Murió.

Hubo un silencio sepulcral. Peter fue el primero en romperlo.

- ¿Qué es aquello de allí? -dijo señalando a una pequeña vaina-.

- Es la armadura.

- ¿La armadura del Hombre de Hierro? -preguntó Peter-.

- Sí. Tony Stark consiguió crear una armadura totalmente nueva y muy avanzada y la trajo aquí.

- ¿Puedo ponérmela? -preguntó Chris-.

- ¡¡¡Qué?!!! -exclamó Peter-. ¡No seas idiota, es peligroso, podría estallarte en la cara!

- La armadura es totalmente funcional -dijo Bean un poco molesto-.

- Entonces me la pondré.

- ¡Espera!

- Déjame un poco en paz, si esa armadura funciona podremos ayudar a los mineros a tomar el poder.

- ¿Aún sigues con esas?. Por mucha armadura que tengas no podrás con el ejército.

- Eso lo veremos.

- ¡Alto!.

- Mira, me probaré la armadura y haremos un vuelo de prueba. ¿Entendido?

- De acuerdo -dijo a regañadientes Peter-.

Chris se acercó hacia la vaina donde estaba la armadura. La vaina se abrió y Chris pudo ver la armadura dorada y roja, ésta pareció cobrar vida y se puso alrededor de Chris, sólo quedaba el casco por poner.

- ¿Cómo estás? -preguntó un preocupado Peter-.

- Casi no me puedo mover -consiguió articular Chris-. Es mucha presión.

- La armadura sólo se está adaptando a ti -tranquilizó a ambos Bean-. Cuando te pongas el casco todo irá bien.

Y el casco se movió por sí solo y se colocó en la cabeza de Chris. Entonces Chris sintió un pinchazo en la nuca y fue como si ya no tuviera puesta encima la armadura, ahora él y la armadura eran uno solo.

- Abre la compuerta -dijo de repente sin saber porqué lo había dicho-.

Una compuerta que estaba justo encima de él y se abrió y el Hombre de Hierro salió disparado a gran velocidad hacia la superficie del planeta.

HOMBRE DE HOJALATA

Bien, como veis poco a poco vamos avanzando en la trama, para el próximo número tendremos esa cosa llamada acción, veremos cómo funciona la nueva armadura del Hombre de Hierro y más cosas (creo :)

Y bien, vamos con algunas comentarios que los demás guionistas han dejado en la lista de correo privada que tenemos los guionistas, sí, esa lista donde hacemos nuestro rituales satánicos para que Carlos actualice de un **** vez la web XDD

Y tenemos a Fordcopp que dice y cito textualmente: "Primeros párrafos y recuerdo Desafío Total de Verhoeven" jeje, ¿qué pasa?, si liefeld hace homenajes ¿yo no puedo?. Fordcopp sigue con la comparación con Desafío Total pero esta vez no ha acertado, Chuachenegüer (un nombre más difícil que el stragüisky) no va a ser Iron Man como habrás podido ser... quizás Máquina de Guerra :) Y Nueva Babilonia no tiene nada que ver con Borges... creo, es que estaba viendo Babylon 5 y fusilé el nombre. En cambio Nueva Alejandría sí que tiene que ver más con el faro de Alejandría (aunque ahora que lo pienso casi habría sido más inteligente ponerlo al revés todo, en fin). El prota no podía llamarse Tony por muy bien que quedara el homenaje al Soy minero de Antonia Molina. Y la situación de Marte es un poco de paranoia surgida de un documental del Discovery Channel o de Documanía, sí, esos dos canales que están entre el porno guarrones :P Y Peter no podría ser del Partido Comunista, vamos que el comunista debería de haber sido Chris.

Y nada más, nos leemos en el próximo número

cioa